DOMINGO VIII DEL TIEMPO ORDINARIO -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Isaías 49, 14 15
Yo no te olvidaré

Sión decía: «Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.»
-¿Es qué puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“LA MISERICORDIA Y LA TERNURA DE DIOS”

Uno de los sentimientos que el pueblo tenía, era el de creerse que todo lo tenía resuelto, pues Dios, que lo había elegido, no lo iba a destruir por nada; es más, no iba a dejar impune a quien le hubiera hecho daño a su pueblo y vengaría todos los males que le hubieran causado.
Pero no acostumbraba a plantearse que Dios es Justo y que no iba a obligar a que nadie se sintiese forzado a seguir sus huellas, por tanto, cuando el pueblo decide apartarse de Dios y seguir otros caminos, no se le ocurre pensar que Dios no lo va a seguir, sino que en el fondo piensa que Dios ha de entrar por su aro y al final hará lo que ellos quieran.
En un momento, el pueblo llega a sentir que Dios ya no está de su lado, que lo ha abandonado, y no se plantea la posibilidad de haber sido él quien se ha separado de Dios, como el hijo que se separa de su padre y lo deja con una pena profunda, acordándose siempre del hijo que le dio la espalda y, para el que tiene siempre sus puertas abiertas, pues su misericordia está por encima incluso de su justicia: “-¿Es qué puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré”, pero Dios es una montaña de ternura, y por eso, jamás obliga a que el hombre lo acepte por la fuerza, para Él, respetar la libertad está por encima de cualquier otra cosa.
La Palabra de Dios nos invita hoy a hacer una reflexión en este sentido pues, hoy, como en tiempos de Isaías, llegamos a sentir que Dios nos ha dejado solos, que ya no aparece por ningún sitio… y tenemos que ver si no estaremos queriendo obligar a que sea Dios quien entre por nuestros esquemas. Lógicamente, Dios no va a entrar y aceptar como válidos unos esquemas que dejan en la cuneta de la vida a un montón de gente, que desprecian a las tres cuartas partes de la humanidad y la aplastan y la condenan a vivir en la miseria

Salmo responsorial Sal 61, 2 3. 6 7. 8 9ab

V/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. Descansa sólo en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.
V/. De Dios viene mi salvación y mi gloria; él es mi roca firme, Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón.
R/. Descansa sólo en Dios, alma mía.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 4, 1 5
El Señor manifestará los designios del corazón

Hermanos :
Que la gente sólo vea en vosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador lo que se busca es que sea fiel. Para mí lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.
Así, pues, no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. El iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá de Dios lo que merece.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

"¿DE PARTE DE QUIÉN ESTOY?"
S. Pablo hace una confesión pública de su actitud y de su posición en la vida frente a Dios: él se siente un administrador al servicio de la causa de Jesús y su única preocupación es ser fiel a la causa a la que sirve. Su vida entera no tiene sentido sino es en función de lo que hace, por eso no tiene miedo a nadie, su única preocupación es responder a quien se ha entregado como su instrumento.
Desde esta situación, Pablo invita a la comunidad de los Corintios a ponerse delante del Señor, a abrir su alma para que sea Él quien los juzgue, no tienen por qué tener miedo de nada; pero lógicamente, si son capaces de hacer esto, significa que han sido capaces antes, de poner sus vidas y sus personas en su presencia, a su disposición.
Lo que sí resulta imposible es admitir a Dios para que sea juez de una vida que de antemano se ha decidido ponerla de espaldas a Él.
La invitación de Pablo a la comunidad de Corinto sigue hoy en pie para la nuestra y para cada uno de nosotros, el problema está en si podrá dar por supuesto, como lo hace con los corintios, de que nuestras vidas están puestas de cara a Dios, como para aceptar que sea Él nuestro juez o, por el contrario, hemos optado por descartarlo de nuestras vidas y, en ese caso, lo último que querremos es que Dios intervenga en nada de lo que hacemos.

