DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO -A-


Lectura del profeta Malaquías 1,14b‑2,2b.8‑10
Os apartasteis del camino y habéis hecho tropezar a muchos en la ley

"Yo soy el Gran Rey, y mi nombre es respetado en las naciones ‑dice el Señor de los ejércitos ‑. Y ahora os toca a vosotros, sacerdotes. Si no obedecéis y no os proponéis dar gloria a mi nombre ‑dice el Señor de los ejércitos ‑, os enviaré mi maldición. Os apartasteis del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley, habéis invalidado mi alianza con Leví ‑dice el Señor de los ejércitos ‑. Pues yo os haré despreciables y viles ante el pueblo, por no haber guardado mis caminos, y porque os fijáis en las personas al aplicar la ley. ¿No tenemos todos un solo padre? ¿No nos creó el mismo Señor? ¿Por qué, pues, el hombre despoja a su prójimo, profanando la alianza de nuestros padres?"
Palabra De Dios


REFLEXIÓN

“¿Y NO LLEVARÁN RAZÓN?”

            Al escuchar al profeta Malaquías no puedo evitar tener también presente a Jesús en el enfrentamiento que mantiene con los fariseos y los maestros de la ley. Tanto Malaquías como Jesús se enfrentan abiertamente con la práctica que se está llevando: un ritualismo muy bien hecho pero vacío completamente: lo que se celebra no responde a lo que se hace, más bien, lo que se hace escandaliza cuando se celebra.
            La postura de Malaquías coincide con la de todos los profetas y Jesús con todos ellos.
            Los sacerdotes se han empecinado y no quieren reconocer que no se puede uno asentar en una postura como la que tienen: ellos ocupan un cargo  ante la comunidad y se creen con derecho a convertirse en jueces de los demás echándoles en cara sus faltas y rasgándose las vestiduras cuando alguien les dice que se apliquen el cuento y lo consideran una falta de respeto y una ofensa intolerable. Y no quieren aceptar que tienen un deber fundamental de  de mirarse ante el espejo del evangelio dejándose interpelar por él y que no hacerlo es la peor falta de respeto al pueblo y al mismo Dios
Recuerdo que me llamaron a dar una conferencia sobre la droga y arremetí fortísimo contra el consumo de ella y expliqué con toda amplitud de detalles el por qué se dejaba una persona arrastrar por la droga y cómo podría salir de ella.
Al día siguiente, cuando me senté delante de mi máquina de escribir, fui a encender  un cigarrillo y no tenía. Me dije: “luego más tarde salgo, compro y de paso me todo un café”. Cuando llegaron las 11 de la mañana había rebuscado en todo el edificio donde trabajaba en todas las papeleras para ver si encontraba siquiera una colilla y en las cuatro horas no había podido escribir ni una sola línea.
En la desesperación me di cuenta que estaba completamente enganchado y sentí una vergüenza terrible al recordar todo lo que había dicho la tarde anterior a más de cien personas que me escucharon. Desde entonces no he vuelto a ponerme un cigarrillo en mis labios, hace más de 20 años y me fumaba 4 cajetillas diarias.
Ahora tampoco puedo evitar el preguntarme: ¿Qué ha pasado para que la gente haya cogido el rebote que tiene contra la iglesia? ¿No será que nos acomodamos en una situación mientras le venimos exigiendo a la gente que salga de donde nosotros estamos instalados?


Salmo responsorial: 130

Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.
Señor, mi corazón no es ambicioso, /
ni mis ojos altaneros; /
no pretendo grandezas /
que superan mi capacidad.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor
Sino que acallo y modero mis deseos, /
como un niño en brazos de su madre.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor
Espere Israel en el Señor /
 ahora y por siempre.
Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor


Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 2,7b‑9.13
Deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas

Hermanos: Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor. Recordad si no, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios. Ésta es la razón por la que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes.
Palabra De Dios


