SEGUNDO DOMINGO DESPUES DE NAVIDAD -C--

 De andar por casa:

         ¿Cuántas veces has escuchado la frase: “Quien no es agradecido no es bien nacido”? Y estoy seguro que conoces a alguien de esos que creen que todos tienen que estarles agradecidos y parece que te van perdonando la vida. Estas personas son un verdadero obstáculo para la alegría y la felicidad.

EVANGELIO 

Lectura del santo Evangelio según san JUAN. Jn 1, 1-18

La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros

 En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. 

La Palabra en el principio estaba junto a Dios. 

Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. 

En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. 

La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. 

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: 

Éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe.

No era él la luz, sino testigo de la luz. 

La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. 

Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. 

Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. 

Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. 

Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. 

Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: 

Gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. 

Juan da testimonio de él y grita diciendo: “Éste es de quien dije: 

"El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."” 

Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. 

Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. 

A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado ha conocer. 

Palabra del Señor. 

 REFLEXIÓN

            Dios crea el universo perfecto y  concluye la creación, expresión de su amor con la creación de un ser a su imagen y semejanza para que pueda compartir con Él, pero el hombre, creyéndose  autosuficiente  y con la misma categoría de Dios, desprecia el regalo que su creador le ha hecho y organiza las cosas a su manera.

            En el universo cada cosa sigue sus leyes y todo funciona a la perfección, el único que rompe lo establecido por Dios es el hombre hasta el punto que no acepta ni la presencia de Dios aunque eso le cuesta su propia destrucción: “Vino a su casa y los suyos no lo recibieron”

            Pero Dios no cede en su proyecto: Él ha creado al hombre para que sea feliz y sea expresión de la belleza y la grandeza de Dios, y por eso, irá saliéndole al encuentro para que se dé cuenta y vuelva a su ser.

            Frente a la prepotencia y soberbia del hombre, Dios se presenta en el extremo de la sencillez y la humildad: un BEBÉ, que se somete al cuidado de los hombres, para hacerle ver que todos necesitamos de todos y que somos capaces de ser solidarios y amar y dejarnos amar.

            Dios mismo recorre el camino que el hombre debe retomar, para que se dé cuenta que el camino no es la prepotencia, el orgullo, la soberbia, sino las sencillez, el amor, pero éste rompe todas las normas y leyes naturales hasta convertirse en el peor obstáculo de la creación, capaz de matar al mismo Dios. “La luz vino al mundo, el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció” 

 

SAGRADA FAMILIA:

 JESÚS-MARIA Y JOSÉ

De andar por casa.

       ¿Cuántas veces has oído o has pronunciado esta frase: “De tal palo, tal astilla”?

         Y es que es una gran verdad: cada uno somos parte de nuestro padre, de nuestra madre y de todo el ambiente que nos rodea, aunque luego, con la educación vayamos cambiando y adquiriendo otras actitudes, pero la base queda ahí como algo marcado en nuestro código genético que nadie nos puede borrar.

EVANGELIO 

Lectura del santo Evangelio según san LUCAS. Lc.2, 41-52

Los padres de Jesús lo encuentran en medio de los maestros

 

            Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

            Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

            A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

-“Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»

Él les contestó:

-“¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa  de mi Padre?”

            Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.

            Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.

            Su madre conservaba todo esto en su corazón.

            Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

            Como seres humanos al nacer somos todo un conjunto de perfecto de posibilidades por estrenar. En nuestro proceso de crecimiento y adaptación al mundo, vamos cogiendo todos aquellos elementos que nos rodean y que nos sirven para vivir en el medio donde nos desenvolvemos y los vamos interiorizando hasta hacerlos parte de nuestro ser: la cultura, la lengua, las costumbres, la religión,, las formas de relacionarse…

            Y todo esto es un componente social que llega a grabarse en nuestro código genético. Todo esto que podríamos considerarlo como material  del que está compuesta nuestra “madera” para construir una persona capaz de vivir en sociedad que comienza con sus padres y sus hermanos: su familia.

