PRIMERA LECTURA
Lectura del
libro del Éxodo 16, 2‑4. 12‑15
Yo haré llover pan del cielo
El Señor dijo a Moisés:
-“Yo haré llover pan del cielo:
que el pueblo salga a recoger la ración de cada día; lo pondré a prueba a ver
si guarda mi ley o no. He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: ´
Hacia el crepúsculo comeréis carne, por la mañana os saciaréis de pan; para que
sepáis que yo soy el Señor, vuestro Dios.´”Por la tarde, una banda de codornices cubrió todo el campamento; por la mañana, había una capa de rocío alrededor del campamento. Cuando se evaporó la capa de rocío, apareció en la superficie del desierto un polvo fino, parecido a la escarcha. Al verlo, los israelitas se dijeron:
- “¿Qué es esto?”
Pues no sabían lo que era.
Moisés les dijo:
- “Es el pan que el Señor os da
de comer.”
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
“RENUNCIAR A LA LIBERTAD”
El sistema de esclavitud les había llevado a renunciar a cualquier otra aspiración, simplemente se conformaban con sobrevivir y por este fin habían renunciado a la libertad y con ella a la responsabilidad de sus actos y de sus determinaciones, a sus sueños, a sus posibilidades, al gozo de la vida en sus detalles de la belleza, de la armonía, de la superación…Habían renunciado a ser personas.
Cuando Moisés y Aarón introducen al pueblo en el desierto y le someten a un ejercicio de concienciación de su grandeza de personas, a poner en funcionamiento sus cualidades, a sacar todo lo bueno y lo grande que cada uno tiene, a aprender a servir y gozar con el servicio bien hecho, a ser responsables cada uno de lo que hace, lo que dice y lo que determina; a tomar decisiones por cuenta propia y a responder de lo que hacen… es decir, les someten a un ejercicio de libertad. El pueblo vuelve la mirada a Egipto y añora lo que dejó: desea que le den todo hecho, aunque tengan que someterse al trabajo duro y al látigo, aunque sean anulados como personas, se sienten mejor como animales que en manada son manipulados hasta para morir.
La
historia sigue repitiéndose a cada momento y los hombres, como por un instinto
natural, tendemos siempre a dejarnos en brazos de quien nos lo da todo hecho
prefiriendo renunciar a todos nuestros
derechos y a nuestros sueños optando siempre por lo más sencillo, lo menos
gravoso, lo menos comprometido, lo menos costoso… y defendiéndolo como uno de
nuestros grandes derechos al que no estamos dispuestos a renunciar.
Salmo
responsorial Sal 77, 3 y 4bc. 23‑24. 25 y 54 (R/.: 24b)
R/. El Señor les dio un trigo celeste.
Lo que oímos y aprendimos,
lo que nuestros padres nos
contaron,
lo contaremos a la futura
generación:
las alabanzas del Señor, su
poder. R/.
R/. El Señor les dio un trigo celeste.
Dio orden a las altas nubes,
abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos maná,
les dio un trigo celeste. R/.
R/. El Señor les dio un trigo celeste.
Y el hombre comió pan de
ángeles,
les mandó provisiones hasta la
hartura.
Los hizo entrar por las santas
fronteras,
hasta el monte que su diestra
había adquirido. R/.
R/. El Señor les dio un trigo celeste.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la
carta del apóstol san Pablo a los Efesios
4, 17. 20‑24
Vestíos de la nueva condición
humana, creada a imagen de Dios
Hermanos:
Esto
es lo que digo y aseguro en el Señor: que no andéis ya como los gentiles, que
andan en la vaciedad de sus criterios.
Vosotros,
en cambio, no es así como habéis aprendido a Cristo, si es que es él a quien
habéis oído y en él fuisteis adoctrinados, tal como es la verdad en Cristo
Jesús; es decir, a abandonar el anterior modo de vivir, el hombre viejo
corrompido por deseos seductores, a renovaros en la mente y en el espíritu y a
vestiros de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios: justicia y
santidad verdaderas.
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
“INCONGRUENCIAS VITALES”
Pablo ve cómo han vivido
anteriormente dejándose arrastrar por las pasiones, por los vicios, por todo
que degrada al hombre y lo convierte en un animal “vacío de pensamiento”.
Cristo ha venido a enseñarnos el camino, Él lo ha atravesado primero, nos ha
dicho que es posible hacerlo, no es algo que está fuera de nuestro alcance, nos
ha dicho que un hombre no puede renunciar a ser PERSONA, a ser HIJO DE DIOS.
No es posible responder a la llamada
que Dios nos hace y a la nueva propuesta de salvación que nos presenta,
instalados en la misma dinámica que estábamos antes de venir Jesús: viviendo
bajo el poder de los instintos, como los
animales; creyéndonos superiores a los demás y despreciándolos, metidos en la
mentira, en la injusticia, en la corrupción, en el libertinaje; despreciando el
bien, la honradez, la dignidad humana, en el caos… y sin querer aceptar que estamos equivocados,
negando lo evidente y, encima, creyéndonos que somos lo más interesante y que
los demás están equivocados. Esto es “vivir
vacíos de pensamiento”.
