FIESTA DE TODOS LOS SANTOS


 
Lectura del libro del Apocalipsis 7,2-4. 9-14

Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles:
-«No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios.»
Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.
Después de esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente:
-«¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo:
-«Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén.»
Y uno de los ancianos me dijo:
-«Ésos que están vestidos con vestiduras blancas ¿quiénes son y de dónde han venido?»
Yo le respondí:
-«Señor mío, tú lo sabrás.»
Él me respondió.
-«Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.»
Palabra de Dios. 

SALMO RESPONSORIAL 23, 1-2. 3-4ab. 5-6 .  

Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.
Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor 

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.
Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor 

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
Este es el grupo que viene a tu presencia, Señor
 

SEGUNDA LECTURA 

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-3
Veremos a Dios tal cual es  

Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!
El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tiene esperanza en él se purifica a si mismo, como él es puro.
Palabra de Dios.
 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12ª
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo 

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus
Discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
- «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.»
Palabra del Señor.
 

“LLAMADOS A SER SANTOS”  

Es curioso ver cómo vivimos estresados; ahora tenemos una excusa: la crisis, pero antes de  entrar en ella o, por lo menos, antes de que empezara a apretarnos como ahora lo hace, estábamos igual: todo el mundo va corriendo, todo el mundo anda angustiado e insatisfecho, a todos nos falta tiempo y a ningún sitio llegamos a su hora; vas por la calle y la gente está nerviosa, no te permiten una equivocación, titubeas en un semáforo y parece que se detuviera el mundo: todos gritan desaforados y tocan el claxon, los coches andan a todo gas con cientos de watios de sonido… el vacio hace armar todo ese ruido y hace que la gente se sienta sin sentido.
            En cambio, hay un dato que nos puede ayudar a observar el camino de los “santos”: la “paz interior” de una persona hace que las cosas se las tome de otra manera, sin que eso quiera decir que no tenga problemas, pero es capaz de poner cada cosa en su sitio, hasta el punto que podríamos decir que la “felicidad” no consiste en vivir una vida placentera, sino en una plenitud interior que hace que cada cosa recupere su sentido.
            Sin embargo, este sentido del que hablamos no concuerda en absoluto con lo que el mundo y el sistema en el que vivimos nos plantea: el “Tanto tienes, tanto vales” es la norma que dirige y, el éxito o el fracaso estará en la capacidad  económica o de poder que tienes pasra imponerte, aunque en tu intimidad seas un desdichado, lo que importa es la apariencia, la fachada… pues el interior no sirve para nada.
            Sin embargo, aunque esta forma de organizar la vida sea la que se quiere imponer, el hombre es incodificable y hay dimensiones en él que, o se llenan, o se queda con la angustia vital del que no ha llegado a realizar su cometido en la vida y, aunque tenga en sus manos todo el dinero del mundo y todo el poder, cuando se enfrenta a si mismo percibe que no se encuentra contento consigo mismo; esto es la mayor fuente de insatisfacción con lo que automáticamente se genera en él un sentimiento de agresividad, de insatifacción, de disgusto que, los demás no se explican el por qué, pero en él persiste un sentimiento de que no vale la pena vivir de esa manera, pues la persona vale por si misma y no por lo que posee.
De esta forma, jamás sabrá disfrutar de lo que tiene, de lo que ha conseguido por su esfuerzo o de lo que con cariño le ofrecen los demás; no  posee la capacidad para valorar nada de lo que le rodea, se convierte en un “infeliz”.
Hoy, día de todos los santos, el Señor nos sale al encuentro y nos invita a que nos planteemos si estamos respondiendo a la naturaleza que Él nos ha dado, naturaleza de “santos”, de personas para ser felices que viven la vida con la alegría, la paz y el sentido de plenitud que Él pensó y quiso para nosotros.
Las Bienaventuranzas no son, sino el programa para ser felices, santos.

 

             

 

DOMINGO XXX DEL T. ORDINARIO -B-



PRIMERA LECTURA 

Lectura del libro de Jeremías 31, 7‑9
Guiaré entre consuelos a los ciegos y cojos 

Así dice el Señor:
*Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos;
proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.
Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra.
Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna.
Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos;
los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán.
Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.+
Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN 

¿DÓNDE HALLAREMOS MOTIVOS DE ALEGRÍA? 