            Toda esta dinámica del ser humano Dios la aceptó a la hora de entrar en el mundo para realizar su proyecto de redención del HOMBRE: toma la naturaleza humana y se somete al orden que Él mismo ha impuesto a los seres vivos humanos y se va desarrollando como tal y va aprendiendo a vivir en esa dinámica que hemos indicado en comunión con sus semejantes.

            Dios aceptó y asumió esa dinámica del ser humano y se sometió al orden establecido por Él mismo siguiendo el proceso de todos los seres humanos por el que pueden llegar a ser capaces de relacionarse con Él y desde ahí, enseñarnos todas las posibilidades que el ser humano tiene para vivir como HIJO DE DIOS y desarrollarse como tal.

            El marco que Dios escoge es la FAMILIA, nosotros no teneos otro marco mejor donde el hombre puede alcanzar los niveles de perfección que necesita para ser PERSONA

NATIVIDAD DEL SEÑOR

                                                                   25 de diciembre

De andar por casa.

       Alguien me decía: “Es que la alegría de la Navidad es la ilusión de los niños por los juguetes y por los regalos que esos días nos vuelven locos a todos…”

         Y se da la paradoja que el homenajeado lo dejamos fuera de la fiesta.

EVANGELIO 

Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 1, 1-18

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros

EN el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio d él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

             En el tiempo de Jesús, todo el tiempo esperaba con ansia que llegara el Mesías, pero estaban tan preocupados  en otras cosas que la mente y el corazón los tenían embotados con el edicto que en aquel momento les había obligado a  salir cada uno a su tierra de origen para empadronarse, otros estaban ocupados en otras cosas; en muchos sitios sería la excusa de los familiares que llegaban, tal vez la comida que iban a preparar en el encuentro con los amigos , los familiares o los paisanos… no sé si habría en aquel momento algún virus que los tuviera asustados como nosotros en este momento…

            José también tuvo que ir a su tierra para encontrarse con su gente y al ver la situación en la que iba, le cerraron las puertas: “Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron”.

            Nosotros trasladamos a nuestro momento aquella situación y veremos con facilidad que los hechos vuelven a repetirse: estamos demasiado ocupados en un montón de cosas, algunos, incluso, vienen preocupados hace ya meses por el precio que van a alcanzar los mariscos en estas fechas…

            Pero los prejuicios que tengo amontonados en mi mente y en mi corazón, eso no pienso derribarlos; el odio que guardo almacenado en mi corazón lo dejo intacto;  la situación de celos y explotación que vengo manteniendo con mi marido o mi esposa no quiero ni hablar del tema;  la presión a la que tengo sometidos a mis padres para que subvencionen mis caprichos mientras me opongo a colaborar en casa…

            Pero, eso sí, vamos a hacer una gran cena familiar y nos vamos a vestir todos de Papá Noel para saludarnos en Navidad.

            Mientras tanto, las puertas siguen cerradas al amor, al perdón, al respeto, a la verdad, a la fraternidad…

DOMINGO IV DE ADVIENTO -C-

De andar por casa.

       Dice el refrán que los verdaderos amigos se descubren en la dificultad; es entonces cuando el verdadero amigo te lo encuentras a tu lado y te hace entender sin palabras lo que es el verdadero amor, la amistad, la solidaridad… Escucha lo que nos cuenta el evangelio de hoy.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas. Lc 1, 39-45

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

EN aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a un a ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

Palabra del Señor

 REFLEXIÓN

             Es bueno detenernos en el contexto de la lectura del evangelio que nos trae la liturgia de este domingo para poder entenderlo mejor: ISABEL es una persona mayor; un embarazo a esa edad puede ser peligroso; está necesitando urgentemente ayuda, aunque el evangelio no diga que la pidió.