Aleluya

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 6, 24 34
No os angustiéis por el mañana

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso.
Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

“APOSTAR POR EL REINO DE DIOS”

Todo el tema de las lecturas de este domingo es una fuerte llamada para que cada uno nos planteemos nuestra posición en la vida: o con Dios o en contra de Él, o con el Reinado que Cristo planteó o con el reinado que plantea el imperio del poder del “Cesar”, o ponemos como horizonte de nuestra vida el dinero, la riqueza, el poder… o ponemos la justicia, la fraternidad, la verdad, la solidaridad, la paz… Lo que, de ninguna manera podemos es coger el camino de en medio, que es la tentación constante que nos acecha: ir dando la cara a lo que conviene en cada momento.
Frente a nuestros esquemas nos encontramos abiertamente con la postura de Jesús: “: No estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir” estoy pensando en las preocupaciones que constantemente nos montamos: vamos a celebrar una boda, una primera comunión, un bautizo… y antes de ninguna otra cosa ya empezamos a hacernos problemas por el salón, los invitados, el menú… y un año antes ya lo tenemos todo previsto.
No digamos frente a la vida: “Nadie puede estar al servicio de dos amos… No podéis servir a Dios y al dinero” Y nosotros vivimos angustiados porque tenemos un miedo tremendo al futuro y, entonces nuestras vidas se complican con planes de pensiones, seguros, libretas de ahorros, cuentas con fondos asegurados… porque el futuro no sabemos cómo se nos presentará y, lógicamente, esto conforma un mercado impresionante que mueve montones de millones, mientras a nuestro lado hay gente que no puede comer ni tiene lo mínimo para vivir
Peor aún si es que miramos el marco de vida en el que nos desenvolvemos: compramos una vivienda o dos o… un coche. unos muebles, unos terrenos… e hipotecamos todo lo que tenemos de bienes y de vida, pues toda nuestra existencia estará girando en torno a esa deuda que ha sido como la cadena que nos amarró para siempre y de la que no nos podremos deshacer por nada en la vida.
Frente a esta forma de hacer nuestra, Jesús plantea una dinámica diferente, la dinámica del reino de Dios en la que no se necesita ni siquiera la intervención de Dios, sino que las cosas cambian por si mismas y da por resultado una vida mucho más digna, más segura y más humana.
Vivir en la estructura del reino del pode y del dinero lleva consigo la muerte y la destrucción de la persona, de la amistad, de la fraternidad y de los grandes valores de la vida y de la persona
Ponerse en la onda del reino de Dios no es acomodarse al Cesar, sino romper sus esquemas: no es tratar a la gente como “los jefes de las naciones”, sino como servidores que buscan la paz y la justicia; no es caminar sosteniendo la mentira y el engaño, sino con la bandera de la verdad; no es permitir ni aceptar que haya unos que viven en la miseria mientras otros viven en la opulencia y en el derroche; no es establecer la ley del talión de “ojo por ojo y diente por diente”, sino actuar con misericordia y el perdón asumiendo que nadie somos perfectos y todos necesitamos del perdón y la comprensión; no es vivir con la única meta de poseer cosas, sino de ser cada día mejores y ser felices haciendo que los demás lo sea.
Me imagino que cualquiera al leer esto ha de decir que es de ilusos y que es una utopía simplemente el pensarlo, tal vez, pero lo que está por demostrar es que es imposible, mientras que es fácil encontrar a mucha gente que vive en esta onda, con lo cual nos está diciendo que es posible.
El reto está lanzado a cada uno: ¿Y yo en qué lado estoy?

DOMINGO -VII- TIEMPO ORDINARIO -A-

PRIMERA LECTURA


Lectura del Libro del Levítico 19, 1‑2. 17‑18
Amarás a tu prójimo como a ti mismo

Dijo el Señor a Moisés:
—Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:
Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo.
No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente para que no  cargues tú con su pecado.
No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Yo soy el Señor.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN


“VIVIR COMO PERSONAS”