El texto que nos presenta la liturgia de hoy  formado por 3 versículos del cap. 31 junto con todo el cap. 30 de Jeremías, forman lo que llamamos el “libro de la Consolación” cuyo culmen del mensaje está justamente aquí: Jeremías, después de todo lo que el pueblo lleva sufrido en el largo destierro, anuncia la vuelta a su tierra e invita a que todos se alegren: “Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos”, pero es curioso un dato: el motivo de la alegría no es algo que ya tienen en las manos, sino algo que es futuro, se trata de una promesa y lo que garantiza la alegría es la seguridad del que la hace: Dios: “El Señor ha salvado a su pueblo” y Él no falla, Él “es un padre para Israel” y cumplirá su palabra.
            Y ¿qué es lo que este Padre hace por sus hijos? Lo expresa con toda claridad: “los va a traer del país del norte”… “los va a guiar entre consuelos”, “los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán…” Es decir: va a cambiar radicalmente la situación en la que se encuentra su pueblo.
            Hay otra cosa interesante que apunta el texto: va a poner especial interés por los ciegos, los cojos, las preñadas, las paridas… es decir: punto de especial atención  van a ser los más oprimidos y débiles, los que más dificultad tienen para caminar; pero sigue siendo interesante el dato: esas preñadas y paridas son la base y el fundamento de la esperanza y de la alegría del futuro… Es imposible controlar el deseo de mirar a nuestro alrededor y ver cómo lo que es motivo de esperanza para todos los pueblos de la tierra, hoy se lo ha convertido en una lacra: el hecho de la vida y la capacidad de generarla.
            Cuando miramos nuestra realidad y la situación en la que estamos metidos, no solo cuando el futuro económico se pone cada vez más oscuro, sino cuando vemos que se ha perdido hasta la base para la esperanza y la alegría del futuro, uno llega a sentir que caímos en un destierro tremendo que terminó con nuestro ser, pues hasta el valor de la vida lo hemos perdido y cuesta mucho encontrar un motivo que nos empuje a alegrarnos.
 

Salmo responsorial Sal 125, 1‑2ab. 2cd‑3. 4‑5. 6

R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.
R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Hasta los gentiles decían:
“El Señor ha estado grande con ellos.”
El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. R/.
R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R/.
R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

Al ir, iba llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.
R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
 

SEGUNDA LECTURA 

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1‑6
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec 

Hermanos:
Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.
Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades.
A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.
Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”, o, como dice otro pasaje de la Escritura: “Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.”
Palabra de Dios. 

REFLEXIÓN 

“CRISTO HA SUPERADO TODOS LOS ESQUEMAS RITUALES”  