            María es una niña que recién ha quedado embarazada, también es peligroso para ella un sobreesfuerzo en esas condiciones, pero entiende que su pariente está necesitando ayuda y no se para en contemplaciones sobre ella: a toda prisa se va a En-Keren a casa de Isabel… 157 Km. No había aviones, ni autobuses, ni tren… ¡Andando!

            Cuando Isabel ve entrar por su puerta a María, inmediatamente descubre que Dios la ha escuchado en su preocupación y María ha sido la portadora de su presencia misericordiosa.

            María se queda con Isabel todo el tiempo que la necesita desinteresadamente: 3 meses, hasta que nace su hijo.

            El gesto de María es fantástico y su sencillez, su entrega y servicio desinteresado, guiada por el amor a su pariente, hace que Isabel descubra en ella a Jesús que la llena de gozo y alegría, hasta el punto que la misma criatura que lleva dentro se siente tocada por la alegría que siente su madre.

            El gesto de María me hace levantar una fuerte interrogante: cuando yo hago algo a alguien… ¿Cuál es la respuesta que genero en la otra persona: alegría, sentir que Dios se le ha hecho presente, alguien que busca algo y espera la respuesta, quedar bien, devolver un favor, crear un compromiso…?

DOMINGO III DE ADVIENTO -C-

 De andar por casa.

       ¿No te ha ocurrido alguna vez que has visto a alguien de estos grandes personajes y lo miras con gran admiración y con un poco e nostalgia porque al pensar en ti dices: “Yo no puedo hacer eso, soy incapaz…”?

 Lectura del santo evangelio según san Lucas. Lc 3, 10-18

Y nosotros, ¿qué debemos hacer?

EN aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:

«¿Entonces, qué debemos hacer?»

Él contestaba:

«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:

«Maestro, ¿qué debemos hacemos nosotros?»

Él les contestó:

«No exijáis más de lo establecido».

Unos soldados igualmente le preguntaban:

«Y nosotros, ¿qué debemos hacer nosotros?»

Él les contestó:

«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».

Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:

«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».

Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

            También a mí, me entran ganas de preguntarle, no a Juan, sino a Dios mismo: ¿Qué puedo yo hacer y que esté a mi alcance, para poder arreglar algo del caos en el que estamos metidos?

            Juan dio la respuesta que el sentido común pedía de aquel momento: que todos se comportaran en justicia y en solidaridad. Hoy nosotros estamos pidiendo lo mismo: que se establezca el sentido común y se dejen de ideologías que solo van a legalizar el robo para los dirigentes.

            Pero ese sentido común que pedimos para los que dirigen, tenemos que insertarlo en nuestras mentes y en nuestros corazones, porque es algo de lo que todos andamos escasos.

            Pongamos un ejemplo muy generalizado: Recojo la expresión de una dirigente política: “El dinero público no es de nadie”… y, claro está, la gran mayoría piensa lo mismo y, si seguimos el argumento, entonces se trata de avisparse para ver quién coge el mejor bocado  y se lleva la parte más grande del pastel. Y no nos damos cuenta que el dinero no es algo que se cae de los árboles como las hojas en el otoño, sino que céntimo del que me aprovecho es céntimo que me robo a mí mismo y al final, el perjudicado es siempre el mismo: aquel que no tiene posibilidades de morder en el pastel.

            Esta manera de pensar es un obstáculo para la justicia y la fraternidad. Es un engaño en el que estamos anclados, es la expresión más grosera del egoísmo.

DOMINGO II DE ADVIENTO -C-

 De andar por casa.

       Estoy seguro que has de haber escuchado a alguien de estos que van por la vida dándoselas de sabedores, diciendo quién escribió la Biblia, los evangelios y poniendo en duda todo lo que hay. Por supuesto, indicando lo que hay que creer y lo que hay que negar…

 EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 3, 1-6 

Todos verán la salvación de Dios

EN el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tretarca de Iturea y Traconítide, y Lisanio tetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:

«Voz del que grita en el desierto: 

Preparad el camino del Señor, 

allanad sus senderos; 

los valles serán rellenados, 

los montes y colinas serán rebajador; 

lo torcido será enderezado, 

lo escabroso será camino llano. 

