DOMINGO IV DEL T. O. -C-

Lectura del libro de Jeremías 1, 4‑5. 17‑19

Te nombré profeta de los gentiles

 

            En los días de Josías, recibí esta palabra del Señor:  «Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré:  te nombré profeta de los gentiles.

            Tú cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando.

            No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. 

            Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo.  Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor. 

Palabra de Dios. 

 

 

REFLEXIÓN     

 

ASUMIR LA MISIÓN 

 

El profeta Jeremías ve la realidad que se está dando en su pueblo: cómo se están desviando y cogiendo una deriva que los lleva a la destrucción…

            Jeremías, que ama profundamente a su pueblo, siente la llamada de Dios que le pide que vaya a él, para anunciarle el camino y denunciar el error que está cometiendo.

Siente que Dios lo ha llamado desde antes de nacer y que lo trajo con la misión de ir a su pueblo.

            La misión que se le encomienda no es nada fácil, por eso le pide que se amarre bien los “los pantalones”: “Cíñete la cintura”, pues va a necesitar coraje para afrontar la misión que le encomienda de enfrentarse al pueblo y acusarlo por la situación de decadencia moral y religiosa a la que ha llegado y que, por tanto, lo va a enfrentar constantemente con todos.

Lógicamente, va a tener que aguantar las injurias, las calumnias y todas las ofensas que le hagan al denunciar el error en el que se han instalado.

            El Señor se lo advierte y le pide una sola cosa: que tenga plena confianza en Él y le obedezca, estando siempre disponible para lo que le pida.

            Termina el Señor presentándole la situación que se va a encontrar con aquellos que le van a presentar batalla, pero lo último que debe hacer es tenerles miedo, pues si se deja amedrentar, él mismo le va a hacer temblar ante ellos. Debe tener bien claro que Dios está a su lado y con Él no debe tener miedo a nada ni a nadie.

  

Salmo responsorial  70,  1‑2. 3-4a.  5‑6ab.  15ab y 17 (R.: cf. 15ab)

 

R. Mi boca contará tu salvación, Señor. 

 

A ti, Señor, me acojo:

no quede yo derrotado para siempre;

tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,

inclina a mí tu oído, y sálvame. R.

R. Mi boca contará tu salvación, Señor. 

 

Se tu mi roca de refugio,

el alcázar donde me salve,

porque mi peña y mi alcázar eres tú,

Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.

R. Mi boca contará tu salvación, Señor.

 

Porque tú, Dios mío,

fuiste mi esperanza y mi confianza,

Señor, desde mi juventud.

En el vientre materno ya me apoyaba en ti,

en el seno tú me sostenías. R. 

R. Mi boca contará tu salvación, Señor. 

 

Mi boca contará tu auxilio,

y todo el día tu salvación.

Dios mío, me instruiste desde mi juventud,

 y hasta hoy relato tus maravillas. R. 

R. Mi boca contará tu salvación, Señor. 

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 31‑13, 13

Quedan la fe, la esperanza, el amor; la más grande es el amor

 

            Hermanos: Ambicionad los carismas mejores. Y aún os voy a mostrar un camino excepcional. 

            Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles; si no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o unos platillos que aturden. 

            Ya podría tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada. 

            Podría repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve. 

            El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. 

            Disculpa sin limites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. 

El amor no pasa nunca. 

            ¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará.

            Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero, cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. 

            Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño. 

            Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce. 

En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor.

Palabra de Dios. 

 

O bien más breve: 

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios   13, 4‑13

 

            Hermanos: El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. 

            Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin limites, aguanta sin límites. 

El amor no pasa nunca. 

            ¿El don de profecía?, se acabará. ¿El don de lenguas?, enmudecerá. ¿El saber?, se acabará. 

            Porque limitado es nuestro saber y limitada es nuestra profecía; pero, cuando venga lo perfecto, lo limitado se acabará. 

            Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre acabé con las cosas de niño. 

            Ahora vemos confusamente en un espejo; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es por ahora limitado; entonces podré conocer como Dios me conoce. 