 Continuamos meditando la carta a los hebreos que comenzamos el domingo 27 y que seguiremos con ella hasta el domingo 33.
En toda la carta vamos encontrando un claro sentido de dar ánimo a todos aquellos cristianos que dejaron el judaísmo y se hicieron seguidores de Jesús, pero al encontrarse con las dificultades de la vida, la persecución que tienen que afrontar y la incomprensión, comienzan a sentir el cansancio de la lucha y con mucha frecuencia vuelven la vista atrás y sienten añoranza por la liturgia, y la fastuosidad del judaísmo,  todas las normas judías clon las que se sentían protegidos y el autor de la carta les recuerda que el culto judío, por mucho esplendor que tuviese, no les conseguía la reconciliación con Dios ni con sus hermanos; todo eso no era más que un símbolo de lo que sería la realidad que trajo Jesús y que se estableció definitivamente con Él.
El verdadero culto a Dios no es el que imponían las normas establecidas por Moisés; ese culto no perdonaba los pecados ni restauraba al hombre.
Dios ha establecido a Jesús como único y verdadero mediador; Él ha compartido  nuestra condición humana y ha hecho posible el acercamiento a Dios, Él nos ha abierto el acceso a Dios y nos ha puesto en comunión con el Padre.
Él es el único Camino que nos conduce y nos acerca al Padre y fuera de Él, es imposible entrar en la comunión del Padre: “Nadie puede arrogarse este honor”.
Es común encontrar gente que, cuando tiene que hablar del sacerdocio, tal como lo tenemos hoy en la iglesia, suele echar mano a este texto para argumentar cómo debe ser el sacerdote auténtico, pero aquí no se habla de nada de eso, sino que el texto hace una comparación entre los sacerdotes de la antigua alianza y el nuevo sacerdocio de Cristo, para decir que no hay comparación entre una cosa y otra, pues el sumo sacerdote del templo no tiene poder de perdonar, ni de establecer nada que acerque al hombre a Dios, simplemente realiza ritos con los que el hombre puede sentirse mejor, pero todo sigue cerrado.
Con Cristo se inaugura una nueva realidad, su sacrificio ha acabado con todos los ritos y sacrificios de la Antigua Alianza.
            El autor de la carta hace una comparación, indicando la semejanza que puede haber entre ambos Sumos sacerdotes: En la antigüedad el Sumo Sacerdote es escogido del Pueblo, en la Nueva Alianza nuestro Sumo sacerdote también ha tomado carne humana y, por tanto, es de los nuestros y comprende perfectamente al ser humano, pero al ser Dios, se convierte en el único mediador entre Dios y los hombres, cosa que el antiguo sacerdocio no puede hacer.
 

Aleluya cf. 2 Tm 1, 10 

Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte
y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.
 

EVANGELIO 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 46‑52
Maestro, haz que pueda ver 

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
-“Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.”
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
-“Hijo de David, ten compasión de mí.”
Jesús se detuvo y dijo:
-“Llamadlo.”
Llamaron al ciego, diciéndole:
-“ánimo, levántate, que te llama.”
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
-“¿ Qué quieres que haga por ti?”
El ciego le contestó:
-“Maestro, que pueda ver.”
Jesús le dijo:
-“Anda, tu fe te ha curado.”
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor.
 

REFLEXIÓN
 

“EL MODELO DEL DISCÍPULO”  
 

Venimos viendo a Jesús “En el Camino” y allí, sentado al borde, se encuentra Bartimeo: es un ciego que  le gustaría vivir y gozar de lo que disfruta todo el mundo, pero se ve impedido.
Desde la interpretación exegética, es alguien que no puede entrar en el camino, le faltan muchas cosas que le permitan seguir a Jesús; Él no rechaza, está a la búsqueda, está al borde, necesita ver algunas cosas, sobre todo necesita encontrarse con Jesús, que es lo que en definitiva lo pone en el “Camino”.
El relato está puesto al final de la sección de los milagros del evangelio de S. Marcos y aparece como un hecho en el que Marcos quiere acentuar la importancia que tiene la fe para los discípulos, sin ella no pueden caminar, se van quedando siempre al borde.
Es interesante ver dónde ha colocado S. Marcos el relato: inmediatamente después del momento en que los dos hermanos le piden a Jesús un puesto en el Reino de los Cielos, cuando van subiendo a Jerusalén.
La pregunta de Jesús al ciego es la misma que a los dos hermanos: “¿Qué queréis que haga por vosotros? Las respuestas, en cambio, son bien diferentes: los hermanos buscan sentarse en el poder, pues llevan ya mucho tiempo andando de un lado para otro y desean coger el mando.
Bartimeo, en cambio, está cansado ya de estar sentado al borde del camino pidiendo limosna; él quiere encontrar el camino de la vida, desea seguir a Jesús y encontrarle sentido a su vida: dos intenciones completamente distintas.
Es curioso ver que Marcos presenta al ciego como el modelo del discípulo y no a los hermanos que están a su lado; de hecho Bartimeo se incorporó y lo siguió a Jerusalén afrontando  las consecuencias las consecuencias del seguimiento mientras los otros quisieron disuadirlo para que no fuera

 

DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO -B-



 

PRIMERA LECTURA 

Lectura del libro de Isaías 53, 10‑11
Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años 
            El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
            Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios.
 