Y toda carne verá la salvación de Dios».

Palabra del Señor.

 

 

REFLEXIÓN

             Vemos que comienza el evangelio de hoy dando toda una serie de datos históricos que no es frecuente ver en el evangelio.

            Con toda seguridad, en la comunidad debía haber algunos de esos elementos que andan poniendo en duda todo y negando lo evidente, por eso quiso dejar bien claro dónde, cuándo, y cómo se dieron los hechos para que nadie pudiera malinterpretar el mensaje.

            Juan es hijo de Zacarías, sacerdote del templo y es interesante saber que, precisamente alguien muy cercano al templo, se haya rebelado en contra del culto vacío que se está dando y se va al desierto a predicar la conversión, que es la única actitud que puede valer para el perdón de los pecados y no el tinglado económico de los sacrificios rituales de corderos.

            Se va a decirle al pueblo que cambie de actitudes, que hagan una conversión en sus vidas y dejen de andar divididos; que echen abajo las barreras que han levantado, que allanen los valles que han abierto y se han distanciado unos de otros; que dejen de complicar la vida y hacerla imposible de vivir e insoportable; que preparen sus vidas y sus ánimos para que reine el amor la verdad y la paz entre ellos.

            Estas palabras de Juan deberían escucharse hoy en todos nuestros hogares, en cada uno de nuestros corazones, en el parlamento de los diputados y en todas las instituciones del mundo, empezando por la iglesia.

DOMINGO I DE ADVIENTO -C-

 De andar por casa.

       ¿Te has dado cuenta del problema tan grande que se arma cuando se muere alguien que en su vida no hizo otra cosa que amontonar riquezas y todo su afán fue “tener más”?

         ¡Qué mal lo tiene que pasar al ver que todo lo que amontonó se lo tiene que dejar y ya no sirve nada más que para crear conflictos!

         Ha de ser algo parecido a lo que nos cuenta el evangelio de este domingo.

 EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 21, 25-28. 34-36

Se acerca vuestra liberación

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».
Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

                   Si la vida no la empleamos en aquello para lo que se nos dio, el momento final ha de ser una auténtica catástrofe. Todos nuestros planes, nuestra fama, nuestros títulos, nuestras fortunas en bancos que evaden impuestos… nuestro afán de poder creyendo que el mundo no podría vivir sin nosotros… Todo se envuelve en unos trapos y se mete en una caja de madera para que se pudra o se queme y se convierta en ceniza.

            Y todo el amor, la solidaridad, la fraternidad… que teníamos como encargo ¿Qué ocurrió con ella?

            Todo eso que dejamos de hacer será el grito que nos acusará, pues el bien que dejamos de hacer se convirtió en un mal que hizo daño. Ésta será la peor catástrofe que le podrá ocurrir al hombre parecida a un cataclismo universal.

            En cambio,  aquel que escuchó a Dios, se tomó en serio su encargo y empleó su vida en construir  la Paz, la Justicia, la Verdad… cuando llegue este momento, será su triunfo, pues ahí verá completarse todo aquellos que no pudo ni le dio tiempo a concluir.

Domingo XXXIV DEL Tiempo Ordinario -B-

 JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

  De andar por casa:

         ¿Has escuchado alguna vez la frase: “Esto es un diálogo de sordos”? Suele ocurrir con frecuencia que uno habla y el otro está encerrado en su tema y, por más que le dices y le demuestras, no entiende ni atiende razones, sigue encerrado en sus razonamientos haciéndose imposible el diálogo.

 EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 18, 33-37

Tú lo dices: soy rey

EN aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús:
   «¿Eres tú el rey de los judíos?».
Jesús le contestó:
   «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».
Pilato replicó:
   «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?».
Jesús le contestó:
   «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».
Pilato le dijo:
   «Entonces, ¿tú eres rey?».
Jesús le contestó:
   «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

             Pilatos, de la misma manera que los sumos sacerdotes, los letrados y todos los acomodados en el poder y en la desidia de la vida, solo entienden un lenguaje: el del poder y la política y, desde esa óptica lo miran y lo juzgan todo.

            Pilatos le pregunta a Jesús: ¿Tú eres Rey? Y Jesús le contesta: “Eso lo estás diciendo tú, Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”.

            Jesús ha puesto en el horizonte de su vida LA VERDAD (Yo soy la Verdad) y no el poder, como entienden los demás que hace un rey. Pero la VERDAD  no interesa a nadie, el mismo Pilatos se ríe de eso y el mismo pueblo no cree en ella y nadie la practica. Al final, termina tomándolo por loco.

            El tema tiene una actualidad enorme: nosotros nos encontramos hoy en medio de un pueblo que no cree en la verdad, que se deja manejar por los que abiertamente vemos que nos mienten y juegan con la verdad manipulándola. Es decir: con Pilatos, que se burla de la verdad y Jesús, que la proclama como horizonte supremo de su vida. La pregunta nos la lanza a todos: ¿De quién sois? ¿A quién seguís?

            La respuesta que no se puede aceptar en cristiano es la de  arrimarse al árbol que mejor sombra dé.

DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO -B-

  De andar por casa:

         ¿Te has encontrado alguna vez a alguien, discípulo de alguna secta, que viene con la biblia en la mano, diciéndote que el fin del mundo está ya aquí, que te apuntes a su “club” y la salvación la tienes asegurada? Escucha lo que nos cuenta S. Marcos

 EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 13, 24-32

Reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
   «En aquellos días, después de la gran angustia, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y gloria; enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
Aprended de esta parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros que esto sucede, sabed que él está cerca, a la puerta. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. En cuanto al día y la hora, nadie lo conoce, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, solo el Padre».
Palabra del Señor

 REFLEXIÓN

             Dice el evangelio que cuando llegue ese momento “Reunirá a todos los suyos de los cuatro vientos”, es decir: de los cuatro puntos cardinales, sin importarle el “club” al que estaban apuntados. Y ¿Quiénes son los “suyos”? ¿Los que están apuntados en una religión concreta y siguen unas normas y una “política” establecida por “políticos”? La verdad es que da risa escuchar estas tonterías.

            El fin del mundo dominado por el MAL ya se dio. En la cruz fue vencido el mal y la resurrección es la gran prueba del triunfo.

            Dios realizó su plan: se bajó a vivir con el hombre, abrió el camino, lo recorrió Él delante y abrió las puertas del cielo que es el reinado del AMOR, de LA JUSTICIA, de LA  VERDAD, de LA PAZ, de LA LIBERTAD absolutas, sin límites y definitivas… y todo el universo camina al restablecimiento  del proyecto de Dios. Los “SUYOS” son los que aceptan la propuesta y se ponen en el camino que Él ha trazado.

            En este camino hay mucha gente que no cree en nada de esto, su proyecto de vida es el dinero, el poder…  Ellos viven y aspiran a todo lo contrario de lo que Cristo ha presentado, y verán cómo se viene todo abajo, será el desastre espantoso y su ruina, mientras que los que entran en el camino, no en una religión concreta, sentirán los desastres que se mencionan como la liberación, como un signo de esperanza que se expresa como el brote de las yemas de los árboles en la primavera ante el desastre de las potencias que verán destruirse su poder y su gloria como las pavesas de un fuego devorador.

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO -B-

 De andar por casa:

         Es frecuente encontrarnos con gente que tiene un lenguaje muy socializante y que aparecen como los defensores de los pobres, cuando en realidad son unos parásitos que viven a costilla de ellos.