            En una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más grande es el amor.  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN     

 

UN CANTO AL AMOR  

 

La ciudad de Corinto es uno de los centros claves de la cultura y del comercio; la comunidad está expuesta a un fuerte peligro de dejarse influenciar por todas las corrientes y ideológicas y doctrinales que existen en Corinto.

            Pablo quiere recordarles el espíritu inicial en el que fueron evangelizados y los principios que se les dieron a los miembros de la comunidad; entonces hace hincapié en lo fundamental y en lo que deben ser testigos frente a todas las invitaciones que pueden tener de todos los “saberes” y de las tendencias filosóficas y científicas del ambiente y, ante la grandeza de la belleza expresada en el cuerpo y que se fomenta con esmero… invita a tener mucho cuidado, pues la verdadera belleza no está en la imagen externa, sino en el interior:

            Nada de todo lo que existe a su alrededor y se promociona tiene valor, si es que no está basado y sostenido en el amor: “Ya podría yo hablar las lenguas… tener el don de profecía y conocer todos los secretos y todo el saber, podría tener fe como para mover montañas…; repartir en limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; si no tengo amor, de nada me sirve, no soy nada”. 

            Y para que tengan claro y no se confundan con otra cosa, a la que están llamando AMOR, hace un canto   precioso proclamando las cualidades del verdadero amor: paciente, bondadoso, sin envidia, ni orgullo, ni presuntuoso, ni grosero, ni egoísta, se alegra con la justicia y la verdad, cree, confía, espera y aguanta…”

            Es curioso ver cómo hoy esta lectura está de moda en las ceremonias nupciales, pero tan poco actual en la vida de ninguno de los órdenes restantes de la vida.

 

Aleluya Lc 4, 18

            El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres,

            para anunciar a los cautivos la libertad. 

 

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 4, 21‑30

Jesús, como Elías y Eliseo, no es enviado sólo a los judíos

 

            En aquel tiempo, comenzó Jesús a decir en la sinagoga: -“Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.” 

            Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de sus labios. 

            Y decían: -“¿No es éste el hijo de José?” 

            Y Jesús les dijo: -“Sin duda me recitaréis aquel refrán: “Médico, cúrate a ti mismo”; haz también aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaúm.” 

            Y añadió: -“Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.” 

            Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.  Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba. 

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN     

 

JESÚS PARA LA EXPOSICIÓN 

  

Jesús vuelve a su pueblo y se encuentra con su gente, con sus amigos de siempre, con los que ha jugado desde niño, ahora hace un tiempo que salió de la aldea y llegan noticias de cosas que está haciendo y la gente no sale de su asombro: “¿Dónde ha aprendido todo eso, si todos conocemos su vida, su historia, sus andanzas… si no ha tenido más instrucción que la que el rabino daba los sábados en la sinagoga…?”

Cuando vuelve a su pueblo están todos expectantes: lo que dice les suena bien, pero todo lo que se dice de Él no lo acaban de encajar y lo que quieren es que les demuestre todo eso de lo que hablan, lo que dice no les interesa, ya lo han oído muchas veces. Ellos quieren contemplar un espectáculo de circo.

Pero Jesús, en cambio, quiere que se den cuenta en la situación en la que están: en el anquilosamiento, en la apatía, en la desesperanza… en la que han caído y hay que salir de este estado; cuando les invita a esta salida, lo desprecian y lo expulsan del pueblo, se sienten ofendidos y se revuelven con violencia.

 Si nos damos cuenta, volvemos a repetir la misma historia: decimos, leemos, escuchamos, hasta vemos películas preciosas sobre Jesús… pero todo eso queda ahí detrás de la escafandra que nos hemos hecho y que impide que nos llegue nada y pueda pasar de la piel, como quien se pone el paraguas para que la lluvia no lo moje; mientras todo queda para admirarse resulta precioso, el problema se da el momento en que me quito el paraguas y dejo que la lluvia me empape y me cale, hasta que me obliga a tener que cambiar de ropa. Esto es ya más complicado y es ahí donde, con gran facilidad, preferimos expulsar a Jesús de nuestras vidas y de nuestros esquemas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DOMINGO III DEL T. O. –C-



PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro de Nehemías 8, 2-4a.  5‑6.  8‑10

Leían el libro de la Ley, explicando el sentido

 

            En aquellos días, el sacerdote Esdras trajo el libro de la Ley ante la asamblea, compuesta de hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era mediados del mes séptimo. En la plaza de la Puerta del Agua, desde el amanecer hasta el mediodía, estuvo leyendo el libro a los hombres, a las mujeres y a los que tenían uso de razón. Toda la gente seguía con atención la lectura de la Ley. 

