El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed
Del evangelio según san Juan.
En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado».
Le replicaron:
«¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”».
Jesús les replicó:
«En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron:
«Señor, danos siempre de este pan».
Jesús les contestó:
«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás». Palabra del Señor.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?».
Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron:
«Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?».
Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado».
Le replicaron:
«¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”».
Jesús les replicó:
«En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron:
«Señor, danos siempre de este pan».
Jesús les contestó:
«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás». Palabra del Señor.
Este domingo el evangelio es continuación del domingo anterior, "todo el mundo te busca" encontramos al comienzo del mismo. Todo el mundo esta siempre en camino de búsqueda, ahora bien, tenemos que ver qué buscamos, o qué sentido de búsqueda tenemos.
Nuestro mundo actual podemos ver que está siempre en camino de búsqueda al cual llamamos progreso, buscamos lo último en inteligencia artificial, lo último en el espacio, en nuevas técnicas y tecnologías, pero hoy Jesús nos dice que le buscan porque se han saciado con el pan y el pescado del milagro del domingo anterior, es decir, por haber terminado con sus necesidades materiales.
Hoy nos podemos preguntar por qué buscamos a Jesús, qué queremos descubrir en Él. El mismo nos dice que es el pan que da vida al mundo, es decir, que sacia todas las necesidades del hombre, que le da pleno sentido a su vida.
Se refiere a la vida espiritual que también debemos de alimentar, por medio de la Palabra, la oración, los sacramentos, etc., desde este punto podremos ver el resto de otro modo, pues el mismo Dios nos llena de su presencia para que también nosotros seamos portadores de encuentro para con los otros hasta llegar a Jesús.
Que este tiempo estival en el que estamos, inmersos en buscar lugares y momentos de descanso, busquemos también un espacio para encontrarnos con Él y dejemos que nuestro interior quede saciado por la fuerza de su Espíritu para que tengamos vida plena en Él.