REFLEXIÓN

“EL MEJOR TESTIMONIO ES LA VIDA  
            Pablo se dirige a los  cristianos de la comunidad de Tesalónicas no como el maestro o el juez para recordarles normas o para reprocharles sus fallos, sino para expresarles todo el cariño que les tiene comparable a la figura entrañable de una madre: él los ha engendrado en la fe y los lleva clavados en lo más hondo de su alma y no tiene dificultad en decírselo y es únicamente desde ahí desde donde se pueden decir las cosas tanto para alabar como para corregir.
            Por eso, Pablo invita a los tesalonicenses a que recuerden, no los sermones que les ha predicado ni todo lo que les ha aconsejado o les ha  reprochado, sino que recuerden cómo ha vivido él el tiempo que ha estado con ellos, eso es lo que hace creíble lo que les ha dicho: su ejemplo personal. Aunque también les deja claro que si él ha podido vivir en esa coherencia ha sido por la fuerza del Espíritu del Señor que le  sostiene, pues él, como cualquiera es tan débil que no sería capaz de sostenerse.
            Lo que Pablo les ha dado no es una teoría, ni una ley ni un consejo, sino lo más preciado que tiene: es su propia vida.
            Esta imagen es valiosísima y no deja de ser un referente para todos nosotros sacerdotes, maestros, padres de familia o personas implicadas en el servicio de la comunidad: ¿Qué es lo que damos a la comunidad? ¿Cómo lo damos? ¿Qué buscamos? ¿Desde qué óptica lo damos?


Lectura del santo evangelio según S. Mateo  23,1‑12
No hacen lo que dicen

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."

REFLEXIÓN

“ABRIR LOS OJOS CON LA VERDAD”   
            S. Mateo describe la el momento en que Jesús sube a Jerusalén, donde una gran multitud de judíos ha ido –lo mismo que Él- para celebrar la Pascua.
            Por estos días, Jerusalén está llena de personas sencillas, con un gran respeto a Dios y a la ley y, por tanto, a todos los representantes de ella.
            Jesús observa y ve lo que allí está pasando: aquellos doctores de la ley están abusando del pueblo sencillo aprovechándose de su cargo y toma una postura valiente enfrentándose a ellos, de la misma manera que en otro tiempo hiciera el profeta Malaquías. Lo hace delante del pueblo para que todos caigan en la cuenta de lo equivocados que están y de lo superficiales que son.
            De paso, se dirige a la gente para que tengan ideas claras y no se dejen embaucar, llevando la ley con un buen espíritu y no adulterándola, como están haciendo los representantes de ella.
            S. Mateo demuestra ser un gran conocedor del ambiente, pues habla de todo sin dar más explicaciones, como suponiendo que todo el mundo lo conoce, y, así habla de:
-“La Cátedra de Moisés”: No se trata de un gran sillón de un magistrado, sino la forma de ejercer el ministerio de enseñar, que incluso tuvo Moisés y todos los grandes de Israel; esta cátedra  consiste en ponerse sobre un lugar elevado por encima del pueblo que lo escucha  sentado.
-“Las Filacterias”: A estos señores les gustaba que todo el mundo supiera que ellos eran perfectos cumplidores de la ley; estas “Filacterias” eran unos pequeños estuches que contenían escrito lo fundamental de la ley y que ya en Ex. 13, 9-16 se dice que las llevaran atadas en el brazo y en la frente. Ellos, en las horas punta de la oración, cuando más gente había, les gustaba presentarse con estos estuches de piel negra, aumentados de volumen y con cintas llamativas, para jactarse ante todos.
-“Las Borlas”: Son unas borlas que se colocaban en  las puntas del manto, en señal de preeminencia y ellos, incluso, las agrandaban para que se notara más.
-“Los Saludos”: Siguiendo esta línea, son amantes de ostentosos saludos ante el público, con un gesto ostentoso de la mano al dársela a la gente y ponérsela en el corazón o en la boca de los fieles.
- “Rabbí”: Disfrutan escuchando esta palabra en boca de los fieles, pues les hace sentirse en el corazón de la gente. “Rabbí” significa “Maestro”; ellos se sienten los guías espirituales del pueblo.
            Jesús ve todo esto y no puede aguantar el abuso que están cometiendo, basados en la buena voluntad de la gente y se lanza a abrirle los ojos al pueblo, pues ve cómo se aprovechan de todo esto y hacen nefastas interpretaciones de la ley, que después obligan a cumplir al pueblo, mientras que ellos no hacen sino presentar su escaparate.
            Jesús no se opone a que haya maestros de la ley, ni a la ley misma, sino a la conducta que los fariseos llevan, pues solo buscan su vanagloria y su seguridad.
            “haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente:”
            Entonces, pasa a enseñarles la verdadera postura: no se trata de quitar los cargos, sino de no usar esos cargos para gloria personal; no somos en la tierra ni “maestros”, ni  “Padres”, ni “Preceptores”… sino todos hijos de un mismo Padre, aunque eso no quita que en la vida tengamos que ejercer todas esas  funciones, pero entre hermanos, aquel que se enaltece y se aprovecha de su situación, es un falso y será humillado, mientras que el que lo ejerce con sentido y con amor, cuanto más grande sea su puesto, más dispuesto estará para los demás y, por tanto,  más ensalzado será por nuestro padre que está en los cielos