           Dios le pide a Moisés que su pueblo se comporte de forma distinta al resto de los pueblos y debe hacerlo por una razón profundamente teológica: si Dios se declara su Padre y ellos son sus hijos, los hijos han de ser como el padre: “Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo”.
Y un hijo de Dios, un miembro de su familia no puede ser como los demás hombres ni puede actuar con los mismos criterios,  ha de hacerlo los sentimientos y los criterios de Dios.
           Moisés expone al pueblo cuál ha de ser la norma de actuación, las reglas de convivencia entre ellos; romper esto, es atentar contra la dignidad, no solo de la persona, sino del pueblo entero.
           Si nos damos cuenta no es más que desdoblar el Código de la Alianza del Sinaí donde Dios plantea cuál ha de ser la forma de conducirse su pueblo para responder a su base primordial: SER PERSONA.
           Si no existe esta base, es imposible construir ni pensar en algo que valga la pena, ya que la persona queda a la deriva y a merced siempre de los instintos  y los poderes más fuertes. El momento en que el hombre renuncia  vivir como persona se convierte en un número o en un instrumento de un sistema que lo utiliza hasta destruirlo, tal como hizo el imperio egipcio que los tuvo sometidos como esclavos.
Tampoco se puede eludir la pregunta ante un sistema como el que tenemos en donde abiertamente se han apartado del referente judeo-cristiano: LOS DIEZ MANDAMIENTOS y se establece como norma y el relativismo, el subjetivismo, en donde todo vale, nada es absoluto, no hay más referente que mi propia persona y soy yo quien decide si una cosa es buna o mala, si está bien o está mal y es la ley la que se levanta como arbitro absoluto y determina hasta dónde pudo llegar.
Es triste ver cómo después de tantos años y e tantas vidas como ha costado el que la persona se le reconozcan sus derechos y su dignidad, cuando nos sentimos ufanos del progreso que se h hecho volvamos a retroceder tantos siglos que nos ubican de nuevo en  un sistema de esclavitud.

 

Salmo responsorial Sal 102, 1‑2. 3‑4. 8 y 10. 12‑13


V/. El Señor es compasivo y misericordioso.

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

V/. Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor y no olvides sus beneficios.

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

V/. El perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

V/. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados, ni nos paga según nuestras culpas.

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

V/. Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos; como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles.

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

 

SEGUNDA LECTURA


Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 3, 16‑23
Todo es vuestro, vosotros de Cristo, Cristo de Dios

Hermanos :
¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros.
Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «El caza a los sabios en su astucia.» Y también: «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos.»
Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN



“LA GRANDEZA DE SER HIJO DE DIOS”

                  Pablo presenta una antropología basada en el misterio de la Encarnación: Dios se ha hecho hombre y ha tomado la naturaleza humana, con lo que hace frente a todas las teorías e ideas que pretendiendo elevar al hombre a la dignidad de dios, lo único que hacen es rebajarlo a lo más hondo de su miseria.
                  Considera a la persona templo de la divinidad, es decir: Dios habita en cada persona, por tanto, nadie ni nada puede haber por encima de la persona, y atentar contra ella es atentar contra Dios.
                  Efectivamente, se da cuenta que la sabiduría de este mundo no está por levantar al hombre, sino en ponerlo al servicio de intereses particulares, ofreciendo formas de libertad y de felicidad que no son más que un engaño.
                  Pone la grandeza del hombre en sentirse hijo de Dios y, por tanto, dueño y señor de todo lo creado.
                  No podemos cerrar  los ojos y dejar de ver cómo el engaño sigue siendo el mismo y la estrategia exactamente igual: al hombre se le hace creer que es lo más grande  dándole lo que ellos han diseñado para que s sienta grande a coste de perder, incluso, su capacidad de reflexión.



Aleluya

EVANGELIO


U Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 38‑48
Amad a vuestros enemigos

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente.» Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehuyas.
Habéis oído que se dijo:
—Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo:
Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publícanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.
Palabra de Dios




