De andar por casa:
Me imagino que has oído o
has dicho alguna vez la expresión: “Por boca cerrada no entran moscas” Es la
forma que utilizamos para hacer callar o para justificar nuestro silencio.
Si te das cuenta, hoy
tenemos una presión enorme que no nos deja ni nombrar el nombre de Jesús y para
evitar problemas nos callamos.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 10,
46-52
“Rabbuní”, haz que recobre la vista
EN aquel tiempo, al salir
Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, un mendigo ciego, Bartimeo
(el hijo de Timeo), estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír
que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
«Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí».
Muchos lo increpaban para que se callara. Pero él gritaba más:
«Hijo de David, ten compasión de mí».
Jesús se detuvo y dijo:
«Llamadlo».
Llamaron al ciego, diciéndole:
«Ánimo, levántate, que te llama».
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
«¿Qué quieres que te haga?».
El ciego le contestó:
«“Rabbuní”, que recobre la vista».
Jesús le dijo:
«Anda, tu fe te ha salvado».
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor.
Saltar al camino y acercarse a Jesús
es molesto, pues hace recuperar la visión y ver la vida desde mis propios ojos
y entenderla desde mi criterio, que en ese caso se identifica con el de Jesús y
no con el de ellos.
Seguir a Jesús en el camino es
proclamar la verdad, la justicia, la paz, el amor, la libertad y romper las
cadenas de la ceguera, de la sordera, de la mudez… que nos tienen paralizados, ponerse
en camino molesta a todos los que viven cultivando esa esclavitud, por eso no
quieren ni oír hablar de Jesús y su objetivo es derribarlo y barrerlo de la
vida.