LA SAGRADA FAMILIA: JESÚS, MARÍA Y JOSÉ


PRIMERA LECTURA


 

Lectura del primer libro de Eclesiástico. Eclo 3, 2-6. 12-14

El que teme al Señor honra a sus padres

EL Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos.
Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros.
Quien honra a su padre se alegrará de sus hijos y cuando rece, será escuchado.
Quien respeta a su padre tendrá larga vida, y quien honra a su madre obedece al Señor.
Hijo, cuida de tu padre en su vejez y durante su vida no le causes tristeza.
Aunque pierda el juicio, sé indulgente con él y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor.
Porque la compasión hacia el padre no será olvidada y te servirá para reparar tus pecados.

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

EL MATRIMONIO, COMUNIDAD DE AMOR  

El texto del libro del Eclesiástico, que nos presenta la liturgia de hoy, es un comentario a la norma establecida en la ley sobre el respeto que los hijos deben a los padres, es decir: el cuarto mandamiento. El autor quiere adecuar la sensatez y el sentido común con la ley dada por Dios, con lo que demuestra que no hay contradicción alguna entre ambas cosas.

Lógicamente, parte de un principio: todo hombre es hijo y en consecuencia está obligado a guardar un respeto sagrado a sus padres que son un colaboradores de Dios, pues ellos transmiten la vida y ésta es un bien absoluto e irrenunciable.

La vida de todo hombre es un reflejo de la VIDA DIVINA y esta vida de Dios, se vive en comunidad, por eso, cuando Dios crea al hombre lo hace en pareja, lo hace VARÓN-MUJER, llamados por naturaleza a colaborar con Dios transmitiendo VIDA.

Éste es el fundamento más sólido de la familia y del matrimonio (oficio de la maternidad), sin esta realidad se hace imposible la continuidad del ser humano en la tierra. Este es el principio y fundamento de la creación del HOMBRE hecho a imagen y semejanza de Dios: COMUNIDAD DE AMOR.

De esta realidad nace el hombre y, por tanto, se tiene como principio sagrado, como fuente de la vida y referente supremo de Dios; por tanto, los padres se convierten en un referente necesario y absoluto y su autoridad hay que entenderla como un diálogo de amor entre todos los miembros de la familia, a semejanza de Dios y no como una dictadura.

Si el referente es Dios, las relaciones de la familia han de ser semejantes a las relaciones de la Trinidad: el amor, el respeto, la escucha, la aceptación, la verdad, la justicia, la comunión… se convierten en principios básicos e intocables de la familia.

No obstante, esto que en teoría aparece tan claro y evidente, a la hora de la práctica, ni en el tiempo del anciano Ben Sirá (s. II a. C.), ni en el de Jesús, ni en el nuestro se da, ya que los intereses humanos se imponen por encima, incluso, de la misma felicidad con la que soñamos todos y a la que todos estamos llamados como vocación suprema.

 

Salmo responsorial

Sal 127, 1-2. 3. 4-5 (R/.: cf. 1)


R/.
   Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.

 

        V/.   Dichoso el que teme al Señor
                y sigue sus caminos.
                Comerás del fruto de tu trabajo,

                serás dichoso, te irá bien.   R/.

R/.   Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.

 

        V/.   Tu mujer, como parra fecunda,
                en medio de tu casa;
                tus hijos, como renuevos de olivo,
                alrededor de tu mesa.   
R/.

R/.   Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.

 

        V/.   Ésta es la bendición del hombre
                que teme al Señor.
                Que el Señor te bendiga desde Sión,
                que veas la prosperidad de Jerusalén
                todos los días de tu vida.   
R/.

R/.   Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses. Col 3, 12-21

La vida de familia vivida en el Señor

HERMANOS:
Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta.
Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan el ánimos.

Palabra de Dios.

 

VIVIR EN COHERENCIA CON LO QUE SOMOS  

S. Pablo se dirige a los cristianos Colosenses y parte de un principio que considera irrefutable y necesario: han sido bautizados, son hombres nuevos que viven según la vida nueva que han recibido de Cristo. No se puede hablar a un cristiano desde otra perspectiva y, desde ahí, Pablo se dirige a dar algunas recomendaciones para la vida en familia: “el amor, es el ceñidor de la unidad consumada.”

