DOMINGO V DE PASCUA -C


PRIMERA LECTURA


 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 14, 21b‑27

Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos

 

            En aquellos días, Pablo y Bernabé volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, animando a los discípulos y exhortándolos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios. 

            En cada Iglesia designaban presbíteros, oraban, ayunaban y los encomendaban al Señor, en quien habían creído. Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia. Predicaron en Perge, bajaron a Atalía y allí se embarcaron para Antioquía, de donde los habían enviado, con la gracia de Dios, a la misión que acababan de cumplir. 

            Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. 

Palabra de Dios. 

 

REFLEXIÓN


 

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA 

 

La negativa de los judíos, como primeros destinatarios del mensaje de salvación traído por Jesús, hace que el mensaje traspase las barreras de Israel y sea entregado a los paganos; es decir: el pueblo judío estaba llamado a ser transmisor de este mensaje universal, pero renunció a él y prefirió quedarse cerrado en su visión particularista y excluyente del resto de seres humanos, hasta el punto de convertirse al final en el peor de los obstáculos para que el proyecto se realizara.

La oposición que los apóstoles encuentran dentro de la comunidad judía se ve recompensada por la apertura que encuentran en el pueblo pagano que acoge el mensaje del reino con entusiasmo y con alegría: “Al llegar, reunieron a la Iglesia, les contaron lo que Dios había hecho por medio de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.”

A la predicación de los apóstoles, la respuesta de la gente es ponerse a funcionar inmediatamente armando comunidades y poniéndose al servicio los unos de los otros, poniendo en práctica el mandamiento del amor.

No deja de extrañar que se haya cambiado esta dinámica dentro de la iglesia y se haya reducido todo al culto, quedando la vida práctica muy lejos de la confesión teórica que hacemos, pues la fe se queda en una creencia y no en una vida compartida.

  

 

Salmo responsorial Sal 144, 8‑9. 10‑11. 12‑13ab (R.: cf. 1)


 

R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey. 

 

El Señor es clemente y misericordioso,

lento a la cólera y rico en piedad;

el Señor es bueno con todos,

es cariñoso con todas sus criaturas. R.

R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey. 

 

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,

que te bendigan tus fieles;

que proclamen la gloria de tu reinado,

que hablen de tus hazañas. R.

R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey.

 

Explicando tus hazañas a los hombres,

la gloria y majestad de tu reinado.

Tu reinado es un reinado perpetuo,

tu gobierno va de edad en edad. R. 

R. Bendeciré tu nombre por siempre jamás, Dios mío, mi rey. 

  

SEGUNDA LECTURA


 

Lectura del libro del Apocalipsis 21, 1‑5a

Dios enjugará las lágrimas de sus ojos

 

            Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra han pasado, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, enviada por Dios, arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que decía desde el trono: -“Ésta es la morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado.” Y el que estaba sentado en el trono dijo: -“Todo lo hago nuevo.” 

Palabra de Dios. 

 

REFLEXIÓN

 

AHORA LO HAGO TODO NUEVO  

            S. Juan sigue alentando a los cristianos en la vida, iluminada por la fe en Jesús que ha abierto el horizonte y ha roto todas las barreras: el camino que nos ha indicado lleva a la construcción de unos “cielos nuevos y una tierra nueva”, éste es el gran objetivo de todo nuestro esfuerzo de transformación de la realidad en donde vivimos, esto es lo que le da sentido a todo lo que hacemos, pues estamos haciendo un camino que lleva a una realidad nueva en la que se imponga la verdad, la justicia el amor y la paz que es, en definitiva, hacia dónde camina ya el universo entero, por lo tanto, no vale ya perder el tiempo en otra cosa.

            Juan hace una descripción fantástica del resultado final, en donde se ha terminado el mal (el dolor, el hambre, el odio, la violencia, la envidia, el atropello, la muerte… esta tierra vieja en donde habitamos marcada por el pecado)

            La humanidad entera será el nuevo pueblo que Dios se ha adquirido, con el que hará una alianza de amor, marcada ya con la alianza que ha hecho Cristo.

            Este orden nuevo, estará marcado por la presencia de Dios que “enjugará las lágrimas” del dolor y el llanto de tantos atropellados por el pecado.

            Juan lanza un grito de esperanza: “¡Ahora lo hago todo nuevo!” El problema sigue en pie: es que el hombre prefiere seguir en el esquema viejo y sigue siendo egoísta, violento, cerrado, mentiroso, traidor, desleal… y se cierra a la justicia, a la verdad, al amor y a la paz creando constantemente muerte y destrucción a su alrededor.

  

Aleluya Jn 13, 34

Os doy un mandamiento nuevo —dice el Señor—:

que os améis unos a otros, como yo os he amado.

 

EVANGELIO


 

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 31‑33a. 34‑35

Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros

 

            Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: 

            -“Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. 

Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. 

            Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.” 

Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

EL TESTAMENTO DE JESÚS   

 

            El evangelio de hoy nos presenta el momento cumbre de Jesús, en donde quiere dejar su testamento a sus discípulos: Él indica lo que ha sido su gran motivación y el sentido de su vida; Él ha cumplido el mandato que ha recibido del Padre, ahora se va, pero el mensaje que Él traía, ha quedado en el corazón de cada uno y ese mensaje no se lo pueden guardar, porque no es solo para ellos; es un mensaje de vida, de forma que ellos se hacen responsables ahora de que siga vivo.

            Hasta ahora, respondiendo a tiempos pasados, han venido conduciéndose con unas normas que se dieron en el Sinaí, pero de ahora en adelante, lo que los va a distinguir como “pueblo elegido de Dios”, va a ser el MANDAMIENTO que les deja: “que os améis unos a otros; como yo os he amado” y éste va a ser el signo que los distinga de ahora en adelante ante el mundo: la vivencia real y afectiva de la fraternidad.

            El hecho de que el evangelio haga anotar el dato del “distintivo” del cristiano, hace pensar que dentro de la comunidad hubo un momento en que salió el tema de poner un signo distintivo de los creyentes y se zanjó el problema con algo determinante: Lo que distingue a todo cristiano es el AMOR que pone en lo que hace: quien ama, cumple toda la ley, pues no puede hacer mal a nadie.

            En un mundo como el que vivimos cargado de odio, de avaricia, de envidia, de rencor, de corrupción…un cristiano no puede, por naturaleza, verse manchado por todo eso, de forma que, si no se distingue por lo contrario, es un farsante, un pagano.

            De hecho estamos viendo que una de las causas por las que la iglesia pierde muchas veces su credibilidad, es justamente por el mal ejemplo que algunos cristianos dan, al estar involucrados en la corrupción del mundo, y esto hace que sufra la iglesia entera las consecuencias del desprestigio.

Con mucha frecuencia vemos en nuestras comunidades verdaderos enfrentamientos por intereses particulares que nos ponen unos contra otros y en donde lo último por lo que nos reconocemos es por la fraternidad. Esto hace que mucha gente se sienta escandalizada y dé marcha atrás, abandonando la iglesia.  

Esto no quiere decir que no haya conflicto dentro de las comunidades; es más, debe haberlo, para que se puedan ir rectificando posturas y fallos que suelen darse, pero una cosa es ir purificando y limpiando el camino y otra utilizar la comunidad para defender intereses particulares