REFLEXIÓN


“SER O NO SER”
           Esta página es una de las más controvertidas del evangelio; lo fue en su tiempo y sigue siéndolo en nuestros días: La interpretación que Jesús hace del mandato del Levítico: “Seréis santos, porque yo, el Señor vuestro Dios, soy santo” y como es el Padre ha de ser el hijo… esto rompe todos los moldes y todos los esquemas.
Hemos de pensar que Israel es un pueblo que tiene algunas ideas meridianamente claras: la primera y principal es que Dios es más fuerte que todos los dioses y tiene como ejemplo el éxodo: los sacó de Egipto con mano fuerte en contra del Faraón ante el grito de los hebreos oprimidos y les demostró que no es un Dios que se deja apabullar. A dios lo adoran porque saben que es el más fuerte y no vale tenerlo como enemigo. Ellos están convencidos que si no hubiera sido con la ayuda violenta de Dios no hubieran podido salir de Egipto ni conseguir la libertad. Incluso sienten la violencia de Dios cuando ellos son infieles y se separan de Él
Par todo israelita Dios es un Dios vengador que no ha de dejar sin castigo a todos los que a ellos le han hecho daño y es un honor para todo judío el odiar a todo el que hace mal a Dios.
En el momento en que habla Jesús están viviendo  la experiencia de la opresión romana que los estruja, los mata y los tiene aniquilados…
¿Cómo se le puede ocurrir a Jesús decir que hay que amar a los enemigos? Eso va en contra de todos los esquemas, de todas las tradiciones, de todas las leyes. ¡¡¡Esto era inaguantable!!!  Sonaba a una ofensa.
En tiempo de Jesús hay algunos visionarios que anuncian el gran desquite de Dios que va a venir destruyendo de forma violenta a todos los enemigos de Israel, s algo que todos piden en los salmos y que están seguros que va a ocurrir aunque no sepan cuándo ni cómo lo va a hacer.
Es un odio que forma parte de la cultura y es alimentado por todos como uno de los pilares fundamentales que sostienen al pueblo de Israel.
Jesús comienza a hablar un lenguaje que sorprende y escandaliza: Dios no es violento, sino todo lo contrario: es un Dios compasivo y misericordioso; no guarda rencor y trata a todos por igual haciendo que el sol salga y caiga la lluvia para justos y par injustos; no excluye a nadie, aunque se declare su enemigo, no responde al ojo por ojo y diente por diente que establece la ley, no discrimina a nadie  y quiere el bien para todos, no se siente enemigo de nadie y, por tanto, nos invita a todos a ser como Él.
Hoy sigue sonando esta página a escándalo y es algo que nos revuelve a todos: ¿Cómo voy a amar a mi enemigo y rezar por el que me persigue…? Pero amar al enemigo o al que me hace daño no quiere decir que vaya a tener unos sentimientos de afecto como los tengo con la persona a la que quiero, sino que se ha de entender no hacerle frente  devolviéndole la misma moneda, sino haciendo lo posible para que a esa persona se le haga el bien, contribuir a que viva de manera digna, de es forma iremos estableciendo la amistad y la fraternidad. No responder así es sostener la pelea que jamás dará como resultado la paz.
Ponerse en la onda del reino de Dios es iniciar el camino de la amistad y la fraternidad.
Y si no funcionamos así, en qué nos distinguimos de los que no creen o de los enemigo del reino?

DOMINGO -VI- TIEMPO ORDINARIO -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro del Eclesiástico 15, 16‑21
No mandó pecar al hombre
Si quieres, guardarás sus mandatos, porque es prudencia cumplir su voluntad;
ante ti están puestos fuego y agua, echa mano a lo que quieras;
delante del hombre están muerte y vida: le darán lo que él escoja.
Es inmensa la sabiduría del Señor, es grande su poder y lo ve todo;
los ojos de Dios ven las acciones, él conoce todas las obras del hombre;
no mandó pecar al hombre, ni deja impunes a los mentirosos.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“EL SER HUMANO, EXCEPCIÓN DE LA NATURALEZA”
El libro del Eclesiástico presenta la realidad, algo que es evidente y que muchas veces el hombre quisiera cambiar para justificas sus posturas.
En el reino animal todo está perfectamente controlado  y todo se rige por unas normas o principios naturales que son inexorables. Solo en la especie humana, dentro del reino animal hay la excepción: mientras en el resto de animales ninguno se convierte en exterminador de su propia especie, vemos que el hombre es el peor depredador y enemigo de la especie humana.
Frente a esta realidad, el autor del eclesiástico presenta las alternativas que el hombre tiene ya que al romper el orden natural, con su libertad él se hace responsable de sus actos  “ante ti están puestos fuego y agua, echa mano a lo que quieras; delante del hombre están muerte y vida: le darán lo que él escoja”. Y no vale decir: “Dios me lo ha puesto delante, si lo ha hecho es porque quería que yo hiciera…” Es la expresión con la que mucha gente se defiende ante los extravíos que hace.
Pero la cosa se agrava más todavía cuando el hombre, no solo hace daño y se convierte en depredador del hombre, sino cuando conscientemente monta sistemas que van directamente contra la humanidad y deja en la cuneta de la vida a la persona como una cosa que no sirve y cuando deja de ofrecer interés se la destruye. El momento en que el ser humano llega a justificar y a sentir que por encima de la persona pueden ponerse otras cosas u otros intereses, es la manifestación más triste de su decadencia.

Salmo responsorial Sal 118, 1‑2. 4‑5. 17‑18. 33‑34

V/. Dichosos los que caminan en la voluntad del Señor.
R/. Dichosos los que caminan en la voluntad del Señor.