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO -A-

Lectura del libro del Éxodo 22,20‑26
Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros

Así dice el Señor: "No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo."
Palabra de Dios


REFLEXIÓN

“DIOS NO SE CASA CON LA LEY, SINO CON LA VERDAD” 
            El texto es bien elocuente: en una sociedad en donde no está estructurado un sistema de leyes para sancionar ciertas posturas no queda más que la “venganza” (el que la hace la paga),  pero cando te encuentras a una persona que no tiene fuerzas para “vengarse” como es el extranjero que no tiene un clan que lo ampare, un huérfano o una viuda que carece de una familia que la apoye, un pobre sin recursos de ningún tipo… siempre están expuestos a la injusticia y al atropello de los poderosos sin posibilidad de defenderse.
            Con toda claridad Dios se pone  de parte de estos indefensos y al que los toque o los perjudique en sus bienes, en sus salarios… tendrá que vérselas con Dios.
            Dios toma una opción clara y rompe el discurso de la ley para ponerle rostro a los extorsionados y presentar, no teóricamente, sino en la práctica cuál es su postura; da la sensación que quiere dejar bien claro cómo piensa hacer que se cumpla  esa ley que ellos han escrito y que no acaban de establecer con claridad, cómo llevarla a la práctica con tantos artículos.
            Cumplir la ley no consiste en establecer una especie de catecismo que lo repita al pie de la letra la gente, y luchar para que se mantengan intactas las formulas, dando lugar a un legalismo teórico y retorcido donde se le buscan las cinco patas al gato y se da posibilidad  a que se cometa la injusticia de salir libre el criminal y hundido la víctima, basta con tener la habilidad de burlar lo escrito.
            Dios deja bien claro que en ese juego no va a entrar Él,  pues conoce la verdad y con Él no valen los engaños
             Es la gran lección que debe aprender la iglesia, su pueblo, para no caer en la trampa, pues puede llegar a creer que, como pudo burlar la ley, de esa  manera nos podemos quedar tranquilos delante de Dios.
            Es el constante problema que viene suscitándose dentro de la iglesia y que da lugar a tantos escándalos,  como si Dios estuviese amarrado a las leyes que hemos puesto los humanos, y permitiese que la verdad quede oscurecida por un legalismo estúpido.

Salmo responsorial: 17
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; /
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, /
mi fuerza salvadora, mi baluarte. /
Invoco al Señor de mi alabanza /
y quedo libre de mis enemigos.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
Viva el Señor, bendita sea mi Roca, /
sea ensalzado mi Dios y Salvador. /
Tú diste gran victoria a tu rey, /
tuviste misericordia de tu Ungido.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.


Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 1,5c‑10
Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo

Hermanos: Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que os libra del castigo futuro.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES”  

            Pablo ve plasmada su propia experiencia de encuentro con el Señor  en la comunidad  de tesalónica: allí se está viviendo la frescura y la ilusión de una iglesia joven que ha encontrado en Cristo el sentido de su vida y la esperanza de su lucha.
            La fe de los tesalonicenses no es una fe basada en normas, en principios y en esquemas teóricos, sino en un principio fundamental que se convierte en motor de todo: el AMOR, que se expresa en hechos concretos, como ha sido la acogida que le han hecho a él, el interés que tienen todos por  los hermanos, siendo solidarios  entre ellos y teniendo un mismo corazón, hasta el punto que su estilo de vida ha salido fuera y se empieza a hablar de ellos.
            No se trata de una comunidad que se distinga por sus grandes teóricos sobre la fe, ni por sus grandes discursos, ni por sus reglamentos… sino por su puesta en práctica del evangelio, a pesar de todas las dificultas por donde está pasando.
            Es una comunidad que se está convirtiendo en referente, pues han sido capaces de abandonar los ídolos a los que estaban sometidos y se han vuelto al Dios de la vida, convirtiéndose en una comunidad misionera, pues desde ella la Palabra de Dios se está haciendo conocer a otros hermanos de Macedonia y de Acaya y en muchas partes más..
            También hoy se habla de nuestras comunidades, de la nuestra… pero ¿qué se dice? ¿Por qué se nos conoce?. Si alguien tuviera que definir a  nuestra comunidad ¿qué creemos que es lo específico de ella y que la distingue del resto? ¿Se ajusta al evangelio?