La fuente de toda moral cristiana es la unión con Cristo Resucitado y, desde ahí afronta algo que es necesario y fundamental en la vida de convivencia humana: el perdón y la reconciliación para que pueda existir y fortalecerse la Paz en la familia y en la comunidad, pues ambas realidades están muy unidas: una comunidad cristiana es una familia, pues en ella se han de dar prácticamente las mismas condiciones y valores.

La iglesia no es más que una familia grande, pero toda la relación eclesial se ha de basar en el amor, en la comprensión, en el respeto, en la escucha, en la tolerancia, en la justicia…lo mismo que en la comunidad familiar.

El momento que esto falla dentro de la familia, toda la relación se desintegra y cada uno camina por su lado. De la misma manera en la iglesia, el momento en que estos principios se pierden, cada uno tira por su lado y se construye su propia vivencia al margen de la comunidad, rompiéndose la unidad y la fraternidad.

 

Aleluya

Col 3, 15a. 16a

R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón;
        la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza.   
R/.

 

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 2, 41-52

Los padres de Jesús lo encontraron en medio de los maestros

        LOS padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
            Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
            Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
            Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
            Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
    «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
            « ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
            Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
            Su madre conservaba todo esto en su corazón.
            Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

Palabra del Señor.

 

LA MATERNIDAD, SIGNO DE ATROPELLO  

                En la Sda. Escritura el tener un hijo es considerado una bendición de Dios, un regalo que está por encima de todos los hechos naturales que acontecen en la vida ordinaria.

            Con el hijo, la mujer se siente realizada y plenificada como mujer y como persona; la imposibilidad de tener un hijo, es signo de una mujer estéril, algo inútil y sin sentido, algo despreciable.

            Este sentido de bendición de Dios que plenifica ya lo encontramos al mismo comienzo de la biblia: Eva considera el nacimiento de Caín como un favor que Dios le ha hecho (Gn. 4,1). Esto mismo le ocurrirá a Ana, la madre de Samuel,, a Isabel, la madre de Juan Bautista y a María, la madre de Jesús.

            Los hijos son una bendición de Dios para el mundo, algo que pertenece a Dios y son puestos a su servicio. El hacer que el hijo tome conciencia de esta realidad, será una de las misiones de los padres: que el hijo se sienta instrumento de bendición y no de castigo.

            Este es justamente el gran problema de la actualidad: que la maternidad se la ha cambiado de signo y se la considera un atropello de los derechos de la mujer y de su dignidad de persona y, en consecuencia, los hijos se les siente como un objeto de maldición para los proyectos de las parejas. Este es el máximo índice de degradación del ser humano que ha decidido exterminarse de la tierra y que está dando al traste con una cultura que, al estilo de aquel primer pecado que narra la biblia, el ser humano quiso desplazar a Dios y colocarse él como centro absoluto, llevándole a ser la peor maldición para la tierra.

            Frente a esta equivocación, la FAMILIA vuelve hoy a presentarse como fuente y origen de la vida, como espacio donde el ser humano encuentra las claves para vivir, se feliz y ser la bendición para la tierra.

 

DOMINGO IV DE ADVIENTO -C-


PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Miqueas. Miq 5, 1-4a

De ti saldrá el jefe de Israel

ESTO dice el Señor:

«Y tú, Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel; sus orígenes son de antaño, de tiempos inmemorables.

Por eso, los entregará hasta que dé a luz la que debe dar a luz, el resto de sus hermanos volverá junto con los hijos de Israel.

Se mantendrá firme, pastoreará con la fuerza del Señor, con el dominio del nombre del Señor, su Dios; se instalarán, ya que el Señor se hará grande hasta el confín de la tierra. Él mismo será la paz».

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

DIOS ACTÚA EN LA SENCILLEZ DEL HOMBRE      

            En este cuarto domingo de adviento, nos presenta la liturgia al profeta Miqueas metido en la corte el rey Ezequías donde se encuentra con Isaías y de quien recibe un gran influjo.

            Miqueas tiene una visión muy clara de la realidad que está viviendo y no puede soportar que poderosos y jueces se alíen para oprimir al pobre, de quien viven explotándolo y sin darle posibilidad de defenderse; esto le hace sentir la rebeldía y su predicación, fundamentalmente va contra ellos, pues tiene la seguridad de que Dios no ha de dejarlos sin castigo, por eso, proclama al mismo tiempo la venida del Mesías que ha de venir de entre los pobres y sacará al pueblo de la esclavitud en la que está hundido por culpa de estos usurpadores. Cristo será el cumplimiento de esta alegría.