REFLEXIÓN: 
“APOSTAR POR EL AMOR”    
            El profeta Isaías hace una presentación del Siervo de Yahvé, un personaje que no aparece bien definido, pero que sí ha sido elegido por Dios para llevar adelante su obra y deja bien claro cómo la va a realizar: por supuesto, no va a ser con los criterios humanos, ni las manifestaciones van a ser a base de triunfos ni honores, sino que desde la misma presentación, lo único que lo envuelve es el desprecio, el dolor, el fracaso humano, la humillación, la incomprensión…
            Incluso no se le mira como un ser elegido de Dios, sino como un maldito, un fracasado, un repudiado por todos.
            Es interesante ver lo que el profeta dice: Dios ha de bendecir todo aquello que es fruto del sufrimiento, pues lo que nace del amor, está llamado a sostenerse,  a tener éxito, a prolongarse y deja claro que no será un sufrimiento en vano. Esto ya nos deja descolocados, pues nosotros no medimos ni valoramos así las cosas.
            No se trata, pues, de que Dios quiera demostrar que es diferente a todos los hombres, sino hacer ver que  todo aquello que nace del amor, aunque cueste dolor, es tenido en cuenta por  Dios; el nuevo pueblo de Dios, es un pueblo que nace justamente de ahí y ese nacimiento cuesta dolor y lucha; no es un pueblo marcado por la gloria, el gozo, los triunfos… sino por el amor.
            Este sufrimiento es signo de la expiación de los pecados y, por tanto, de un cambio y una conversión interior del corazón al Señor.
            Cuando nos detenemos un momento y miramos nuestra forma de pensar y valorar, nos damos cuenta lo lejos que andamos del ideal: un mundo en el que huimos del dolor y, consideramos un fracaso cuando algo cuesta esfuerzo; un mundo en el que todo son derechos  y no se aceptan las obligaciones; una forma de pensar en la que nos ubicamos en el centro y exigimos que todo gire a nuestro alrededor… ciertamente, estamos muy lejos del proyecto de Dios para su pueblo.
 
Salmo responsorial Sal 32, 4‑5. 18‑19. 20 y 22   
 
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
 
SEGUNDA LECTURA
 
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14‑16
Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia 
Hermanos:
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.
Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios.
 
REFLEXIÓN 
“LA CEGUERA QUE MÁS DAÑO HACE”     
            En la carta a los hebreos el tema del sacerdocio de Cristo es piedra angular y clave en la que se apoya todo.  Él es el que ofrece el sacrificio expiatorio de los pecados del mundo ante Dios; Él, por tanto, es el que restablece la amistad con Dios.
            Cristo hace real lo que durante siglos ha sido un símbolo que expresaba el deseo de la humanidad caída, anhelando  que se restablecieran las relaciones con Dios, cosa que al hombre le era imposible hacer; Dios mismo, haciéndose HOMBRE (Cristo) realiza la expiación posible que pueda restablecer la unión deseada con el creador; tuvo que ser Dios quien lo hiciera, ya que el hombre estaba incapacitado, por eso, Jesús se convierte para el hombre en el único y universal sumo sacerdote que une la humanidad con Dios.
            El autor de la carta le da una importancia enorme al hecho de que Jesús haya recorrido el camino de todo hombre, ha experimentado en su carne el dolor, el sufrimiento, el sacrificio, la dificultad que supone hacer frente y, por eso entiende, incluso, el hecho de nuestras caídas. Él ha asumido toda la debilidad humana y ha presentado a Dios el sacrificio expiatorio que hace posible que el hombre se encuentre en unas condiciones favorables ante Dios.
            Si llegáramos a tomar conciencia y valorar lo que la muerte de Cristo ha supuesto para cada uno, quedaríamos estupefactos: de ser considerados enemigos de Dios y objeto de todo desprecio, hemos pasado a ser Hijos de Dios con toda la dignidad de lo que supone ser hijo, a semejanza del Padre. El problema está en que, al no ser conscientes de esto, seguimos encenagados en el lodo de la vida, cerrando  nosotros mismos nuestro horizonte.
 
