DOMINGO -IV- DEL TIEMPO ORDINARIO -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Sofonías 2, 3; 3, 12 13
Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde

Buscad al Señor los humildes, que cumplís sus mandamientos; buscad la justicia, buscad la moderación, quizá podáis ocultaros el día de la ira del Señor.
Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor.
El resto de Israel no cometerá maldades, ni dirá mentiras, ni se hallará en su boca una lengua embustera; pastarán y se tenderán sin sobresaltos.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN:


“QUIÉN PODRÁ CONVERTIRSE EN JUEZ?

El profeta ha tenido una primera parte en la que se ha dirigido a todos los que tienen la culpa de la suerte a la que está llegando el pueblo, debido a sus maldades a la explotación y a la deriva a la que están conduciendo al país; ahora se dirige a la otra parte del pueblo sencillo, que no cuenta para nada, que no tiene voz ni voto y que tiene siempre que pagar todos los platos rotos.
A esa parte del pueblo: los humildes, los que cumplen los mandamientos, los que no pueden defraudar porque no tienen nada, los que pagan religiosamente sus impuestos y tienen que cargar con el peso de las injusticias, la corrupción y los robos de los grandes, para estos el Señor tiene guardado el triunfo, pues es la parte noble del pueblo que “no comete maldades, ni dice mentiras, ni se halla en su boca una lengua embustera”; los demás tendrán que rendir una cuenta muy estricta de todo el daño que han hecho y la confusión que han metido y de las esperanzas que han roto.
Ante la lectura de este pasaje a uno no le quedan más ideas ni otro deseo de que esto se traspase a la realidad actual: La historia es implacable y la vida es como un gran río que va arrastrando todo lo que arrojamos en él, al final todo llega a su fin y nada queda sin su juicio. Yo me pregunto constantemente: ¿Qué juicio hará la historia de la casta política de esta generación y tampoco va a dejar sin juzgar a esta generación de una sociedad que llegó a prescindir de Dios y a pensar que el dinero es el gran poder que lo soluciona todo.


Salmo responsorial Sal 145, 7. 8 9a. 9bc 10

V/. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.

R/. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.

V/. El Señor hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.

R/. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.

V/. El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos, el Señor guarda a los peregrinos.

R/. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.

V/. El Señor sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.

R/. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 26 31
Dios ha escogido lo débil del mundo

Hermanos:
Fijaos en vuestra asamblea, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios.
Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.
Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención.
Y así—como dice la Escritura—el que se gloríe que se gloríe en el Señor.
Palabra de Dios

REFLEXIÓN:

“LOS DE SIEMPRE”

La vivencia de la fe no es algo que sobresale, ni anima por las ventajas económicas, ni por los bienes materiales que en ella se consiguen. Tampoco se trata de una forma de adquirir prestigio, ni un puesto social de relevancia. La vivencia de la fe en comunidad, lo único que te da es la gran seguridad de que Dios te quiere, de que cuentas para Él, de que no te va a dejar aunque el mundo se ponga boca abajo, de que te asegura una familia, que en esa familia nadie es más que nadie, porque todos se sienten queridos y cada es para el otro como un gran regalo dado por el Dios Padre de todos, eso es lo único que se comparte en común y en plenitud.
Si miramos también nuestras asambleas, podremos observar lo mismo que observaba Pablo: de ellas han desaparecido los “poderosos”, los que tenían grandes cosas que lucir y aprovechaban la misa de medio día para después darse el paseo por el pueblo y que los vieran; ahora ya no es este el balcón donde se podían asomar para que los viera todo el mundo, sino que más bien se han ido, pues hay balcones mas vistosos y lo han abandonado, han vuelto a quedar los de siempre, los que no tienen nada que perder, porque no tienen grandes cosas, han quedado los que tenían que quedar, esos de los que la gente progre de hoy se ríe y los tacha de trasnochados y de ridículos y de fachas, pero en su haber solo cuentan con el bien que han ido haciendo siempre, de otra cosa no se les puede tachar. Esa es la iglesia de “ a pie”, la de los pobres de siempre, la que nunca apareció para nada, la de los limpios de corazón y los que lloran, porque no les alcanza el sueldo para terminar el mes y saben bien que el único que no los engaña jamás es Dios.


EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5, 1 12a
Dichosos los pobres de espíritu

En aquel tiempo, al ver Jesús al gentío subió a la montaña, se sentó y se acercaron sus discípulos, y el se puso a hablar enseñándoles:
Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de 1a justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán «los Hijos de Dios.»
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten, y os persigan, y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Palabra del Señor

REFLEXIÓN:

¡¡¡BRAVO, POR AQUELLOS QUE...!!!
Una de las cosas que debemos quitarnos de la cabeza es la imagen que desde siempre hemos cultivado de que Dios nos ha puesto un código de aguante para la vida: “Las cosas nos vienen mal… hay que aguantarse porque más aguantó Jesús por nosotros siendo, como era, Dios. Esa actitud de conformismo ni la ha querido, ni la quiere Dios porque es además indigna de cualquiera que se considera persona.
El programa que nos deja Jesús es un programa de libertad frente a la esclavitud a la que nos quieren someter y que nos quieren imponer los que tienen en sus manos el poder:
1º- “Dichosos los pobres en el espíritu “No se trata de aguantar la pobreza porque después no vamos a necesitar de nada y cuando nos vayamos no nos vamos a llevar nada, sino de perder el miedo a la seguridad que nos brinda el dinero y la riqueza que nos convence que sin él no podemos llegar a ningún sitio y nos lo ponen para que nos convenzamos que es verdad. Jesús viene a decirnos que el único en quien podemos confiar es en Dios, que va a ser el único que no nos falla ni nos defrauda. Es perder el miedo a vivir en libertad.
2º- “Dichosos los sufridos” Tampoco nos está diciendo que aguantemos lo que nos venga como si fuéramos de piedra, como si nos hubiéramos hecho inmunes al sufrimiento, se trata de sujetar el ojo por ojo y diente por diente que llevamos dentro pertrecharnos de otras armas que no sean la violencia, la agresividad para responder a los ataques, con las armas del perdón y de la misericordia, que son más eficaces que todas las bombas del mundo.
3º -“Dichosos los que lloran” Tampoco se trata de que aguantemos estoicamente el dolor por el dolor, porque Jesús también sufrió por nosotros, y entonces yo no me voy a rebelar. El dolor no es bueno ni lo quiere Dios, pero es algo inevitable que no nos puede atemorizar ni perder el coraje para vivir. Jesús invita a que le hagamos frente, a que no le huyamos porque va a ser donde se curta nuestra capacidad de acercamiento a los que sufren. Es la verdadera escuela de escucha y comprensión.
4º - “Dichosos los que tienen hambre y sed de 1a justicia”. No se trata de esperar a que hagan justicia conmigo o con los pobres, sino de ser capaces de liberarnos de todos los deseos inútiles que nos mete este mundo, esos que quieren someternos y que lo hacen a través de crearnos deseos y necesidades que nos van a llevar a estar toda la vida hipotecados para adquirirlas. Esta va a dar como resultado que sus reclamos para consumir no van a tener efecto conmigo.
5º- “Dichosos los misericordiosos,” Jesús viene a decirnos que desterremos el afán de aparecer como gente buena que no deja a nadie que se vaya de su casa sin darle algo para que coma, que perdamos el miedo a quedar mal, a decir las cosas como son, a reclamar lo que es justo, a decir la verdad aunque esto deteriore nuestra imagen, porque eso querrá decir que nos estamos poniendo en el puesto del otro y la lástima la estamos convirtiendo en compasión (padecer con el otro)
6º - “Dichosos los limpios de corazón”. Siempre hemos entendido que la limpieza de corazón era poco más o menos que una actitud de gente tan inocente que no ve nada malo en nadie y que se traga todo lo que le dicen con la más absoluta candidez. Eso no es lo que dice Jesús: la Limpieza está basada en la verdad, en la autenticidad, en la honradez y hay que perder el miedo a ser auténticos, fieles a la verdad, en dejarse juzgar e iluminar por ella. Estamos viendo el gran espectáculo del miedo que se le tiene a la verdad por parte de nuestros políticos que tienen montado un embrollo impresionante y tienen confundido al pueblo, es el ejemplo más claro de lo que no puede hacer un cristiano. Y no soportan el que alguien se defina por la verdad.
7º- Ponerse en esta onda es hacerse testigos y constructores de la PAZ del reino que ha traído cuyo programa son las bienaventuranzas, y la consecuencia de tomar esta posición con toda seguridad nos traerá complicaciones. Decir la verdad y definirse a favor de ella automáticamente produce reacciones de los mentirosos y embaucadores que no lo pueden soportar, pues los deja al descubierto. Ahí se dará la última de las bienaventuranzas que es el sello de autenticidad de todo lo que hemos venido diciendo y viviendo.