Pablo se está dando cuenta que algo
de todo esto está “filtrándose” en la vida de la comunidad, pues se están
relajando muchas costumbres y se está dando paso a muchas actitudes, que no
solo no se oponen a ellas, sino que condescienden con el mal.
Recuerda que ese no fue el ejemplo
que nos dejó Cristo, sino todo lo contrario: “No es así como habéis aprendido a Cristo, si
es que es él a quien habéis oído y en él fuisteis adoctrinados, tal como es la
verdad en Cristo Jesús; es decir, a abandonar el anterior modo de vivir, el
hombre viejo corrompido por deseos seductores, a renovaros en la mente y en el
espíritu”
Al
escuchar hablar así a Pablo uno siente que sus palabras tienen un eco que no ha
borrado el tiempo, pues su actualidad es enorme y pueden ser leídas, al pie de
la letra, en cualquier asamblea donde nos encontremos, sin necesidad de muchas
explicaciones ni traducciones: basta con que nos detengamos a examinar muchas
de las actitudes que tenemos y prácticas en las que hemos condescendido con el
mal y lo justificamos.
Aleluya Mt 4, 4b
No sólo de pan vive el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 24‑35
EL que viene a mí no pasará
hambre, y el que cree en mí no pasará sed
En aquel tiempo, cuando la gente
vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a
Cafarnaún en busca de Jesús. AL encontrarlo en la otra orilla del lago, le
preguntaron:
-“Maestro, ¿cuándo has venido
aquí?”
Jesús les contestó:
-“Os lo aseguro, me buscáis, no
porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros.Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.”
Ellos le preguntaron:
-“Y, ¿qué obras tenemos que
hacer para trabajar en lo que Dios quiere?”
Respondió Jesús:
-“La obra que Dios quiere es
ésta: que creáis en el que él ha enviado.”
Le replicaron:
-“¿Y qué signo vemos que haces
tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná
en el desierto, como está escrito: ´Les dio a comer pan del cielo.´”
Jesús les replicó:
-“Os aseguro que no fue Moisés
quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan
del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.”
Entonces le dijeron:
-“Señor, danos siempre de este
pan.”
Jesús les contestó:
-“Yo soy el pan de vida. El que
viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.”
Palabra del Señor
REFLEXIÓN
VIVIR EN
TORNO AL ESTÓMAGO
Todos
coincidían en que en esa “iglesia” no se puede creer, eso no tiene nada que ver
con lo que estableció Jesús y dio pie y apoyó para que se perpetuara por los
siglos prometiendo su ayuda.
De
hecho, cuando miramos a Jesús, no lo encontramos jamás discutiendo cuestiones
doctrinales límite, ni si una palabra puede dar lugar a entenderse de una forma
u otra que ponga en duda la autoridad del sumo sacerdote… A Jesús nos lo
encontramos siempre preocupado en desarrollar con su gente una sociedad en la
que haya respeto, se establezca la igualdad y se reconozca la dignidad de la
persona por encima de cualquier otra cosa.
Si
observamos su actuación, lo veremos preocupado por la vida, por la salud de los
enfermos que sufren, por la situación de marginación que sufren los pecadores, a
los que les ofrece el perdón y su recuperación total como personas; lo vemos
acercándose a los endemoniados, a quienes libera de la alienación que padecen
por el mal en que están metidos.
Por
encima de todo, Jesús se presenta como el gran defensor de la vida, que
reacciona contra la ley y contra la
misma religión, cuando la quieren arrinconar o minusvalorar.
No
obstante, Jesús no quiere ni soporta que la gente se quede en el estómago: de
hecho, van en busca de Él porque les dio de comer gratis y buscan que haga otro
gesto, pero no son capaces de ir más allá: "Trabajad, -les dice-no por el alimento que perece, sino por el que perdura
hasta la vida eterna". Y es que No
piensan en otra cosa, ni sienten necesidad de mirar más adelante.
Efectivamente,
es necesario e indispensable el pan de cada día, pues no se puede vivir cuando
falta lo indispensable, por eso hay obligación de trabajar para asegurarlo,
pero de ahí a no tener otro objetivo en la vida que el “pan” (podemos traducir
con el termino pan la casa, los ahorros, los electrodomésticos, los coches, el
chalet en la playa o en la montaña, la ropa de temporada, las marcas de la
ropa, los aparatos de todo tipo…) al final, la vida gira única y exclusivamente
en torno al “Tener”, para lo que no nos queda tiempo para otra cosa y todas nuestras ilusiones,
sueños y esfuerzos giran en torno al banco que es quien se lleva todo: nuestro
tiempo y nuestros esfuerzos, nuestras ilusiones, nuestros sueños… nuestra vida.