FESTIVIDAD DE LOS FIELES DIFUNTOS

PRIMERA LECTURA 

Lectura del libro de Job (19, 1. 23-27)

Respondió Job a sus amigos:-*(Ojalá se escribieran mis palabras, ojalá se grabaran en cobre, con cincel de hierro y en plomo se escribieran para siempre en la roca!
Yo sé que está vivo mi Redentor, y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré, y no otro, mis propios ojos lo verán.+
Palabra de Dios. 

SALMO RESPONSORIAL    Sal 41, 2. 3. 5bcd; 42, 3. 4. 5

R. Mi alma tiene sed del Dios vivo.

Como busca la cierva
corrientes de agua, así mi alma te busca
a ti, Dios mío. R.
R. Mi alma tiene sed del Dios vivo.

Recuerdo cómo marchaba a la cabeza del grupo,
hacia la casa de Dios,
entre cantos de júbilo y alabanza. R.
 R. Mi alma tiene sed del Dios vivo.

Envía tu luz y tu verdad:
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada. R.
R. Mi alma tiene sed del Dios vivo.

Que yo me acerque al altar de Dios,
al Dios de mi alegría;
que te dé gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío. R.
R. Mi alma tiene sed del Dios vivo.

)Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas?
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:
*Salud de mi rostro, Dios mío.+ R.
R. Mi alma tiene sed del Dios vivo.
 

SEGUNDA LECTURA 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,20-21)

Hermanos:
Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo.
Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo.
Palabra de Dios. 

EVANGELIO 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (15, 33-39; 16, 1-6) 

Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde.
Y, a la media tarde, Jesús clamó con voz potente:-*Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.+
(Que significa: *Dios mío,: Dios mío, )por qué me has abandonado?+)
Algunos de los presentes, al oírlo, decían: -*Mira, está llamando a Elías.+
Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una
caña, y le daba de beber, diciendo: -*Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.+
Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo: -*Realmente este hombre era Hijo de Dios.+
Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago, y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: -*)Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?
Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida, y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco.
Y se asustaron. Él les dijo: -*No os asustéis. )Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? No está aquí. Ha resucitado. Mirad el sitio donde lo pusieron.+
Palabra del Señor.
 

EL GRITO DE JESÚS   

Cuando leemos este texto de S. Marcos en donde se nos narra el momento final de Jesús, el momento cumbre de su coherencia: vino al mundo, optó por los que el sistema ha desechado y se puso a su lado hasta las últimas consecuencias.

            Jesús se puso al lado de los pobres y vivió la misma trayectoria de ellos; lo único que lo diferenció de todos los pobres de su pueblo, fue el no dejar que nadie quebrantara su dignidad, que la mantuvo hasta en el patíbulo de la cruz; a Jesús no lo vemos asimilado a poder de ningún tipo, ni político, ni religioso, ni social, ni económico… es un hombre libre, cuya única relevancia es la que levanta su persona que le ha perdido el miedo a todo. Socialmente es un marginado más, pero libre, hasta el punto de convertirse en denuncia de todos y en anuncio y proclamación de la verdad y la esperanza.

 No tenía nada que perder y lo tenía todo por ganar. Por vivir en coherencia con esta libertad, se convirtió en un ser peligroso.

            Este momento final es la culminación de su camino vivido en coherencia. Su grito desgarrador es el grito de toda la humanidad atropellada que se dirige a Dios como única tabla de salvación, pues el mundo le ha dado completamente la espalda, con la seguridad de que Él no ha de fallar.

            Su grito final, que suena hoy en esta celebración que realizamos recordando a todos nuestros difuntos y a todos aquellos que han dado su vida luchando por la justicia y por conseguir un mundo mejor, hoy recoge ese grito el sufrimiento, el dolor, el atropello, las esperanzas frustradas, el trabajo callado, el llanto reprimido de tanta gente que ha muerto para hacer que sus hijos, sus paisanos, las generaciones siguientes, no pasaran lo que ellos pasaron.

            El grito de Jesús, es el grito actual de tanta gente que está muriendo sin posibilidad de defenderse, de esperar que alguien le tienda una mano, de sentir que se hace justicia… el grito de Jesús hoy es el grito silencioso de mil setecientos millones de abortos que se llevan realizados desde que se aprobó la ley. No es un grito de desesperación de una persona humillada, sino de protesta,  de indignación contra una cultura que optó por la muerte y condenó la vida como algo nocivo para el ser humano.