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 9, 23- 9,3
En la Galilea de los gentiles el pueblo vio una luz grande

En otro tiempo el Señor humilló el país de Zabulón y el país de Neftalí; ahora ensalzará el camino del mar, al otro lado del Jordán, la Galilea de los gentiles.
El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló.
Acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín.
Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro los quebrantaste como el día de Madián.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN


“RAZONES PARA LA ESPERANZA”

El profeta Isaías parte de una experiencia triste por la que han pasado: las tribus de Zabulón y Neftalí han sido arrasadas por Asiria y han sufrido la gran humillación del destierro de todos sus mejores hombres y la represión que se ha desencadenado contra el pueblo que amenaza con arrasar con todo haciendo que las tinieblas se establezcan como horizonte.
A pesar de que no quedan fuerzas, de que levantar el vuelo parece algo imposible, el profeta se levanta proclamando la presencia de Dios como una gran luz que va a hacer que se disipen todas las tinieblas. Esto es algo que ha ocurrido ya en otros momentos, cuando el pueblo se encontraba con todos los recursos terminados es cuando Dios irrumpe para demostrar que Él sigue a su lado y que nadie los vencerá.
Isaías se convierte en el grito contra toda esperanza, cuando ya parece que está todo perdido es cuando Dios sale al encuentro.
Cuando en la iglesia echamos la vista atrás, podemos darnos cuenta cómo en momentos duros y difíciles, en donde todo estaba aparentemente acabado, de ahí surgieron personas, se dieron acontecimientos, que cambiaron toda la realidad sin esperar nadie que pudieran darse las cosas de esa forma, y es que Dios es imprevisible, sus proyectos escapan a nuestros cálculos y de nuestra metedura de pata salió la luz.
Tenemos motivos para seguir esperando que de todo este revoltijo de cosas, en el que hemos perdido el control, pues hoy anda todo disparado, sin saber a dónde va a parar ni por dónde va a salir; cuando parce que a los enemigos de Dios todo les sonríe y se han hecho con el poder absoluto… la derrota puede ser más amarga todavía, pues creían que lo tenían todo y la victoria para el otro lado puede ser más gozosa. Aunque todo lo veamos negro hay motivos para esperar que de este parto ha de salir algo completamente nuevo y fascinante, porque Dios se ha metido en la historia, Él camina con ella y su destino no es la destrucción, por más que hagan por arrasarlo todo. La otra razón para la esperanza es toda la gente que está ilusionada y comprometida con esta nueva dimensión de VIDA, esa semilla no van a lograr quemarla.
Todo esto, en tiempos duros y difíciles nos obliga a tomar posiciones: o me pongo en un lado o en otro.

Salmo responsorial Sal 26, 1. 4. 13 14

V/. El Señor es mi luz y mi salvación.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
V/. El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida; ¿quién me hará temblar?
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
V/. Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por todos los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor contemplando su templo.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.
V/. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.
R/. El Señor es mi luz y mi salvación.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 10 13. 17
Poneos de acuerdo y no andéis divididos.

Hermanos:
Os ruego en nombre de nuestro Señor Jesucristo: poneos de acuerdo y no andéis divididos.
Estad bien unidos con un mismo pensar y sentir.
Hermanos, me he enterado por los de Cloe de que hay discordias entre vosotros.
Y por eso os hablo así, porque andáis divididos diciendo:
«Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Pedro, yo soy de Cristo.»
¿Está dividido Cristo?
¿Ha muerto Pablo en la cruz por vosotros?
¿Habéis sido bautizados en nombre de Pablo?
No me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.
Palabra de Dios


REFLEXIÓN

“EL ESCÁNDALO DE LA DIVISIÓN”

En la comunidad de Corinto, a pesar de ser fuerte, no ha dejado de haber problemas desde el principio: comenzaron atacándole a Pablo porque no le daban autoridad de apóstol por no haber vivido al lado de Jesús y tiene que reivindicar sus derechos diciendo cuando escribe que lo hace con toda autoridad, pues ha sido el mismo Cristo quien le ha revelado lo que les dice.
Ahora tiene que salir de nuevo al paso de otro problema grave que se está dando: se está minando la unidad de la comunidad por unos cuantos grupos religiosos que están surgiendo: unos se sienten seguidores de Pablo, otros de Apolo, otros de Pedro y otros de Jesús… ¿Es que está dividido Cristo?
No entiende que haya gente que se divida y tome caminos distintos, peor aún, que en nombre de Jesús se divida la comunidad, cuando Él insistió siempre en la unidad. Pablo entiende que romper la unidad es atentar contra el mismo Cristo.
Desgraciadamente la historia se sigue repitiendo con mucha más fuerza y el escándalo sigue servido: no hay mejor argumento para atacar o rechazar la fe, como el que se le pueda ofrecer a los no creyentes una pugna de poderes dentro de la comunidad, una lucha de intereses creados que en nombre de Jesús presenten una comunidad dividida.


