PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de
Isaías 2, 1‑5
El Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del Reino de Dios
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de
Jerusalén:
Al final de los días estará firme el monte de la
casa del Señor en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán los gentiles, caminarán pueblos
numerosos. Dirán: «Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de
Jacob: Él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas; Porque de
Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor.
Será el árbitro
de las naciones, el juez de pueblos numerosos.
De las espadas
forjarán arados, de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se
adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob,
ven; caminemos a la luz del Señor.
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
“LA VERDAD,
UNICO REFERENTE PARA EL HOMBRE”
El profeta Isaías anuncia la
venida de un orden nuevo en el que todos se darán cuenta de que Dios es la
única alternativa y posibilidad de que el hombre sea feliz.
Isaías pone como único
objetivo que puede atraer la atención del hombre, la VERDAD, pues la mentira,
al final nos lleva a la muerte y a la desgracia, por eso, el profeta sostiene
que la verdad ha de llegar a imponerse como único referente, frente a la
atracción que presenta el dinero, el poder, el lujo la comodidad… que a la
larga es un auténtico engaño que lleva a la decepción y a la muerte.
Esta esperanza que el profeta
intenta inyectar en su pueblo, es algo que hoy la estamos necesitando todos;
pues nos metimos por un camino que no lleva a ningún sitio, pues nos ha
recluido en una inmediatez engañosa haciéndonos creer que en “TENER” cosas
estaba la felicidad que buscamos y al encontrarnos en un ambiente completamente
materializado nos estamos encontrando que nos hemos recluido en un
individualismo y en una insolidaridad impresionante, con lo que no hemos
conseguido sino la soledad, la angustia y el miedo al futuro que cada vez se
nos presenta más enigmático y cruel.
Salmo responsorial Sal 121, 1‑2. 4‑5. 6‑7. 8‑9 (R.: Cf.1)
R.
Vamos alegres a la casa del Señor.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor.»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales,
Jerusalén. R.
R.
Vamos alegres a la casa del Señor
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor.
Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de
justicia,
en el palacio de David. R.
R.
Vamos alegres a la casa del Señor
Desead la paz a Jerusalén:
«vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios.» R.
R.
Vamos alegres a la casa del Señor
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «la paz contigo.»
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a
los Romanos 13, 11‑14a
Nuestra salvación está cerca
Hermanos:
Daos
cuenta del momento en que vivís; ya es hora de despertaros del sueño, porque
ahora nuestra salvación está más cerca que cuando empezamos a creer. La noche
está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas
y pertrechémonos con las armas de la luz.
Conduzcámonos
como en pleno día, con dignidad. Nada de comilonas ni borracheras, nada de
lujuria ni desenfreno, nada de riñas ni pendencias. Vestíos del Señor
Jesucristo.
Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN
INSTALARSE
EN EL SISTEMA
S. Pablo hace una llamada
fuerte a la comunidad de los romanos para que despierten de la situación en la
que se han instalado: se han acomodado en un sistema de injusticia, de mentira
y de corrupción. Se han instalado en las tinieblas de la noche y en esa
situación se ha perdido toda esperanza, solo se encuentra la muerte, dedicados
a comilonas, borracheras, lujuria, libertinaje y depravación que lleva a la
envidia y rivalidad, al vacío existencial. Es una situación en la que se ha
perdido todo sentido de transcendencia: la vida no tiene más valor ni sentido
que el vivir lo mejor que se pueda y disfrutar hasta la saciedad, porque “eso
es lo que nos vamos a llevar”.
El razonamiento es exactamente
el mismo que nos hacemos en la sociedad en la que vivimos, donde se ha
establecido el hedonismo como sistema de vida, el disfrute material de las
cosas como única forma de ser feliz y gozar de la vida. Los grandes valores de
la honradez, de la fidelidad, de la solidaridad, de la lealtad… son
considerados cosas caducas y trasnochadas que no llevan a ningún sitio, con lo
que la persona queda siempre a merced de la capacidad económica que tenga, pues
de lo contrario, es considerada un estorbo para la sociedad.
Pablo invita a la comunidad a
despertar de esta situación y a
revestirse de la luz que es Jesucristo que les anima a vivir en la verdad, en
la justicia, en el amor, en la paz y en la libertad.
La llamada de Pablo tiene una
actualidad enorme en este tiempo en que vivimos, pues la mentalidad
imperante es la misma, aunque esté
revestida de otras formas y la acomodación de los cristianos ha llegado a ser
idéntica: la expresión “Mamita Virgen, que me quede como estoy” lo resume todo
a la perfección: “yo no quiero saber nada de nadie; que nadie se meta conmigo,
pues tampoco yo molestaré a nadie” o también la otra expresión que se suele
decir: “Yo en mi casa y Dios en la de todos”, para expresar el individualismo
más cerrado e insolidario.
