DOMINGO -V- del T.O. -A-

PRIMERA LECTURA

 Lectura del libro de Isaías 58, 7‑10

ESTO dice el Señor: «Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, cubre a quien ves desnudo y no te desentiendas de los tuyos.
Entonces surgirá tu luz como la aurora, enseguida se curarán tus heridas, ante ti marchará la justicia, detrás de ti la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor y te responderá; pedirás ayuda y te dirá: “Aquí estoy”.
Cuando alejes de ti la opresión, el dedo acusador y la calumnia, cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía».
Palabra de Dios.

 REFLEXIÓN

FE Y RELIGIÓN   
El profeta Isaías hace una crítica fortísima al sistema religioso que se mantiene, basado en una serie de prácticas muy sujetas a lo estrictamente ordenado por la ley, pero vaciadas por entero de contenido; en este caso se centra en el tema del ayuno: Dios no está necesitando el “sacrificio” que supone ayunar, sino que ese ayuno ha de justificarse con una causa que nace como respuesta del amor al hermano que sufre:  “Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que va desnudo, y no te cierres a tu propia carne” es decir: la misericordia ha de ser el motor que mueva cualquier práctica religiosa y cuando eso nace de un corazón lleno de misericordia, “Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana”.
Las prácticas religiosas han de ser expresión de la misericordia que llena el corazón y se expresa con obras de justicia que se manifiestan en una práctica respetuosa y llena de cariño con la gente; compartiendo y siendo solidario con el que sufre y le falta lo necesario para vivir… Cuando ese sentimiento religioso se expresa al exterior de esta manera, entonces “brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía”.
Esta crítica que hace el profeta al sistema de su tiempo, no podemos pasarla por encima, como si fuera algo que no va con nosotros, pues nos da de frente: ser cristiano no consiste en la práctica de unas cuantas devociones, en ser cofrade de una imagen, en hacer unas determinadas prácticas de piedad… No, no es que eso sea malo, es que si no tiene un contenido de misericordia y esas prácticas no son la expresión de una vida enmarcada en la práctica del amor, de la justicia, de la verdad… no son más que caricaturas de una realidad que, en ciertos momentos, pueden ser hasta ofensivas.

Salmo responsorial Sal 111, 4‑5. 6‑7. 8a y 9
 R/.   El justo brilla en las tinieblas como una luz.

        V/.   En las tinieblas brilla como una luz
                el que es justo, clemente y compasivo.
                Dichoso el que se apiada y presta,
                y administra rectamente sus asuntos.   
R/.
R/.   El justo brilla en las tinieblas como una luz.

        V/.   Porque jamás vacilará.
                El recuerdo del justo será perpetuo.
                No temerá las malas noticias,
                su corazón está firme en el Señor.   
R/.
R/.   El justo brilla en las tinieblas como una luz.

        V/.   Su corazón está seguro, sin temor.
                Reparte limosna a los pobres;
                su caridad dura por siempre
                y alzará la frente con dignidad.   
R/.
R/.   El justo brilla en las tinieblas como una luz.

SEGUNDA LECTURA
 Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 2, 1‑5

YO mismo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y este crucificado.
También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Palabra de Dios 

REFLEXIÓN

AMOR VERSUS SABIDURÍA  

        S. Pablo sigue haciendo frente al problema de los corintios que están teniendo el problema de tomar el cristianismo como una doctrina más de las que enseñan los maestros de filosofía y, a semejanza de los judíos que se centraban en la ley, ellos se están quedando en puras teorías, pero luego no son capaces de bajar a la realidad y, entonces les deja claro que, ser cristiano no consiste en saber muchas cosas, sino en amar hasta el extremo de ser capaz de dar la vida en una cruz, como Él la ha dado.
            La CRUZ se convierte en Pablo en el gran referente de amor y de entrega; esa cruz es la imagen más grande del rostro de Dios que se nos da y eso lo entienden los más pobres y desvalidos, los marginados, los explotados… en cambio resulta escandaloso para aquellos que se tienen por sabios y entendidos en las cosas del mundo pero que jamás probaron una situación de dolor y de desprecio; para éstos,  este signo es incomprensible, en cambio, para el que sufre, tiene una gran fuerza liberadora enorme pues en ella se expresa la justicia y la misericordia de Dios, pero no la de los hombres que son, precisamente, los causantes del dolor y de la cruz.
            Por eso, Pablo, cuando se dirige a los corintios, no habla desde el esquema de los maestros de filosofía, sino desde la experiencia liberadora del amor de Dios que él ha sentido en su vida y que, eso va mucho más allá de cualquier doctrina y, por supuesto de cualquier ley que se nos impone.
                  Esta es, en definitiva, la gran verdad y la gran “aventura” de la fe: aceptar y confiar en Jesucristo que está por encima de todas las teorías filosóficas, de todos los esquemas de poder, de todos los esquemas de prestigio humano... y se expresa amando hasta el extremo de entregar su vida en la cruz.