Aleluya Mc 10, 45
El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos.
 
EVANGELIO
 
  Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35‑45
El Hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos 
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
-“Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.”
Les preguntó:
-“¿Qué queréis que haga por vosotros?”
Contestaron:
-“Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.”
Jesús replicó:
-“No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?”
Contestaron:
-“Lo somos.”
Jesús les dijo:
-“El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.”
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo:
-“Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor.
O bien más breve:
  Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 42‑45
En aquel tiempo, Jesús, reuniendo a los Doce, les dijo:
-“*Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor.
 
REFLEXIÓN
 
“LA VERDADERA AUTORIDAD”   
Con frecuencia nos encontramos a Jesús enfrentado a los fariseos y a las autoridades de su tiempo: a cada momento encontramos en el evangelio que intentan ponerle trampas dialécticas para que caiga, pero al final, siempre terminan atrapados en su misma  trampa.
Ven a Jesús que habla a la gente, que va enseñando a sus discípulos y no pueden soportar que alguien haga estas cosas, si es que ellos no se lo autorizan. El concepto de autoridad lo tienen “apañado” a sus intereses: sostienen que la “autoridad” es una capacidad que alguien  externo la concede autorizando para hacer o decir algo. Pero Jesús los deja al descubierto: la autoridad no es algo que me dan de fuera autorizándome a hacer o decir algo, sino que, lo que fundamenta la autoridad es cuando uno mismo se convierte en la fuente de lo que dice, es el autor y el responsable de sus palabras y de sus actos, con lo que la “autoridad” es consecuencia de la libertad y no nace de fuera, sino de dentro.
La gente decía de Jesús que “Hablaba con autoridad y no como los fariseos y maestros de la ley”. Cuando Jesús hablaba no se dedicaba a repetir lo que otros habían dicho y en nombre de otros justificaban la opresión al pueblo. Cuando él habla no cita a nadie, Él es la fuente: “Antes se dijo… pero ahora digo yo”.
Aquellos que están citando constantemente es que tienen pocas ideas propias y, cuando hablan o actúan, se basan en lo que otros han dicho u ordenado, pero ellos no se mojan. Jesús es dueño de si mismo y esto era una de las cosas que fascinaba a la gente. Él mismo se lo aconseja a sus discípulos: basándose siempre en Dios: “decid sí, donde es sí y no, donde es no… todo lo que se añade es del diablo”  
Jesús no se agachó ni se asustó de los jefes, Él actuaba de cara a la VERDAD y ante esto se pierden todos los miedos. Cuando nos encontramos con “deudas”, no nos atrevemos ni a enfrentarnos ni a abrir la boca, pues en cualquier momento nos la pueden callar o nos podemos sentir atrapados en lo mismo que estamos diciendo. Jesús no tiene miedo, incluso desafía a las autoridades a que le demuestren que está en pecado.
En ningún momento se opone a la autoridad, es más la defiende, pero la AUTORIDAD con mayúscula, no lo que ellos hacen, que se han escudado en unas leyes para sostenerse y defenderse en el atropello al pueblo. Ellos no han entendido que la autoridad no es poder, sino servicio: «El Hijo del Hombre no ha venido para ser servido sino para servir».
Y servir no significa hacer aquello que me mandan y dejar que las cosas sigan como están, sino ponerse en camino, tomar la iniciativa y construir un mundo mejor y más fraterno.
Lo que el evangelio rechaza y vemos a Jesús instruyendo a sus discípulos, es en algo que tiene una importancia enorme: la autoridad no es poder, sino servicio basado en el amor; no se trata de dominar a nadie, sino de servir a todos; no se trata de ser reconocido por todos, sino de crear la solidaridad entre todos.
Hoy vuelve Jesús a llamarnos la atención cuando estamos viendo el mundo que hemos organizado completamente desestabilizado, vemos a la gente que se mata por coger puestos políticos, pero con toda la tristeza y con el cinismo más grande los estamos viendo que, lo último en lo que piensan es en servir y construir la justicia y la fraternidad, en lo único que se piensa es en afincarse en un puesto y explotar sangrando al pueblo
 

DOMINGO -XXVIII- DEL TIEMPO ORDINARIO -B-



 
PRIMERA LECTURA
 
Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7‑11
En comparación de la sabiduría, tuve en nada la riqueza
 
Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza.
No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro.
La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso.
Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.
Palabra de Dios. 
 