Lectura del santo evangelio según S. Mateo  22,34‑40
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?" Él le dijo: ""Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas."
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

“Pero AMAR ¿CÓMO?”
            El domingo pasado nos encontrábamos a Jesús en el marco de enfrentamiento con los fariseos y las autoridades del pueblo que le ponían una trampa política y les dejaba clara cuál ha de ser la postura de un hombre que ha puesto a Dios en el horizonte de su vida.
            Hoy lo vemos de nuevo que intentan acorralarlo con otra trampa a nivel religioso con una pregunta que resulta problemática: Los rabinos, doctores en la ley le hacen una pregunta: habían montado todo un edificio de leyes en torno al primer mandamiento hasta tal punto que resultaba imposible cumplirlo: habían sacado 365 prohibiciones y 248 preceptos, perdiéndose en medio de tanto artículo y no quedando claro qué era lo fundamental del mandato.
            Le plantean, entonces la pregunta: “Maestro, ¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?” La pregunta resulta ridícula puesta en boca de un maestro de la ley.
            Cristo, dándose cuenta de la mala intención, les ataja con toda claridad y sencillez: No hay más que un solo principio: EL AMOR a Dios y su concretización con el amor a los hombres ¡¡Y no hay más distinciones que valgan!!
            La ley era la “manifestación de Dios al pueblo” pero ¿Qué es la ley, sino la organización de la vida para que los hombres sean felices? Y ¿Qué es la felicidad, sino la consecuencia del AMOR?
            De ahí que Cristo dijera: “Estos dos mandamientos sostienen la ley y los profetas”. Si esto falla, todo lo demás sobra, o, más bien. Habría que decir que todo lo demás no es sino un elemento más de explotación
            Alguien puede preguntarse, entonces: ¿Qué es antes, el amor a Dios o el amor al prójimo? No hay un antes ni después, sino que, el uno lleva consigo el otro: “Lo que dejasteis de hacer  con uno de estos, conmigo dejasteis de hacerlo” (Mt. 25, 43-46)
            Pero AMAR ¿CÓMO?
            ¿Cómo se aman dos enamorados, dando limosna a aquel que nos da lástima…?
            ¡¡Ni hablar!! AMAR a ese prójimo y a ese Dios es comprometerse con todo lo que tienes, con tu vida entera a levantarlo, hasta que esté, por lo menos, a tu mismo nivel, ¡pero nada de parches! Y desde esa dimensión se vive el resto de expresiones del amor.
            La concreción de esa actitud de amor es lo que da la ley: “No oprimirás ni vejarás al forastero (inmigrante) porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto.
            “No explotarás a los huérfanos ni a las viudas (a quien se encuentra indefenso).
            “Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo… no lo cargarás de intereses…”
            “Si tomas en prenda el manto (algo que está necesitando) de tu prójimo, se lo devolverás…”
            Cuando lees todo esto en la Biblia y terminas diciendo  “¡¡Palabra de Dios!!” ¿Cómo es posible que te tengas que callar y cuidar mucho las palabras que dices porque no son políticamente correctas, frente a lo que estamos viendo a cada momento y viviendo el expolio que se está haciendo por parte de una casta que no se siente harta aunque vea hundirse en la miseria a sus hermanos? ¿Cómo podremos seguir llamando a Dios Padre los explotados y los explotadores, los asesinos y los asesinados?
            No podemos seguir engañándonos y mintiéndonos a nosotros mismos: hay gritos que llegan al cielo y que no cesarán hasta que se haga justicia y haya una justa reparación. No podrá haber PAZ mientras no haya JUSTICIA y no puede haber JUSTICIA mientras cada uno no asuma su culpa y haga su reparación del daño causado.

DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO -A-

Lectura del profeta Isaías 45,1.4‑6
Llevó de la mano a Ciro para doblegar ante él las naciones

Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: "Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro."
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“LOS DE FUERA RECONOCEN EL VALOR DE LO QUE DESPRECIAMOS”   
            El texto resulta desconcertante pues vemos cómo Dios se vuelca sobre un rey pagano que ni conoce siquiera el nombre de Yahvé y lo llama “Mi Ungido”, es decir, Dios utiliza como instrumento de salvación  en su historia y en su proyecto a gente que no tiene que ver nada con el pueblo elegido, además,  abiertamente se pone a su lado y lo sostiene frente a otros reyes, pues lo ha elegido como instrumento de salvación y por él va a quedar claro y patente ante todos los pueblos que Yahvé es el único Dios sobre la tierra.
            Es un signo claro de que Dios es el dueño de la historia y toda autoridad en el mundo está basada en Él y  se convierte en instrumento de salvación para el mundo cuando sigue  las pautas de Dios que son la JUSTICIA la VERDAD, la  PAZ. Estos son valores universales que no pertenecen a nadie sino que son exclusivamente de Dios y todo aquel que se atiene a ellas realiza una gestión positiva en colaboración con Dios indistintamente que lo confiese o que lo ignore; lo importante es que  en los asuntos terrenos que se le encomiendan, estén guiados por esos  valores y a todo dirigente se le pedirá cuentas de la gestión que haya hecho: si lo hizo a favor o en contra de estos valores.
            Lo  grave para el pueblo de Israel y hoy, para la iglesia, es que ambos  saben que ese es el plan de Dios y ellos no tienen otro sentido de su existencia que ser testigos ante los pueblos de la puesta en práctica de estos valores y de su significado salvador y llegan a olvidarse, hasta el punto que tiene que venir uno de fuera a recordárselo y a darle testimonio de aquello que era suyo, como principio identificativo y razón de su ser.


Salmo responsorial: 95

Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Cantad al Señor un cántico nuevo, /
cantad al Señor, toda la tierra. /
Contad a los pueblos su gloria, /
sus maravillas a todas las naciones. R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor.

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, /
 más temible que todos los dioses. /
Pues los dioses de los gentiles son apariencia, /
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, /
aclamad la gloria y el poder del Señor, /
aclamad la gloria del nombre del Señor, /
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor.

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, /
tiemble en su presencia la tierra toda; /
decid a los pueblos: "El Señor es rey, /
él gobierna a los pueblos rectamente." R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor.

Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 1,1‑5b
Recordamos vuestra fe, vuestro amor y vuestra esperanza

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordemos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados en Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.
Palabra de Dios


REFLEXIÓN

¿ES QUE NOS HEMOS DESFONDADO?  
            Nos encontramos ante el primer texto escrito del Nuevo Testamento. S. Pablo, junto con Timoteo y con Silvano (probablemente es el mismo que en otros momentos denomina  como Silas) Los tres, como parte de la iglesia,  se dirigen a la comunidad de los tesalonicenses a quienes los denominan  “Iglesia” indicando de esta manera que no son un grupo a parte de la comunidad originaria de Jerusalén, sino que participan de las mismas  cualidades de la primera comunidad que salió de las manos de Jesús; ellos han sido  elegidos, consagrados  por Dios Padre en Jesucristo el Señor.
            Pablo, Silvano y Timoteo se sienten felices porque  el evangelio que recibieron no lo han malogrado, sino que han permanecido fieles, lo cual quiere decir para ellos que lo que hicieron cuando les presentaron la Buena Noticia fue válido y correcto, pues de lo contrario no hubiera permanecido y ha sido la fuerza  de la Palabra (el Espíritu Santo) la que ha producido los frutos de la gracia y la paz que ellos ahora les desean.
            Es importante destacar los tres pilares en los que  Pablo acentúa su alegría por la respuesta de los Tesalonicenses: la iglesia se mantiene por “la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor”. Son las tres virtudes  cardinales, lo específico del cristiano, los tres pilares en los que se apoya toda nuestra vida.
            Pero Pablo recalca las cualidades de cada uno de estos pilares: se trata de una fe activa que hace que el cristiano se convierta en luz en medio de un mundo en tinieblas, de un amor esforzado, no puramente sentimental y “ñoño” que se queda en un sentimentalismo ante  una idea o una imagen; el amor que están presentando es un amor que se manifiesta en el desprendimiento, en la generosidad, en la entrega, en la acogida, en el respeto…  Esto les está llevando a tener que enfrentarse a graves dificultades, y de una esperanza firme que se ha convertido para ellos en la seguridad ante la vida, que les lanza a crear un futuro ilusionante que se proyecta al más allá, comprometidos con la transformación de la historia.
            Esta imagen de la iglesia de Tesalónicas no es algo que se pierde en la neblina de los tiempos, sino que se convierte hoy en una lámpara que ilumina nuestra realidad de una iglesia que lleva 2000 años de historia, que ha sido evangelizadora, que al estilo de Pablo, Silvano y Timoteo fue y ha sido misionera, y hoy parece hacer agua. Salta al aire la pregunta: ¿Qué está pasando? ¿Qué ha ocurrido que nos hemos dejado fascinar por otras propuestas y la fe se ha convertido en un sentimentalismo, la esperanza en una ilusión y el amor lo hemos teñido con el color de la moda?