            Miqueas centra su atención en la forma que Dios tiene de hacer las cosas: Dios se fija en la sencillez, en la humildad… Belén no cuenta para nada entre las poblaciones de Judá, pero para Dios tampoco cuentan los criterios de grandeza que los dirigentes tienen y así vemos que allí, en Belén, es donde Samuel fue a ungir a David, el más pequeño de los hijos de Jesé, el que ocupaba el último y más despreciable oficio: pastor, hasta el punto que ni siquiera fue presentado (1ªSam. 16, 11-13). Y es que Dios no se fija en las apariencias.

            La misma cosa ocurrirá con La Virgen María: “Se ha fijado en la sencillez de su esclava”. Será la fuerza de Dios la que actúa y no la de otro poder humano. Esto será lo que salve a Israel y lo saque de todas las esclavitudes.

 

Salmo responsorial

Sal 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 (R/.: 4) 

R/.   Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

 

        V/.   Pastor de Israel, escucha,

                tú que te sientas sobre querubines, resplandece;

                despierta tu poder y ven a salvarnos.   R/.

R/.   R/.   Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

 

        V/.   Dios del universo, vuélvete:

                mira desde el cielo, fíjate,

                ven a visitar tu viña.
                Cuida la cepa que tu diestra plantó, 

                y al hombre que tú has fortalecido.   R/.

R/.   R/.   Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

 

        V/.   Que tu mano proteja a tu escogido, 

                al hombre que tú fortaleciste. 

                No nos alejaremos de ti:

                danos vida, para que invoquemos tu nombre.   R/.

R/.   R/.   Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta a los Hebreos. Heb 10, 5-10

Aquí estoy para hacer tu voluntad

HERMANOS:

Al entrar Cristo en el mundo dice:
«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas,
     pero me formaste un cuerpo;
     no aceptaste  holocaustos ni víctimas expiatorias.
Entonces yo dije: He aquí que vengo
     —pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí—
     para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad».

Primero dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley. Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad».

Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

UNA NUEVA FRELACIÓN CON DIOS       

            El autor de la carta a los hebreos hace una comparación entre el culto que se realizaba en el antiguo Testamento con el cambio que ha traído Cristo, basado en la nueva realidad que se ha inaugurado con su venida: el mundo entero ha sido transformado, el hombre ha cambiado su realidad: de ser enemigo de Dios ha pasado a ser hijo, esto cambia por completo toda la relación: las “sacrificios” antiguos de la religión han dejado de tener validez, puesto que la realidad ha cambiado: Cristo-Dios ha satisfecho la deuda contraída por el pecado; ya no habrá que estar ofreciendo una víctima para satisfacer por el pecado, sino que la respuesta ha de estar en la comunión con el Padre.

            En adelante no se trata de realizar una serie de ritos para aplacar a Dios, sino que se trata de vivir en Espíritu y en verdad la comunión con Dios, tal y como la vive Cristo. La sangre que ha derramado Cristo, más que ser un rito que aplaca la ira de Dios, es el gran regalo de Dios-amor al hombre. Nuestra respuesta ha de ser la aceptación del regalo que nos ha hecho Dios y vivir en amistad y comunión con Él. Este es el modelo que nos presenta María.

 

Aleluya

Mt 1, 23

R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo
        y le pondrán por nombre Enmanuel, “Dios con nosotros”.   
R/.

 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas. Lc 1, 39-45

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

EN aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un a ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

VIVIR DE LA FE     

            Estamos ya en las mismas puertas de la celebración grande de la NAVIDAD y el evangelio nos presenta a María visitando a su pariente Isabel; es un momento único que nos desvela un montón de gestos y actitudes que nos dicen lo que es la navidad y, sobre todo, la actitud que ha de tener la iglesia en general y todo cristiano en particular:

                        1º -Comienza diciéndonos que María se puso en camino y fue aprisa a la montaña”: la actitud del cristiano y de la iglesia es de caminante, es portadora de un mensaje que es Jesucristo y su reino, que ha de ser llevado a los hombres. A Jesús lo veremos también en su vida andando por los caminos al encuentro de los hombres.