Aleluya 

EVANGELIO 

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 5, 13-16

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

ALUMBRAR Y DAR SABOR DEL REINO    

S. Mateo recuerda a la comunidad la llamada fundamental que da consistencia a sus vidas: la misión de todo creyente es ser sal y luz para el mundo; cuando la iglesia deja de iluminar la verdad, la justicia, la paz y no tiene como principio de su actuación el amor, ha perdido su sabor y ya “sabe” lo mismo que cualquier institución mundana que, lógicamente, está puesta en boca de todo el mundo y despreciada por todos: de la misma manera le recuerda a la comunidad que tiene una llamada fundamental a ser luz que alumbre la justicia, la verdad, la paz y ha de hacerlo con amor; el momento que dejamos cada uno de iluminar estos valores, no nos distinguimos en nada de cualquier estamento del mundo establecido para estrujar a los clientes.
  Es interesante que Mateo escoja estas dos imágenes para expresar lo que ha de ser la comunidad cristiana (la iglesia), porque expresa de forma maravillosa lo que realmente nos ha de distinguir del resto, porque si no es así, no tiene sentido de existir.
Tanto la sal como la luz son dos elementos necesarios para la vida: la sal es un excelente conservante que impide que la comida se corrompa; da sabor a los alimentos, purifica algo que está dañado… en la antigua Palestina servía incluso para encender y mantener el fuego en los hornos de tierra.
  La luz alumbra la oscuridad y hace que todo se vea con claridad; ilumina y orienta a las personas; el A.T. la emplea como imagen para aplicársela a Dios; es la tarea que realizan los profetas: iluminar el camino cuando el pueblo anda extraviado y será lo que fundamentalmente se le aplica a la acción del Mesías: ser la luz de las naciones (Is. 42,6)
Pero, lo mismo que decíamos de la sal tenemos que decir de la luz: es la vocación de todo cristiano y de la iglesia en general: iluminar para que se vea con claridad la justicia, la verdad, la paz y el amor debe ser algo que se palpe entre los seguidores de Jesús, lo mismo que la gente lo veía en Él; pero cuando esto no ocurre ¿Qué pasa?
¿Qué ocurre cuando la iglesia produce oscuridad con su forma de hacer, de vivir, de expresarse, de anquilosarse, de amarrarse y “venderse” a intereses concretos, cuando su actuación está tocada por el pecado en sus pastores y en sus comunidades…?
No podemos decir es que seamos perfectos, aunque seamos santos, pues nuestro Padre es santo, el Espíritu que nos anima es santo y el cuerpo y sangre que comulgamos sean santos… nosotros seguimos bajo el peso del pecado y el mundo entero está esperando que nuestra luz sea nítida. Combatir el mal a nivel interno y externo es nuestro primer deber y ésta es una misión en la que estamos comprometidos; no podemos callarnos, volver la cabeza y hacernos los ciegos, escurrir el bulto diciendo que eso es de políticos. La denuncia y el combate del mal en la iglesia es tarea primordial y no la podemos eludir.





DOMINGO -IV- T.O. -A-

PRIMERA LECTURA

 Lectura del Profeta Sofonías 2, 3; 3, 12‑13

BUSCAD al Señor los humildes de la tierra,los que practican su derecho, buscad la justicia, buscad la humildad,quizá podáis resguardaros el día de la ira del Señor. Dejaré en ti un resto,un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor. El resto de Israel no hará más el mal no mentirá ni habrá engaño en su boca. Pastarán y descansarán, y no habrá quien los inquiete. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN:

UNA VOZ DE ALIENTO     
El profeta Sofonías hace una distinción dentro del pueblo: aquellos que están siendo unos desvergonzados y que tendrán que sufrir el castigo por lo que están haciendo y el pueblo sencillo y humilde que sigue creyendo en el Señor y va siendo honrado, sincero, y limpio; en esta clase de gente es en la que se puede poner la esperanza, pues a esa gente Dios no la va a dejar y, es a través de ellos donde va a desplegar toda su fuerza. La esperanza está en los pobres que cumplen los mandatos del Señor y buscan siempre la justicia.
Dios es fiel y su palabra no falla, su fidelidad es más grande que la insensatez del hombre y no va a dejar que la insolencia de los malvados se imponga por encima de la justicia.
Para Dios, la fuerza está en aquellos que se ponen en sus manos y confían en Él, no manchándose con la corrupción de la mentira, del odio, de la avaricia; en ese “resto” actúa Dios y será el pueblo llamado a establecer la paz.
Cuando leemos hoy este texto, no podemos evitar mirar a la realidad que nos rodea y nos encontramos una gran mayoría silenciosa que sufre y vive honrada y solidariamente, haciendo frente y soportando la corrupción, a la avaricia y a la mentira de los que se han levantado haciéndole frente a Dios; y sentimos el consuelo de una voz que nos anima a no tirar la toalla y a seguir confiando en que algún día, Dios que no desoye a los sencillo pondrá su mano y detendrá tanta ignominia.

