FIESTA DE TODOS LOS SANTOS


Lectura del libro del Apocalipsis 7,2‑4.9‑14
Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua
 
Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: "No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos en la frente a los siervos de nuestro Dios." Oí también el número de los marcados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.
Después esto apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritaban con voz potente: "(La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!" Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén."
Y uno de los ancianos me dijo: "Ésos que están vestidos con vestiduras blancas, )quiénes son y de dónde han venido?" Yo le respondí: "Señor mío, tú lo sabrás." Él me respondió: "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.
Palabra de Dios
 
Salmo Responsorial: 23
 
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
 
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, /
el orbe y todos sus habitantes: /
él la fundó sobre los mares, /
él la afianzó sobre los ríos. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
 
)Quién puede subir al monte del Señor? /
)Quién puede estar en el recinto sacro? /
El hombre de manos inocentes / y puro corazón, /
que no confía en los ídolos. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.  
 
Ése recibirá la bendición del Señor, /
le hará justicia el Dios de salvación. /
Éste es el grupo que busca al Señor, /
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.
Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor.
 
 
Lectura de la carta primera de S. Juan    1Juan 3,1‑3
Veremos a Dios tal cual es
 


Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues (lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esperanza en él, se purifica a sí mismo, como él es puro.

Palabra de Dios

 

 

Lectura del santo evangelio según S. Mateo 5,1‑12a

Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo

 

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:

"Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.

Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.

Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo."

Palabra del Señor

 

 

“TODOS LOS SANTOS”

 

            Como es una celebración de la iglesia, es muy fácil que entendamos que nos estamos refiriendo a “nuestros santos”: los que la iglesia ha declarado que llevaron una vida ejemplar y que merecen ser tenidos como modelos en quién fijarse para actuar en la vida siguiendo los pasos de Cristo; esto es comprensible, pero la iglesia va mucho más allá: es la celebración más universal que existe, la fiesta más CAT-HÓLICA= UNIVERSAL en el sentido más pleno de la palabra: pone delante de Dios a todos los hombres y mujeres del universo que entregan su vida por la causa del amor, de la verdad, de la justicia y de la paz; estos valores no pertenecen a ninguna religión, cultura, raza, lengua o nación; son los valores o cualidades que caracterizan la esencia de Dios y de eso nadie tiene el monopolio, por tanto, es santo todo aquel que pone su vida al servicio del reino, independientemente de la religión o cultura que sea.

            Cuando Dios decide bajar a la tierra y coger la naturaleza humana para que quede restaurada, no hace apartados y acoge a unos pocos y desprecia a otros: restaura la naturaleza human, recrea al hombre, lo hace nuevo, luego le dejará libertad para que acepte o desprecia, pero la naturaleza ha quedado restaurada por una gracia especial de Dios a todos los hombres.

            Es muy probable que esto cueste aceptarlo y asumirlo por el sentido de propiedad y exclusividad que tenemos, pero es bueno que recordemos algunos pasajes del evangelio en los que Jesús advierte justamente de esta posible desviación: en Mt. 25, 37 y 44 los justos y los injustos contestarán ante la sentencia que se les da: “¿Cuándo te hemos visto nosotros? Y Él responderá: no importa que me vierais o me dejarais de ver, lo que hicisteis a uno de esots los humildes, era a mi a quien lo hacíais o dejabais de hacer”

            Podemos recordar el momento en que Jesús les dice a los apóstoles que no van a ser reconocidos por lo mucho que rezan o por las formulas que utilicen o los ritos que practican, sino por poner en práctica el amor, la justicia, la verdad y muchos de los que comen y beben con Él se quedarán fuera mientras otros “vendrán de oriente y occidente, del orte y del sur y se sentarán a la mesa en el banquete del Reino” (Lc. 13, 25-29)

            Por último vemos lo que el mismo libro del Apocalipsis nos dice: “ Había una  muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos”… y rindieron homenaje a Dios, diciendo: "Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén." … "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.

