DOMINGO VI DE PASCUA -C-


PRIMERA LECTURA


 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 15, 1‑2. 22‑29

Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables

 

            En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia. 

            Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta: 

«Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. 

            Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.» 

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

EL ESPIRITU DE UNIDAD EN LA IGLESIA  

            El gran problema con el que tiene que enfrentarse la iglesia en su inicio es con la ruptura que ha de hacer con el judaísmo, ya que nace de él y los primeros cristianos son judíos que no han tenido que hacer prácticamente nada para aceptar el cristianismo, pues han seguido sus mismas costumbres, sus mismos ritos y celebraciones, su misma estructura… no ha habido prácticamente ningún cambio, incluso ellos siguen yendo a la celebración del sábado en la sinagoga, tal como lo hacía Jesús.

            El problema se presenta cuando el cristianismo lo abrazan paganos que no vienen del judaísmo, ni tienen que ver nada con él. Esto provocará una gran cantidad de enfrentamientos entre los que quieren que el cristianismo sea una extensión del judaísmo que ha de tenerse como base y los que dan por superado el judaísmo y se abre una etapa completamente nueva con Cristo.

            Estas dos tendencias perdurarán durante varios siglos y serán la fuente de numerosos conflictos y luchas internas que hacen imposible el entendimiento entre los creyentes. Esta situación da lugar al primer encuentro entre los responsables de las distintas comunidades que se han establecido, el Concilio de Jerusalén donde se somete a discusión el problema y se escuchan las diferentes visiones, pero, sobre todo se escucha la voz del Espíritu Santo que va hablando en los acontecimientos que se van dando, como son las conversiones que se están dando entre paganos y la aceptación que se tiene desde fuera, del mensaje de Jesús ha presentado, mientras que desde dentro existe una reticencia enorme y una actitud de frenear la presencia del Espíritu en las comunidades.

            Después de escuchar a los responsables de las distintas comunidades llegaron a un acuerdo (Hch. 15,28-29: “Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.» 

            No obstante, aunque el acuerdo está tomado, habrá mucha gente que sigue su camino y sus ideas, sin tener en cuenta lo que en la iglesia se ha determinado, exactamente igual que ocurre en nuestros tiempos.

            Con frecuencia no nos damos cuenta el mal que hacemos y el obstáculo que presentamos para la iglesia con nuestras posturas cerradas y personalistas que rompen la unidad y destruyen la credibilidad de la iglesia.

 

Salmo responsorial Sal 66, 2‑3. 5. 6 y 8 (R.: 4)


 

R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. 

 

El Señor tenga piedad y nos bendiga,

ilumine su rostro sobre nosotros;

conozca la tierra tus caminos,

todos los pueblos tu salvación. R.

R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

 

Que canten de alegría las naciones,

porque riges el mundo con justicia,

riges los pueblos con rectitud

y gobiernas las naciones de la tierra. R.

R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. 

 

Oh Dios, que te alaben los pueblos,

que todos los pueblos te alaben.

Que Dios nos bendiga;

que le teman hasta los confines del orbe. R.

R. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. 

 

SEGUNDA LECTURA


 

Lectura del libro del Apocalipsis 21, 10‑14.  22‑23

Me enseñó la ciudad santa, que bajaba del cielo

 

            El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. 

Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. 

            Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. 

            A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. 

            La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero. 

            Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero.

            La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero. 

Palabra de Dios. 

 

REFLEXIÓN

 

EL TRIUNFO DEL BIEN SOBRE EL MAL   

            S. Juan en su visión coge todos los elementos que le ofrece toda la historia que se ha venido dando y cómo Dios ha ido llevando su plan adelante, a pesar de los obstáculos que el hombre ha venido poniendo, pero al final, ha realizado su proyecto y su plan se va a cumplir de la misma manera que ha realizado su proyecto hasta aquí y, el final ha de ser el triunfo total del bien sobre el mal, la victoria del bien sobre todas las fuerzas del mal ya está conseguida: Cristo ha resucitado.