            Ese grito final de Jesús en lo alto de la cruz, estuvo sonando como un eco estremecedor en la mente y en el corazón de todos los cristianos primeros que lo sentían enganchado en lo que decía  Yahvé en las Escrituras: “si el pobre acude a mí yo lo escucharé” (Ex. 22, 22)

            Jesús ha asumido la naturaleza humana y ahora, en lo alto de la cruz, es el signo vivo que la representa delante de Dios. Y este Dios al que se dirige Jesús no es uno más de los que se venden al mejor postor, o se deja manipular por los sacrificios, los ritos, las ofrendas… Es el Dios de la Justicia, del Amor, de la Verdad y de la Paz que no va a cesar hasta que se implante en el mundo.

 

Todos los Santos.


PRIMERA LECTURA
Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua 


Lectura del libro del Apocalipsis 7,2-4. 9-14


Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles:
-«No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios.»
Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.
Después de esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente:
-«¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo:
-«Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén.»
Y uno de los ancianos me dijo:
-«Ésos que están vestidos con vestiduras blancas ¿Quiénes son y de dónde han venido?»
Yo le respondí:
-«Señor mío, tú lo sabrás.»
Él me respondió.
-«Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.»
Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL 23, 1-2. 3-4ab. 5-6
 




R. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor



Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares, 
él la afianzó sobre los ríos. R.
R. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor

¿Quién puede subir al monte del Señor? 
¿Quién puede estar en el recinto sacro? 
El hombre de manos inocentes y puro corazón, 
que no confía en los ídolos. R.
R. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor

Ése recibirá la bendición del Señor, 
le hará justicia el Dios de salvación. 
Éste es el grupo que busca al Señor, 
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
R. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor

SEGUNDA LECTURA
Veremos a Dios tal cual es

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1-3

 Queridos hermanos:

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!
El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.
Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.
Todo el que tiene esperanza en él se purifica a si mismo, como él es puro.
Palabra de Dios.



EVANGELIO


Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo 

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12ª

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa.
Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.»
Palabra del Señor.

 
“¡¡BIENAVENTURADA MI IGLESIA!!”
 

Nos dice textualmente el evangelio de hoy que Jesús se encuentra rodeado de una gran multitud que va a su lado escuchándolo. En este caso, se separa del grupo de gente, se va a la montaña y allí se le acercan los discípulos y comienza a hablarles con más sosiego y les plantea lo que es el verdadero camino de la felicidad y de la libertad:

            -“Dichosos” los que tienen un espíritu de pobre, es decir: deprendido de toda serie de ataduras porque serán capaces de vivir sin estar amarrados a nada ni a nadie… pero el grupo de discípulos son los que se consideran de sus seguidores, lo que hoy podríamos llamar la iglesia y a ella va dirigida de una forma especial la recomendación de Jesús: “Dichosa mi iglesia si es capaz de soltarse de tantas ataduras y apuesta por la libertad… ¡¡Cuántos problemas se ahorraría!! Pensemos nada más que en la imagen que tiene y que no es capaz de quitarse de encima, cosa que repele a la inmensa mayoría de los cristianos y los no cristianos, pues la consideran como una institución de poder. ¿Qué tendríamos que hacer para  librarnos de esta imagen que nos ensucia por todas partes?

            Pero el problema no es que tengamos la imagen, sino que en definitiva no nos distingamos en nada de los que ostentan y buscan el poder y el dinero por todas partes. Ese es el verdadero problema que nos impide ser testigos de la verdadera libertad.

            Cuando Jesús le dice a sus discípulos: “Dichosos los que lloran” es a la iglesia a la que nos está diciendo que nuestra vida ha de estar orientada y decididamente al lado de los que sufren por el motivo que sea: el dolor, la enfermedad, la marginación, la explotación y luchan por imponerse y no dejarse hundir… la iglesia está llamada a ser Consuelo para todos ellos y apoyo fundamental en el que pueden encontrar todo el apoyo que necesiten… Pero cuidado, no estamos refiriéndonos a la “estructura iglesia” sino a todo aquel que se siente discípulo de Jesús, esta actitud es la que nos debe distinguir frente al mundo que vivimos y no es precisamente eso lo que nos caracteriza, sino más bien lo contrario: hoy se le da de lado a todo aquello que pueda ser signo de sufrimiento, de, de lealtad, de afrontar responsabilidad…

DOMINGO -XXX- T.O. -A-

Lectura del libro del Éxodo 22,20‑26

Si explotáis a viudas y huérfanos, se encenderá mi ira contra vosotros

Así dice el Señor: "No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo."
Palabra de Dios
 

REFLEXIÓN
 

LA USURA 

El domingo pasado nos presentaba la liturgia el momento en que a Jesús le plantaban la trampa para que cayese: si decía que estaba de acuerdo con el impuesto al “cesar” podía ser considerado como un traidor a la patria; si se declaraba opuesto al impuesto, podían acusarlo de agitador político… Pero en la mente de todos estaba la imagen del sistema del “cesar” que era contrario por completo a lo que Yahvé había querido para su pueblo y sabían perfectamente que lo que estaban intentando encajar era contradictorio a lo que ellos confesaban en la Torá.