            Esdras, el escriba, estaba de pie en el púlpito de madera que había hecho para esta ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo -pues se hallaba en un puesto elevado- y cuando lo abrió, toda la gente se puso en pie. Esdras bendijo al Señor, Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: -“Amén, amén.”  Después se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra. 

            Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura.

            Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero: -“Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo ni lloréis.”  Porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la Ley. Y añadieron: -“Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza.” 

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN      

 

LA FIDELIDAD DE DIOS ES PRINCIPIO DE ESPERANZA

 

El marco histórico del texto que nos trae la liturgia de hoy está situado justamente en el momento en el que el pueblo ha vuelto del exilio (año 444 a.C.).

            El pueblo se reúne para tener una asamblea y comienza escuchando la palabra de Dios para terminar con una comida de fiesta.

            En esta asamblea, el escriba Esdras saca para leer el texto en el que se promulga la ley de constitución del pueblo que ellos habían despreciado y hasta olvidado y que por esta causa habían llegado a la situación en que se encontraban.

            Esto le hace al pueblo volver en sí y darse cuenta de su error: han quitado a Dios de sus vidas y han terminado destruyéndose como pueblo, pues han renegado de sus raíces, de su cultura, de su ser y han intentado asimilarse a otros esquemas que iban en contra de los principios que Dios les había dado y se han destruido.

            El pueblo se arrepiente de esta equivocación y llora su error, entonces el escriba Esdras les invita a retomar el camino, a llenarse de alegría y a hacer la fiesta, pues no se trata de quedarse lamentándose del pasado, sino de reconocer el error y darse cuenta que hay que mirar al futuro apoyados en la certeza de la fidelidad de Dios que ha perdonado todo y ha mostrado su misericordia.

 

 Salmo responsorial   18, 8. 9. 10. 15 (R.: Jn  6, 63c)

 

R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. 

 

La ley del Señor es perfecta

y es descanso del alma;

el precepto del Señor es fiel

e instruye al ignorante. R

R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.  .

 

Los mandatos del Señor son rectos

y alegran el corazón;

la norma del Señor es límpida

y da luz a los ojos. R.

R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. 

 

La voluntad del Señor es pura

y eternamente estable;

los mandamientos del Señor son verdaderos

y enteramente justos. R.

R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.   

 

Que te agraden las palabras de mi boca,

y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,

Señor, roca mía, redentor mío. R.

R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.    

 

  

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios   12, 12‑30

Vosotros seis el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro

 

            Hermanos: Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. 

            Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. 

El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo. 

            Si el pie dijera: «No soy mano, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: «No soy ojo, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿Cómo oiría? Si el cuerpo entero fuera oído, ¿Cómo olería? Pues bien, Dios distribuyó el cuerpo y cada uno de los miembros como él quiso. 

            Si todos fueran un mismo miembro, ¿Dónde estaría el cuerpo?  Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo. 

            El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito.» Más aún, los miembros que parecen más débiles son más necesarios. Los que nos parecen despreciables, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan. 

            Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a los que menos valían. 

            Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros. 

            Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan. 

            Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. 

            Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas. 

            ¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todo el don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan? 

Palabra de Dios. 

  

O bien más breve: 

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios    12,  12‑14. 27

 

            Hermanos: Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. 

            Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. 

            El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo.

            Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro. 

Palabra de Dios. 