V/. Dichoso el que con vida intachable camina en la voluntad del Señor; dichoso el que guardando sus preceptos lo busca de todo corazón.

R/. Dichosos los que caminan en la voluntad del Señor.

V/. Tú promulgas tus decretos para que se observen exactamente;
¡ojalá esté firme mi camino para cumplir tus consignas.

R/. Dichosos los que caminan en la voluntad del Señor.

V/. Haz bien a tu siervo: viviré y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos y contemplaré las maravillas de tu voluntad.

R/. Dichosos los que caminan en la voluntad del Señor.

V/. Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y lo seguiré puntualmente;
enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.

R/. Dichosos los que caminan en la voluntad del Señor.

SEGUNDA LECTURA 

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 2, 6‑10
Dios predestinó la sabiduría antes de los siglos para nuestra gloria

Hermanos:
Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos, para nuestra gloria.
Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.
Sino como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman.»
Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu, y el Espíritu todo lo penetra, hasta la profundidad de Dios.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN

“TENEMOS QUE SER DIFERENTES”
De la misma manera que hay diferentes formas de mirar la vida  y de posicionarse frene a ella, hay también distintos modos de enfrentarse a la realidad y de encontrarle un sentido a la vida y a lo que se hace.
S. Pablo tiene muy claro que  él no comparte ni alienta ni acepta ni justifica el vivir bajo los esquemas que tiene planteados el mundo: unos lo tienen todo y otros se mueren de hambre; unos son considerados  personas de 1ª categoría mientras otros no se les reconoce ni lo más mínimo que es su dignidad de persona. Solo viviendo en esos exhumes se pueden llegar a cometer disparates como el haber matado a Jesús. La IGLESIA, un cristiano no puede quedarse impasible y encoger el hombre ante una realidad como la que nos presenta la acción de Manos Unidas, de Caritas o de cualquiera de las que a diario nos presentan los misionera que tiene la iglesia mientras los demás nos quedamos tranquilos disfrutando  y viviendo de espaldas a esa realidad.
Efectivamente, nuestra forma de pensar y de actuar no puede coincidir con la del mundo, Hablamos un lenguaje diferente, tenemos una visión diferente, miramos el mundo, las cosas y la gente de una forma diferente.
El problema empieza a darse el momento que ya no nos diferenciamos  y empleamos los mismos mecanismos y cuadriculamos a la gente de la misma manera que lo hace  el mundo.

Aleluya 

EVANGELIO

El texto entre [ ] puede omitirse por razón de brevedad.


U Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 17‑37
Se dijo a los antiguos, pero yo os digo

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
[No creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el Reino de los Cielos.]
Pero quien los cumpla y enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.
Os los aseguro: si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: no matarás, y el que mate será procesado.
Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su hermano será procesado. [Y si uno llama a su hermano «imbécil», tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama «renegado», merece la condena del fuego.
Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.]
Habéis oído el mandamiento «no cometerás adulterio.» Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.
[Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el Abismo.
Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al Abismo.
Está mandado: «El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio.»
Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer—excepto en caso de prostitución—la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.]
Sabéis que se mandó a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor.»
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: [ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo]. A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.
Palabra del Señor