Lectura del santo evangelio según S. Mateo  22,15‑21
Pegadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?" Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: "Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto." Le presentaron un denario. Él les preguntó: "¿De quién son esta cara y esta inscripción?" Le respondieron: "Del César." Entonces les replicó: "Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios."
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

 “EL SENTIDO COMÚN, MANIFESTACIÓN DE DIOS”    
            El tema que plantea el evangelio es de una actualidad impresionante, se trata de un tema que constantemente está sobre la mesa: ¿Se debe meter en política la iglesia? La respuesta la tenemos siempre en la boca: ¡¡¡NO!!!
            Hoy viene Jesús a poner los puntos sobre las íes: una cosa es POLÍTICA y otra “POLITIQUERÍA” “PARTIDISMO”.
            La POLÍTICA es el arte y la ciencia de crear unas relaciones de justicia y de paz en la “polis” (entre el pueblo). Podríamos decir que la política es lo que hace posible que las personas puedan relacionarse como tales personas entre ellas. Renunciar a esta dimensión de persona que se realiza con los demás, es renunciar a ser persona.
            El evangelio y todo el mensaje de Jesús va orientado a construir un mundo en paz y fraternidad movido desde la convicción más profunda del corazón: desde el amor, y no como algo que se impone por la fuerza. Si la iglesia renuncia esto ¿Qué sentido tiene su existencia?
            Los que se empecinan en que la iglesia no hable de política, es que no aceptan tener un referente incondicional que ilumina siempre la VERDAD y la JUSTICIA, que no se alía con intereses ni poderes de ningún sentido ni tendencia, porque su único referente es DIOS: la VERDAD, la JUSTICIA, la PAZ, el AMOR. Entonces, prefieren recluirla y convertirla en un puro sentimiento religioso intimista  que no tiene que ver nada con la vida.
            LA POLITIQUERÍA o PARTIDISMO consiste en el arte de defender los intereses de un grupo a costa del atropello de los intereses de otros. Ya no tiene como objetivo el bien común, sino el enriquecimiento y el poder de un sector sobre el resto. Lógicamente, para mantenerse en el poder, todo lo convierten en negociable y los “actores” se convierten en dueño y señores que constantemente van saboteando al pueblo. En este sentido, el momento en que la iglesia entra en este juego está siendo infiel a su misión y convirtiéndose en los “viñadores asesinos” de la parábola. Pero también puede convertirse en cómplice con su silencio o su evasión, para evitar complicaciones y se queda en la indefinición, esperando a ver qué árbol es el que mejor sombra da. Eso no fue lo que hizo Jesús y, ahí, efectivamente, el NO debe ser rotundo y absoluto.
            Lógicamente, los “Politiqueros” sostienen que la iglesia no se meta en política, que se recluya a la sacristía, que se calle y no se meta en asuntos que no le competen, pues se convierte, cuando es fiel a su misión, en  la luz que va dejando al descubierto  la mentira y la patraña de los parásitos del pueblo.
            Fueron estos politiqueros los que quisieron dejar a Jesús fuera de juego y por eso lo mataron; siguen siendo los mismos los que tienen montada la persecución constante a loa iglesia en todas las partes del mundo, porque no soportan que alguien les recuerde que fueron llamados a buscar la paz y el bienestar del pueblo y no les está permitido engordarse a su costa.
            Cuando le atacan a Jesús e intentan ponerlo contra las cuerdas, él resitúa el problema y lo pone al nivel más básico y profundo: Dios y el hombre y el verdadero problema que existe en la relación del hombre con Dios y las posiciones que el hombre quiere asaltar.
            El Cesar está queriendo lo que no le pertenece y ellos se lo están queriendo permitir: un denario tiene la imagen del Cesar y ellos saben muy bien que Dios no tiene imagen y está prohibido hacer imágenes de Él. Lo tienen, por tanto, clarísimo: el Cesar no es Dios. Por tanto, queda resuelto el problema y descubierta la trampa pasando la respuesta del plano ideológico al práctico y poniendo la conciencia religiosa de la relación con Dios por encima de cualquier otra cosa..
            Jesús no opta por el Cesar ni por el sumo sacerdote, sino por la JUSTICIA, el AMOR y la PAZ, que es a quien ellos deberían servir y que está por encima de cualquier estamento humano; si es que no lo hacen, están atropellando al pueblo y oponiéndose a la norma divina. Termina el evangelio diciendo que ante la respuesta de Jesús “se quedaron asombrados, lo dejaron y se fueron”. Y es que hay cosas que, además de ser de sentido común, son sagradas e inapelables.

DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO -A-



Lectura del profeta Isaías 25,6‑10a
El Señor preparará un festín, y enjugará las lágrimas de todos los rostros

Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. ‑Lo ha dicho el Señor ‑.
Aquel día se dirá: "Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte."
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“SOÑAR Y TRABAJAR NO ES UNA UTOPÍA”

            El profeta se encuentra con su pueblo que lleva mucho tiempo sufriendo, perdido, descontrolado, a la deriva… todos sueñan con una nueva realidad, algo que nadie sabe por donde comenzar ni cómo realizar, pero todos lo desean en el fondo de su corazón, es el deseo que todos llevan marcado, pero que nadie se atreve a exponer  ni sabe cómo hacerlo, porque todo es adverso, y todo parece caminar en sentido opuesto llegando a crear el desaliento, como el que suspira por algo que resulta una utopía.
En esta situación, el profeta Isaías se atreve a levantar la voz y a decir que eso que sueñan no es utópico, que hay que seguir soñando, pero que también hay que estar dispuestos a hacerlo, porque el Señor está dispuesto a poner su mano y lo va realizar  convirtiéndose en una fiesta, en un banquete en el que todos van a quedar satisfechos porque se han cumplido todas sus expectativas: “Dios Aniquilará la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. ‑Lo ha dicho el Señor ‑.”
 Al escuchar esto que el profeta anuncia a su pueblo me hace estremecer porque hoy, como en aquel momento, estamos todos necesitados de escuchar este mensaje de esperanza para un mundo en el que el vientre de la madre se ha convertido en el lugar más peligroso para el ser humano, en el que los profesionales de la salud, la ley los quiere convertir en servidores de la muerte, contrariamente al juramento que hicieron de poner sus vidas al servicio de la vida; un mundo en el que los poderes políticos se convierten en servidores incondicionales de los grandes gigantes financieros en lugar de ser los defensores del pueblo que los elige para que lo guíen,  y prefieren el exterminio y el hundimiento de grandes sectores de población antes que el déficit en los negocios de estos gigantes. Un mundo en el que la persona ha pasado a significar mucho menos que un reptil o que una planta silvestre…
En una situación así, aunque suene a catastrofismo, el pueblo siente que, como Dios no ponga su mano y se levante como el pastor que guía su rebaño, el lobo hará estragos,  sin lugar a duda.
Pero la memoria de la  historia también es un hecho que no se puede negar: detrás de la tormenta viene la calma y al final, cada cosa se vuelve a poner en su sitio, muy a pesar de los pastores traidores y asalariados que se levantaron para destruir y aprovecharse del rebaño y el sol resplandecerá cuando creían que lo habían apagado para siempre, pero el Señor es fiel y nunca ha fallado, ahora tampoco lo hará y al final se ha de decir como en otros tiempos: “Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación."


Salmo responsorial: 22

Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta: /
en verdes praderas me hace recostar; /
me conduce hacia fuentes tranquilas /
y repara mis fuerzas. R.
Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
Me guía por el sendero justo, /
por el honor de su nombre. /
Aunque camine por cañadas oscuras, /
nada temo, porque tú vas conmigo: /
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.
Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
Preparas una mesa ante mí, /
enfrente de mis enemigos; /
me unges la cabeza con perfume, /
y mi copa rebosa. R.
Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan /
 todos los días de mi vida, /
y habitaré en la casa del Señor /
por años sin término. R.
Habitaré en la casa del Señor por años sin término.