 

 

REFLEXIÓN   

 

LA COMUNIDAD IMAGEN VISIBLE DEL CUERPO DE CRISTO  

 

Pablo continúa con el mismo tema que comenzó la semana pasada, intentando dejar claro a la comunidad de Corinto algunos principios que no deben olvidar jamás sobre el tema de los carismas, con el fin de que tengan cuidado, pues es muy fácil que en este tema caigan en la tentación de hacer escalafón de poder, cosa que daría lugar a crear una gran división sintiéndose unos más importantes que otros; por eso, deja bien sentado que esos dones los da el espíritu para el bien del resto y no para el engreimiento del que los posee.

            Pablo da un paso más: aunque pone como ejemplo un cuerpo con muchos miembros, para él, la comunidad es hoy el cuerpo visible de Cristo animado por el Espíritu Santo; por tanto, comulgar con la comunidad es comulgar con Cristo, romper con ella es romper con Cristo.

            Pablo quiere dejar también claro que las diferencias dentro de la comunidad no son dignidades, sino servicios y esto hace que nadie actúe dentro de la comunidad en nombre propio, sino en el de la comunidad y en beneficio de todos.

            Es lógico y bueno que haya diferencias, pues en ellas está la riqueza, si no las hubiera, no sería un cuerpo, sino un monstruo.

 

Aleluya Lc 4, 18

El Señor me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad. 

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 1‑4; 4, 14‑21

Hoy se cumple esta Escritura

 

            Excelentísimo Teófilo: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido. 

            En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. 

            Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:  “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. 

            Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. 

            Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.» 

            Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles: -“Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír”

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN   

 

APERTURA A LA UNIVERSALIDAD  

 

S. Lucas manifiesta la razón por la que se ha decidido a escribir a Teófilo “ordenadamente” el evangelio y “después de haberse informado exhaustivamente por medio de todos los que fueron testigos oculares de los hechos que se narran y de las palabras que se dicen, con el fin de que conserve y tenga una visión completa de todo.

El comienzo de su exposición lo sitúa el momento en que Jesús vuelve a su tierra después de haberse bautizado y haber iniciado su andadura por los pueblos y aldeas de la región; vuelve a la sinagoga de su pueblo, como solía hacer cada sábado; todo el mundo andaba hablando ya de Él, diciendo cada uno lo que se le ocurría. Allí, en la sinagoga, delante de todos sus paisanos, hace una confesión pública de lo que siente y cómo se siente después de haber recorrido todo el territorio: ha llegado el momento, ya no se puede continuar un día más y hace una proclamación solemne de un año jubilar en el que todo ha de cambiar.

      Sus palabras en la sinagoga de Nazaret, es el discurso programático e inaugural de su vida pública: lee el pasaje de Isaías 61,1, pero hace una lectura en la que acentúa la universalidad de la salvación y la ruptura del odio, de la cerrazón, de la venganza y de la violencia en la que andaban encerrados, en cambio hace resaltar  la misericordia y se ubica Él mismo como el signo visible  del cumplimiento de lo que dice el profeta: todo eso que están oyendo que se dice de Él, es la evidencia de que ha llegado el momento.

      Con Cristo ha empezado la recta final de los tiempos: frente a Dios se han terminado las diferencias, ya no hay marginados ni leyes que los separen y los más débiles son los primeros para la atención de Dios.

 

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO -C-


 

PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro de Isaías 62, 1‑5

La alegría que encuentra el esposo con su esposa, la encontrara tu Dios contigo

 

Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré, 

hasta que rompa la aurora de su justicia, y su salvación llamee como antorcha. 

Los pueblos verán tu justicia, y los reyes tu gloria; te pondrán un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor. 

Serás corona fúlgida en la mano del Señor y diadema real en la palma de tu Dios. 

Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra «Devastada»; a ti te llamarán «Mi favorita», y a tu tierra «Desposada», porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá marido. 

Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó; la alegría que encuentra el marido con su esposa, la encontrará tu Dios contigo. 

