Fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Del evangelio según san Marcos.
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, tomarán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Palabra del Señor.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, tomarán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Palabra del Señor.
Celebramos la solemnidad de la Ascensión, Jesús resucitado vuelve a casa para sentarse a la derecha del Padre. Sus discípulos ya no lo verán como antes, ya será la fe quien lo hará presente en medio del mundo gracias al Espíritu Santo.
A lo largo de toda esta semana los evangelios de cada día nos han ido preparando para este acontecimiento. Pero que encontramos en el evangelio de hoy.
Hoy nos encontramos que Jesús invita a los discípulos a nosotros mismos a seguir con su obra de salvación, nos hace testigos del amor del Padre hacia a Él y que este amor llega hasta nosotros en toda su plenitud a través de los sacramentos, en este momento por medio de la proclamación del Evangelio y del Bautismo.
Nos invita a renovar y fortalecer nuestra misma fe en Él, a través de los signos que nos da, "a los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, tomarán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos»", los sacramentos son esos signos por los cuales Él se hace presente y nosotros lo podemos descubrir en medio de la Comunidad.
Nos invita a coger su legado que no es otro sino nuestra propia historia de Salvación que Él nos ofrece cada día a cada uno de nosotros y mostrarlo al mundo.
Nos invita a confiar en Él en todo momento, "el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban". Que este domingo nos llene de una alegría inmensa porque el Señor estará siempre con nosotros hasta el fin del mundo.