COMENTARIO:
 
“SABIOS” Y “SABIDOS”  
 
            Sabio no es el que Asabe@ muchas cosas, es avezado en  los negocios del mundo y hábil para salir siempre victorioso.  Desde esta mentalidad, un Asabio@ se encontraría siempre en una constante confrontación con el mundo y por eso necesita de todos los recursos para atacar y defenderse.
Por el contrario, Asabio@ para Dios, es aquel que se siente parte integrante de este mundo y hace suyos los sufrimientos y alegrías de sus hermanos y, su vida la convierte en un aporte positivo para la felicidad de este mundo, hasta el punto que, él mismo se convierte en parte esencial de esa felicidad.
Sentir y vivir así, es más valioso que todos los tesoros del mundo juntos.
            Salomón, según el AT. Es la figura que encarna el modelo del hombre sabio, que le pide a Dios no riquezaas: fama, dinero, triunfo… sino  sabiduría y buen criterio para escuchar y saber dirigir a su pueblo.
            Salomón sabe que esto, solo se lo puede dar Dios y que es un bien que no se pude adquirir en ningún sitio ni con todas las riquezas  de este mundo. En otro lugar solo le darán consejos y pautas para defender sus intereses y derechos, pero no la justicia y la verdad para el pueblo.
            Pero para mantener esta actitud, es necesario  tomar una determinación seria de poner la justicia por delante de los bienes particulares; la verdad por delante de cualquier interés personal, es decir: estos valores espirituales se consideran bienes superiores a todos los bienes materiales y externos que pueda darle la vida o la situación que disfrute una persona.
            Pensando despacio, en el ambiente histórico y cultural en el que se escribe este pasaje, nos damos cuenta que es algo que va completamente en contra de la corriente; esto nos lleva a trasladarlo a  nuesgtros días, e intentar aplicarlo a los dirigentes que nos rigen y a cada uno de nosotros que nos estamos moviendo en este mundo. Da pena ver cómo se ha devaluado la verdadera sabiduría y se ha apostado por la peor de las ignorancias: aquella que nos hace negar lo evidente,  hasta el punto que hoy se confunde la verdad con la mentira, el bien con el mal, el amor con el más duro egoísmo… y esto es la destrucción de la sociedad.
 
 
Salmo responsorial Sal 89, 12‑13.14‑15. 16‑17
 
R/.  Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, )hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.
 
R/.  Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Dános alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R/.
 
R/.  Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.
 
R/.  Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
 
SEGUNDA LECTURA
 
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12‑13
La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón
 
La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón.
No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.                       
Palabra de Dios.
 
 
COMENTARIO:
 
“LA PALABRA DE DIOS ES LUZ QUE ROMPE LA TINIEBLA”  
 
En el AT. Aquellos que querían actuar con honradez y justicia, le pedían a Dios sabiduría para discernir la verdad y la justicia y obrar así honradamente.
            Hoy, en todo caso, le pedimos a Dios que las cosas nos salgan bien y si nos queda un poco de sentido religioso, hasta le prometemos un regalito, si es que todo sale como deseamos, pero nunca le pedimos que salgan las cosas de acuerdo a como Él desee y tenga dispuesto en sus planes, es decir: con justicia, y de acuerdo a la verdad, sino de acuerdo a nuestros intereses.
            Un ejemplo muy concreto lo podemos observar en esos momentos de principio de curso en los que andamos ubicando los niños en la catequesis: es trmendamente triste ver cómo lo que se piensa, se siente y se ventila no es la vida del niño, su madurez, su posibilidad de un encuentro con Jesús, su fe… lo que se busca y se pretende es salir del paso de un compromiso social, aunque el niño salga defraudado y asqueado de Dios, de la iglesia, de la fe y de todo lo que huela a religioso.
            Para nosotros los creyentes, después de la venida de Jesús, los principios que Él nos dejó se han convertido en referente indiscutible, por eso, el autor de la carta a los hebreos, propone la Palabra de Dios como norma absoluta de sabiduría; esta palabra determina la verdad y la mentira, la luz y la oscuridad, ubicando a cada cosa y a cada persona en su sitio.
            Para el autor, la palabra es “Viva” y “Eficaz”, es decir: es una palabra capaz de dar vida y poner en movimiento a la persona; es fuerza de Dios que sostiene y alienta a sus testigos.
Recordando al profeta Jeremías (23,29) la califica también como “Cortante” es decir: penetra hasta lo más hondo del corazón y desde ahí determina y coloca al hombre en el sitio que le corresponde: nosotros podemos decir lo que queramos y engañar a todo el mundo, si es que podemos, pero esa palabra de Dios, penetra hasta lo más profundo y nos deja al descubierto en nuestra conciencia donde no puede darse el engaño. 
 