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

TROPEZAR EN LA MISMA PIEDRA  

 

El profeta Isaías hace un canto a la esperanza ante los signos que empiezan a aparecer, no provenientes del cambio que esté dando el pueblo, sino que, desde fuera, Dios está haciendo que las cosas cambien y converjan de tal forma, que empiezan a abrirse puertas para la liberación de Israel: El rey Ciro está preparando un edicto mediante el cual concede a los israelitas la libertad para que se vayan a su tierra y reconstruyan Jerusalén.

            Esta determinación no es debido a un cambio de actitud de Ciro con respecto al pueblo de Israel, ni porque haya cambiado nada en su corazón, sino porque políticamente le viene mucho mejor quitárselos de en medio, y al mismo tiempo tenerlos cogidos para que paguen impuestos, por eso se muestra amable y condescendiente con ellos, pues sabe que eso le va a reportar unas ganancias enormes.

            Sea por una razón o sea por otra, el hecho es que se abre una posibilidad de conseguir la libertad y el pueblo tiene la oportunidad de aprovechar el momento, cambiar su actitud y su forma de pensar y ponerse en orden; todo va a depender de cómo maneje la situación y la oportunidad que se le da, para dar un cambio radical en su vida y en su forma de pensar.

            Dios va tejiendo la trama para que el pueblo encuentre las posibilidades de cambiar y reconducirse, de forma que encuentre su liberación aprovechando las oportunidades que le va presentando.

            Cuando leemos estos textos y vemos cómo la historia se va repitiendo en diferentes escenarios y nadie quiere recoger las lecciones que nos da, y se siguen repitiendo los mismos esquemas y se continúa andando los mismos caminos que ya otros anduvieron para terminar en el mismo sitio…

 

 

Salmo responsorial 95, 1‑2a. 2b‑3. 7‑8a. 9‑10a y c (R.: 3)

 

R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,

cantad al Señor, toda la tierra;

cantad al Señor, bendecid su nombre.

R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones. 

 

Proclamad día tras día su victoria,

contad a los pueblos su gloria,

sus maravillas a todas las naciones.

R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

 

Familias de los pueblos, aclamad al Señor,

aclamad la gloria y el poder del Señor,

aclamad la gloria del nombre del Señor.

R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.

 

Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,

tiemble en su presencia la tierra toda.

Decid a los pueblos: «El Señor es rey,

él gobierna  a los pueblos rectamente.»

R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones. 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios   12, 4‑11

El mismo y único Espíritu reparte a cada uno como a él le parece

 

Hermanos: 

Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. 

En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común. 

Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. 

Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A éste le han concedido hacer milagros; a aquél, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas. 

El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como a él le parece. 

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

LA RIQUEZA DE LOS CARISMAS  

 

Pablo quiere dejar claro con una imagen que todos entienden, lo que es la acción del Espíritu Santo en cada creyente y en la iglesia entera.

Cristo resucitado se manifiesta al mundo y realiza la misión que inauguró con su nacimiento, a través de cada uno de sus seguidores.

            La Iglesia es un cuerpo cuya vida es el Espíritu Santo y cada creyente que se incorpora a este cuerpo con el bautismo, es un miembro que es vivificado por el mismo Espíritu y realiza su función en beneficio del resto.

            La iglesia de Corinto es una comunidad viva en la que están floreciendo con mucha fuerza los carismas, por eso quiere dejarles bien claro que esta variedad de dones es fruto del Espíritu Santo; esto es la belleza y la grandeza de la iglesia, por eso, romper la unidad y la fraternidad despreciando los carismas o cerrándose a las diferentes expresiones de ellos, creyéndose el poseedor único de la verdad y condenando a los demás, es un atentado grave contra la iglesia.

            Al mismo tiempo, deja clara la condición que ha de cumplir todo carisma: que edifique y enriquezca a todo el cuerpo, creando la paz y la alegría al resto. Un carisma que aparece y crea la división, el desorden y la inestabilidad, no proviene del Espíritu Santo, sino de intereses particulares.

           

 

                                                                                                           

Aleluya 2 Ts  2, 14 

Dios nos llamó por medio del Evangelio, para que sea nuestra gloria la de nuestro Señor Jesucristo. 

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 1‑11

En Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos

 

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. 

Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: 

-“No les queda vino”. 