Salmo responsorial Sal 145, 7. 8‑9a. 9bc‑10

 V/.   El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
                hace justicia a los oprimidos,
                da pan a los hambrientos.
                El Señor liberta a los cautivos.   
R/.
        V/.   El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,

        V/.   El Señor abre los ojos al ciego,
                el Señor endereza a los que ya se doblan,
                el Señor ama a los justos.
                El Señor guarda a los peregrinos.   
R/.
        V/.   El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,

        V/.   Sustenta al huérfano y a la viuda
                y trastorna el camino de los malvados.
                El Señor reina eternamente,
                tu Dios, Sion, de edad en edad.   
R/.
        V/.   El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente

SEGUNDA LECTURA
 Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 26‑31
 FIJAOS en vuestra asamblea, hermanos: no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos
aristócratas; sino que, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar lo poderoso.
Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.
A él se debe que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual se ha hecho para nosotros sabiduría de parte de Dios, justicia, santificación y redención.
Y así —como está escrito—: «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor».
Palabra de Dios

REFLEXIÓN:

VIVIR EN EL ESPÍRITU DE LAS BIENAVENTURANZAS      

S. Pablo tiene presentes a los Corintios que andan muy tocados por el orgullo de la cultura griega que les hace sentirse superiores a los demás y ataja sus complejos con el espíritu y la lógica de las Bienaventuranzas que no es precisamente con la grandeza de este mundo y con las fuerzas del poder, del dinero y la sabiduría con lo que la persona es grande, sino con el hecho de sentirse libre de todo eso y poner la confianza en Dios.
S. Pablo les hace tomar conciencia de la realidad en la que viven: la comunidad no está compuesta de gente avezada en negocios, ni de grandes afortunados económicamente, ni de sabios… la comunidad está compuesta por gente sencilla  que sufre y que necesita trabajar para poder vivir y ayudar a los hermanos; es con esta gente con la que Dios cuenta para transformar el mundo, son ellos los que en su impotencia están en mejores condiciones para mostrar la potencia y la grandeza de Dios, pues la transformación vendrá y todos podrán darse cuenta que no ha sido con su poder como se ha producido, sino con el poder de Dios.
Sin embargo, esto que teóricamente lo vemos con claridad, a la hora de la verdad cuesta aceptar que sea la pobreza, la sencillez, el amor, el respeto lo que venza todos los obstáculos y haga que las cosas triunfen.
Pero no solo eso, sino que, de cara a la realización personal, ser capaces de desprenderse de las amarras que supone el poder, la riqueza, el dinero… y sentirse libres de todas estas ataduras, es lo que te da la verdadera libertad, aunque haya que pagar el peaje del sufrimiento, del odio, del descrédito y hasta de la persecución.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.  5, 1-12a
EN aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
Palabra del Señor

REFLEXIÓN:

PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS    

            Cuando hablamos del “Sermón del Montaña” siempre hacemos la reducción y nos centramos en las “Bienaventuranzas”, pero el discurso de Jesús llega hasta el cap. 7º en donde va dando toda una serie de consejos para que cumplamos el programa que Él ha puesto para sus seguidores.
            Si en la Antigua Alianza Dios deja las cláusulas que el pueblo ha de cumplir para estar en consonancia con la propuesta de Dios: los DIEZ MANDAMIENTOS, ahora en la Nueva Alianza deja un solo mandamientos: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” y la forma suprema de realizar este mandamiento es con el programa de las Bienaventuranzas.
            Nos dice el evangelio que “al terminar Jesús el discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas” (Mt.7, 28-29)
            La gente se quedaba admirada justamente porque lo que decía Jesús tenía mucha más coherencia que todo lo que enseñaban los maestros de la ley y porque chocaba frontalmente con lo que se tenía como algo lógico y aceptado por la costumbre.
            Es interesante que tomemos nota de algo que salta a la vista sin forzar nada: la primera bienaventuranza: “Los pobres en el espíritu” y la 7ª: “Los perseguidos por causa de la justicia” están puestas en presente: dice, “De ellos “ES” el reino de los cielos; las demás están puestas en futuro: “SERÁ”
            Y es que, quien ha decidido no poner su fe, su confianza y su esperanza en las riquezas, en la ambición, en el éxito individual, en la insolidaridad, en el dominio de las personas…; no se ha dejado ganar por la codicia ni la avaricia… es la persona que le ha perdido el miedo a la vida y se siente completamente libre, nadie ni nada la puede amarrar ni comprar y, lógicamente, no podrá soportar que la injusticia se imponga y siempre se la encontrará enfrentada a ella.         Ambas condiciones van unidas necesariamente y por eso, quien ha optado por la justicia y fiarse de Dios poniéndose en sus manos, está ya en posesión del reino y en su vida irá haciendo que se creen unas condiciones de respeto, de justicia, de solidaridad en su entorno que, sin lugar a duda, le van a llevar a frecuentes enfrentamientos con la injusticia que llegarán a la persecución y a querer quitárselo de en medio, ya que se convierte en una constante denuncia y en un estorbo.