           

 

 

 

 

DOMINGO XXXI DEL T. O. –B-

PRIMERA LECTURA 

Lectura del libro del Deuteronomio 6, 2‑6
Escucha, Israel: Amarás al Señor con todo el corazón 

            En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo:
-“Teme al Señor, tu Dios, guardando todos sus mandatos y preceptos que te manda, tú, tus hijos y tus nietos, mientras viváis; así prolongarás tu vida. Escúchalo, Israel, y ponlo por obra, para que te vaya bien y crezcas en número. Ya te dijo el Señor, Dios de tus padres: “Es una tierra que mana leche y miel.”
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas.
Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria.”
Palabra de Dios.
 

REFLEXIÓN
 

VERDAD Y LIBERTAD  

            En Dt. 4,1 el autor pedía al pueblo una actitud de escucha constante a las indicaciones que Dios da, para que no se desvíe y pueda responder a lo que le pide que es lo que le va a traer la salvación; hoy le pide no solo que lo escuche, sino que se lo transmita a sus hijos y a sus nietos, pues en el cumplimiento de estos consejos va a consistir el triunfo como pueblo sobre la tierra: “Para que seas dichoso y te multipliques” y consiga el triunfo y la meta que es “la tierra que mana leche y miel”

            Dios le pide al pueblo fidelidad, lo mismo que Él la tiene, sin dejar que otro dios se interponga en su camino: el dios dinero, poder, riquezas,… que lo único que van a hacer es esclavizarlo.

            Por eso le pide que recite tres veces al día, para que no se le olvide, este mensaje que es el único principio de libertad y que será su profesión de fe: “El Shemá”: “Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas”.

            Esto que el Señor pide a su pueblo, yo lo traigo hoy a nuestra vida y, resulta que las leyes que hemos montado nos lo prohíben, porque, entre los derechos humanos que hemos establecido está el derecho a la libertad de conciencia, como si la verdad pudiera entrar en colisión con la libertad. Pero según los esquemas establecidos, dios es un estorbo para la realización del hombre, como si dijéramos que respirar es un contrasentido para la vida.
 

Salmo responsorial Sal 17, 2‑3a. 3bc‑4. 47 y 51ab

R/.  Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.
R/.  Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza. 

Dios mío, peña mía, refugio mío,
escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R/.
R/.  Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza. 

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R/.
R/.  Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.
 

SEGUNDA LECTURA 

Lectura de la carta a los Hebreos 7, 23‑28
Como permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa

Hermanos: Ha habido multitud de sacerdotes del antiguo Testamento, porque la muerte les impedía permanecer; como éste, en cambio, permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder en su favor.
Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.
El no necesita ofrecer sacrificios cada día  -como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo- , porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
En efecto, la Ley hace a los hombres sumos sacerdotes llenos de debilidades. En cambio, las palabras del juramento, posterior a la Ley, consagran al Hijo, perfecto para siempre.
Palabra de Dios.
 

REFLEXIÓN 

LA SUPERACIÓN DEL ANTIGUO SACERDOCIO   

            El autor de la carta a los hebreos continua haciendo una legitimación del sacerdocio de Cristo como prolongación y, sobre todo, como superación del sacerdocio judío.

            El sacerdocio levítico ha quedado superado con Cristo por el misterio pascual: Cristo ha resucitado, ya no muere más, por tanto, no se necesita ya ser reemplazado por nadie, como ocurre en la institución sacerdotal judía, en la que los sumos sacerdotes se suceden unos a otros porque la naturaleza humana sigue dañada y necesita seguir ofreciendo sacrificios de expiación por los pecados.

            Cristo ha cogido la naturaleza humana, la ha hecho suya y la ha transformado; se ha ofrecido a sí mismo como víctima expiatoria, ha resucitado y su función sacerdotal es eterna porque ya no hay otro mediador ante Dios, se ha en mediador universal de todos los hombres. Por otro lado, la resurrección es el sello que indica la aceptación de Dios como único intermediario, por tanto, se convierte en el único y eterno sacerdote, todos los demás no han sido sino figuras de Él y, como no ha cometido pecado, tampoco necesita ofrecer sacrificios de purificación personal, como hacen los otros sumos sacerdotes, por eso, Él mismo se ofrece como la víctima más pura y perfecta que existe.
 

Aleluya Jn.14, 23

El que me ama guardará mi palabra -dice el Señor-,
y mi Padre lo amará, y vendremos a él.
 