Aleluya Mt 4, 23

Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino,
curando las enfermedades del pueblo.
Aleluya.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 4, 12 23
Vino a Cafarnaún para que se cumpliese lo que había dicho el Profeta Isaías

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al lago, en el territorio de Zabulón y Neftalí. Así se cumplió lo que había dicho el Profeta Isaías:
«País de Zabulón y país de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.»
Entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: —Convertíos, porque está cerca el Reino de los cielos.
[Paseando junto al lago de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores.
Les dijo:
—Venid y seguidme y os haré pescadores de hombres.
Inmediatamente dejaron las redes y le siguieron.
Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre. Jesús los llamo también.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.
Recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo.]
Palabras del Señor


REFLEXIÓN


“CONVERTIRSE”

Jesús comienza su predicación invitando a la gente a convertirse, a cambiar las formas de pensar y de actuar que tienen.
Normalmente entendemos, cuando oímos la palabra “Convertirse” en un cambio radical de la existencia, de aquella persona que lleva un camino errado y está metida en la perdición, pero como que no ponemos atención ni le hacemos mucho caso a este término se trata de aplicarlo a situaciones de vida que rayan en la normalidad: cuando nos consideramos normalicos y vemos que no tenemos grandes cosas, ni hacemos mal a nadie, al menos que sea escandaloso, es decir: “ni matamos ni robamos” (que haya sido demostrado por las leyes) pero la conversión es otra cosa y es algo que nos toca a todos.
El termino que emplea el evangelio es un verbo que significa “ponerse a pensar” “revisar el enfoque de nuestra vida”, “reajustar las perspectivas de la nuestra existencia”.
Si el verbo lo traducimos así, podríamos escuchar a Jesús que nos dice:“ Mirad a ver si vuestra vida está en consonancia con el mensaje que os doy o hay que dar un nuevo enfoque a la vida o a la dirección que habéis tomado, para que nuestra vida esté más en consonancia con lo que Dios nos está pidiendo”.
De hecho, aquellos que lo oyeron, así lo entendieron y dieron un enfoque completamente distinto a sus vidas: los apóstoles lo dejaron todo y se fueron con Él.
La misma cosa ha ocurrido a través de la historia a millones de personas: se encontraron con Jesús y su amistad les hizo cambiar su manera de ver y de actuar. El gran problema que solemos tener es el de querer que el cambio tenga que darlo Jesús obligándole a que sea Él quien se adapte a nuestras conveniencias y, entonces, es cuando damos una imagen lamentable de la iglesia y de nuestras mismas personas.

DOMINGO II DEL TIEMPO ORDINARIO -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías 49, 3. 5 6
Te hago luz de las naciones para que seas mi salvación

«Tú eres mi siervo (Israel) de quien estoy orgulloso.»
Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel, —tanto me honró el Señor y mi Dios fue mi fuerza—:
Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN


“EL ENCARGO DE JESÚS”

El profeta Isaías ve en su visión de futuro para Israel a alguien que va a romper todos los moldes en los que están estancados y que no les deja avanzar: alguien –que no se sabe quién es- va a ser puesto por Dios para que sea signo y luz ante todos los hombres de todas las razas y pueblos de la salvación que Dios trae para todos. Este “alguien” puede ser el pueblo de Israel a quien Dios le ha dado una misión y que no acaba de entender; puede ser también un consagrado por Dios, pero en quien se cumple con toda claridad la profecía es en Jesús; todos los que vendrán antes que Él no son más que imágenes de lo que será Él definitivamente.
Todos hablaron, todos esperaron, pero todos se quedaron reducidos a una dimensión política, temporal, marcada por intereses nacionalistas y partidistas. En Cristo se rompen todas las fronteras y en Él aparece con toda claridad la dimensión que anuncia el profeta, con un alcance mucho mayor de lo que el mismo profeta previó. “; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra”.
Cristo ya vino, en Él se dio cumplimiento a todas las profecías y la misión que inauguró y puso en marcha continúa; hoy es la iglesia, que nació de esa semilla que Él plantó, la que ha de continuar la misma misión de hacer crecer y desarrollarse el reino que Cristo introdujo hasta hacer que llene el universo entero. Esta es también la misión que tiene todo cristiano bautizado y creyente en Jesús.