            Juan hace una descripción fantástica de la nueva ciudad de la que han venido hablando los profetas, en la que se dará la seguridad para la paz, el amor, la justicia, la verdad, la libertad… abierta a todos los pueblos de la tierra, donde podrán llegar y encontrar en ella la felicidad, porque en ella reinará Dios que no está en un lugar determinado ni en una persona concreta, sino que Dios es una realidad nueva que lo llena todo, como la luz que lo ilumina todo: “Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero.

            La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.” 

            Es decir: el reinado de Dios lo llena todo y todo queda marcado por su presencia gloriosa: Cristo resucitado es la luz que lo envuelve todo y en la que todos se sienten iluminados.

 

 

Aleluya Jn 14, 23

El que me ama guardará mi palabra —dice el Señor—,

y mi Padre lo amará, y vendremos a él. 

 

EVANGELIO


 

Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23‑29

El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho

 

            En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

-“El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. 

            El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. 

            Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. 

            La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.” 

Palabra del Señor. 

 

REFLEXIÓN

 

ÉL SE HA QUEDADO CON NOSOTROS  

Jesús se está despidiendo de sus discípulos; Él ha cumplido la misión que el Padre le ha encomendado: presentar el verdadero rostro del Padre, proclamar su voluntad para los hombres que Él ha creado para que sean felices, establecer su proyecto de amor, de justicia, de verdad, de paz, para que el hombre pueda vivir y realizar su misión en la tierra, abrir el camino y darle todos los medios y ayuda para que lo recorra, asegurándole el triunfo final de la resurrección. Este plan es irreversible y definitivo, esto es innegociable con ningún otro plan o camino.

            Hasta ahora Él ha venido haciendo y diciendo todo esto para que lo vean, lo vivan y lo entiendan; ya saben el camino y tienen conocimiento de cómo realizarlo; de ahora en adelante ya no lo van a tener visiblemente, pero se va a quedar a su lado con su Espíritu que les va a ir recordando constantemente el camino y les va a ir alentando, pero ahora han de ser ellos los que continúen lo que Él ha comenzado.

            Ahora es la hora de los discípulos y no deben sentirse ni solos ni huérfanos, porque Él se va a quedar a su lado hasta el final del proyecto y su Espíritu les irá abriendo los corazones y las mentes para que su mensaje sea aceptado por todos y, al mismo tiempo, les va a ir recordando todo lo que han vivido, han visto y han oído, para que puedan ir siendo testigos, pero al mismo tiempo para que lo sigan viviendo, pues Él se nos ha dado: “La paz os dejo, MI paz os doy” Él mismo es la PAZ que se queda para que vivamos con ella y la transmitamos.

            Su Espíritu vive en nuestros corazones, de forma que nuestro amor no es sino manifestación de Él mismo; nuestra verdad, nuestra justicia, nuestra paz… no son sino expresiones de Él mismo que habita en el corazón de cada uno.

        

 

DOMINGO V DE PASCUA -C


PRIMERA LECTURA


 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 14, 21b‑27

Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos

 

            En aquellos días, Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios. 

            En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. 

            Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. 

Palabra de Dios. 

 

REFLEXIÓN


 

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA 

 

La negativa de los judíos, como primeros destinatarios del mensaje de salvación traído por Jesús, hace que el mensaje traspase las barreras de Israel y sea entregado a los paganos; es decir: el pueblo judío estaba llamado a ser transmisor de este mensaje universal, pero renunció a él y prefirió quedarse cerrado en su visión particularista y excluyente del resto de seres humanos, hasta el punto de convertirse al final en el peor de los obstáculos para que el proyecto se realizara.

La oposición que los apóstoles encuentran dentro de la comunidad judía se ve recompensada por la apertura que encuentran en el pueblo pagano que acoge el mensaje del reino con entusiasmo y con alegría: “Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.”

A la predicación de los apóstoles, la respuesta de la gente es ponerse a funcionar inmediatamente armando comunidades y poniéndose al servicio los unos de los otros, poniendo en práctica el mandamiento del amor.

