DOMINGO XXVIII DEL T.O. –B-


PRIMERA LECTURA
 
Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7‑11
En comparación de la sabiduría, tuve en nada la riqueza
 
Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza.
No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro.
La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso.
Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables.
Palabra de Dios.
 
 
COMENTARIO:
 
LA SABIDURIA, FUENTE DE RIQUEZAS  
 
            El pasaje que nos presenta la liturgia de hoy se le atribuye a Salomón, el rey sabio que prefirió la sabiduría ( espíritu de discernimiento) a toda la gloria y las riquezas del mundo y Dios le concedió con esta sabiduría todas las riquezas, indicando con ello que toda la grandeza humana no es el fruto del esfuerzo del hombre, sino consecuencia del don que ha recibido de lo alto.
            Este don de la sabiduría consiste en el don del discernimiento que ayuda en todo momento a descubrir la verdad y poder optar siempre por lo que está en consonancia con la verdad y la justicia que es la voluntad de Dios. Esto lleva consigo el tener que renuncia a todo aquello que está en oposición a Dios y que en un momento determinado puede ser lo apetecido por el hombre, como pueden ser la riqueza, la fama, el poder…
            La lección es extraordinaria ya que, obcecados por los frutos, nos podemos olvidar del árbol, sin darnos cuenta que, sin él, no es posible obtener los frutos. Esto ocurre a todos los niveles, no solo en el puesto de una dirección política de un país, puede ocurrir lo mismo en una empresa, en la familia… obcecados por  los frutos, es muy fácil olvidarse del árbol
 
 
Salmo responsorial Sal 89, 12‑13.14‑15. 16‑17
 
R/.  Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
 
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, )hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.
R/.  Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
 
Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.


Dános alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R/.
R/.  Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.
 
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.
R/.  Sácianos de tu misericordia, Señor. y toda nuestra vida será alegría.

 
SEGUNDA LECTURA

 
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12‑13
La palabra de Dios juzga los deseos e intenciones del corazón
 
La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. Juzga los deseos e intenciones del corazón.
No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.                  
Palabra de Dios.
 
 
COMENTARIO:
 
 
LA VERDADERA SABIDURÍA: VIVIR DE CARA A LA VERDAD  
 
En el A. Testamento esa sabiduría expresada en el sentido común, era la manifestación de la presencia de Dios; en el N.T. esa sabiduría eterna queda expresada y se manifiesta en la Palabra de Dios, que al igual que el sentido común, es irrefutable e imborrable y permanece intacta e inamovible, llenando de luz la vida entera de la misma manera que la luz del sol entra y penetra hasta lo más escondido de una habitación.
En la vida andamos luchando por mantener y defender la imagen que a cada uno nos conviene y, para ello hacemos todos los malabarismos posibles, buscando argumentos que convenzan a los demás y a nosotros mismos. Pero al final, siempre volvemos a nuestro propio interior que es el que nos aprueba o nos reprocha la actitud que venimos manteniendo.
La Palabra de Dios es como la luz que lo iluina todo y como el espejo interior ante el que nos miramos y no hay posibilidad de esconder o camuflar nada. La Palabra de Dios es la VERDAD y es la única alternativa de felicidad y de libertad.
Cuando nuestra vida se ve iluminada por la Palabra de Dios y nos sentimos en consonancia con ella, es lo único que nos hace recuperar la paz, la alegría, la estabilidad y la felicidad. Por eso, caminar a la luz de la palabra de Dios, es garantía de paz y de felicidad.
 
 
Aleluya Mt 5, 3
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
 
 
EVANGELIO
 
 Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17‑30
Vende lo que tienes y sígueme
 
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: C*Maestro bueno, )qué haré para heredar la vida eterna?+
Jesús le contestó: C*)Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.
Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.+
El replicó: C*Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.+
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: C*Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.+
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: C*(Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!+


Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: C*Hijos, (qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.+

Ellos se espantaron y comentaban: C*Entonces, )quién puede salvarse?+

Jesús se les quedó mirando y les dijo: C*Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.+

Pedro se puso a decirle: C*Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.+

Jesús dijo: -*Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones y en la edad futura, vida eterna.+   Palabra de1 Señor.

 

O bien mas breve:

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10, 17‑27


En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: C*Maestro bueno, )qué haré para heredar la vida eterna?+

Jesús le contestó: C*)Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios.

Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.+

EL replicó: C*Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.+

Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: C*Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme.+

A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.

Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: C*(Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!+

Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: C*Hijos, (qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.+

Ellos se espantaron y comentaban: C*Entonces, )quién puede salvarse?+

Jesús se les quedó mirando y les dijo: C*Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.+         Palabra de1 Señor

 

 

COMENTARIO:

 

ROMPER LAS AMARRAS 

 

Estamos acostumbrados a ver en el evangelio a enfermos, endemoniados… que se acercan a Jesús en busca de una ayuda, porque necesitan la salud y recuperar su vida. En este pasaje aparece también otro personaje que viene corriendo en busca de Jesús, pero no viene pidiéndole salud o la curación de algún miembro de su cuerpo; este hombre anda buscando luz, el sentido de la vida y se echa a los pies de Jesús implorando esa luz, cómo orientar su vida.

Jesús le deja bien claro que el único “Bueno” es Dios y lo que Dios quiere para el hombre es que también sea bueno y le recuerda el camino que Dios mismo ha trazado: sus mandamientos, que son las bases sobre las que se apoya un proyecto humano.

El individuo responde que todo eso lo ha cumplido desde que era niño, pero sin embargo, dentro de él existe la inquietud de algo superior… aunque al ver la reacción que tiene cuando Jesús le da respuesta a su inquietud, parecen aclararse algunas incógnitas: con frecuencia podemos encontrarnos con ciertas situaciones en las que quisieramos compaginar lo que no es compaginable: contemporizar la opción por el dinero y al mismo tiempo mantener la opción por el reino de Dios; algo así como querer hacer arreglos de mantener la opción por el reino comprando sus beneficios  con ciertas limosnas, pero estas son dos cosas que son incompatibles, porque al final, el dinero termina sometiendo al reino, ya que éste lo tenemos enganchado en el instinto primario que se llama Aavaricia@ o en el otro que se llama Apoder@, mientras que el Reino es una opción que supone una violencia contra nosotros mismos,  ya que tenemos que enfrentarnos contra nuestras tendencias.

El individuo que se acercó a Jesús era buena gente, pero cuando se vio ante el reto de optar definitivamente por una cosa con la que se sentía grande y cómodo, o por otra que le costaba hacer una conversión de su vida y de sus sentimientos, agachó la cabeza y dio media vuelta, prefiriendo quedarse simplemente en Abuena gente@, pero sin ir más allá.

¡Claro que le faltaba una cosa, la más importante! Soltar las amarras que el dinero engancha en el corazón, para poder orientar la vida de otra manera, en otra dimensión: vivir la vida en solidaridad, que es lo único que puede llenar de felicidad.