                        2º -María no va a contar a Isabel su situación, sino a servir y, en su actitud, Isabel encuentra a Jesús; María se ha convertido en portadora de la bendición de Dios que hace saltar de gozo a Juan Bautista y a su madre exclamar llena del Espíritu Santo que le ha acercado María y con el saludo que hace a Isabel, Cristo consagra a Juan como el profeta que prepara el camino que ha de recorrer el Señor.

            Este encuentro es el gran motivo de alegría: Dios viene a nuestro encuentro y, como Isabel y Juan, saltamos de alegría, pues la presencia del Señor la tenemos cercana.

            Isabel inventa una nueva bienaventuranza: “Dichosa tú, porque has creído” porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María se ha fiado de la palabra de Dios, aunque no entienda nada de lo que ocurre, pero ella confía en que Dios no defrauda, eso le basta.

            Con esta actitud, María se convierte en el modelo de la iglesia, en el referente para todo cristiano: que se deja alcanzar por Dios y, confiada en Él, le responde “aquí está tu esclava”, sin ninguna otra condición. Solo nos hacemos creíbles cuando nuestro único móvil es la fe

 

 

DOMINGO III DE ADVIENTO -C-


PRIMERA LECTURA

Lectura de la profecía de Sofonías. Sof 3, 14-18a

El Señor exulta y se alegra contigo

ALÉGRATE hija de Sión, grita de gozo Israel;
        regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén.

El Señor ha revocado tu sentencia,
        ha expulsado a tu enemigo.

        El rey de Israel, el Señor,
        está en medio de ti,
        no temerás mal alguno.

Aquel día dirán a Jerusalén:
        «¡No temas! ¡Sión, no desfallezcas!»

El Señor tu Dios está en medio de ti,
        valiente y salvador;
        se alegra y goza contigo,
        te renueva con su amor;
        exulta y se alegra contigo
        como en día de fiesta.

Palabra de Dios.

 

COMENTARIO

 

SOLO EN DIOS ESTÁ LA ALEGRÍA      

            Israel ha atravesado un periodo en el que ha tenido que sufrir el cinismo, la violencia, la deshumanización, la violencia de un rey déspota e idólatra. El pueblo se encuentra hostigado y deshecho; tiene el peligro de caer en la decepción y en la desconfianza total que hace que se borre la esperanza al no creer en nadie; esto es igual a la muerte de un pueblo.

            El profeta Sofonías no puede soportar que, después del dolor que llevan atravesado, se queden anclados en el lamento, y pide al pueblo que se levante: “Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén”. El profeta echa mano de todos los vocablos que expresan alegría, esperanza: “regocijo” “júbilo”, “alegría”, “gozo”… es una alegría que nace del interior de la persona y que se fundamenta en la seguridad de que Dios la ama por encima de cualquier otra cosa y tiene la seguridad de que es amada por quien lo es todo para su vida y ha hecho una opción por él.

            Es la alegría del que se siente amado y sabe que su alegría es también del que te ama.: “Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.”

            Es una invitación al pueblo a que se alegre, a que deje de mirar el dolor que le ha causado un cínico e inepto y mire hacia adelante con esperanza que terminará en la alegría de Dios.

            El motivo de esta situación de alegría y esperanza es porque “El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos” y ahora está en medio de ti..

 

 

Salmo responsorial

Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6 (R/.: 6)

R/.   Gritad jubilosos,
        porqué es grande en medio de ti el Santo de Israel.

 

        V/.   «Él es mi Dios y Salvador: 

                confiaré y no temeré, 

                porque mi fuerza y mi poder es el Señor, 

                él fue mi salvación». 

                Y sacaréis aguas con gozo 

                de las fuentes de la salvación.   R/.

R/.   Gritad jubilosos,
        porqué es grande en medio de ti el Santo de Israel.

 

        V/.   «Dad gracias al Señor, 

                invocad su nombre, 

                contad a los pueblos sus hazañas, 

                proclamad que su nombre es excelso».   R/.

R/.   Gritad jubilosos,
        porqué es grande en medio de ti el Santo de Israel.

 

        V/.   Tañed para el Señor, que hizo proezas, 

                anunciadlas a toda la tierra; 

                gritad jubilosos, habitantes de Sión: 

                porque es grande en medio de ti el Santo de Israel.   R/.