No deja de extrañar que se haya cambiado esta dinámica dentro de la iglesia y se haya reducido todo al culto, quedando la vida práctica muy lejos de la confesión teórica que hacemos, pues la fe se queda en una creencia y no en una vida compartida.

  

 

Salmo responsorial Sal 144, 8‑9. 10‑11. 12‑13ab (R.: cf. 1)


 

R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey. 

 

El Señor es clemente y misericordioso,

lento a la cólera y rico en piedad;

el Señor es bueno con todos,

es cariñoso con todas sus criaturas. R.

R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey. 

 

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,

que te bendigan tus fieles;

que proclamen la gloria de tu reinado,

que hablen de tus hazañas. R.

R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey.

 

Explicando tus hazañas a los hombres,

la gloria y majestad de tu reinado.

Tu reinado es un reinado perpetuo,

tu gobierno va de edad en edad. R. 

R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey. 

  

SEGUNDA LECTURA


 

Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1‑5a

Dios enjugará las lágrimas de sus ojos

 

            Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: -“Ésta es la morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.” Y el que estaba sentado en el trono dijo: -“Todo lo hago nuevo.” 

Palabra de Dios. 

 

REFLEXIÓN

 

AHORA LO HAGO TODO NUEVO  

            S. Juan sigue alentando a los cristianos en la vida, iluminada por la fe en Jesús que ha abierto el horizonte y ha roto todas las barreras: el camino que nos ha indicado lleva a la construcción de unos “cielos nuevos y una tierra nueva”, éste es el gran objetivo de todo nuestro esfuerzo de transformación de la realidad en donde vivimos, esto es lo que le da sentido a todo lo que hacemos, pues estamos haciendo un camino que lleva a una realidad nueva en la que se imponga la verdad, la justicia el amor y la paz que es, en definitiva, hacia dónde camina ya el universo entero, por lo tanto, no vale ya perder el tiempo en otra cosa.

            Juan hace una descripción fantástica del resultado final, en donde se ha terminado el mal (el dolor, el hambre, el odio, la violencia, la envidia, el atropello, la muerte… esta tierra vieja en donde habitamos marcada por el pecado)

            La humanidad entera será el nuevo pueblo que Dios se ha adquirido, con el que hará una alianza de amor, marcada ya con la alianza que ha hecho Cristo.

            Este orden nuevo, estará marcado por la presencia de Dios que “enjugará las lágrimas” del dolor y el llanto de tantos atropellados por el pecado.

            Juan lanza un grito de esperanza: “¡Ahora lo hago todo nuevo!” El problema sigue en pie: es que el hombre prefiere seguir en el esquema viejo y sigue siendo egoísta, violento, cerrado, mentiroso, traidor, desleal… y se cierra a la justicia, a la verdad, al amor y a la paz creando constantemente muerte y destrucción a su alrededor.

  

Aleluya Jn 13, 34

Os doy un mandamiento nuevo —dice el Señor—:

que os améis unos a otros, como yo os he amado.

 

EVANGELIO


 

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 31‑33a. 34‑35

Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros

 

            Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: 

            -“Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. 

Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. 

            Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.” 

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

EL TESTAMENTO DE JESÚS   

 

            El evangelio de hoy nos presenta el momento cumbre de Jesús, en donde quiere dejar su testamento a sus discípulos: Él indica lo que ha sido su gran motivación y el sentido de su vida; Él ha cumplido el mandato que ha recibido del Padre, ahora se va, pero el mensaje que Él traía, ha quedado en el corazón de cada uno y ese mensaje no se lo pueden guardar, porque no es solo para ellos; es un mensaje de vida, de forma que ellos se hacen responsables ahora de que siga vivo.

            Hasta ahora, respondiendo a tiempos pasados, han venido conduciéndose con unas normas que se dieron en el Sinaí, pero de ahora en adelante, lo que los va a distinguir como “pueblo elegido de Dios”, va a ser el MANDAMIENTO que les deja: “que os améis unos a otros; como yo os he amado” y éste va a ser el signo que los distinga de ahora en adelante ante el mundo: la vivencia real y afectiva de la fraternidad.