EVANGELIO 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 28b‑34
No estás lejos del reino de Dios 

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
-“¿Qué mandamiento es el primero de todos?”
Respondió Jesús:
-“El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.” El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos.”
El escriba replicó:
-“Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.”
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
-“No estás lejos del reino de Dios.”
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
 

REFLEXIÓN
 

¿A QUÉ DIOS?     

            Creo que nunca como hoy es necesario tener bien claro lo que es primero y fundamental en la vida: si a cualquiera le hicieran la pregunta que el escriba le hace a Jesús: ¿qué mandamiento es el más importante de todos? estoy seguro que hoy contestaría: “tener trabajo y un buen sueldo para vivir dignamente”, el segundo mandamiento sería: “tener unos dirigentes honrados que sean ejemplo para toda la ciudadanía y gobiernen con justicia”.

            Jesús no duda un momento y responde con absoluta certeza y claridad: El primer mandamiento, que está por encima de cualquier otra cosa, es EL AMOR que empieza por Dios, con lo que se impide que nadie ni nada se ponga por encima del hombre, porque Dios, que es AMOR, es el máximo horizonte del hombre y no puede ser suplantado por otros “dioses” (dinero, poder, lujo, prestigio…) que pueden someter al hombre y quitarle su dignidad. Por eso, no hay cosa más importante que amar a Dios, pues eso va a hacer que todo el resto de la vida cobre una dirección y una dimensión decisivas.

            Podemos pensar en personas que son de una gran valía, cuando no es el AMOR el que rige sus vidas, se convierten en verdaderos monstruos que pueden suponer un gran peligro para la humanidad, por el contrario, cuando el AMOR es el motor de su existencia, se convierten en una de las grandes bendiciones que recibe la humanidad, tenemos ejemplos clarísimos.

            Por eso, es importantísimo ver cómo se orientan los sistemas de educación, políticos, económicos, sociales… que son los que van a ir ayudando a que una persona encuentre posibilidad de ir optando por un camino o por otro: no es lo mismo un sistema que propicia la solidaridad, el respeto, la fraternidad… que otro que propicia el individualismo, el egoísmo, el relativismo, la mentira y la corrupción.

 

 

 


DOMINGO XXX DEL T. O. –B-


PRIMERA LECTURA

 

Lectura del libro de Jeremías 31, 7‑9

Guiaré entre consuelos a los ciegos y cojos

Así dice el Señor:

*Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.

Mirad que yo os traeré del país del norte, os congregaré de los confines de la tierra.

Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna.

Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán.

Seré un padre para Israel, Efraín será mi primogénito.+

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

CONSUELO PARA LOS POBRES    

            Los cap. 30 al 33 de Jeremías corresponden al llamado “Libro de la Consolación” en el que el profeta hace visible el consuelo que Dios quiere dar a su pueblo, hundido en la miseria y destrozado por la división y la desidia de sus dirigentes...

            En medio de esta situación, Yahvé promete la restauración, enviando un mediador que garantizará la realización de la Alianza, para que el pueblo se salve.

            La obra de la reconstrucción del país es Dios quien la va a hacer, es Él quien va a traer a los deportados y va a sentar las bases para la paz, y lo va a hacer por medio de la conversión del pueblo, al que invita a alegrarse y a proclamar su alegría a todas las naciones.

            El profeta mira la realidad y se da cuenta en la situación que se encuentran los destructores del pueblo, esa gente no hará jamás nada si es que no se convierte; a la hora de pensar en la restauración, únicamente se puede fundamentar en el grupo pequeño, el resto de Israel que permanece fiel y que es por el que Dios sigue siendo fiel a su alianza y por el que ha de venir la salvación.

            Pero por los dirigentes que lo han hundido, ni por la multitud que entrará y que resultará un lastre para la liberación, podrá venir la salvación y la liberación, pues no serían capaces de ver la verdad y convertirse y menos aún recorrer el camino para hacerlo, ni estarán dispuestos a mover un dedo para cambiar; estos serán siempre los que se apuntan a disfrutar del banquete que otros han sudado mientras ellos obstaculizan el camino. De todas formas, Dios, por amor al resto, va a realizar los mismos prodigios del éxodo para convencer a éstos.