 
Aleluya Mt 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
 
EVANGELIO
 
  Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17‑30
Vende lo que tienes y sígueme
 
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: C*Maestro bueno, )qué haré para heredar la vida eterna?+
Jesús le contestó: C*)Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.+
El replicó: C*Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.+
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: C*Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.+
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: C*(Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!+
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: C*Hijos, (qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.+
Ellos se espantaron y comentaban: C*Entonces, )quién puede salvarse?+
Jesús se les quedó mirando y les dijo: C*Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.+
Pedro se puso a decirle: C*Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.+
Jesús dijo: C*Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces másCcasas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecucionesC y en la edad futura, vida eterna.+ 
 Palabra de1 Señor. 

O bien mas breve: 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17‑27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: C*Maestro bueno, )qué haré para heredar la vida eterna?+
Jesús le contestó: C*)Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.+
EL replicó: C*Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.+
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: C*Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.+
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: C*(Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!+
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: C*Hijos, (qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.+
Ellos se espantaron y comentaban: C*Entonces, )quién puede salvarse?+
Jesús se les quedó mirando y les dijo: C*Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.+       
 Palabra de1 Señor
 

COMENTARIO:
 

“NO BASTAN LOS BUENOS DESEOS”   
       El pasaje de S. Marcos nos presenta a “uno” ( no se indica quién es, por tanto, puedes setr tú, yo… cualquiera) pidiéndole un consejo a Jesús: C*Maestro bueno, )qué haré para heredar la vida eterna?+ Y Jesús le contesta haciéndole una pregunta sensata, que nace al encontrarte con alguien que aparenta un corazón con deseos de verdad y de justicia, es decir, un corazón de un hombre “sabio”. Si nos damos cuenta, es la misma pregunta que hemos venido repitiendo  en el salmo responsorial: “Señor, ¿Quién podrá habitar en tu tienda?”
            ¿Suponemos que el que hace la pregunta quiere organizar su vida de cara a la respuesta? La práctica va a ser la que nos diga  la calificación de la sabiduria que busca y que tiene.
            Jesús invita al que le hace la pregunta a poner en orden su vida: “Cumple los mandamientos”, es la base para poder pensar en algo: ser persona, es la condición previa sobre la que se podrá seguir construyendo, pues no podemos pensar en un cristiano donde no tenemos las bases de una persona..
            La mirada de Jesús se cambia en acogedora y feliz cuando el individuo le responde que todo eso lo hace desde que era pequeño; se encuentra delante de una “buena persona” que está en condiciones óptimas para abrirse a la "sabiduría" y al amor de Dios.
            Pero rápidamente cambia el panorama cuando el interlocutor entiende que para abrirse al amor de Dios, tiene que limpiar de su corazón todo lo que lo tiene amarrado y le impide que su prójimo entre a formar parte de su vida.
El gesto alegre de Jesús se torna en tristeza cuando el “otro” ante la propuesta de Jesús : “Frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico”
            Es curioso ver cómo lo que en el AT. había sido signo de la bendición de Dios: el hecho de tener muchas riquezas, ahora se convierte abiertamente en el peor obstáculo para optar por el reino de los cielos: C*Hijos, (qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero!