FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA -C-



 
PRIMERA LECTURA
 


Lectura del libro del Eclesiástico 3, 2‑6.  12‑14
El que teme al Señor honra a sus padres
 
Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.
El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado; el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas; aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.
Palabra de Dios.
 
 
PRINCIPIOS ETERNOS  
 
El texto que nos presenta la liturgia de hoy es una lección impresionante que el anciano Ben Sirac, varios siglos antes de Jesucristo, quiso dejar a sus hijos presentándoles un resumen de lo que la sabiduría popular de todos los siglos venía sosteniendo y, sobre todo, el sentido común de la humanidad dictaba para cualquier persona mínimamente sensata: Los padres merecen un respeto, por muchos motivos: 1º porque nos regalaron la vida, 2º con la vida nos dieron el alimento, la ropa, la casa, la cultura, y todo lo que necesitamos para defendernos en la vida; solo por esto ya merecen todo el respeto, la veneración y el agradecimiento; quien mantiene este principio de gratitud ya está haciendo un acto agradable a Dios que no dejará sin recompensa.
Los hijos que cumplen en justicia con sus padres están sentando las bases para que sus hijos hagan la misma cosa con ellos; esto es un principio de coherencia y de autoridad moral: yo no puedo exigir ni reivindicar algo que no he realizado o mantenido.
Estos principios siguen teniendo plena actualidad y validez en los momentos que vivimos que nosotros traducimos en un refrán popular: “Cada uno recoge lo que siembra”.
Lógicamente, lo que quedó en la tradición como un principio natural inquebrantable: “Honra a tu padre y a tu madre” (lo que llamaríamos el derecho de los padres) tiene su contrapartida: si quieres que tus hijos te respeten y te quieran, has de sentar las bases haciendo tú lo mismo con ellos, para que ellos lo vean y lo aprendan de su padre y de su madre.
Pero desgraciadamente parece que esto hoy se ha olvidado y se está dando por caduco y contracultural: han cambiado todas las bases hasta el punto que resulta un descontrol, hasta el punto que hoy estamos viendo a cada momento que lo que existe es una pérdida absoluta de todos los papeles: es triste ver cómo cada día aumentan los padres ponen denuncias por maltrato de sus hijos.
Pero aunque se quieran cambiar las cosas y se esté queriendo demostrar que todo esto que sosteníamos ha quedado obsoleto, la experiencia nos está diciendo que hay cosas que son de siempre, que pertenecen al ser de la persona y cuando las quitamos, dejamos a la persona a la deriva y sin ellas no puede vivir.
 
 
Salmo responsorial Sal 127, 1‑2. 3. 4‑5 (R.: cf. 1)
 
R. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
 
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R.
R. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
 
Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R.
R. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
 
Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R.
R. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 12‑21
La vida de familia vivida en el Señor
 
Hermanos: Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzura, comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.


Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Palabra de Dios.
 
 
PLAN DE VIDA PARA LA FAMILIA  
 
Desde una perspectiva cristiana, la familia sigue siendo la base y el fundamento social y eclesial, pues no se entiende ni la sociedad ni la iglesia si no es en el parámetro del amor y del servicio que es lo que caracteriza a la familia y para mantener esta dinámica de amor, es necesario mantener lo que son los pilares y las columnas que sostienen el edificio; Pablo expresa todo esto de una forma maravillosa:
Los deseos de Pablo para la comunidad de los colosenses es el deseo más grande, incluso en nuestros días para toda la comunidad cristiana de cualquier rincón de la tierra; es la más entrañable bendición que podemos desear para alguien, para que quede como norma de relación a nivel familiar y social: La misericordia expresada como, bondad, humildad, dulzura, comprensión como norma de toda relación; intentando comprender al otro, pues puede equivocarse y, por eso, estamos abiertos al perdón y a la tolerancia, sabiendo que los demás también tienen que aguantarnos a nosotros en nuestras equivocaciones y, sobre todo, sabiendo que Dios lo hace a cada momento con cada uno de nosotros.
Pablo establece el AMOR como base y fundamento de todo, que será lo que traiga indiscutiblemente la unidad y la paz que serán lo que marque las líneas por las que ha de caminar siempre la comunidad y la familia.
Junto as estos principios incontestables, Pablo propone como una especie de plan de vida personal que ha de ser como lo que marque nuestras relaciones: reconocer todo el bien que nos hacen, para ser agradecidos; esto nos ayudará a corregir al otro cuando se equivoque y también nos ayudará a comprender que en cualquier momento también nos podemos equivocar y sabremos aceptar la corrección que se nos haga.
 
 
Aleluya Col 3, 15a.  16a
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza.
 


EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 41‑52

Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los maestros

 

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: *Hijo, )por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.+

Él les contestó:  *)Por qué me buscabais? )No sabíais que yo debía estar en la casa

 de mi Padre?+

Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.

Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.

Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

Palabra del Señor.

 

 

LA FAMILIA EN EL PLAN DE DIOS  

 

La iglesia nos invita hoy a detenernos sobre algo que es vital para cada hombre y para nosotros cristianos, algo de una importancia tal que en ella se funda una manera de ser y de vivir que nos distingue frente a todas las instituciones del mundo: LA FAMILIA

Estamos viendo que hoy es punto de mira y objetivo de derribo de todas las tendencias políticas, pues se la considera como una institución caduca y obsoleta que no responde a los planteamientos del sistema establecido, en el que la vida ha perdido su valor y, sobre todo, la persona es utilizada como un número que no tiene más valor que el que da un voto.

            Hablar de la familia no es defender una idea o un concepto abstracto; se trata de la realidad vital más cercana y real que tenemos, pues es el marco en el que el hombre nace y la primera experiencia de encuentro con el mundo sintiéndose acogido, cuidado, protegido y amado. Sin esto el ser humano no podría vivir.

            Pero aunque hoy se cuestiona esta realidad, no deja de ser fundamental en la vida del hombre y es en ella donde se entiende y se fundamenta la sociedad y la iglesia.

            Sin embargo, este marco referencial que es la familia tiene como dos aspectos: el 1º y natural que es el espacio vital más importante del ser humano que viene dado por la misma naturaleza y que lo establece la sangre; este marco tiene el peligro de cerrarse en sí y ser excluyente;  y el 2º es lo que el sistema logra hacer manipulando la vida: la familia la convierte en una base donde se educa para unos intereses concretos que se imponen, convirtiendo la institución en un instrumento al servicio del sistema y, entonces la persona no cuenta para nada.

            Frente a estas dos versiones de la familia, Cristo viene a presentar la alternativa que rompe los esquemas de ambas y abre la familia a una dimensión universal con un único motor: el amor que la convierte en base y fundamento de todo y abre al hombre al una dimensión universal que le hace considerar a todos los hombres sus hermanos y rompe todas las barreras de razas, cultural, territorios… ya que presenta a Dios como fuente de la vida y Padre de todos los hombres.

            Esta dimensión que trae Jesús no fue entendida cuando la propuso ni por sus mismos padres: *Hijo, )por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados… Pero ellos no comprendieron lo que quería decir + 

Tampoco hoy sigue aceptándose, sobre todo por el mundo del del dinero y de la política, esta dimensión nueva que Cristo plantea, en la que la única fuerza que une es el amor, la acogida, la tolerancia, el perdón… y todo esto hace la fraternidad que está más allá de los lazos legales o sanguíneos.

La expresión de Jesús : *)Por qué me buscabais? )No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?+. frente a la angustia de José y María, está indicando que para Él la familia es algo mucho más fuerte, que responde no a esquemas legales, sino al plan de Dios, que es lo que para Él tiene fuerza: la humanidad reconciliada con Dios. Para Jesús, los hombres están llamados a vivir en familia bajo la guía del único Padre de todos: DIOS

Celebrar hoy esta fiesta, a los creyentes en Jesús nos tiene que llevar a hacernos un planteamiento de nuestras propias familias, para ver por qué se mueven, en qué se sustentan, qué es lo que las anima y, sobre todo, qué es lo que en ellas se vive: tendríamos que preguntarnos cómo se educa y para qué se educa, qué valores son los que se cultivan dentro de casa, qué ideales se alimentan, qué sensibilidades se fomentan, cómo se entrenan para la vida…?

  




 

 

 

DOMINGO IV DE ADVIENTO -C-

PRIMERA LECTURA 

 

Lectura de la profecía de Miqueas 5, 1‑4ª

De ti saldrá el jefe de Israel

 

            Así dice el Señor: «Pero tú, Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel. Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial.

            Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de Israel.

            En pie, pastoreará con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor, su Dios.

Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra, y éste será nuestra paz.»

Palabra de Dios. 

 

REFLEXIÓN

 

FORZAR UN CAMBIO  

            Contrariamente a los planes de los hombres, los caminos de Dios no son nuestros caminos.

            Miqueas es de la misma época de Isaías, pero le ha tocado vivir la realidad dura del asedio de Asiria al reino de Judá que tiene unos gobernantes dedicados por completo a sus intereses y han abandonado al pueblo.

            Miqueas está viendo el deterioro que se está dando en los dirigentes y en toda la estructura social, deterioro que los está precipitando a la destrucción y, frente a esta situación, proclama que hay que volver de nuevo a los orígenes y Dios hará renacer un nuevo orden: un nuevo rey que practique la justicia, pero ese rey no va a ser de la “casta” de los que han corrompido al pueblo, sino que ha de venir de otro ambiente, de otras estructuras.

            Es necesario recuperar la humildad del origen y abandonar la postura arrogante que han tomado. David, precisamente, era el ejemplo de cómo Dios hace las cosas: era el más humilde de sus hermanos, dedicado al pastoreo, que era lo último que un ser humano podía hacer.

Cuando Samuel va en busca del que va a ungir como rey se fija en las apariencias externas y Dios le dice que no es en eso en lo que ha de fijarse.

Para que se dé este cambio, es necesario que se dé un tiempo en el que recapaciten, se arrepientan y cambien, pero para que esto ocurra han de gustar lo que han buscado y han de darse cuenta de la equivocación que han cometido: tendrán que probar la experiencia de  someterse a potencias extranjeras y soportar el peso que les van a imponer; esto les hará darse cuenta que se equivocaron y volverán su vista a Dios y a partir de ahí se dará el cambio y  nacerá un rey nuevo que gobernará con firmeza, pero con el cariño de un pastor que ama a sus ovejas y todo esto lo hará en el nombre del Señor.

¿Qué necesitaremos nosotros para que nos demos cuenta y activemos el cambio?

 

 

 

Salmo responsorial 79, 2ac y 3b. 15‑16. 18‑19 (R.: 4)

 

R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

 

Pastor de Israel, escucha,

tú que te sientas sobre querubines, resplandece.

Despierta tu poder y ven a salvarnos. R.

R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

 

Dios de los ejércitos, vuélvete:

mira desde el cielo, fíjate,

ven a visitar tu viña,

la cepa que tu diestra plantó,

y que tú hiciste vigorosa. R.

R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

 

Que tu mano proteja a tu escogido,

al hombre que tú fortaleciste.

No nos alejaremos de ti:

danos vida, para que invoquemos tu nombre. R.

R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

 

 

SEGUNDA LECTURA 

 

Lectura de la carta a los Hebreos 10, 5‑10

Aquí estoy para hacer tu voluntad

 

            Hermanos: Cuando Cristo entró en el mundo dijo: “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: `Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.”

            Primero dice: “No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la Ley. Después añade: “Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.” Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

            Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Palabra de Dios. 

 

REFLEXIÓN

 

ACEPTAR LO QUE SE NOS REGALÓ   

         Este pasaje de la carta a los hebreos es sumamente interesante, pues aclara de una vez en qué consiste el verdadero culto que agrada a Dios, que rompe todos los esquemas tradicionales:No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la Ley.” Y en el templo, en cambio ha aceptado como víctima y como ofrenda la actitud de Jesús que ha dicho: “Aquí estoy para hacer tu voluntad”.

            Dios no está necesitando de víctimas de holocaustos ni de nada. Él, únicamente desea y se siente complacido con que le dejemos que nos ame y le devolvamos el mismo amor.

            Para ello, Cristo ha recorrido primero el camino y en nuestro nombre ha hecho todo lo que nos correspondía a cada uno; ahora solo falta el que cada uno corroboremos y asumamos lo que Él ha hecho por nosotros. 

 

Aleluya Lc 1, 38

Aquí está la esclava del Señor;

hágase en mi según tu palabra.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39‑45

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? 

 

            En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

            En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: -“¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.”

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

ATRIBUTOS DE MARÍA     

 

            El marco en el que Lucas ha montado la escena es interesantísimo: son dos mujeres que Dios ha llamado a colaborar en su plan; los varones están ausentes: a Zacarías le ha costado creer lo que Dios estaba planeando y se ha quedado mudo; José lo está pasando mal, tiene problemas y también está ausente. En cambio las dos mujeres han creado un marco de alegría y solidaridad: María se ha enterado que Isabel está necesitada y a toda prisa ha ido a ayudarla; su visita lleva la alegría a la casa de Isabel y hace que Juan, que aún se encuentra en el seno de su madre, al encontrarse con Jesús, salta también de alegría, incluso antes de nacer.