REFLEXIÓN


“FORMAS DE MATAR”
El pasaje viene enmarcado dentro del sermón de la montaña en donde Jesús plantea su programa identificativo para todos aquellos que quieren ser de los suyos: hay una manera de ser:  “bienaventurados” y una forma concreta de vivirlo. Este pasaje, como todos los que venimos leyendo son la continuación o, dicho de otra manera, la concretización de la vivencia de es libertad que Él ha proclamado para los suyos en la Bienaventuranzas.
Siempre me ha llamado la atención que Jesús, cuando le sacan el tema de la vida y la obligación de defenderla, une el aspecto físico y psíquico: “Habéis oído que se dijo a los antiguos: no matarás, y el que mate será procesado”, y ahora une a es manera de matar esta otra que es tan dolorosa y dañina como la física: es la muerte moral, espiritual del individuo a quien se le denigra, se le tira por los suelos su dignidad… “.si uno llama a su hermano «imbécil», tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama «renegado», merece la condena del fuego”, es decir: la agresión a la dignidad con las palabras es tan mala como la misma muerte y merece el mismo castigo.
Cuando lees esto y te detienes a pensarlo despacio, te das cuenta que, efectivamente, esa forma de “golpear” a la persona es tan dañina como la física, hoy se la empieza a llamar “agresión psicológica” y  empieza a tener su puesto en la ley.
No obstante, nos damos cuenta que vivimos en una sociedad que carga una agresividad extraordinaria con un lenguaje cada vez más soez, agresivo, inadecuado, ofensivo…
Sería cuestión de que nos detengamos a examinar el lenguaje con el que nos expresamos y se expresan los medios de comunicación:
Está de moda hablar irrespetuosamente, con términos rastreros, con un lenguaje decadente y de mal gusto.
Podemos darnos cuenta perfectamente de la violencia que se respira en cualquier conversación entre los jóvenes a base de insultos, de palabrotas y e formas completamente groseras y de una mala educación que raya en la patanería.
Dice el refrán que de la abundancia del corazón habla la lengua y podemos observar la forma e dirigirse los hijos a los padres, los varones a las mujeres y viceversa.
Se habla para humillar, para quedarse por encima del otro, se usan palabras ofensivas e hirientes que dejan un vacío enorme al terminar un conversación; no digamos ya si es que se trata de tocar temas de diversas formas de concebir la política. Ahí se suele terminar en insultos y en calificaciones de todo tipo.
Y donde acabamos ya de rematar lo que decimos es el espectáculo constante, continuo  y diario de la TV donde se vive de la denigración de la dignidad humana, de la mentira, y de la venta de la misma persona que pone al aire su dignidad para que todo el mundo diga lo que quiera.
Es imposible evadir la pregunta a Jesús: Señor, ¿qué opinas de lo que hemos montado? Y la otra cuestión que salta a la superficie: ¿Podrá un cristiano entrar en este juego y justificarlo?

DOMINGO -V- TIEMPO ORDINARIO -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 58, 7 10
Entonces nacerá tu luz como la aurora

Esto dice el Señor:
Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo,
viste al que va desnudo, y no te cierres a tu propia carne.
Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana;
te abrirá camino la justicia,
detrás irá la gloria del Señor.
Entonces clamarás al Señor
y te responderá.
Gritarás y te dirá:
«Aquí estoy.»
Cuando destierres de ti la opresión,
el gesto amenazador y la maledicencia,
cuando partas tu pan con el hambriento
y sacies el estómago del indigente,
brillará tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad se volverá mediodía.

Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“EL CAMINO DE LA IGLESIA CREYENTE”

El pueblo de Israel no ha entendido todavía que Yahvé ha hecho una apuesta por él, que Él no es un dios como los otros dioses: hambriento de de sacrificios expiatorios, de reconocimientos de su grandeza y de humillaciones y sometimientos de esclavitud.
El profeta quiere hacer entender a su pueblo que Dios se ha fijado en él y que el mayor de los cultos que cada uno puede rendir y lo mismo el pueblo entero, lo que  ha de hacer es aceptar la libertad y el amor que Dios está dispuesto a derrochar. La única respuesta grata a Dios, no consiste en sacrificios ni en ritos ni en holocaustos ni en nada de esas cosas, sino en el reconocimiento de la grandeza y la dignidad que Él ha dado a cada uno y actuar como respuesta en coherencia.
Isaías no propone una “religión” llena de ritos, sino un modo nuevo de vivir en solidaridad, y en fraternidad: “Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que va desnudo, y no te cierres a tu propia carne".
Y cuando esta forma de vida ha enganchado y se ha hecho carne de tu carne, entonces estaremos en condiciones de entendernos con Dios y la vida se mirará de otra manera.
El mensaje de Isaías vuelve a tener una resonancia impresionante en nuestro días y vuelve a planeársenos como una fuerte alternativa al sistema que queremos sostener e imponer y al esfuerzo que estamos haciendo por adaptar el mensaje los esquemas actuales.
Pero hay cosas que no tienen posibilidad de casar ni justificar: ¿Cómo sostener y comulgar con un sistema que se basa en la opresión, en la mentira, en el miedo, en la amenaza… que va produciendo hambrientos, esclavos, explotados, racismos, desprecio de aquellos que no responden a los esquemas establecidos…? ¿Cómo podrá la iglesia y, cada creyente, levantarse como portadora de la luz, si no toma una postura decidida en contra de todo aquello que es contrario a la dignidad de la persona y se cierra en si misma, escodiéndose en sus esquemas, y mirándose al ombligo?