         De la misma manera vemos a personajes que sudan agua bendita y, como los anteriores, son unos avaros y usureros que en nombre de Dios se aprovechan de todo el cogen por delante. A ambos los pone Jesús en su sitio.

EVANGELIO 

Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 12, 41-44

Esa pobre viuda ha echado más que nadie

EN aquel tiempo, estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante. Llamando a sus discípulos, les dijo:
   «En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».
Palabra del Señor

 REFLEXIÓN

            Nos presenta el evangelio a Jesús contemplando el espectáculo: observa cómo pasan los “grandes” y los “puros” que viven a costillas del pueblo, pavoneándose de buenos y solidarios, mientras una pobre mujer viuda aprovecha el momento que no la ve nadie para acercarse y poner lo poco que tiene.

            Unos dan lo que les sobre, mientras la pobre mujer da lo que necesita para comer, poniéndose en manos de Dios en quien confía y a quien no escatima lo más mínimo.

            Jesús tiene bien claro que Dios no es ciego ni sordo a estas posturas y exclama: “Estos recibirán una sentencia más rigurosa” porque su pecado es triple:

                        1º-Son unos mentirosos, porque van aparentando  y queriendo convencer de lo que no son ni creen.

                        2º-Son unos explotadores de los pobres que los confunden con engaños.

                        3º-Se burlan de la gente a la que consideran idiota viendo cómo se fían de ellos y les entregan sus viene.

            Al mismo tiempo, Jesús deja claro algo que normalmente confundimos: dar de lo que os sobra es hacer justicia, mientras que dar de lo que necesitamos para vivir es solidaridad y caridad: es muy fácil desprenderse de lo que nos sobra que, muchas veces hasta nos estorba, mientras que compartir lo que estoy necesitando y no me quedo tranquilo viendo la necesidad del otro, es un signo de nobleza y compasión que denota la grandeza de la persona de forma que podríamos pensar también en la respuesta de Jesús para esta gente, lo mismo que lo hizo para la otra: “Estos recibirán una sentencia compasiva y misericordiosa”

DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO -B-

De andar por casa:

         ¿Has oído alguna vez esta expresión: “Predíqueme, padre, que por un oído me entra y por el otro me sale”?

         Es la forma como resumimos la actitud que tenemos de cara a una persona que no queremos ni nos interesa cualquier cosa que nos diga; sencillamente, la ignoramos.

 EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 12, 28b-34

Amarás al Señor, tu Dios. Amarás a tu prójimo

EN aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
   «¿Qué mandamiento es el primero de todos?».
Respondió Jesús:
   «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos».
El escriba replicó:
   «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
   «No estás lejos del reino de Dios».
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

            Es interesante la formulación del mandato de Yahvé a su pueblo en el Antiguo Testamento que queda en la memoria del pueblo como una llamada de alerta: “Shemah, Israel” (Escucha, Israel)

            Es que, en verdad, si nos damos cuenta, algo que tiene una importancia enorme es la actitud que tengamos: escuchamos a quien realmente amamos y su palabra tiene eco en nuestro corazón, de forma que, a la hora de la verdad su consejo, su orientación, su guía será lo que orienta nuestro camino, en cambio, a quien no queremos ni lo escuchamos, ni nos importa lo que nos diga, ni queremos oírlo. Pasamos olímpicamente, nos es indiferente.

            La llamada de atención que nos hace hoy el Señor va en este sentido y puede ser también ésta: “Escúchame…” ya que son demasiados llamadas las que tenemos, demasiados anzuelos los que tenemos tendidos esperando que les prestemos atención.

            Hoy nos dice el Señor: “Escúchame” porque nadie te quiere como yo, porque nadie quiere el bien para ti como yo; no prestes atención a otras ofertas de felicidad y poder que te puedan ofrecer, porque nadie te va a dar la vida ni la felicidad como te la doy yo.