            El hecho de que el evangelio haga anotar el dato del “distintivo” del cristiano, hace pensar que dentro de la comunidad hubo un momento en que salió el tema de poner un signo distintivo de los creyentes y se zanjó el problema con algo determinante: Lo que distingue a todo cristiano es el AMOR que pone en lo que hace: quien ama, cumple toda la ley, pues no puede hacer mal a nadie.

            En un mundo como el que vivimos cargado de odio, de avaricia, de envidia, de rencor, de corrupción…un cristiano no puede, por naturaleza, verse manchado por todo eso, de forma que, si no se distingue por lo contrario, es un farsante, un pagano.

            De hecho estamos viendo que una de las causas por las que la iglesia pierde muchas veces su credibilidad, es justamente por el mal ejemplo que algunos cristianos dan, al estar involucrados en la corrupción del mundo, y esto hace que sufra la iglesia entera las consecuencias del desprestigio.

Con mucha frecuencia vemos en nuestras comunidades verdaderos enfrentamientos por intereses particulares que nos ponen unos contra otros y en donde lo último por lo que nos reconocemos es por la fraternidad. Esto hace que mucha gente se sienta escandalizada y dé marcha atrás, abandonando la iglesia.  

Esto no quiere decir que no haya conflicto dentro de las comunidades; es más, debe haberlo, para que se puedan ir rectificando posturas y fallos que suelen darse, pero una cosa es ir purificando y limpiando el camino y otra utilizar la comunidad para defender intereses particulares

 

 

DOMINGO IV DE PASCUA -C-


PRIMERA LECTURA


 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 14. 43—52

Sabed que nos dedicamos a los gentiles

 

            En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. 

            Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. 

            El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo. 

Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: 

            —«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."» 

            Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron. 

            La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. 

            Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo. 

Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

LA MISIÓN DE EVANGELIZAR  

 

Al leer estos textos de los Hechos de los apóstoles vemos que existe una especie de eco del mandato de Jesús: “Id primero a las ovejas de Israel” y tiene un sentido lógico, porque el pueblo de Israel ha sido el llamado a ser signo vivo de la presencia de Dios en el mundo; hasta ahora ha venido manteniendo la esperanza del gran acontecimiento salvador y ahora que ha llegado, es lógico que sea a él al primero que se le comunique el cumplimiento de las promesas que se le han dado y, así vemos cómo los apóstoles Pablo y Bernabé llegan a Antioquia de Pisidia y se van directamente a la sinagoga a anunciar a los judíos el cumplimiento de las promesas y muchos los escucharon, los creyeron y los siguieron, pero otros muchos se cerraron en banda y, no solo no los creyeron, sino que se revolvieron con violencia en contra, re chazando la predicación de Pablo, de Bernabé, de Pedro y de todos los demás.

Pero el rechazo no queda solo en no admitir a los apóstoles, sino en expulsar de la sinagoga a todo el que los escuche y se convierta.

            Cuando vemos esto, nos podemos hacer la idea de la gran dificultad que supuso abrirse paso el mensaje del evangelio y de la fe de los primeros evangelizadores que no dudaron en dar su vida por algo que les hizo cambiar radicalmente su existencia: el encuentro con Jesús resucitado.

            Esto nos espolea a todos nosotros que, en el momento actual, tememos la más mínima oposición que nos desestabiliza de una situación de comodidad en la que hemos venido manteniéndonos, al mismo tiempo que estamos viendo cómo en otras regiones del mundo, muchos cristianos se juegan la vida por confesar a Jesucristo.

 

Salmo responsorial Sal 99, 2. 3. 5 (R.: 3c)



R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

 

Aclama al Señor, tierra entera,

servid al Señor con alegría,

entrad en su presencia con vítores. R.

R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

 

Sabed que el Señor es Dios:

que él nos hizo y somos suyos,

su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño. 

 

«El Señor es bueno,

su misericordia es eterna,

su fidelidad por todas las edades.» R.

R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño. 