También para nosotros que confesamos que el reino de Dios es nuestro horizonte, cuando leemos esto y pensamos  en trasladarlo a nuestra mentalidad y al sistema que tenemos planteado,  nos quedamos de piedra, pues vemos que no hay una sola cosa que pueda estar en conexión con lo que supone  meter a Dios en la trama de nuestra vida.

Para un judío como Jesús, no le entra en la cabeza que pueda haber un sistema que fundamente su existencia en la usura, eso es una auténtica vergüenza.

Pero aún peor se podría entender que sean los grandes usureros los que gobiernen la tierra y son los que establecen las distintas políticas en los países, organizando sus planes para llevarlos a la bancarrota de la que ellos salen siempre ganadores y dejan a grandes zonas de la tierra en la hambruna o a merced de enfermedades que ellos mismos crean; esto es incomprensible, por eso, la usura, la avaricia son considerados como crímenes.

La peor de las amenazas contra los pobres es la avaricia y la usura que son las que le obligan a empeñar todo lo que tiene para poder vivir y hasta someterse a la esclavitud, si es que no quiere morir; esta es la peor de las idolatrías.

La usura se da el momento en que entendemos que tenemos derecho a todo y nos importa un bledo el derecho de los demás y nos ponemos como objetivo la acumulación de los bienes existentes, con lo que la relación con los demás se convierte en la ambición y el arte de hacerse con todo lo que hay. De esta manera se destruye toda relación de amistad, de fraternidad y de solidaridad entre los seres humanos.

Lo triste y lamentable en la actualidad es que esta manera de hacer y relacionarse entre las naciones, es la que ha adquirido el grado de “normal” con lo que el robo, el engaño, el atropello, la violencia… se han establecido como la cosa más natural, de forma que al hombre, para poder vivir,  no le queda más remedio que venderse, pues su trabajo, que es la expresión más  original que tiene de su valía, queda en manos de la ley de la oferta y la demanda dirigida por los que tienen en sus manos todo el poder para cambiar las cosas de signo y, así, en cada momento va cogiendo un aspecto distinto, pero  al final es la misma cosa: “deuda externa”, “hipotecas” “prestamos…” ESCLAVITUD

Cuando hablamos de esclavos por este sistema siempre tenemos en la mente un hombre atado con cadenas al servicio de un señor, hoy  se ata con otras cadenas, pero está de la misma manera al servicio de otro señor que, por desgracia no se conoce ni su nombre y contra el que ni siquiera podemos protestar,  pues a su vez también tiene otros esclavos para que nos vigilen.
 

Salmo responsorial: 17  

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.  

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; /
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.  

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, /
mi fuerza salvadora, mi baluarte. /
Invoco al Señor de mi alabanza /
y quedo libre de mis enemigos.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.  

Viva el Señor, bendita sea mi Roca, /
sea ensalzado mi Dios y Salvador. /
Tú diste gran victoria a tu rey, /
tuviste misericordia de tu Ungido.
Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

  

Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 1,5c‑10
Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo


Hermanos: Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que os libra del castigo futuro.
Palabra de Dios
 

REFLEXIÓN
 

MIMETIZADOS    

S. Pablo se alegra al ver cómo los tesalonicenses han sido capaces de dar un cambio radical de sus vidas  y dejar de estar  encastillados en esquemas de esclavitud y pasar a la libertad de los hijos de Dios, algo así como dejar los ídolos  y pasar al culto del verdadero Dios que da la vida y la libertad, pues mientras los hebreos estaban esclavizados por una ley muerta y sin sentido, los paganos  lo eran de las modas y por las religiones que se venían imponiendo con sus ritos y sus preceptos impuestos por el imperio  que les impedían ser ellos mismos.

Pablo propone a los gentiles no una nueva religión, sino un estilo nuevo de vida donde el discernimiento, la gratuidad  y la conciencia de ser libres sea el fundamento de toda relación con Dios y con el prójimo.