DOMINGO III T.O. -A-

PRIMERA LECTURA
En Galilea de los gentiles el pueblo vio una luz grande

Lectura del libro de Isaías. Is 8, 23b-9, 3
EN otro tiempo, humilló el Señor la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, pero luego ha llenado de gloria el camino del mar, el otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande;
habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló.
Acreciste la alegría, aumentaste el gozo;
se gozan en tu presencia, como gozan al segar,
como se alegran al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor, el yugo de su carga,
el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

PON, SEÑOR TU MANO     
El texto que nos presenta la liturgia es una inclusión que se hace justamente en un momento muy difícil y peligroso en el que todos, desde los más importantes hasta los más pequeños, tienen perdidas todas las esperanzas por la humillación que están recibiendo, es “el pueblo que marchaba en tinieblas” al que se refiere el profeta y que de repente será envuelto en una gran luz
El profeta Isaías quiere dar un mensaje de esperanza y, para potenciarlo, echa mano de todo el sufrimiento por el que están atravesando y a la humillación a la que lo están sometiendo; cuando están tocando fondo, cuando han llegado a lo último a lo que se puede llegar, y hasta han perdido la confianza en sus líderes y hasta en el mismo Dios, ahí llegará la luz.
Leer este pasaje hoy tiene una connotación especial por el eco que representa en los momentos que vivimos: Alepo, Siria… como imagen impactante de la deriva que está tomando el mundo, en donde lo que impera es el reinado del dinero y de las armas, por lo que no se duda en montar una guerra para que subsistan la industria armamentista (esta mañana en el telediario se indicaban que se han experimentado en esta guerra 160 nuevas armas y se ha constatado su efectividad, el resultado está viéndose: la destrucción absoluta y la muerte). La voz del profeta se siente como una necesidad imperiosa: ¡Pon, Señor, tu mano en este mundo de muerte! ¡Pero hazlo pronto!

Salmo responsorial Sal 26, 1. 4. 13‑14


R/.
   El Señor es mi luz y mi salvación.

        V/.   El Señor es mi luz y mi salvación,
                ¿a quién temeré?
                El Señor es la defensa de mi vida,
                ¿quién me hará temblar?   
R/.
R/.   El Señor es mi luz y mi salvación.

        V/.   Una cosa pido al Señor,
                eso buscaré:
                habitar en la casa del Señor
                por los días de mi vida;
                gozar de la dulzura del Señor,
                contemplando su templo.   
R/.
R/.   El Señor es mi luz y mi salvación.

        V/.   Espero gozar de la dicha del Señor
                en el país de la vida.
                Espera en el Señor, sé valiente,
                ten ánimo, espera en el Señor.   
R/.
R/.   El Señor es mi luz y mi salvación.

SEGUNDA LECTURA
Decid todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. 1 Cor 1, 10-13. 17
OS ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros. Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir.
Pues, hermanos, me he enterado por los de Cloe de que hay discordias entre vosotros. Y os digo esto porque cada cual anda diciendo: «Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo».
¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿Fuisteis bautizados en nombre de Pablo?
Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

EL PROSELITISMO DE LOS MAESTROS    
S. Pablo se encuentra en Éfeso y alguien de Corinto viene a informarle la situación en la que se encuentra la comunidad: se han hecho bandos y menciona concretamente cuatro grupos: los seguidores de Pablo, los de Pedro, los de Apolo y los de Cristo y parece que cada grupo se apropia la posesión de la verdad y se desprecian unos a otros. Sería interesante saber qué doctrina es la que sostiene cada uno y qué principios son los que los mueven a cada uno.
No podemos olvidar que Corinto es una de las grandes ciudades griegas, donde los maestros de doctrinas filosóficas están de moda y cada maestro tiene su escuela y muchos cristianos se han tomado a los apóstoles por maestros y al cristianismo por una filosofía.
Pablo sale al paso de esta aberración y corta de forma tajante: entre los cristianos no hay más que un maestro: Jesucristo, y todos los creyentes en Él son testigos de una misma vida, la del Espíritu y de un mismo proyecto, el Reino y una misma sabiduría, la de Dios que se ha manifestado en Cristo Jesús muerto y resucitado.
Deja bien claro que la única forma de participación en esta nueva vida que nos trae Cristo es a través del bautismo y, lo importante no es quien bautiza, sino el bautismo en sí, que es la participación en la muerte y la resurrección de Jesús; pero S. Pablo parece que quiere dejar bien claro que, antes del bautismo debe estar la evangelización que hará que la persona conozca a Cristo, crea en Él y se una a Él con el bautismo, pues si no hay este proceso, el sacramento no hace nada y es muy fácil que se quede justamente en lo que está  atacando: en el proselitismo de los maestros.
El problema que ataja S. Pablo tiene una actualidad enorme en nuestros días, en donde se prodigan los “maestros” y los “discípulos” van detrás de ellos, en lugar de centrarse en Jesucristo y sentirse unidos a la iglesia. Tristemente nos encontramos a “cristianos” que cortan con la iglesia y con la fe, el momento que desaparece de su parroquia el cura con el que se entienden y al que le escuchan, porque habla y dice lo que les agrada y como les agrada.