            Dios será el único apoyo y consuelo para el grupo de los fieles que tuvieron que salir llorando porque no les quedó más remedio que aguantar la insensatez de los malhechores; ahora volverán por un camino ancho y sin tropiezos.

            Esta llamada de consuelo del profeta es imposible pasarla desapercibida y sentir el deseo profundo de que Dios, por amor a toda la gente sencilla, buena, fiel, solidaria, luchadora que sufre y aguanta con su única esperanza puesta en Él, sigue caminando y rezando para que esto cambie y se den cuenta los malhechores de que el camino que cogieron solo conduce a la muerte.

            La situación sigue repitiéndose hoy: los que viven a costillas del pueblo, los que lo hunden buscando sus intereses y no tienen problema en dejarlo por los suelos, no harán jamás nada por levantarlo ya que es en su hundimiento en donde ellos viven como carroñeros.

 

 

Salmo responsorial Sal 125, 1‑2ab. 2cd‑3. 4‑5. 6

 

R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,

nos parecía soñar:

la boca se nos llenaba de risas,

la lengua de cantares. R/.

R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

Hasta los gentiles decían:

“El Señor ha estado grande con ellos.”

El Señor ha estado grande con nosotros,

y estamos alegres. R/.

R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

Que el Señor cambie nuestra suerte,

como los torrentes del Negueb.

Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. R/.

R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.


Al ir, iba llorando,

llevando la semilla;

al volver, vuelve cantando,

trayendo sus gavillas. R/.

R/.  El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.

 

SEGUNDA LECTURA

 

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1‑6

Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

Hermanos:

Todo sumo sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.

Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades.

A causa de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo.

Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote, sino aquel que le dijo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”, o, como dice otro pasaje de la Escritura: “Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.”

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

CRISTO ROMPE ESTRUCTURAS   

 

            En el pasaje anterior (Heb.4,14) el autor de la carta hace una presentación de Jesús como sumo sacerdote, basado en la institución judía, aceptado por Dios para que haga de intermediario entre Dios y los hombres; en este pasaje se dedica a da una explicación del verdadero significado de esta función sacerdotal: se trata de hacer un servicio a favor de los hombres, intercediendo a Dios para obtener el perdón de los pecados de los hombres mediante la ofrenda de sacrificios.

            Esta función es tan grande e importante, que no puede ser realizada por cualquiera, como hasta ahora se ha venido haciendo, sino por alguien que agrade a Dios; por tanto, no es por iniciativa personal, sino por una respuesta a la llamada que Dios hace.

            Y Dios pone unas condiciones al que llama: ha de tener la capacidad de ser misericordioso con los ignorantes y extraviados, teniendo en cuenta su propia realidad de ser débil.

            Por eso, Dios mismo se ha bajado, ha tomado la naturaleza humana, para poder experimentarlo todo y comprender al hombre en su totalidad, siendo de esta manera el único sacerdote que ofrece el único sacrificio agradable y salvador.

            Pero a los judíos se les hace duro y difícil entender que Jesús sea constituido sumo sacerdote, pues Jesús no pertenece a la familia de Aarón a quien Dios llamó y puso como sumo sacerdote, por eso, el autor engancha a Jesús con Melquisedec y no con Aarón. Jesús rompe en definitiva la institución para dar paso a la nueva dimensión y forma de relación del hombre con Dios.

            No obstante, el pueblo judío no entendió esto, pero tampoco lo acaba de entender el pueblo de la nueva Alianza: la iglesia que constantemente sigue enmarcada en esquemas del Antiguo Testamento.

 

Aleluya cf. 2 Tm 1, 10

 

Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 46‑52

Maestro, haz que pueda ver

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:

-“Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.”

Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:

-“Hijo de David, ten compasión de mí.”

Jesús se detuvo y dijo:

-“Llamadlo.”

Llamaron al ciego, diciéndole:

-“ánimo, levántate, que te llama.”

Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

Jesús le dijo:

-“¿Qué quieres que haga por ti?”

El ciego le contestó:

-“Maestro, que pueda ver.”

Jesús le dijo:

-“Anda, tu fe te ha curado.”

Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

ESTAR EN EL “CAMINO”      

El pasaje que nos trae la liturgia de hoy es tremendamente sugerente para un tiempo como el que vivimos, en donde vemos instalada una inmensa mayoría de personas que dicen llamarse cristianas pero que no tienen ligazón alguna con la vida cristiana, únicamente están anotadas en el libro de bautismo y participan de algunos ritos esporádicos de la religión: entierros, en los que se quedan en la puerta del templo para dar el pésame cuando ha terminado la Eucaristía; bodas, en las que hacen lo mismo y algún otro compromiso social, pero eso sí: es hermano de tres cofradías, en dos de las cuales es costalero… Y esto le autoriza a llamarse cristiano, pero sin sentirse miembro de la iglesia.

            Esto no fue así al principio, incluso al cristianismo se le denominaba EL CAMINO porque no era un sistema religioso, sino una forma de vida en la que el creyente se distinguía por su manera de conducirse siguiendo las huellas de Jesús: “En esto conocerán que sois de los míos, en que os amáis los unos a los otros…” y no en que realizan unos ritos determinados.

            Cuando han pasado muchos años y se ha desarrollado una doctrina, unas leyes, una estructura y una liturgia perfectamente establecida y legislada, el “Camino” se convirtió en “religión” y ya es posible sentirse miembro de esa religión aunque se esté “al borde del camino”, como le ocurría a Bartimeo, hasta el punto que nos encontramos que se ha aceptado como frase válida el proclamarse “creyente” pero no “practicante”, es decir: caminante, pero sentado a la sombra.

            El problema es que no se alienta la postura de Bartimeo que siente la necesidad de salir de su situación de oscuridad y le pide a Jesús que le dé la vista para poder unirse a los que lo siguen en el camino, en cambio se propicia la postura cómoda de quedarse sentados a la sombra viendo cómo pasan y criticando a los que intentan caminar y hasta obstaculizando el proceso.

Podemos pensar en los políticos que se confiesan cristianos y luego a la hora de legislar firman leyes en contra de lo que significa el proyecto de Jesús, y hasta de persecución de la iglesia pero eso sí: los ves presidiendo procesiones.

            Lógicamente, estas contradicciones son inaceptables y dejan mucho que desear a la imagen de la iglesia que deja de ser signo del camino, de la verdad y de la vida y aparece como una institución llena de ritos y de leyes que persiguen unos intereses concretos.

 

DOMINGO XXIX DEL T. O. -B-

PRIMERA LECTURA 

Lectura del libro de Isaías 53, 10‑11
Cuando entregue su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años

            El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
            Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.
Palabra de Dios. 

REFLEXIÓN: 

RECONSTRUIR AL HOMBRE    

            El pasaje de Isaías que nos presenta la liturgia de este domingo corresponde al cuarto canto del Siervo de Yahvé en el que se nos da el sentido teológico y espiritual y está refiriéndose a una persona que previamente ha sido elegida por Dios para servir de instrumento en la obra que va a realizar.
            Lo que llama fuertemente la atención es que este “personaje” está marcado por el signo de la incomprensión, del fracaso y del dolor, hasta el punto que se le considera “castigado por Dios”, mientras cumple la misión que se le ha encomendado que es la de cargar con las consecuencias del pecado que han cometido los hombres.
            Este dolor es expiatorio y trae la alegría, la paz y la libertad, pero es duro aceptar que sea a través del dolor y el sufrimiento como se tenga que conseguir la salvación,; pero por otro lado es lógico, pues la ruptura también supuso mucho dolor y es necesario de nuevo romper con la situación en donde se estaba instalado.
            El Siervo al que se le ha encargado la restauración ha de cargar con todo el desastre que el hombre produjo y “Armar” de nuevo al hombre para que se encuentre con Dios.
            Traducido esto a nuestra realidad y queriendo encontrar sentido al sufrimiento que supone el tener que salir al frente de todos los desperfectos que los demás realizan y los vemos que con una cara dura impresionante no mueven un dedo para arreglar lo roto y, sin embargo, para que las cosas funcionen bien es necesario que alguien cargue con todo y salga adelante con la seguridad, incluso, de que no se le ha de reconocer nada; pero es Dios el único que tiene en cuenta la actitud del justo.