El modelo que plantea es el que los tesalonicenses están llevando adelante con su forma de vida que es el mejor ejemplo y la mejor palabra que se puede expresar, indicando que es posible vivir de otra manera muy distinta a como lo está proponiendo el imperio.

Al leer despacio la alabanza que Pablo hace de la comunidad de Tesalónicas, no queda más remedio que mirar a la nuestra, a nuestra iglesia en general y vemos cómo nos hemos distanciado del espíritu original, de forma que no somos ejemplo para nadie, sino que más bien no nos distinguimos en nada del esquema del imperio que ha llegado a “tragarnos” y nos está quitando, incluso la capacidad de discernimiento, de modo que hemos llegado a no ser capaces de distinguir ni entre lo bueno y lo malo y, peor aún, hemos llegado a confundirlo.
 

Lectura del santo evangelio según S. Mateo  22,34‑40
Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo  

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley?" Él le dijo: ""Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los Profetas."
Palabra del Señor
 

REFLEXIÓN 

LOS ESCAPES DE LA LEY  

Nos encontramos a Jesús rodeado de  expertos en leyes, de modo que las preguntas que le hacen resultan ridículas en boca de un maestro, con lo que claramente se ve la mala intención que llevan, pues van en busca del más mínimo fallo para poder acusarlo.

Los expertos han desdoblado el mandato principal de la ley en un sinfín de aspectos que cada uno se ha convertido en un escape, con el que se pueden excusar para no cumplirla o, si queremos decirlo con otras palabras: coger el camino de en medio y aplicar aquello de que quien hizo la ley hizo la trampa.

Frente a todo el montaje de actos buenos, malos, regulares, graves, leves,,, que normalmente  suele hacer la religión, convirtiendo  la actuación del ser humano en una casuística moral en la que el individuo está preocupado en ver hasta dónde se puede llegar sin infringir la ley, en lugar de ubicarse frente a Dios, Jesús va a la base de todo y sintetiza todo el decálogo en lo que es el tronco y la base de toda la legislación: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser…” Y para que no se llamen a duda o cojan el camino de en medio, viendo cómo pueden  regatear la ley, expresa la traducción de la ley en el terreno práctico: “Amará a tu prójimo como a ti mismo”

Jesús deja bien claro que el AMOR a DIOS no es una emoción sensible por una idea o un ser imaginario, o de un sentimiento de bienestar ante un rito o unas oraciones hechas con más o menos devoción, que es, con mucha frecuencia, hacia donde se suele desviar el mandato, de tal forma que los regateos que suelen hacerse al mandato del amor a Dios se desvían hacia el culto en lugar de aterrizar en el amor y el respeto al prójimo.

Por eso, como Jesús tiene bien claro este peligro y esta actitud, hace hincapié para que quede bien claro y no haya escapatoria; vivir en el amor de Dios, significa alabar y dar gracias por su existencia y, al mismo tiempo optar por vivir en su onda que significa definirse siempre y en todo momento por el bien, por el respeto a todos los niveles, por tener un corazón misericordioso y acogedor, por estar radicalmente opuesto a la injusticia, a la mentira, a la violencia y a todo aquello que está en contra de la voluntad de Dios y de la dignidad de sus hijos.

Todo esto no son ideas, sino actitudes concretas que definen una vida y, alguien que vive así, no tiene más remedio que vivirlo de cara a sus hermanos.

 

 

 

 

 

DOMINGO -XXIX- T.O. -A-

<DIV align=justify></DIV><DIV align=justify><DIV align=justify>Lectura del profeta Isaías 45,1.4‑6

Llevó de la mano a Ciro para doblegar ante él las naciones  

Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano: "Doblegaré ante él las naciones, desceñiré las cinturas de los reyes, abriré ante él las puertas, los batientes no se le cerrarán. Por mi siervo Jacob, por mi escogido Israel, te llamé por tu nombre, te di un título, aunque no me conocías. Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios. Te pongo la insignia, aunque no me conoces, para que sepan de Oriente a Occidente que no hay otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro."
Palabra de Dios 

REFLEXIÓN 

DIOS NO SE CASA CON NADIE 

Es interesante ubicar el texto que  nos presenta hoy la liturgia: se trata del 2º Isaías o el “Libro de la consolación”: El profeta, después de haber  anunciado y denunciado al pueblo lo que está pasando y lo que le puede ocurrir, no se queda con la condena y la maldición, sino que invita al pueblo a que no se quede resignado en el bache y se levante, indicando que Dios está siempre dispuesto a empezar de nuevo, cuando el hombre se da cuenta de su error y decida cambiar, utilizando los medios que menos podemos imaginar; en este caso se trata de un pagano, un conquistador que no tiene sentido de respeto religioso, sino intereses puramente políticos: en ese momento no le interesa retener a los judíos ni tampoco ponerse en contra de ellos, prefiere más bien presentarse como el benefactor y de esa manera, los tiene siempre a su disposición hasta  pagando, incluso, unos impuestos de buena gana.