Aleluya
Cf. Mt 4, 23
R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Jesús proclamaba el evangelio del reino,
        y curaba toda dolencia del pueblo.   
R/.

EVANGELIO (forma larga)
Se estableció en Cafarnaúm, para que se cumpliera lo dicho por Isaías
Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 4, 12-23
AL enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retira a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaúm, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
    «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
    camino del mar, al otro lado del Jordán,
    Galilea de los gentiles.
    El pueblo que habitaba en tinieblas
    vio una luz grande;
    a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
    una luz les brilló».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
    «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».
Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.
Les dijo:
    «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Palabra del Señor.

EVANGELIO (forma breve)
Se estableció en Cafarnaúm, para que se cumpliera lo dicho por Isaías
Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 4, 12-17
AL enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retira a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaúm, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
    «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
    camino del mar, al otro lado del Jordán,
    Galilea de los gentiles.
    El pueblo que habitaba en tinieblas
    vio una luz grande;
    a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
    una luz les brilló».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
    «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

JESUS PREDICA EL REINO 
Aparece claro que Jesús no se lanzó a predicar como algo que se le ocurre un día sin pretenderlo, la cosa le sale bien y se va animando…¡No! Según podemos constatar en el evangelio, hay varios momentos que le hacen tener una reacción fuerte: 1º Ha escuchado hablar a Juan y se ha planteado su existencia; 2º Se ha bautizado y a partir de ahí, todo da un cambio radical en su vida: se va al desierto a plantearse lo que va a hacer; 3º vuelve y se entera que a Juan lo han cogido preso  y lo han matado; parece que esto viene a ser como la gota que colma el vaso y Jesús sale del anonimato decidido a emprender su misión: se va de Nazaret y se instala en Cafarnaúm, unos dicen que en casa de Pedro y otros dicen que era su propia casa. Lo que sí es cierto que Jesús tiene un punto de referencia.
Hay algo que aparece muy claro: Jesús comienza hablando del reino como una realidad que ha llegado y que ya está en medio de nosotros, esto es la gran noticia, esto es el centro de toda su predicación; es decir: Jesús no fue uno de aquellos maestros que andaban dando clases de moral o de ética, ni siquiera de religión. Él no fue un teórico ni un maestro de sabiduría religiosa, ni un asceta… sencillamente se sintió lleno del amor del Padre que le hace sentirse absolutamente unido a Él y sintió el proyecto del reino como algo suyo; Jesús fue un hombre que se sintió lleno de una gran pasión por el reino, en el que estaba la clave de la felicidad del hombre y un reino que ya estaba aquí, porque Él mismo se sentía el signo claro de su existencia real: el reino estaba en Él y él era la expresión visible. Por tanto, no era un anuncio de algo que vendría, de una idea o de algo futuro… Se trataba de una realidad que se impone y que hay que dejarle paso; no queda más remedio que cambiar la forma de vivir, de pensar, de existir para ponerse en la onda del reino, pues de lo contrario nos jugamos nuestra propia vida; hay que cambiar, porque no podemos ni debemos ponernos en contra y hay que cambiar para que venga pronto y se establezca; por tanto, es algo que nos pone en acción y en estado de apertura.
Cristo no se dedica a imponer nada ni a establecer códigos… sino que se dedica a entusiasmar a otros para que se unan a su “cambio” y se conviertan en transmisores del mismo entusiasmo, los hace “pescadores de personas”, de esa manera va desbloqueando las mentes y los corazones para aceptar la visión completamente nueva.
Esta nueva actitud de apertura hace que se vayan dando signos concretos que hacen ver que algo nuevo y grande se está dando y que Dios es la fuerza que mueve todo esto.
Jesús invita a sus discípulos a que continúen haciendo lo mismo hasta que, ¡ojalá! Entusiasmen a todo el mundo. El ser evangelizador hoy, es seguir dejándose llevar por la pasión del Reino, y no por convertirse en enemigo ni contrario a nadie, sino a favor del reino.