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DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO -B-

 De andar por casa:

         Me imagino que has oído o has dicho alguna vez la expresión: “Por boca cerrada no entran moscas” Es la forma que utilizamos para hacer callar o para justificar nuestro silencio.

         Si te das cuenta, hoy tenemos una presión enorme que no nos deja ni nombrar el nombre de Jesús y para evitar problemas nos callamos.

 EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 10, 46-52

“Rabbuní”, haz que recobre la vista

EN aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, un mendigo ciego, Bartimeo (el hijo de Timeo), estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
   «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí».
Muchos lo increpaban para que se callara. Pero él gritaba más:
   «Hijo de David, ten compasión de mí».
Jesús se detuvo y dijo:
   «Llamadlo».
Llamaron al ciego, diciéndole:
   «Ánimo, levántate, que te llama».
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
   «¿Qué quieres que te haga?».
El ciego le contestó:
   «“Rabbuní”, que recobre la vista».
Jesús le dijo:
   «Anda, tu fe te ha salvado».
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

             Al ciego Bartimeo empezaron todos a decirle que se callara y no molestara, que siguiera allí sentado al borde del camino. Es ahí donde nos tienen a todos, calladitos, sin molestar, viendo, oyendo, pero con la boca cerrada, pero eso sí, pensando lo que a ellos les interesa, enganchados  en el chismorreo de la televisión alquilada para el adormecimiento del pueblo, o ensimismados en la pantalla del teléfono viendo aquello que nos tiene enganchados…

            Saltar al camino y acercarse a Jesús es molesto, pues hace recuperar la visión y ver la vida desde mis propios ojos y entenderla desde mi criterio, que en ese caso se identifica con el de Jesús y no con el de ellos.

            Seguir a Jesús en el camino es proclamar la verdad, la justicia, la paz, el amor, la libertad y romper las cadenas de la ceguera, de la sordera, de la mudez… que nos tienen paralizados, ponerse en camino molesta a todos los que viven cultivando esa esclavitud, por eso no quieren ni oír hablar de Jesús y su objetivo es derribarlo y barrerlo de la vida.

DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO -B-

 De andar por casa:

         Es posible que algunas personas mayores recuerden la mentalidad tan extendida que había a mediados del siglo pasado: se estudiaba para no trabajar y el incentivo que se nos daba a los pobres era: “Estudia para que no te veas arrastrado como tu padre a quien estás viendo”. Las ideas de Jesús van completamente por otro lado. Escucha y verás:

 EVANGELIO 

Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 10, 42-45

El Hijo del hombre ha venido a dar su vida en rescate por muchos

EN aquel tiempo, Jesús, llamando a los Doce, les dijo:
   «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

             Mientras Jesús está hablando de que hay que implicarse, que el compromiso va a costar caro, que hay que enfrentarse a los poderes que están manteniendo la injusticia y que esto nos puede llevar a la cárcel y a la misma muerte… los discípulos, mientras tanto, están hablando otro lenguaje, el de los políticos, el de coger el poder y sentirse dueños; el de dominar el pueblo y aprovecharse del poder que les da a ver quién se lleva el mejor bocado.

            Jesús les deja claro que ese no es el camino; que ellos no pueden ser ni actuar así; que el proyecto que Él trae es otro; que la lucha que van a emprender no es para subir y engrandecerse, sino para servir al pueblo y defenderlo, convirtiéndose en fuerza de la Justicia, de la Libertad y de la Verdad… Pero esto no les entra en la cabeza.

            Constantemente nos preguntamos: ¿Qué tendrá el poder  que el que lo prueba no quiere dejarlo? La respuesta es fácil: el poder tiene la capacidad de responder y satisfacer a la avaricia, y eso es como la carcoma que entra en los muebles, no los deja hasta destruirlos.