 

SEGUNDA LECTURA


 

Lectura del libro del Apocalipsis 7, 9. 14b-17

El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas

 

            Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. 

Y uno de los ancianos me dijo: 

            -“Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero. 

            Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo. 

El que se sienta en el trono acampará entre ellos. 

            Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. 

            Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.” 

Palabra de Dios. 

 

 

REFLEXIÓN

 

ROMPER BARRERAS 

 

Esa mentalidad cerrada y exclusivista del AT. que se sienten los elegidos y que no pueden mezclarse con los paganos porque se manchan con su impureza, queda rota y S. Juan quiere hacer ver que esa actitud ha pasado, que ya no tiene sentido: Dios ha roto las barreras que nosotros nos hemos ido haciendo a través de los siglos creyéndonos los elegidos y protegiéndonos del peligro que suponen los otros.

Delante de Dios somos todos iguales sin distinción de nación, raza, lengua, sexo, condición… Para Dios lo único que cuenta es el HOMBRE hecho a su imagen y semejanza para relacionarse con él; este era su proyecto desde el principio de los tiempos y esto es lo que ha venido a ocurrir en la cumbre de los tiempos.

  A partir de ahora, ya no puede haber división, ni rechazo, porque en Jesucristo Dios ha asumido la naturaleza humana y nos ha hecho a todos iguales haciéndonos a todos hermanos. Desde ahora en adelante, Jesucristo es el pastor del rebaño que lo conduce hacia la salvación.

El mensaje de salvación de Juan es claro, aunque lo haga con imágenes que muchas veces nos desorienten, porque, precisamente lo hizo así para desorientar a quienes no estaban en la onda de la fe

 

 

Aleluya Jn 10, 14

 

Yo soy el buen Pastor —dice el Señor—, conozco mis ovejas, y las mías me conocen. 

 

EVANGELIO


 

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 27‑30

Yo doy la vida eterna a mis ovejas

 

            En aquel tiempo, dijo Jesús: 

            -“Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. 

            Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. 

            Yo y el Padre somos uno.” 

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

SER “PASTOR"

 

El evangelio de hoy nos presenta a Jesús como enviado del Padre para que cuide guíe y proteja a las ovejas que el Padre le ha encomendado, por las que lo ha dado todo.

Esta misma misión la deja ahora en manos de los “pastores” que han de procurar lo mismo: conducir el rebaño por el mismo camino que Él ha abierto.

  Jesús deja indicadas las pautas para el pastoreo: es el pastor que está preocupado por el rebaño; conoce a sus ovejas y ellas lo conocen a Él y lo siguen por el camino que él les va abriendo, pues va delante de las ovejas; él da la vida por sus ovejas y las orienta a la vida eterna

Es muy importante tener estas pautas bien claras ya que en la iglesia, como en cualquier institución humana, el ministerio del “pastoreo” es fundamental: alguien tiene que tomar la responsabilidad de dirigir el camino y no confundir, sino orientar al destino indicado: la vida eterna; pero esto no es un concepto abstracto, sino algo real y vital: la vida eterna es el reinado de la verdad, del amor, de la justicia, de la paz que Cristo ha inaugurado ya aquí. Todo pastor que no tenga estos objetivos es un farsante, un asalariado que se aprovecha de las ovejas.

Estos principios no están dados solo para los discípulos solamente, sino para todos a quienes se les encomienda el servicio de conducir en el orden que sea. Pues la salvación de Jesús ha sido para todos los hombres de todos los pueblos, razas, culturas, lenguas… es decir: el proyecto de Cristo es la restauración de la humanidad caída y eso abarca a todos y a todo. El pastor tiene como misión cuidar y conducir a las ovejas y en esto se juega su existencia.

Es una llamada muy fuerte a los servicios dentro de la iglesia para ver cómo se orientan y cómo se realizan, pero la llamada va también dirigida a todas las instituciones de servicio al hombre, en las que los cristianos deben dar testimonio de su fe en Jesucristo que les indica cómo han de dirigirse en el mundo, para que viéndolos puedan ser referente de Cristo.