El profeta les pide que no se detengan en detalles, sino que aprovechen la oportunidad que dan las mismas circunstancias que Dios mismo va manejando. Solamente hay una cosa que Dios va dejando claro al pueblo: “no hay otro dios fuera de mí, yo soy Dios y no hay otro”; es decir: Ciro, por muy bien que lo haga, no es divino, como de hecho estaba pretendiendo hacerse.

Dios deja bien claro esto al pueblo porque hay un gran peligro: el que el pueblo se arrodille ante Ciro o que Ciro, ante la veneración del pueblo, se levante creyéndose que es dios… son las dos realidades que hoy nos afectan también a nosotros y que, con frecuencia  unimos una cosa a otra y son dos cosas completamente distintas que no tienen que ver la una con la otra. Dios está por encima de la política e incluso, por encima de la religión y de todas sus  formas religiosas.

  Estas palabras, en tiempos como los que vivimos, tienen una fuerza impresionante, cuando nos encontramos toda una serie de propuestas alternativas a la de Dios que se nos meten por los ojos e invitan a romper el proyecto de Dios y arrodillarnos ante estas ofertas.

En este caso vemos cómo el proyecto de Dios es llevado justamente por una persona que no pertenece al pueblo, pero que Dios puede hacer aquello que quiere y con los medios que se le antojan, no necesariamente con lo que nosotros creemos que tiene que ser: la acción de Dios es incontrolable  y puede hacer lo que quiere utilizando medios que escapan a nuestra imaginación y a nuestros esquemas, tal como nos decía el domingo anterior: “Mis caminos no son vuestros caminos”.
 

Salmo responsorial: 95  

Aclamad la gloria y el poder del Señor.

Cantad al Señor un cántico nuevo, /
cantad al Señor, toda la tierra. /
Contad a los pueblos su gloria, /
sus maravillas a todas las naciones. R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor.  

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, /
 más temible que todos los dioses. /
Pues los dioses de los gentiles son apariencia, /
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor.  

Familias de los pueblos, aclamad al Señor, /
aclamad la gloria y el poder del Señor, /
aclamad la gloria del nombre del Señor, /
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor.  

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, /
tiemble en su presencia la tierra toda; /
decid a los pueblos: "El Señor es rey, /
él gobierna a los pueblos rectamente." R.
Aclamad la gloria y el poder del Señor.
 

Lectura de la 1ª carta del apóstol S. Pablo a los Tesalonicenses 1,1‑5b
Recordamos vuestra fe, vuestro amor y vuestra esperanza  

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz. Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones. Ante Dios, nuestro Padre, recordemos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo, nuestro Señor. Bien sabemos, hermanos amados en Dios, que él os ha elegido y que, cuando se proclamó el Evangelio entre vosotros, no hubo sólo palabras, sino además fuerza del Espíritu Santo y convicción profunda.
Palabra de Dios 

REFLEXIÓN 

MANTENER NUESTRA IDENTIDAD  

Pablo se dirige a la comunidad de Tesalónica, no a una persona en particular, pues es en comunidad como están dando la respuesta, ya que la alianza que Dios ha hecho es también a su iglesia, y como iglesia deben responder, guiados por la acción del Espíritu Santo

Como hacíamos en el texto del profeta Isaías, nos puede ayudar a entenderlo el ubicarlo en su contexto: la carta a los tesalonicenses no intenta dar una lección de doctrina o de fundamentos de teología, sino salir al paso de las dificultades concretas por las que está pasando la comunidad y que Pablo también comparte en el desarrollo de su misión.

La carta se ciñe a dar respuesta a los problemas concretos que tiene la comunidad en ese momento: los indolentes que viven  a costa de los demás. Lo que dice a la comunidad de  Tesalónica nos da a nosotros luz también, para que iluminemos y afrontemos los problemas que tiene  nuestra comunidad.

Algo que se percibe a primera vista es la buena relación que existe entre Pablo y la comunidad: “Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones”, y hace un retrato robot de la comunidad, eso que siempre le impactó y que la define en su mente y en su corazón: tiene una fe activa, un amor intenso y una esperanza grande y fuerte; esto no quita de que algunos sean indolentes, que viven del cuento, pero en general, la comunidad se ha distinguido por su fe y por dejarse llevar por la acción del Espíritu Santo. Pablo considera esto de un valor inigualable.

  Esto que ha distinguido a la comunidad desde su inicio, Pablo pide que lo mantengan como nota identificativa y procuren que nada ni nadie los cambie. Esa actitud de acogida que han tenido desde el principio, es lo que los hace diferentes al resto y lo que los hace agradables a Dios.

Se trata, pues de mantener aquellos grandes valores que nos identifican  como comunidad y que tenemos el peligro de dejarlos a un lado ante las propuestas que nos viene haciendo la moda del momento; de la misma manera ser lo suficientemente cautos para  dejar al descubierto a todos los oportunistas que jamás mueven un dedo por la comunidad y siempre están dispuestos para la foto.  
 

Lectura del santo evangelio según S. Mateo  22,15‑21
Pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios  

En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no miras lo que la gente sea. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?" Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: "Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto." Le presentaron un denario. Él les preguntó: "¿De quién son esta cara y esta inscripción?" Le respondieron: "Del César." Entonces les replicó: "Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios."
Palabra del Señor
 

REFLEXIÓN 

CADA COSA EN SU SITIO  

Tal como hemos hecho con los textos anteriores, ubicamos el pasaje del evangelio de S. Mateo en donde se intenta hacer una síntesis de la tradición cristiana y judía después de la destrucción del templo (años 66-74).

Jesús se encuentra en una fuerte bronca con las autoridades judías que intentan etiquetarlo: si está a favor o en contra del imperio y le buscan el menor desliz para acusarlo o para aprovecharse de su “ideología” política, pues intentan ideologizar todo lo que dice, algo parecido a lo que hoy nos ocurre.

  Los temas que hay sobre el tapete son el tributo al Cesar, la resurrección de los muertos, el mandamiento principal, el hijo de David… pero como telón de fondo está la aceptación de la ley romana o la judía.

El tema de los impuestos es algo que traía de cabeza a los judíos y a los cristianos: si Dios es el dueño de la tierra, a quien hay que pagarle el tributo es a Él; si otro viene diciendo y exigiendo  que se le pagarle a él, hay que entender que se está queriendo imponer como Dios, por lo tanto, si se le paga, lo están reconociendo como dueño y señor, como Dios; si no se le paga, se están oponiendo, con lo que pueden ser considerados rebeldes y pueden sufrir la muerte.

Para los judíos esto suponía un cambio radical: se trataba de cambiar a Yahvé por el Cesar y, esto significaba someterse a una estructura de poder y de injusticia que no toleraban; para los cristianos, en cambio, la idea era completamente otra: para los cristianos no hay otro Dios que el “Abba” que Jesús les ha mostrado y que vive en familia con ellos, por tanto, el emperador no tiene nada que hacer con ellos.

Los cristianos respetan su autoridad, como  el que desempeña un servicio al pueblo y ellos apoyan en todo lo que es justo y razonable, pero Dios es otra historia: al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, lo último que puede el Cesar es proclamarse dios, ya que Dios es amor, es Paz, es Justicia, es Verdad, es Libertad… cosa que el Cesar carece por entero de cada uno de estos valores, por tanto, a nadie se le ocurre darle al Casar este atributo.

Es una actitud que hoy falta clarificar pues, aunque no se presente nadie con la propuesta de ser “dios”, sin embargo, vemos que las estructuras que se montan son de avasallar y colocarse en el centro de la vida con pretensiones de único y absoluto, exigiendo adoración y vasallaje; esto lo estamos viendo que se hace desde la política, desde el poder, desde el dinero y hasta desde la misma religión, mientras que la vivencia de los grandes valores de la realidad de Dios, se dejan a un lado y no aparecen por ningún sitio, más bien se sigue la misma estructura del Cesar o de las religiones imperantes que no tienen en cuenta a la persona, que explotan al pobre y mantienen una estructura de poder que somete

Hoy, es muy probable que Jesús nos contestara: “Dad a la religión lo que es de ella y a Dios lo que es de Dios”, pues con una frecuencia enorme vemos que hay muchas cosas que escandalizan porque no tienen relación alguna con el evangelio y menos aún con Jesús.