Jesús le contestó: 

-“Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.” 

Su madre dijo a los sirvientes: 

-“Haced lo que él diga.” 

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. 

Jesús les dijo: 

-“Llenad las tinajas de agua.” 

Y las llenaron hasta arriba. 

Entonces les mandó: 

-“Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.” 

Ellos se lo llevaron. 

El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: 

-“Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.” 

            Así, en Caná de Galilea Fue el primer signo realizado por Jesús con el que manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él

Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

 

UNA ALIANZA DE AMOR COMPLETAMENTE NUEVA 

Lo mismo que S. Lucas quiere dejar aclarando en la comunidad el problema que se ha suscitado entre los seguidores de Juan y de Jesús, presentando a Jesús proclamado por Dios Padre como su hijo amado y como su elegido, Juan ahora, al principio de su evangelio, hace una presentación de Jesús con su primer signo de mesianismo.

            Para Juan, este signo tiene una importancia enorme, pues es el primero y, por tanto, el modelo de todos los demás signos que hará. Al final del relato expone el sentido y la finalidad del acontecimiento: “Fue el primer signo realizado por Jesús con el que manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él” Es decir: los milagros o signos que hace Jesús tienen un doble objetivo: manifestar la gloria y la presencia de Dios y encaminar a la fe

            Por otro lado, la composición la enmarca Juan en un ambiente nupcial, que para él tiene un significado especial, pues la nueva Alianza que sustituye a la antigua es “La boda de Dios con su iglesia” y con esta imagen expresa la donación que Dios hace de sí mismo a su iglesia, de la misma manera que el novio se entrega a su novia.

            Es un signo que constantemente se repite en el A.T. pero que ahora coge otra dimensión: es una “Alianza de Amor” frente al “pacto” entre un poderoso y el oprimido que se venía dando en el A.T...

            La venida de Cristo ha sido lo más grande que le ha podido ocurrir a la humanidad. Es el “Vino Nuevo” (Su Espíritu) que da una dimensión nueva al hombre y que le hace vivir completamente en otra onda a la que había venido vivienda hasta ahora.

 

DOMINGO -I- DEL T.O. -C-


 EL BAUTISMO DEL SEÑOR

 


PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro de (Isaías 42, 1‑4. 6‑7

Mirad a mi siervo, a quien prefiero

 

Así dice el Señor: 

“Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. 

Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. 

No gritará, no clamará, no voceará por las calles. 

La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. 

Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, 

hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas. 

Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he cogido de la mano, 

te he formado, y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. 

Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, 

y de la mazmorra a los que habitan las tinieblas.” 

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

LAS MANERAS DE DIOS  

 

El texto de Isaías que nos presenta la liturgia, corresponde al primero de los cuatro cánticos del “Siervo Doliente”: un personaje misterioso con el que Isaías expresa cómo Dios realiza su proyecto de redención y salvación del mundo; después, en el NT. por la afinidad de detalles, este personaje se conecta directamente con Jesús que realiza paso a paso todo lo que Isaías diría muchísimos años antes.

            Esto reafirma la personalidad de Jesús que recientemente hemos celebrado su nacimiento, pero, como dirá S. Juan, existía ya en la eternidad junto a Dios y por Él fue hecho todo.

            El proyecto de Dios no se llevará a cabo como los proyectos de los hombres, para que quede siempre bien claro que es Dios quien lo lleva adelante y en muchos momentos lo hace, incluso, a pesar del hombre.

            Dios no aparece desplegando su potencia divina para dejar anulado a todo el mundo, de forma que no quede espacio a la duda o a la oposición; Dios hará las cosas desde el otro extremo: desde la humildad, desde el silencio, desde la humillación, la comprensión… Dios hará las cosas de forma que en ningún momento se sienta agredida la libertad de nadie, pues tendrá el máximo respeto a todos.

            Esta actitud de Dios llega a hacernos estallar los nervios, pues nuestra forma de hacer las cosas no coincide en absoluto con la suya, basta ver la actitud de nuestros políticos actuales con respecto a la situación de caos a la que han llevado al pueblo.