El ADVIENTO es uno de esos tiempos fuertes en el que se
nos invita a despertar y a abrir nuestras vidas a la luz de la verdad y de la
vida.
Aleluya Sal
84, 8
Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu
misericordia y danos tu salvación.
Aleluya.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 24,
37‑44
Estad en vela para estar preparados
En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
¾«Cuando
venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.
Antes
del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró
en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a
todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del Hombre:
Dos
hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos
mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por
tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended
que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría
en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa.
Por
eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis
viene el Hijo del Hombre.
Palabra del
Señor.
DESPERTAD
Es tiempo de despertar y darnos cuenta de la realidad que estamos viviendo
y que se nos está queriendo imponer sin percibir que nos estamos
autodestruyendo:
Es cuestión de detenernos y observar
las leyes que están poniendo, los objetivos que establecen los políticos, las
promesas que nos hicieron en la campaña electoral, lo que a la hora de la
verdad hacen… es una mentira detrás de otra, un engaño descarado, una burla del
pueblo, un robo inmisericorde que hunde a un montón de gente en la
desesperación y distorsiona la realidad…encima de todo esto nos decimos: “yo no
quiero saber de esas cosas” con lo que les dejamos con las manos libres para
que nos maten si quieren y no reaccionamos, sino que nos sometemos al juego que ellos mismos han
establecido, para que con él nos
destruyamos entre nosotros mismos, pues todo está orientado a que nos dividamos
y nos enfrentemos, cada uno con nuestra verdad, que es la mentira que ellos han
inventado.
Estoy seguro que cualquiera al leer
esto ha de decir que esto es política, que no tiene nada que ver con el
evangelio… Cuando Jesús dice que la vida va transcurriendo: comemos, bebemos,
nos casamos, trabajamos… etc. etc…. tal como estamos diciendo, no es más que
una manera de hacer la descripción; hoy, si queremos hacerla, no es más que levantarse, prender la TV. y ver
las tertulias de cada uno de los canales mientras desayunamos: ahí tenemos el
cuadro perfecto. ¿De qué se habla ahí? En ningún sitio se nos habla de
esperanza, de proyectos que lleven a una sociedad más justa, más honesta, más
humana… en ningún sitio se nos habla de la esperanza humana o social, que son
los jóvenes por quienes se lucha por abrirles el futuro de esperanza y de
ilusión… ni se habla de los proyectos de futuro
y de ilusión que puede suponer una sociedad que piensa en sus niños, en
sus familias, en su educación, para que se de un crecimiento en la libertad y en
la responsabilidad…
Cuando se habla de futuro se hace en
plan defensivo, pues cada vez se presenta más inseguro y desesperanzado, hasta
el punto de presentarse con ribetes de tragedia y, cada uno se aferra a lo que
puede para asegurarse un mínimo de tranquilidad, de modo que se pueda evitar
cualquier cosa que ponga en peligro mi bienestar. No hay más ideal que defender
mi tranquilidad.
Hemos llegado a una situación en la
que, incluso nos han vacunado en contra de todo sentimiento de humanidad, y lo
que nos aparece en la Tv. lo vemos tan distante que, aunque le esté ocurriendo
al vecino, mientras no me toque a mi, lo mejor es apartarse de todo y no querer
saber de nada.
El sistema ha conseguido su objetivo: lo mismo que se ha destruido el
“bien común” de modo que cada uno ha de buscar el suyo, también ha destruido el
“mal común” y cada uno ha de defender su
parcela: la forma perfecta para aniquilarnos y encontrar el campo libre
para la destrucción del futuro, pues si
no me importa lo que le ocurra al vecino, cuánto menos me importará lo que le
ocurra a los que vengan detrás.
En la vida seguimos viviendo, cada
uno de nuestra manera, pero no queremos ni darnos cuenta que al final, vamos
todos a parar al mismo sitio y cada uno ha de responder de lo que ha hecho con
su vida y con la de los demás y, esta tensión no podemos, ni dejarla ni
olvidarnos de ella, por lo tanto, -dice el Señor- “estad en
vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor”.
No
podemos dormirnos, no podemos quedarnos pensando que esto es para los demás y
que no va conmigo; hay que reaccionar y dejarnos de una vida sin sentido,
intentando escondernos y autoengañarnos con la indiferencia o con la
resignación o, queriendo ver blanco donde es negro, o poniéndole luces de
colores a una realidad que sangra de tristeza…