R/.   Gritad jubilosos,
        porqué es grande en medio de ti el Santo de Israel.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses. Flp 4, 4-7

El Señor está cerca

HERMANOS:
Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos.

Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.

Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Palabra de Dios.

 

COMENTARIO

 

DIOS, LA UNICA SEGURIDAD DEL HOMBRE    

            Pablo invita a los filipenses a perder el miedo ante la vida, ante los sistemas y ante la misma persecución. Dios está de nuestra parte, Dios se ha venido a vivir con nosotros; nuestras luchas, nuestros fracasos, nuestros triunfos, nuestras esperanzas, nuestras alegrías y nuestras penas las ha hecho suyas; nuestra historia es su historia.

            Dios se ha hecho presente en Jesús y vive con nosotros, éste es el gran motivo de nuestra alegría y nuestra esperanza. Nuestra alegría no es un optimismo de ilusos; nosotros tenemos la seguridad de que Él vive a nuestro lado, por eso, abandonarse en Él es la actitud de la sabiduría más grande, pues estamos seguros que el Señor cuida y protege el camino de los justos.

            Pablo tiene muy claro que el resultado de la puesta en práctica del amor, de la verdad, de la justicia es la alegría y la paz, que es la fuerza y la confianza del hombre honrado que siente la alegría y la seguridad de sus acciones hechas en la presencia de Dios.

 

Aleluya

Cf. Is 61, 1 (Lc 4, 18ac)

R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.
V/.   El Espíritu del Señor está sobre mí;
        me ha enviado a evangelizar a los pobres.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas. Lc 3, 10-18

Y nosotros, ¿qué debemos hacer?

EN aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:

«¿Entonces, qué debemos hacer?»

Él contestaba:

«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:

«Maestro, ¿qué debemos hacemos nosotros?»

Él les contestó:

«No exijáis más de lo establecido».

Unos soldados igualmente le preguntaban:

«Y nosotros, ¿qué debemos hacer nosotros?»

Él les contestó:

«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».

Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:

«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».

Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.

Palabra del Señor.

 

COMENTARIO

 

CUMPLIR CON NUESTRA OBLIGACIÓN, BASE DE ALEGRÍA     

            Desde que comenzamos el tiempo de Adviento estamos viendo que cada domingo es una especie de llamada que el Señor nos viene haciendo a dar un cambio radical en nuestra manera de mirar el mundo:

            En el domingo primero nos invitaba a la esperanza, aunque no tengamos motivos aparentes para tenerla, sobre todo cuando miramos a aquellos quienes están llamados a ser soportes de ella, pero la esperanza no nos viene dada por hechos materiales, por instituciones ni por personas, sino por Dios.

            En el segundo domingo nos invitaba a cambiar nuestra forma de mirar la vida y el mundo; es un cambio radical de estrategia: todo nos invita a mirar desde su óptica consumista ofreciéndonos la felicidad desde el TENER cuantas más cosas más felicidad, pero es un engaño.

            En este tercer domingo nos invita a romper el círculo de tristeza y depresión en la que nos están metiendo los políticos y dirigentes sociales, para esperar la alegría de saber que Dios vive entre nosotros, Que Él está con los que confían en Él y nos invita a seguir sus huellas: el amor, la justicia, la verdad que son los únicos elementos que nos pueden dar la felicidad y la alegría de vivir y, además, no va a permitir que nada de lo que se haga en esa onda será destruido.

            Juan bautista nos da hoy la clave para esta orientación de vida, contraria a la que nos presenta el sistema en el que vivimos: dejar que la vida de los demás entre en la nuestra y hacer lo posible para que nadie se sienta defraudado por nuestra causa: «El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.” Los empleados del gobierno: «No exijáis más de lo establecido.» Los militares: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga.»

            Es decir: que cada uno sea honrado, cumpla con su obligación y no se aproveche de nadie. No se está pidiendo nada del otro mundo. Es un principio básico de convivencia humana que todo ser humano ha de cumplir por el hecho de ser humano, pues lo contrario será ser un salvaje, un elemento peligroso.

            Los cristianos, partiendo de ahí, saben que Dios camina a su lado, dándoles todas las fuerzas que necesiten e implicándose en el progreso de la humanidad.