            Isabel reconoce a María como la “Llena del Espíritu santo”, como la “Creyente”: “Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.”. La reconoce como la madre del Señor.

            Esta proclamación que hace Isabel es exactamente lo que va a marcar la existencia de María: cuando Jesús ha resucitado y la comunidad empieza su camino en la historia, María será llamada “La Madre del Señor”; ella es la que nos ha dado al Señor, el fruto de su vientre.

            María es la “Creyente”, la que ha sabido escuchar la Palabra de Dios, meditarla en su corazón y llevarla a la práctica, por eso tiene bien ganado el título de ser “Madre de los creyentes”.

            María lleva a Jesús y, con Él, la alegría de la Buena noticia; ella es la primera y la más grande evangelizadora, pues donde quiera que se encuentra hace presente a Jesús.

            Es por lo que María se convierte en modelo para toda la iglesia y para todo cristiano en particular.

 

DOMINGO III DE ADVIENTO -C-

PRIMERA LECTURA



 Lectura de la profecía de Sofonías 3, 14‑18a

 El Señor se alegra con júbilo en ti


Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén.

El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos.

El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás.

Aquel día dirán a Jerusalén: “No temas, Sión, no desfallezcan tus manos.

El Señor, tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva.

Él se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.»

                                                                                              Palabra de Dios.

 

COMENTARIO

 

¿CUÁNDO ACABARÁ LA PESADILLA?  

 

            Jerusalén ha atravesado la dura experiencia del reinado de Manasés, un rey catastrófico, idólatra y violento… su reinado fue una auténtica pesadilla para Israel y en esta situación, Sofonías pronostica la esperanza para el pueblo que ha de ser una explosión de gozo, de alegría, de regocijo, de fiesta, a lo que se une el mismo Dios.

            El motivo de toda esta gran alegría es que Dios ha cancelado la condena que pesaba sobre el pueblo y, como signo, les ha quitado la pesadilla, para quedarse Él en medio del pueblo; esto va a hacer que renazca el amor perdido y rejuvenezca dentro del pueblo cuando ya lo tenían casi olvidado.

            Este amor va a expulsar el temor y el terror, porque va a desaparecer el signo del político corrompido y corruptor que lo provoca, para dar paso a la Justicia, a la Verdad, a la fraternidad… a Dios.

            Esa pesadilla que asola al pueblo de Israel se viene repitiendo a través de los siglos y vuelve a reavivarse en los momentos actuales. Por eso, es imposible sujetar la pregunta esperanzada que surge ante este grito de esperanza: ¿Cuándo acabará esta pesadilla que supone esta casta de dirigentes que han implantado el desprecio de Dios y han establecido la mentira, el odio, la violencia, la injusticia como religión del dios dinero a quien adoran?

 

 

Salmo responsorial Is 12, 2‑3. 4bcd. 5‑6 (R.: 6)

 

R. Gritad jubilosos: «Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.»

 

El Señor es mi Dios y salvador:

confiaré y no temeré,

porque mi fuerza y mi poder es el Señor,

él fue mi salvación.

Y sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. R.

R. Gritad jubilosos: «Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.»

 

Dad gracias al Señor, invocad su nombre,

contad a los pueblos sus hazañas,

proclamad que su nombre es excelso. R.

R. Gritad jubilosos: «Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.»

 

Tañed para el Señor, que hizo proezas,

anunciadlas a toda la tierra;

gritad jubilosos, habitantes de Sión:

«Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.» R.

R. Gritad jubilosos: «Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel.»

 

SEGUNDA LECTURA



 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 4‑7

 El Señor está cerca


Hermanos: Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.

Que vuestra mesura la conozca todo el mundo.

El Señor está cerca.

Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

                                                                                              Palabra de Dios.

 

COMENTARIO

 

CRISTO ES NUESTRA SEGURIDAD  

 

            S. Pablo escribe a los cristianos de Filipos y les invita a pasar la página y mirar a Jesucristo que ha vencido la muerte y ha triunfado sobre toda opresión que nos quita la libertad y la dignidad, por tanto, su triunfo es el motivo de nuestra alegría, pues es nuestro mismo triunfo. Podemos mirar el horizonte con esperanza

            Invita a que no nos angustiemos y vivamos en el terror, pues lo máximo que nos pueden hacer es quitarnos la vida y ese es precisamente nuestro gran triunfo, pues es el inicio de la resurrección.

            En Cristo Jesús, Dios se ha acercado a la humanidad, su Espíritu nos mueve; por tanto, no se trata de un optimismo estúpido, sino de una esperanza basada en la realidad irreversible de Cristo muerto y resucitado.