Salmo responsorial Sal 111, 4 5. 6 7. 8a y 9

V/. El justo brilla en las tinieblas como una luz.
R/. El justo brilla en las tinieblas como una luz.
V/. En las tinieblas brilla como una luz el
que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
R/. El justo brilla en las tinieblas como una luz.
V/. El justo jamás vacilará, su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias, su corazón está firme en el Señor.
R/. El justo brilla en las tinieblas como una luz.
V/. Su corazón está seguro, sin temor, reparte limosna a los pobres,
su caridad es constante, sin falta, y alzará la frente con dignidad.
R/. El justo brilla en las tinieblas como una luz.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 2, 1 5
Os he anunciado a Cristo crucificado

Hermanos:
Cuando vine a vosotros a anunciaros el testimonio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.
Me presenté a vosotros débil y temeroso; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN


“PRESENTAR A CRISTO RUCIFICADO”

Pablo se presenta ante la comunidad de Corinto no enseñando sus títulos, ni haciendo alarde de sus doctorados en ninguna materia, sino con la experiencia de haber sido “tocado” por Jesús. Lo que él va a presentar no es “su” sabiduría, “su” preparación, sus capacidades, sino su experiencia de encuentro con el Señor
Él siente que Dios ha tenido un detalle con él, le nace la necesidad de hacerle ver a la comunidad que Dios ha dejado de estar “enfadado” con los hombres, que ha venido en su Hijo Jesucristo para demostrarnos su amor y para enseñarnos que no vale estar todavía en los esquemas en los que nos movemos, sino que hay que levantar la cabeza y comenzar un modo nuevo de existencia.
Pero esto que Pablo presenta a la comunidad de Corinto, no parece que lo hayamos entendido todavía y seguimos apoyándonos en nuestra sabiduría, en nuestros títulos, en nuestros proyectos, en nuestra doctrina, en nuestras instituciones… y las consideramos más importantes que la vida y que las mismas personas. Y, lógicamente, lo que suele quedar para lo último, si es que se le deja un espacio, es justamente al mensaje que Pablo presenta: “vine a vosotros a anunciaros el testimonio de Dios… a Jesucristo, y éste crucificado”.


Aleluya

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 13 16
Vosotros sois la luz del mundo

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una vela para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor

REFLEXIÓN

“LLAMADOS A SER SAL Y LUZ”

Jesús invita a ser “sal” y “luz” para el mundo: a eso está llamada a ser la iglesia: la que da el gusto del reino a este mundo y la que, con su vida, sus estructuras, su liturgia, su acción, se convierte para el mundo en una luz que alumbra la justicia, la verdad, el amos, la paz, la libertad.
Esta es la llamada que tiene y esta fue la misión que Cristo le dejó. Y cuando digo "la iglesia" no me estoy refiriendo a la “estructura” ni a la “jerarquía”, sino a TODA y a “todo” lo que se refiere a ella. Y está llamada a lucir como el candelero que se pone para que alumbre a todos lo de la casa.
Siguiendo el símil que pone Jesús, veo que en una comida no es todo sal ni en una habitación es todo un foco, sino que la sal está para dar sabor a los alimentos y evitar la corrupción y el foco para alumbrar a toda una superficie, es decir: la IGLESIA es el “sacramento” del reino que vino a inaugurar Jesús y que le dejó como misión el continuar siendo, como Él, testigo y presencia del Reino de Dios.
Lógicamente, Jesús, si da este mandato a sus discípulos, a su iglesia, no es para que se quede mirándose el ombligo, creyéndose la salvada, la iluminada… sino para diluirse y dar sabor a este mundo, para brillar con fuerza para que el mundo disipe las tinieblas del error, de la injusticia, de la mentira, del atropello y se dé cuenta que ese no es el camino de la grandeza y la felicidad a la que está llamado todo hombre.
Efectivamente, estamos viendo que en este mundo están apareciendo muchos “sabores” y ninguno de ellos hace que el hombre se sienta satisfecho pues al final vemos, incluso cómo todo se corrompe y a la larga sume a la persona en la infelicidad y en la desesperanza. Pero en medio de todo eso, ¿qué “sabor” ofrece la iglesia como alternativa y respuesta?
En el mundo que vivimos se presentan todo tipo de luces que deslumbran y nos hacen ver futuros de colores, pero al final estamos viendo cómo todo es un espejismo, un engaño que termina dejando a la persona en la más completa oscuridad y frente a esto… ¿Qué camino de libertad, de justicia, de amor, de verdad, presenta la iglesia e iluminamos cada cristiano?