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DOMINGO DE RAMOS. CICLO C

 


Bendito el que viene en nombre del Señor.

Del evangelio según san Lucas.
En aquel tiempo, Jesús caminaba delante de sus discípulos, subiendo hacia Jerusalén.
Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos discípulos, diciéndoles:
«Id a la aldea de enfrente; al entrar en ella, encontraréis un pollino atado, que nadie ha montado nunca. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta: "¿Por qué lo desatáis?", le diréis así: "El Señor lo necesita"».
Fueron, pues, los enviados y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el pollino, los dueños les dijeron:
«¿Por qué desatáis el pollino?».
Ellos dijeron:
«El Señor lo necesita».
Se lo llevaron a Jesús y, después de poner sus mantos sobre el pollino, ayudaron a Jesús a montar sobre él.
Mientras él iba avanzando, extendían sus mantos por el camino. Y, cuando se acercaba ya a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habían visto, diciendo:
«¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas».
Algunos fariseos de entre la gente le dijeron:
«Maestro, reprende a tus discípulos».
Y respondiendo, dijo:
«Os digo que, si estos callan, gritarán las piedras». Palabra del Señor
    Hoy es Domingo de Ramos, y nos encontramos con el misterio de la entrada de Jesús en Jerusalén.
    Comienza la Semana Mayor de los cristianos, la Semana Santa. Se nos invita a adentrarnos en el Misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
    Estamos llamados a descubrir en nuestras vidas estos Misterios y llevarlos no solo hacia el exterior en las procesiones sino en nuestro propio interior. 
    Contemplar a Cristo en su pasión, la que se lee en el evangelio de hoy es contemplar nuestra vida diaria, sufrimientos, traiciones, negaciones, muertes y resurrecciones.
    Contemplar la Pasión, es orar y meditar al igual que Jesús en estos momentos, descubrir el amor misericordioso del Padre que aunque parezca alejado del Hijo esta muy cerca de Él. Es orar y meditar el amor del Hijo que se nos da en totalidad, sacramental y corporalmente, este amor amando hasta el extremo. Es orar y contemplar al Espíritu derramado en la cruz al mundo para que después de cincuenta días sea manifestado por todos aquellos que lo han recibido.
    Vivamos estos días llenos de unción y encontrémonos con el Crucificado para dejarnos tocar por Él y de esta forma alegrarnos ante el encuentro definitivo al oír nuestro nuestro nombre como María al alborear el Domingo de Resurrección.

DOMINGO DE RAMOS, CICLO B

 

Bendito el que viene en nombre del Señor.

Del evangelio según san Marcos.
Cuando se acercaban a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, Jesús mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles:
«Id a la aldea de enfrente y, en cuanto entréis, encontraréis un pollino atado, que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, contestadle: “El Señor lo necesita, y lo devolverá pronto”».
Fueron y encontraron el pollino en la calle atado a una puerta; y lo soltaron. Algunos de los presentes les preguntaron:
«¿Qué hacéis desatando el pollino?».
Ellos les contestaron como había dicho Jesús; y se lo permitieron.
Llevaron el pollino, le echaron encima los mantos, y Jesús se montó. Muchos alfombraron el camino con sus mantos, otros con ramas cortadas en el campo. Los que iban delante y detrás, gritaban:
«¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!». Palabra del Señor.
    El evangelio de este domingo es la lectura de la pasión según el evangelista san Marcos. Este texto evangélico nos puede ayudar a vivir este día y los días siguientes hasta la Pascua.
    Hoy Jesús entra en la ciudad santa como entró en su día el rey David, montado en un pollino de asno, "mira tu rey que viene a ti" nos dirá el profeta. Al igual que entonces la muchedumbre lo aclama como el Hijo de David, bendito el que viene.
    Con este gesto, Jesús, nos dice que en él se han cumplido las promesas davídicas, viene como rey. El mismo pueblo que hoy lo recibe, unos días más adelante será quien pida su muerte en la Cruz.
    Hoy comienzan los días santos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, días en los que se nos invitan a la oración y la meditación de estos Misterios, para poder así, vivirlos interiormente. Dejemos que entre hoy Jesús en nuestras vidas, dejemos que nuestros corazones lo reconozcan como el que ha de venir y así junto a Él podamos celebrar la Pascua..
    Que los signos de hoy las palmas y los ramos de olivo, la paz y el martirio, sean los que nos impulsen a nosotros en nuestra vida de cristianos, para ser portadores de paz para con los otros, en este mundo tan necesitado de ella, y por consiguiente, seamos instrumentos de entrega y servicio hacia los demás como lo hizo Jesús desde la Cruz.    

DOMINGO DE RAMOS. ENTRADA TRIUNFAL DE JESUS EN JERUSALEN

 

Bendito el que viene en nombre del Señor.
Del evangelio de san Mateo.
Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, en el monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos diciéndoles:
«Id a la aldea de enfrente, encontraréis enseguida una borrica atada con su pollino, los desatáis y me los traéis. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto».
Esto ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta:
«Decid a la hija de Sion:
«Mira a tu rey, que viene a ti,
humilde, montado en una borrica,
en un pollino, hijo de acémila»».
Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud alfombró el camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada.
Y la gente que iba delante y detrás gritaba:
«¡«Hosanna» al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡«Hosanna» en las alturas!».
Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando:
«¿Quién es este?».
La multitud contestaba:
«Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea»
Palabra del Señor.
     Con esta celebración del domingo de Ramos, comenzamos la Semana Mayor para los cristianos, la Semana Santa. Una semana cargada de acontecimientos importantes para nosotros..
     Sobre todo, nos estaremos preparando para la celebración de los Misterios del Santo Triduo Pascual. No olvidemos que este acontecimiento es primordial para la vida de fe de un cristiano.
      Hoy contemplamos a Jesús entrando en la ciudad santa de Jerusalén lo hace como mucho tiempo atrás lo llevo a cabo el rey David para entronizar y dejar el arca de la alianza en el Templo de Jerusalén,  Ya profetizo Zacarias este momento, "mira a tu rey que viene victorioso montado en un asno de pollino".
   El evangelio de este domingo en la Eucaristía es la lectura de la Pasión según san Mateo. Este relato nos ira marcando los pasos a seguir para adentrarnos en la liturgia de estos días.
     Bien conocemos los últimos días de vida del Jesús, por eso debemos de estar atentos y configurarnos con Él. a lo largo de estos días os invito a releer nuevamente este texto evangélico, llevarlo a la oración y que nuestro corazón vaya marcado estos momentos de la vida de Cristo con nuestra propia vida. 
    Comenzamos con este día, dejemos a los pies de Jesús todos nuestros anhelos, nuestras alegrías y sufrimientos para que cuando el pase por nuestro lado lo descubramos como aquel que viene en nombre del Señor, como aquel que nos desata todas nuestras cadenas y que nos libra de la muerte, seamos capaces de alegrarnos porque ha entrado en nuestra vida, y digamos como los niños hebreos, "Hosanna al Hijo de David, bendito el que viene en el nombre del Señor".