            El gozo y la alegría están fundamentadas en Él, pues nuestra vida se convierte en prolongación de la suya y todos nuestros trabajos y sufrimientos no son sino prolongación de los suyos y de su mismo proyecto.

            Ponerse en manos de Dios no es escurrir el bulto ni refugiarse en una nube irreal, sino que es la clave que nos ayuda a no decaer, a mantenernos firmes; es ahí donde se asienta la verdadera Paz.

 

Aleluya Lc 4, 18

 

El Espíritu del Señor está sobre mí;

me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres.

 

EVANGELIO



 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 10‑18

 ¿Qué hacemos nosotros?


En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: —«¿Entonces, qué hacemos?»

Él contestó:

—«El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.»

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: —«Maestro, ¿Qué hacemos nosotros?»

Él les contestó: —«No exijáis más de lo establecido.»

Unos militares le preguntaron: —«¿Qué hacemos nosotros?»

Él les contestó:

—«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga.»

El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: —«Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.»

Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio.

                                                                                                          Palabra del Señor.

 

COMENTARIO

 

INCOHERENCIA DE LAS PROTESTAS 

 

Juan Bautista se hace eco de todas las inquietudes y sentimientos que viven en el pueblo: todos sienten que no es sostenible la situación por la que atraviesan; todos desean vivir en paz y que sea respetada la dignidad de la persona.

            Cuando Juan toca la herida, la gente le responde: “Entonces, ¿Qué hacemos? Y Juan da la respuesta, no invitando a que monten una revuelta contra el orden establecido, sino haciéndoles entender que lo que hay es porque lo sostienen entre todos; es cuestión de no entrar por el sendero que los de arriba están abriendo, por eso responde diciendo: “El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene y el que tenga comida que haga lo mismo”.

            Nosotros estamos viviendo una situación parecida y todos buscamos una solución, pero estamos en la posición que los israelitas: pedimos que nos la den desde arriba, pero eso es una trampa: desde arriba la solución que nos dan es lo mismo que vivimos, pues gracias a eso ellos pueden seguir como están. Y seguirán engañándonos, ilusionándonos para volver siempre a lo mismo. La solución está en la cabeza y en el corazón de cada uno. Nosotros ¿Qué estamos haciendo?

            Cuando le preguntan los encargados de la Hacienda Pública qué tienen que hacer, la respuesta fue tajante: “No exijáis más de lo establecido”, pero nosotros estamos viendo lo que ocurre: se carga sobre unos, mientras a otros se les deja manos libres y, lo peor es que, viéndolo volvemos a darles nuestra confianza y a justificarlos.

            Es decir: una situación se mantiene mientras hay gente que la sostiene; lo peor es que desde la cabeza hasta la base todo está corrompido, entonces se necesita una renovación total, por eso dice Juan que la solución está en el corazón y no en los programas del poder político.

DOMINGO II DE ADVIENTO -C-


PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro de Baruc 5, 1‑9

Dios mostrará tu esplendor

 

            Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo.

            Dios te dará un nombre para siempre: «Paz en la justicia» y «Gloria en la piedad».

            Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo, gozosos invocando a Dios.

            A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real.

            Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados y a las colinas encumbradas, ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios.

            Ha mandado al boscaje y a los árboles aromáticos hacer sombra a Israel.

            Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia.

                                                                                                                                             Palabra de Dios.

 

 

COMENTARIO

 

LA OSCURIDAD DE LA MUERTE  

 

            Baruc vive la situación del exilio donde las esperanzas se vienen abajo ante el hundimiento del pueblo y la falta de perspectivas frente a los dirigentes; en esta situación Baruc se levanta haciendo un canto a la esperanza, pues aunque el pueblo se haya olvidado de Dios y haya decidido apartarse de Él y coger otro camino perdiéndose, Dios no se olvida y sigue fiel.