DOMINGO -II- -T.O. –

PRIMERA LECTURA

 Lectura del Libro de Isaías 49, 3. 5‑6
Te hago luz de las naciones para que seas mi salvación

“Tú eres mi siervo (Israel) de quien estoy orgulloso.”
Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel, -tanto me honró el Señor y mi Dios fue mi fuerza-:
Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

EL HONOR DE SER INVITADOS      

            Ya en el pasaje de Is. 42 que leíamos en la semana anterior, el profeta Isaías no solo presentaba la alternativa que Dios iba a dar al pueblo ante la situación por la que atravesaban, sino que planteaba una forma distinta de hacer las cosas que hasta hoy nos deja fuera de juego.
            Hoy el profeta nos invita a asumir como propio el proyecto del reino que nos presenta Dios, pero no solo el asumirlo, sino el plantear esa forma nueva y opuesta a la forma de hacer las cosas el mundo.
            El texto corresponde al segundo cántico del Siervo de Yahvé, en el que se identifica al pueblo de Israel como el servidor de Dios que va a llevar adelante el proyecto que Dios tiene para el mundo.
            Pero también es interesante observar: no se trata de todo el pueblo, sino de un pequeño grupo a quien da el honor de colaborar para atraer a la fe al resto: Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel”
            Ese grupo pequeñito está llamado a ser luz para el resto que se encuentran todos en el destierro y él va a ser quien mantenga viva la esperanza y la fe; este grupo va a ser el que traiga la salvación al resto de Israel y al mundo entero.
            Frente a la realidad que vivimos y a los problemas en los que nos movemos. La luz que nos proyecta hoy este texto es una luz de esperanza y de confianza: Dios se ha comprometido con aquellos que le son fieles y continúan en su camino, sin dejarse avasallar por los violentos que intentan arrasar con todo y afianzados en la confianza de Dios que no falla y nos ha dado la seguridad de que el final la vida se impondrá sobre la muerte y sus secuaces. 

Salmo responsorial Sal 39, 2 y 4ab, 7‑8a. 8b‑9. 10

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
V/. Yo esperaba con ansia al Señor:
él se inclinó y escucho mi grito;
me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y en cambio me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: “Aquí estoy.”
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

V/. Como está escrito en mi libro: «para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

V/. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. 

SEGUNDA LECTURA

Comienzo de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 1‑3

Gracias y paz os dé Dios nuestro Padre y Jesucristo nuestro Señor

 Yo, Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo, por voluntad de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Jesucristo, al pueblo santo que el llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo Señor nuestro y de ellos.
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
Palabra de Dios 

REFLEXIÓN

CON ÉL O EN CONTRA DE ÉL     

            Pablo comienza su carta saludando a los hermanos que se encuentran en Corinto y a todos los que “en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro y de ellos”, es decir: el mensaje que el trae no está reducido a unos cuantos ni excluye a nadie; aunque se dirige a un grupo concreto, su mensaje se ve claramente que rompe los límites del espacio y el tiempo y, lo que está queriendo decir, es algo que sirve para todos. La forma solemne que tiene S. Pablo de abrir la carta, nos da a entender que no es algo reducido a un grupito concreto, sino a todos los creyentes de la iglesia universal que, en este caso, queda expresada en el grupo de Corinto.
            Para Pablo, la venida de Jesús ha sido un hecho determinante en la historia de la humanidad: su encarnación ha supuesto la consagración de la naturaleza humana en Jesús por parte de Dios y esta consagración nos ha lanzado una llamada a hacer presente aquí y ahora el reino de Dios, a hacer de este mundo una realidad nueva en donde se viva el amor, la solidaridad, la justicia, la verdad, la libertad, la fraternidad… la paz. Esta es la misión que nos ha dado a todos y quien acepta esta misión y la pone en práctica, está actuando en nombre de Jesucristo.
            De la misma manera, oponerse a vivir en esta onda es despreciar el gran proyecto que Dios ha realizado en Cristo Jesús y convertirse en enemigo de la humanidad y de Dios.