 

 

 

 

 

 

DOMINGO II DE ADVIENTO -C-


PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro de Baruc. Bar 5, 1-9

Dios mostrará tu esplendor

JERUSALÉN, despójate de tu vestido de luto y aflicción que llevas,
   y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te concede.
Envuélvete en el manto de la justicia de Dios,
   y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno,
   porque Dios mostrará tu esplendor
   a cuantos habitan bajo el cielo.

Dios te dará un nombre para siempre:
   «Paz en la justicia» y «Gloria en la piedad».

En pie, Jerusalén, sube a la altura,
   mira hacia el oriente y contempla a tus hijos:
   el Santo los reúne de oriente a occidente
   y llegan gozosos invocando a su Dios.

A pie tuvieron que partir, conducidos por el enemigo,
   pero Dios te los traerá con gloria,
   como llevados en carroza real.

Dios ha mandado rebajarse a todos los montes elevados
   y a todas las colinas encumbradas;
   ha mandado rellenarse a los barrancos
   hasta hacer que el suelo se nivele,
   para que Israel camine seguro,
   guiado por la gloria de Dios.

Ha mandado a los bosques y a los árboles aromáticos
   que den sombra a Israel.

Porque Dios guiará a Israel con alegría,
   a la luz de su gloria,
   con su justicia y su misericordia.

Palabra de Dios.

 

COMENTARIO

 

LA ÚLTIMA PALABRA LA TIENE DIOS   

            Baruc, el que fuera el secretario del profeta Jeremías, que ha tenido que atravesar por momentos durísimos, que ha visto cómo han atropellado al pueblo, cómo las tropas de Nabucodonosor han arrasado a Jerusalén y hasta él mismo ha tenido que sufrir la tortura… ahora se encuentra en el exilio. Recuerda su tierra, su gente, su cultura, su fe en Yahvé, sus esperanzas de un futuro grande para Israel… ahora se ha hundido todo, parece un sueño de estúpidos y él se resiste.

            A simple vista parece un loco, un soñador… cuando todo está en el más absoluto caos, invita al pueblo a ponerse en pie, a que rebobine su recuerdo, que se suba a la altura, que mire hacia el oriente de donde nace la esperanza y vea a sus hijos hundidos en la desesperanza a quienes llama Dios para que no se hundan.

            Y Baruc invita a todos a levantar el ánimo, a no quedarse hundidos pensando que no se puede hacer nada. Han llegado a esta situación conducidos por los enemigos del pueblo, pero Dios no acepta esta situación y está dispuesto a cambiarla haciendo: “abajarse a todos los montes elevados y a las colinas encumbradas, ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios”. Y pide al pueblo que cambie el ánimo y se prepare para una entrada triunfante de nuevo a Jerusalén.

            Intentando actualizar hoy a Baruc y haciendo que sus palabras tengan eco entre nosotros, recojo la invitación que hace al pueblo a cambiar la actitud, a levantar el ánimo y a no quedarse pensando que no hay posibilidad de hacer nada, porque esa no es la actitud de Dios y porque los enemigos del pueblo no nos pueden robar ni la libertad ni la conciencia ni la posibilidad de amar y realizar la verdad y la paz. Lo único que no nos podrán quitar y es lo único que a ellos los hace vulnerables.

 

Salmo responsorial

Sal 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R/.: 3)

R/.   El Señor ha estado grande con nosotros,

        y estamos alegres.

 

        V/.   Cuando el Señor hizo volver a los caustivos de Sión, 

                nos parecía soñar: 

                la boca se nos llenaba de risas, 

                la lengua de cantares.   R/.

R/.   El Señor ha estado grande con nosotros,

        y estamos alegres.

 

        V/.   Hasta los gentiles decían: 

                «El Señor ha estado grande con ellos». 

                El Señor ha estado grande con nosotros, 

                y estamos alegres.   R/.

 

        V/.   Recoge, Señor, a nuestro cautivos 

                como los torrentes del Negueb. 

                Los que sembraban con lágrimas 

                cosechan entre cantares.   R/.

R/.   El Señor ha estado grande con nosotros,

        y estamos alegres.

 

        V/.   Al ir, iba llorando, 

                llevando la semilla; 

                al volver, vuelve cantando, 

                trayendo sus gavillas.