            Basado en esa confianza en el amor de Dios, hace un canto a la vuelta del destierro y a la reconstrucción de Jerusalén. Por eso invita al pueblo a dejar esa actitud derrotista llena de tristeza y desesperanza y a cambiarse por un vestido de fiesta y de gala, pues el Señor lo va a cambiar hasta de nombre: se llamará “Paz en la justicia y gloria en la piedad”

            También hoy nos invita la Palabra de Dios a que levantemos la cabeza y miremos hacia el oriente, hacia donde sale el sol de la esperanza, pero nosotros hoy, al mirar a lo que puede ser el oriente de nuestra esperanza, nos quedamos atónitos al ver que no es luz lo que aparece, sino tinieblas: los que vienen de la muerte luchan, incluso por evitar que en un colegio se dé comienzo al curso pidiéndole a Dios que les ayude a sembrar los grandes valores de la paz, del amor, de la verdad y de la justicia, pues consideran que eso es adoctrinamiento político y los padres de esos niños apoyan la idea, en cambio, entrar en la corrupción, parece ser que eso es optar por la libertad. En nuestra situación, la esperanza de Baruc se hace aún más difícil pues la gente desprecia positivamente a Dios y no espera ni desea nada de Él

 

 

Salmo responsorial Sal 125, 1‑2ab. 2cd‑3. 4‑5. 6 (R.: 3)

 

R.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,

nos parecía soñar:

la boca se nos llenaba de risas,

la lengua de cantares. R.

R.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

Hasta los gentiles decían:

«El Señor ha estado grande con ellos.»

El Señor ha estado grande con nosotros,

y estamos alegres. R.

R.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

Que el Señor cambie nuestra suerte,

como los torrentes del Negueb.

Los que sembraban con lágrimas

cosechan entre cantares. R.

R.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

Al ir, iba llorando,

llevando la semilla;

al volver, vuelve cantando,

trayendo sus gavillas. R.

R.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 1, 4‑6.  8‑11

Que lleguéis al día de Cristo limpios e irreprochables

 

            Hermanos: Siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con gran alegría.

            Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del Evangelio, desde el primer día hasta hoy.

            Ésta es mi convicción: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo Jesús.

            Testigo me es Dios de lo entrañablemente que os echo de menos, en Cristo Jesús.

            Y ésta es mi oración: que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores.

            Así llegaréis al día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios.

                                                                                                                      Palabra de Dios.

 

 

COMENTARIO

 

ESTAR ALERTA  

 

Pablo se dirige a la comunidad de Filipos y no puede contenerse y expresarle sus sentimientos más íntimos de alegría y cariño hacia ella: “Dios es testigo de lo entrañablemente que os quiero”.

            Pablo está preocupado porque, ante el ambiente existente, pueden dejarse llevar y perder el camino de conocimiento que han emprendido en el amor y la solidaridad, pues cuando perdemos el tiempo, perdemos también las posibilidades de crecer.

            Pablo quiere dejar bien claro que Dios pone a su alcance los medios y los posibilita en el crecimiento basado fundamentalmente en el conocimiento, porque eso nos ayuda a discernir con más claridad la verdad, que es lo que nos hace amar en profundidad.

            Mantenernos en esa tensión es lo que va a hacer que nuestra vida sea viva y sea “gloria y alabanza a Dios”

            Esta llamada que hace Pablo a la comunidad de los filipenses, merece la pena acogerla en los tiempos que vivimos ya que el ambiente en el que nos movemos está envuelto en una especie de aire contaminado que al respirarlo nos emborracha de tantas cosas, que nos hacen perder la visión de todo, nos decepciona y nos aletarga, dejándonos llevar de la fuerza imperante.

 

 

Aleluya Lc 3, 4. 6

Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.

Todos verán la salvación de Dios.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 1‑6

Todos verán la salvación de Dios

 

            En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

            Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.»

                                                                                                                      Palabra del Señor.

  

COMENTARIO


ROMPER ESQUEMAS DE MUERTE  

            Juan abandona la religión que está centrada en los ritos y en los negocios del templo y se va al desierto, donde se encuentra a solas con Dios que le invita a llamar al pueblo para que se despierte del letargo conformista en el que ha caído; se va al Jordán y empieza a hablar a la gente de aquellos alrededores gritándole, que no pueden permanecer dormidos, conformándose con lo que están haciendo los dirigentes, sin que ellos se muevan a otra cosa que no sea protestar en las esquinas, pues todos están paralizados por el miedo y los prejuicios que les hacen  volverse en sí y lamentarse de la corrupción de los políticos y de los vicios de los dirigentes religiosos; al final, todos caen y participan de la misma postura; nos puede ocurrir como lo que comenta Bertolt Brecht:
"Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó.
Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde".

            Hay que romper los esquemas de miedo, de prejuicios y dar la cara, ofrecer con nuestra vida otra alternativa a la muerte que nos quieren imponer; hay que abrir nuevos caminos, enderezar lo que estamos viendo que están queriendo torcer, llevados de intereses concretos, abrir un camino de esperanza a los que vienen detrás de nosotros.