Lectura de la carta del apóstol S. Pablo a los Filipenses 4,12‑14.19‑20
Todo lo puedo en aquel que me conforta

Hermanos: Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación. En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús. A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN


“SER TESTIGOS DE VIDA”
            S. Pablo confiesa a los  filipenses su actitud personal: él se siente con una disposición total y absoluta en manos de Dios: en los momentos de triunfo y de fracaso, en la abundancia y en la estrechez, en la hartura y en el hambre, en el dolor y en el placer…
            La fuerza que posee para no venirse abajo en lo negativo, lo mismo que en lo positivo, le viene de Cristo y, él se hace garante de que lo que dice es verdad y lo asegura para todo el que se pone en manos de Dios.
            Además, S. Pablo comparte su experiencia de vida, no se trata, pues, de simples razonamientos: se ha sentido desbordado por Dios muchas veces y tiene la experiencia de que Dios no se deja ganar en generosidad, en nada ni por nadie. Por eso, agradece a los filipenses el gesto que han tenido con él, solidarizándose en su tribulación, lo cual demuestra que la presencia de Dios está viva entre ellos.
            Mientras la iglesia y cada uno de los creyentes no seamos capaces de dar un testimonio vivo de Cristo en nuestras vidas, toda nuestra evangelización no será sino una propaganda vacía que no entusiasma a nadie ni transmite esperanza de nada.

Lectura del santo evangelio según S. Mateo  22,1‑14
A todos los que encontréis, convidadlos a la boda

En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda." Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda." Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. [Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?" El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos."]
Palabra del Señor
 
REFLEXIÓN

“¿CON QUIÉN ESTAMOS, A QUIÉN SERVIMOS?
            El banquete de la paz, de la fraternidad, del amor, de la justicia, de la verdad, de la libertad… está servido. Todo está a punto y existen las mejores condiciones para que empiece  la fiesta,  pero aquellos que tienen en sus manos el que comience el convite están en otros intereses, en otros negocios, con otras ideas: unos se fueron a sus tierras, otros a sus asuntos y otros se dedicaron a molestar a los que anunciaban la invitación del banquete y hasta los mataron: ese banquete iba en contra  de los intereses de sus “señores”.
            El banquete sigue estando servido: Existen unas condiciones extraordinarias para que todo el mundo pueda comer, para que todos puedan tener una educación digna, para que todos puedan vivir  con dignidad en su tierra, sin necesidad de vivir en dependencia  de nadie, hay medios sobrados para que cada país pueda defenderse por si mismo y pueda colaborar y participar en la alegría de la fraternidad…
            Hay sobradas posibilidades de estructurar la vida y el mundo desde otras perspectivas, desde otros parámetros, como es el de la JUSTICIA  y no el del dinero, el de la avaricia y la codicia.
            Pero esto es una locura impensable: ¿Cómo vamos a dar lugar a que todos se sientan iguales? ¿Cómo vamos a dar lugar a que todos tengan lo suficiente para vivir? ¿Entonces cómo podremos amontonar nuestras fortunas? ¿Cómo podremos mantenernos en el poder y seguir teniendo gente a nuestro servicio que dependa completamente de nosotros y vivan dándonos las gracias por dejarlos vivir?
            El hombre necesita incentivar su grandeza y un sistema que propicia la igualdad y la fraternidad es una utopía que va en contra de las tendencias naturales del ser humano. Hay que incentivar el “progreso” que  para ellos consiste en crear la competencia, hacer sentir que el hombre tiene que sentirse superior a su hermano, alentarle su “autoestima”… Y se inventa un discurso, una filosofía, una sociología y hasta una “teología” de un “dios” a nuestra medida que justifique y dé razón del montaje de muerte que hemos establecido.
            Pero este montaje tiene que ser defendido por los lacayos que viven a costillas de él y que serán los que irán entorpeciendo y desanimando a todo el que sigue aceptando la invitación al banquete y. lógicamente, serán los que se encargarán de callar y de matar a los que siguen invitando y diciendo que el banquete está servido, que es posible vivir de otra manera, que hay posibilidades de estructurar un mundo en fraternidad y alegría…
            A Jesús, que vino diciéndolo, lo mataron y antes que a él se liquidaron a todos los profetas, al último fue a Juan Bautista y después de El ha seguido la historia hasta nuestros días, en cuyo punto de mira sigue la iglesia, como objetivo principal que hay que liquidarse, pues sigue siendo una voz disonante.
            Y frente a esto no queda más opción que definirse: o te pones en un lado o te pones en el otro… Pero hay algunos que creen que se puede coger la línea intermedia, es decir: contemporizar con unos y con otros, es la imagen del que se metió sin el traje de bodas, disimulando ser uno de aquellos despojados que habían sido invitados en los caminos. Es la postura de todos los que están en apariencia en el banquete, cuando pertenecen a los lacayos que sirven al sistema y aquí debemos tener mucho cuidado con señalar a nadie ya que todos debemos revisar en dónde nos encontramos y a quién servimos.