R/.   El Señor ha estado grande con nosotros,

        y estamos alegres.

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses. Flp 1, 4-6. 8-11

 Que lleguéis al día de Cristo limpios e irreprochables

HERMANOS:

Siempre que rezo por vosotros, lo hago con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy.

Ésta es nuestra confianza: que el que ha inaugurado entre vosotros esta buena la obra, llevará adelante hasta el Día de Cristo Jesús.

Testigo me es Dios del amor entrañable con que os quiero, en Cristo Jesús.

Y esta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores.

Así llegaréis al Día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, para gloria y alabanza de Dios.

Palabras de Dios.

 

COMENTARIO

 

ESTAR ATENTOS A LA VERDAAD     

            S. Pablo se dirige a la comunidad de Filipos en un ambiente en el que flota en el aire una esperanza mesiánica: se espera a alguien que venga a cambiar la realidad en la que están viviendo; de la misma manera que Baruc, le pide al pueblo que sea capaz de mirar con esperanza hacia el futuro, así Pablo le pide a los filipenses que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores” es decir: que miren bien y disciernan dónde está la verdad y no se dejen convencer por todo lo que se viene diciendo que los puede confundir presentando cada uno “SU” verdad y “SU” concepción de la libertad.

            Pablo pide que estén atentos y distingan la VERDAD, lo que no se puede sustituir por nada.

            El consejo de Pablo a los filipenses cobra hoy una actualidad enorme y una resonancia especial en un mundo en el que LA VERDAD la han convertido en un producto escaso y raro y cada uno hace con ella lo que se le ocurre, adulterándola según sus conveniencias.

            En una situación así, Pablo presenta a Jesús como la única opción válida: LA VERDAD DE DIOS

 

Aleluya

Lc 3, 4cd. 6

R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.
        Toda carne verá la salvación de Dios..  
R/.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 3, 1-6 

Todos verán la salvación de Dios

EN el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tretarca de Iturea y Traconítide, y Lisanio ttetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:

«Voz del que grita en el desierto: 

Preparad el camino del Señor, 

allanad sus senderos; 

los valles serán rellenados, 

los montes y colinas serán rebajador; 

lo torcido será enderezado, 

lo escabroso será camino llano. 

Y toda carne verá la salvación de Dios».

Palabra del Señor.

 

COMENTARIO

 

LA VERDAD ESTÁ EN EL DESIERTO       2018

            S. Lucas pone un marco impresionante al cuadro de Juan Bautista: por un lado aparece nombrando el imperio romano con sus reyes y emperadores; por otro lado nombra a los personajes grande de la época: Tiberio, Herodes, Pilato, Lisanio y a las autoridades máximas de Israel: Anás y Caifás. Y en medio de toda esa gente coloca a Juan Bautista, un tipo medio salvaje, que vive en el desierto, que come hierbas e insectos y que habla en el desierto, donde no hay nadie.

            Es interesante el marco  en el que encuadra la escena y ver cómo recalca que en tiempos de conflicto, la palabra de Dios: la Verdad, la Justicia… no están en la órbita de los poderosos; no son las autoridades políticas y religiosas las que tienen la luz de la verdad, pues son ellas las que la han oscurecido y han creado el caos; no son ellas las que representan la voluntad ni la salvación de Dios, sino más bien todo lo contrario y la verdad y la salvación viene por otro lado: en este caso aparece por boca de un personaje fuera del ambiente oficial, un hombre que hasta es criticado y despreciado pero que todo el mundo respeta porque habla la verdad y todos entienden, pues se pone al alcance de todos; su palabra y su voluntad es algo que se palpa y se escucha sin necesidad de interpretaciones.

            Esta realidad contrasta con lo que tenemos montado y en lo que vivimos envueltos en lo que no nos podemos fiar, pues el engaño y el camuflaje son la táctica que se utiliza para vendernos su verdad y su felicidad.

            Ahora nos acercamos a la Navidad y nos la envuelven en papel y luces de colores adornada de músicas y regalos, pero el Señor no aparece por ningún sitio, incluso podemos ver cómo se le aparta y se le oculta hasta el punto que se monta una celebración en su nombre para despedirlo de ella, de forma que su palabra molesta y no tiene cabida, y para poder escucharla tenemos que irnos al desierto y salirnos de los ruidos que la silencian