Aleluya 

EVANGELIO 

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 29‑34
Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: -Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo.” Yo no lo conocía, pero ha salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.
Y Juan dio testimonio diciendo:
-He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.
Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.
Palabra del Señor 

REFLEXIÓN       

JESÚS AMIGO INCONDICIONAL Y HERMANO      

            Aquel “servidor” del que hablaba el profeta Isaías ha quedado expresado maravillosamente en Jesús que ha aceptado encarnar en sí la profecía: Él ha asumido la “misión” que Yahvé daba a su siervo: ser el que realiza la consagración de su pueblo y para ello cargará con sus pecados y “pagará” el precio del rescate de la humanidad presa en las garras del pecado.
            Jesús es el enviado del Padre, el ungido por Dios, el “servidor” que va a realizar el establecimiento de la justicia y de la paz en el mundo. Él es el verdadero “cordero” que se inmola y perdona el pecado del mundo.
            Es por lo que Juan Bautista, cuando quieren hacerlo el mesías, responde que él no es más que la voz que clama en el desierto invitando a que preparen el camino del que viene detrás de él que es quien verdaderamente perdona los pecados: lo que hasta entonces han venido haciendo creyendo que la sangre de los corderos derramada en los altares para sofocar la ira de Dios por el pecado, todo eso ha quedado superado: Dios se ha bajado, ha asumido un cuerpo y ha sido restaurada la naturaleza humana; la “víctima” de este “sacrificio” ha sido Cristo y, por tanto, en Él han quedado perdonados todos los pecados y restablecida la naturaleza humana.  Él no es más que un preparador de su venida y de todo este orden nuevo, por eso, él no hace más que dar testimonio de Jesús como verdadero Hijo de Dios y como el verdadero restaurador de la humanidad.
            Hoy se nos lanza un reto nuevo: Juan, cuando tiene que hablar de Jesús, utiliza un lenguaje que todos entienden: lo llama “El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” para indicar que todo lo que se ha venido haciendo hasta el momento: sacrificando corderos para satisfacer la ira de Dios por el pecado y pagar de esa manera la pena que lleva consigo el pecado… esos corderos no perdonaban el pecado. Éste que está ahora entre nosotros es quien realmente tiene el poder de Dios de perdonar y limpiar por entero los pecados del mundo y, por eso, lo llama “Cordero” que se sacrifica y se inmola.
            Nosotros hoy, la experiencia que tenemos del perdón, de la solidaridad, del amor, de la verdad… difiere mucho de la de un cordero que se inmola. ¿Cuál sería la imagen para aplicársela a Jesús que nos identificaría la experiencia que tenemos de la vivencia de todos esos valores que hemos indicado anteriormente?

Isaías 49,3.5-6
Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación
El Señor me dijo: "Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso." Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-: "Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra."
Salmo responsorial: 39
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Yo esperaba con ansia al Señor; / él se inclinó y escuchó mi grito; / me puso en la boca un cántico nuevo, / un himno a nuestro Dios. R.
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, / y, en cambio, me abriste el oído; / no pides sacrificio expiatorio, / entonces yo digo: "Aquí estoy." R.
Como está escrito en mi libro: / "Para hacer tu voluntad." / Dios mío, lo quiero, / y llevo tu ley en las entrañas. R.
He proclamado tu salvación / ante la gran asamblea; / no he cerrado los labios: / Señor, tú lo sabes. R.
1Corintios 1,1-3
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesús sean con vosotros
Yo, Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por designio de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Cristo Jesús, a los santos que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor de ellos y nuestro. La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
Juan 1,29-34
Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo
En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel."
Y Juan dio testimonio diciendo: "He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que ha de bautizar con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios."

    


Domingo -I- el T.O.


FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR


 




PRIMERA LECTURA


 

Lectura del Profeta Isaías       42, 1‑4.  6‑7

Mirad a mi siervo, a quien prefiero

 

Esto dice el Señor:

Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero.

Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.

No gritará, no clamará, no voceará por las calles.

La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no lo apagará.

Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes, que esperan las islas.

Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he tomado de la mano, te he formado y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.

Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas.

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

LA FUERZA Y EL PODER DE LA MISERICORDIA  

 

Isaías viene anunciando que, llegado el momento, Dios mismo tomará cartas en el asunto y pondrá al pastor que va a guiar a su pueblo, que lo va a dirigir por el camino que Él quiere y tiene establecido para su pueblo; Él le infundirá su Espíritu que le dará la fuerza y la sabiduría para conducirlo y que realice la misión que le ha encomendado: Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas, por supuesto, no lo va a hacer al estilo de los dirigentes humanos, de los pastores que está teniendo el pueblo en la actualidad, no; su siervo se dejará guiar por el Espíritu Santo y no por el espíritu de la fuerza y del poder: el  No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no lo apagaráy, con su actitud y su forma de vivir, hará presente a la humanidad la imagen de Dios, instaurando de esa forma la justicia de Dios que no es la de los hombres.

En definitiva, ésta será también la tarea de todo bautizado siguiendo los pasos de Jesús: ser reflejo de Él en el mundo siguiendo sus pasos y dando testimonio con su vida de la presencia viva de Dios en el mundo y la forma de hacerlo, no ha de ser al estilo de los grandes: imponiéndose con el poder y la fuerza, con el dinero y la opresión, sino todo lo contrario: será con la paciencia, con la comprensión, con la escucha, el respeto y el amor, de forma que no impondrá nada, porque todo lo que se impone genera violencia y rechazo.

