PRIMERA LECTURA
Lectura de la
profecía de Amós. Am 6, 1a. 4-7
Ahora se acabará la orgía de los disolutos
ESTO dice el Señor omnipotente:
«¡Ay de aquellos que se sienten seguros en Sion,
confiados en la montaña de Samaría!
Se acuestan en lechos de marfil,
se arrellanan en sus divanes,
comen corderos del rebaño y terneros del establo;
tartamudean como insensatos
e inventan como David instrumentos musicales;
beben el vino en elegantes copas,
se ungen con el mejor de los aceites
pero no se conmueven para nada por la ruina de la casa de José.
Por eso irán al destierro,
a la cabeza de los deportados,
y se acabará la orgía de los disolutos».
Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN
“EL ÍDOLO DE LA RIQUEZA”
El profeta Amós viene haciendo una
denuncia del sistema que se ha implantado en el reino del norte, basado en la
injusticia y en la explotación de los pobres a quienes se les escatima y
retiene el salario, se les roba en el comercio aumentándoles el precio y robándole
en las balanzas y e les atropella sus derechos, mientras los explotadores están
instalados muy seguros en la estructura que han montado acomodando la ley a sus
intereses, viviendo lujosamente y derrochando en comilonas, bebidas y fiestas.
El profeta, desde el más elemental
sentido común, pronostica cuál va a ser el final de semejante desvarío: todos
estos irán a parar al destierro a la cabeza de los deportados.
El profeta denuncia también la
situación que está observando en el pueblo, pues lo mismo que ve que hay
montado en Samaría, observa que están queriendo hacer en Judá y que se expresa
en la competencia que han montado entre los dos montes: Sión en Jerusalén y Garizin
en Samaría que andan disputándose la primacía.
Ocho siglos más tarde seguirá la
misma competencia, podemos recordar la expresión de la samaritana junto al pozo
cuando se encuentra con Jesús (Jn. 4,20).
Amós siente que esta situación escandalosa
ha de estallar en el momento menos pensado y no habrá nada que los salve de la
ruina a los disolutos.
La denuncia de Amós tiene hoy un eco
impresionante en nuestra sociedad y en nuestra iglesia; se impone el que
escuchemos con atención todo lo que se dice y está ocurriendo
Salmo
responsorial
Sal 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-10 (R/.: 1b)
R/. Alaba, alma mía, al Señor.
O bien:
R/. Aleluya.
R/. Aleluya.
V/. El Señor
mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.
R/. Alaba, alma mía, al Señor.
V/. El Señor abre
los ojos al ciego,
Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.
R/.
R/. Alaba, alma mía, al Señor.
V/. Sustenta al huérfano
y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad R/.
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad R/.
R/. Alaba, alma mía, al Señor.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo. 1 Tim 6, 11-16
Guarda el mandamiento hasta la manifestación
del Señor
HOMBRE de Dios, busca la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna, a la que fuiste llamado y que tú profesaste noblemente delante de muchos testigos.
Delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que proclamó tan noble profesión de fe ante Poncio Pilato, te ordeno que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que, en el tiempo apropiado, mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver.
A él honor y poder eterno. Amén.
Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN
LA
PELEA CONTRA LA PRESIÓN
Timoteo
ha tomado el compromiso delante de mucha gente de asumir la misión de dirigir
la comunidad; Pablo sabe que tiene el peligro de entrar en la onda del poder y
dejarse tentar por la fuerza del mal que lo corrompe todo y, entonces le pide
encarecidamente que no ceda a la presión, ni se deje convencer, sino que se
mantenga firme “en el noble combate de la
fe”
Pablo
entiende que la lucha por mantenerse firme sin ceder, es algo tan fuerte que
necesitará de la ayuda de Dios.
En
los momentos que vivimos, estas palabras de Pablo a Timoteo podemos poner
nuestro propio nombre, sintiendo que van dirigidas a cada uno de nosotros, pues
cada uno recibimos el bautismo y con él se nos dio la misión de ser testigos
del Espíritu Santo que nos mueve y nos mantiene viva la fe.
Cada
uno ha de desarrollar su lucha allí donde está y en las circunstancias en las
que se encuentra: familia, trabajo, sociedad…y cada uno necesitamos mantenernos
firmes sin decaer ante las presiones que nos acosan.
Aleluya
2 Co 8, 9
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Jesucristo, siendo rico, se hizo
pobre,
para enriqueceros con su pobreza. R/.
para enriqueceros con su pobreza. R/.
EVANGELIO
✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 16, 19-31
Recibiste bienes, y Lázaro males: ahora él es
aquí consolado, mientras que tú eres atormentado
EN aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
EL INFIERNO ES REAL
Alguien se sintió decepcionado al oírme
decir que el infierno es otra opción que podemos tomar con nuestra libertad. Ante
su decepción de que a estas alturas yo creyera en esas cosas, tuve que
contestarle que se leyera el evangelio y me respondió que en el siglo que
vivimos no podemos seguir manteniendo ciertos conceptos.
Y lo triste es que esta persona es
de las que se sienten cristiana de primera fila, pero ella ha superado ciertos
conceptos “arcaicos”, empleados por la religión para amedrentar a la persona y
tenerla sujeta. Lógicamente, no hay batalla más fácil de perder que aquella en
la que al enemigo no se le siente como tal, es más, ni se considera que exista,
sino que se convive con él y se le aceptan con agrado sus planteamientos.
Pienso, por ejemplo, que para los que optaron por
el placer como sustitutivo de la felicidad, y lo pusieron como base del amor y
la libertad, es decir: soy feliz cuando todos mis sentidos tienen plena
satisfacción y solo amo aquello que me produce placer y lo demás no me interesa…
aceptar este principio de vida excluye cualquier esfuerzo por convertirme y, cuando
se plantea una exigencia, la forma de no enfrentarse a ella es negándola, de
esa manera, el “camino estrecho” y duro del que habla el evangelio es una
falacia inventada por la religión, pues el hombre tiene derecho a gozar la vida
y nada se lo puede impedir. El “vivir amando”, el enfrentarse a la vida con
responsabilidad, que es la exigencia de la libertad… son exigencias obsoletas
que no se pueden mantener, pues están completamente desfasadas.
El “Todo vale”, si es que te gusta,
embrutece y degrada a niveles por debajo, incluso, de los animales, pero esa es
la norma que se establece de LIBERTAD; lo estamos viendo a diario, y el estar
dispuesto “solo para la foto”, es cosa que se ha establecido como norma y
podemos caer en la trampa de pensar que también Dios entró en el juego que
hemos establecido, dejando a unos ir por la vida atropellando y haciéndose el loco frente a los
atropellados y no queremos aceptar que la imagen y la realidad de que Dios es
Justicia y, a la hora de la verdad, cada cosa ha de ponerse en su sitio; la
vida no se queda con nada de nadie. El “Todo vale” es la autopista del
infierno.