 

 

Salmo responsorial  28, la y 2. 3ac4. 3b y 9b‑10 (R.: 11b)

 

R. El Señor bendice a su pueblo con la paz. 

 

Hijos de Dios, aclamad al Señor,

aclamad la gloria del nombre del Señor,

postraos ante el Señor en el atrio sagrado.

R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.  

 

La voz del Señor sobre las aguas,

el Señor sobre las aguas torrenciales.

La voz del Señor es potente,

la voz del Señor es magnífica.

R. El Señor bendice a su pueblo con la paz. 

. 

El Dios de la gloria ha tronado.

En su templo un grito unánime: «¡Gloria!»

El Señor se sienta por encima del aguacero,

el Señor se sienta como rey eterno.

R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.  . 

 

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 10, 34‑38

Ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo

 

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: 

-“Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas, anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. 

Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” 

Palabra de Dios. 

 

 

REFLEXIÓN

 

EL MAYOR DE LOS REGLALOS A LA HUMANIDAD   

 

El pasaje de los Hechos que nos trae la liturgia de hoy nos presenta a Pedro haciendo la introducción al bautismo de Cornelio, un pagano romano y, en este momento, Pedro se presenta proclamando que Cristo ha roto la cerrazón en la que estaba metido el pueblo de Israel y ha abierto la salvación para todos los hombres: su muerte y su resurrección han sido el horizonte nuevo que Cristo ha puesto a toda la humanidad:  “Dios no hace distinción de personas”: lo que Cristo ha hecho es la restauración de la naturaleza humana y no solo la salvación de un grupo étnico. Ante Dios ya no existen preferencias de razas, de culturas, de posición social… la naturaleza humana ha sido asumida por Dios y el ser humano ha pasado a ser “hijos de Dios” y en Cristo ha sido restablecida la grandeza y la dignidad de todo ser humano, estableciendo un solo pueblo de hijos iguales en dignidad, sin exclusión de nadie. A quienes reconocen este hecho, Dios les concede la alegría de sus hijos.

            Es increíble e incomprensible que haya gente que, después de esta proclamación, que ha sido uno de los actos más revolucionarios en beneficio de la humanidad, se opongan a Jesucristo, pues hay que entender que esa actitud es una oposición a la misma humanidad.

 

 

Aleluya . Mc 9, 7

Se abrió el cielo, y se oyó la voz del Padre:

«Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.»

 

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas 3, 15‑16. 21‑22

Jesús se bautizó. Mientras oraba, se abrió el cielo

 

En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: 

-“Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.” 

En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: 

-“Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.” 

Palabra del Señor. 

 

CLARIFICANDO SITUACIONES 

S. Lucas quiere dejar zanjada una cuestión que está siendo causa de un problema en la comunidad: existen varias tendencia diferentes: hay unos aferrados a las antiguas leyes de Moisés ny sostienen que hay que hacer lo mismo que había hecho Jesús: circuncidarse, bautizarse en el Jordán… y, por tanto, hacerse discípulo de Juan, con lo que a Juan lo hacen más importante que a Jesús, entonces Lucas presenta al mismo Juan aclarando la cuestión: ·Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo a quien no soy digno de desatar la correa de la sandalia…”

            El otro momento importante del relato es la aclaración que hace sobre el bautismo: “Yo bautizo con agua, pero Él bautizará con Espíritu”. Con lo que afirma la superioridad del bautismo de Jesús sobre el de Juan que no es más que un rito de purificación.

            En el bautismo de Jesús el protagonista es el espíritu Santo que es el mismo que hace la presentación de Jesús ante la gente y lo revela como el Mesías esperado, el Hijo de Dios a quien el mismo Dios Padre lo acredita como su elegido y a quien invita a que se le escuche porque Él trae su Palabra.

            En consecuencia, aparece la superioridad del bautismo cristiano sobre cualquier otro rito, en el que el Espíritu Santo desciende sobre la persona haciéndola hija de Dios y dándole toda la fuerza que necesita para continuar la misión que Cristo ha inaugurado y que se convierta ahora en la misión que tiene la iglesia de la que participa todo bautizado.