            En este terreno, la iglesia le queda un largo camino que recorrer, pues está llamada a seguir los pasos de Jesús, quien actuó con misericordia por encima de cualquier otra fuerza.


 

Salmo responsorial       Sal  28,  1a y 2.  3ac‑4.  3b  y  9b‑10


 

R/.  El Señor bendice a su pueblo con la paz.

V/.  Hijos de Dios, aclamad al Señor,

           aclamad la gloria del nombre del Señor,

           postraos ante el Señor en el atrio sagrado.

R/.  El Señor bendice a su pueblo con la paz.

 

V/.  La voz del Señor sobre las aguas,

           el Señor sobre las aguas torrenciales.

       La voz del Señor es potente,

           la voz del Señor es magnífica.

R/.  El Señor bendice a su pueblo con la paz.

 

V/.  El Dios de la gloria ha tronado.

           El Señor descorteza las selvas.

       En su templo un grito unánime: ¡Gloria!

           El Señor se sienta por encima del aguacero,

       el Señor se sienta como rey eterno.

R/.  El Señor bendice a su pueblo con la paz.

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de los Hechos de los Apóstoles       10, 34‑38

Dios ungió a Jesús con la fuerza del Espíritu Santo

 

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

—Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.

Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él.

 

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN  

 

SER TESTIGOS DE LA SALVACIÓN     

 

S. Pedro se planta frente a la mentalidad cerrada del pueblo judío que se considera con la exclusiva de la salvación, sin tomar conciencia de lo que han venido anunciando los profetas que en el tiempo indicado, Dios realizará su plan primero de grandeza que pensó para el hombre: “Hecho a imagen y semejanza suya”, la dignidad del hombre no puede estar hundida, pues no fue pensado ni querido así, por eso quedó el pueblo antiguo con una misión: ser testigo de esa voluntad salvadora de Dios, pero ahora ha llegado el momento en que se ha realizado definitivamente su plan y la iglesia ahora es testigo de esta realidad en los tiempos nuevos, lo mismo que el antiguo pueblo de Israel fue testigo de la voluntad salvífica.

  Dios ha venido en su Hijo Jesús, ha tomado la naturaleza humana, con lo que ha elevado la naturaleza humana a la categoría de Hijos de Dios. Esta nueva realidad lleva necesariamente a un cambio radical en la existencia, si es que queremos ser partícipes de la obra que ha realizado Dios; su proyecto es para todos, sin distinción de razas, lenguas, culturas.. “Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea” esta será la única exigencia que se le pide a quien lo acepta.

Por tanto, todo bautizado, a ejemplo de Jesús, tiene el deber de pasar por este mundo como lo hizo Él: “pasó haciendo el bien” y esta es la tarea que nos ha dejado, teniendo para ello que despojarnos de todo interés egoísta, para poder ser testigos de su salvación como hombres salvados.

 

Aleluya       Mc  9,  6

Aleluya, aleluya.

Los cielos se abrieron

 y se oyó la voz del Padre:

Este es mi Hijo, el amado; escuchadle.

Aleluya.

 

EVANGELIO


 

Lectura del santo Evangelio según San Mateo       3, 13‑17

Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él

 

En aquel tiempo, fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.

Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: -Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?

Jesús le contesto: -Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.

Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía:

“Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto.”

Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

 

JESÚS ROMPE EL SILENCIO    

            Jesús llevaba 30 años escondido en su aldea de Nazaret; allí ha pasado todo este tiempo madurando todo lo que han dicho los profetas, todo lo que el pueblo viene sufriendo y esperando; todo lo que supone la fe y la esperanza de su pueblo y de su historia; analiza también muy despacio la situación del momento que vive… Se da cuenta, como en muchos otros momentos, que Dios sigue llamando al pueblo a tomar conciencia de la postración en la que se encuentra.

            Estando en esta situación personal, se encuentra con Juan bautista que le revuelve todo su mundo, le refuerza su decisión y se decide a poner punto final a su silencio y a su ocultamiento en Nazaret.

            Comprende que ha llegado la hora y no pone condiciones ni busca excusas: su vida se pone desde este momento al servicio de un único objetivo: Gritar al mundo la Buena Noticia de que Dios se ha puesto al lado de los hombres y se ha dispuesto a realizar el gran proyecto de salvación para todos los hombres y para todo el universo que tenía desde el principio.

            No es que esta decisión que toma se deba a lo que le ha escuchado a Juan, porque lo hubiera convencido de algo de lo que no estaba seguro y por eso se ha bautizado, sino que se ha sentido inundado por la fuerza del Espíritu que le hace sentirse Hijo de Dios y poseedor de toda la fuerza divina sintiendo suyo el proyecto de Dios Padre.

            Desde este momento su vida se convierte en un reflejo evidente de esa presencia de Dios Padre que actúa transformando la historia y la vida de los hombres.