 

Salmo responsorial Sal 32, 4‑5. 18‑19. 20 y 22   

R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
 

SEGUNDA LECTURA 

Lectura de la carta a los Hebreos 4, 14‑16
Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia 

Hermanos:
Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado.
Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.
Palabra de Dios. 

REFLEXIÓN 

EN CRISTO EL HOMBRE ES NUEVO    

            El autor de la carta a los hebreos, basado en la figura del sacerdocio judío como intermediario entre Dios y los hombres, quiere reforzar el papel supremo de Jesucristo que ha asumido la realidad del hombre, caído y destrozado por el pecado e incapacitado para levantarse y, menos aún, para dirigirse a Dios; Cristo ha asumido esa realidad y ha posibilitado el encuentro del hombre con Dios, basado en la misericordia infinita del Padre que se compadece de su Hijo, que ha asumido la naturaleza humana, con lo que en Cristo, todos hemos sido com-padecidos por la misericordia de Dios, por lo que el autor invita a los creyentes a tener una confianza total en la  misericordia divina que va mucho más allá de nuestras flaquezas y pecados, pues mira a la persona de su Hijo y en Él nos ve a todos nosotros.
            Lo que hasta entonces se ha venido haciendo como un rito que simboliza lo que Dios hace y es, con Cristo el símbolo se hace realidad, pues ha entrado a los cielos con la ofrenda de su propia sangre de naturaleza humana.
            En Jesucristo, nuestra realidad de seres humanos, perdidos, se ha convertido en la única realidad por la que Dios lo da todo, pues su Hijo ha asumido la condición de hombre y Dios no desprecia a su Hijo.
            Cuando nos detenemos a pensar un poco en todo esto, nos quedamos fascinados ante el misterio y la grandeza de Dios que ha sido capaz de pasar por lo alto de todo insertándonos en Cristo a través del cual nos perdona, nos ama, y nos acoge
 

Aleluya Mc 10, 45
El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos.
 

EVANGELIO 

  Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 35‑45
El Hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos 

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
-“Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.”
Les preguntó:
-“¿Qué queréis que haga por vosotros?”
Contestaron:
-“Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.”
Jesús replicó:
-“No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?”
Contestaron:
-“Lo somos.”
Jesús les dijo:
-“El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.”
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, reuniéndolos, les dijo:
-“Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor.

O bien más breve:

  Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 42‑45

En aquel tiempo, Jesús, reuniendo a los Doce, les dijo:
-“*Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen.
Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos.
Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.”
Palabra del Señor
 

REFLEXIÓN
 

SERVIDOR Y NO SERVIDO    

            Cada vez que nos acercamos a este pasaje del evangelio que nos presenta la liturgia, nos quedamos sorprendidos al constatar algo que parece inexplicable: Jesús va de camino a Jerusalén y va explicando a los apóstoles lo que le espera allí, para que no se escandalicen ni se desanimen, y estos dos hermanos lo cogen aparte y le piden que haga lo que le proponen: hacerlos jefes del grupo; el mismo Jesús se queda fuera de juego al ver que no están entendiendo absolutamente nada de lo que les va diciendo.
            Pero la cosa no queda ahí: cuando los otros se dan cuenta de lo que ha ocurrido, se enfadan con los dos hermanos por lo que le están pidiendo a Jesús, pues con toda claridad se ve que todos querían lo mismo y, si no se han atrevido a pedir lo mismo es porque no han encontrado la ocasión. Jesús tiene que reprenderlos y decirles que no saben de lo que va la película.
            Pero han pasado dos mil años, y parece ser que las cosas no han cambiado mucho: los discípulos de Jesús siguen buscando puestos de honor, disputándose “poltronas”, entrar en el juego de la relevancia, afianzarse en el poder, buscar los honores, los títulos… y distanciarse cada vez más del pueblo sencillo al que se mira por encima del hombro.
            Las palabras de Jesús siguen hoy teniendo la misma fuerza y la misma actualidad: -*Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos” Esto debería estar escrito en todos los rincones de los seminarios, para que nadie argumentara que no se enteró de lo que dijo Jesús: “el discípulo se va detrás de Jesús para aprender a ser servidor de la iglesia y no, servirse de la iglesia”