Salmo responsorial Sal 39, 2 y 4ab, 7 8a. 8b 9. 10

V/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
V/. Yo esperaba con ansia al Señor:
él se inclinó y escucho mi grito;
me puso en la boca un cántico nuevo,
un himno a nuestro Dios.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
V/. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y en cambio me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: «Aquí estoy.»
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
V/. Como está escrito en mi libro: «para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
V/. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes.
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.


SEGUNDA LECTURA

Comienzo de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 1 3
Gracias y paz os dé Dios nuestro Padre y Jesucristo nuestro Señor

Yo, Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo, por voluntad de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, escribimos a la Iglesia de Dios en Corinto, a los consagrados por Jesucristo, al pueblo santo que el llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo Señor nuestro y de ellos.
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros.
Palabra de Dios


REFLEXIÓN


“LA ENVIDIA Y LOS PROTAGONISMOS”

Nos encontramos con el comienzo de la carta que S. Pablo escribe a los cristianos de Corinto y es curioso que, al mismo comienzo reivindique su autoridad para escribir, dándose el título de “apóstol” en igualdad con los doce, pues parece que ya hay también en Corinto gente que anda haciendo problemas y diciendo que Pablo es un intruso, que se está apropiando lo que no le pertenece y lo consideran como un advenedizo, en cambio él se considera perfectamente formado e informado, ya que ha recibido directamente de Jesús el mensaje que tiene y nadie se lo ha dado, de la misma manera que le ha ocurrido al resto de los apóstoles. Él ha visto a Jesús, se ha encontrado con Él y le ha encargado evangelizar, de lo que la misma comunidad de Corinto es testigo. A pesar de todo, en otro momento, cuando estuvo en Corinto, ya alguien le discutió su autoridad para hacerlo y, por eso, ahora lo deja bien claro al empezar la carta.
Pablo conoce perfectamente cuáles son sus derechos, aunque renuncia a llevarlos a la práctica, pero esto no quita de que deje bien claro a todos que, lo que hace, tiene autoridad para hacerlo; de esa manera evitará que alguien salga diciendo tonterías, como de hecho ya ocurrió anteriormente.
Es interesante ver otro aspecto de la carta: La comunidad de Corinto es la única que existe en la región, por tanto, ella es el exponente vivo de la presencia de la iglesia universal y, el saludo que Pablo hace, no es solo a la comunidad concreta, sino a la iglesia universal: “a los consagrados por Jesucristo, al pueblo santo que él llamó y a todos los demás que en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo Señor nuestro y de ellos.”.
Es el problema de siempre cuando en una comunidad se empieza a caminar y hay gente que siente las cosas como algo suyo y se entrega con alma y vida; inmediatamente aparecen los que no saben hacer otra cosa que poner “peros”, pues es la única arma que ellos tienen para escurrir el hombro y jamás te los encontrarás dispuestos a colaborar en algo, pero sí han de estar poniendo trabas, pues no soportan el que alguien sea protagonista de algo interesante.
A Pablo tuvo que costarle enormemente superar el lastre de su pasado, pues fue lo que constantemente salió a relucir como el gran problema que lo tenía enmarcado.

Aleluya

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 29 34
Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

En aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: —Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo dije: «Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo.» Yo no lo conocía, pero ha salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.
Y Juan dio testimonio diciendo:
—He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.
Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.
Palabra del Señor


REFLEXIÓN

“VOLVER LOS OJOS A CRISTO”

En la historia del pueblo de Israel se han venido sucediendo grandes hombres: profetas, jueces, reyes… que han venido sosteniendo la esperanza del pueblo para que no tire la toalla y siga caminado, con la seguridad de que Dios está a su lado y es fiel a todo lo que les ha prometido.
Pero todo esto no es más que “una promesa”, algo que, cuando echan la vista atrás, se dan cuenta que, efectivamente, Dios ha estado ahí, pero en el momento presente han tenido que afrontarlo basados en la fe pura, y cuando tienen que dar razón de esa esperanza y esa fe, presentan una imagen totalmente equivocada del “Mesías” y de la misma salvación; podríamos decir que cada uno presenta una imagen a medida de sus “esperanzas” completamente mediatizada por sus necesidades: si lo está pasando mal desea y espera que alguien venga y lo saque de esta situación. Incluso la religiosidad está orientada en este sentido: la relación con “El Ser Superior” es “interesada”: te doy para que me des, o para que no me castigues y me sostengas… si es que esto no se da, no quiero saber nada de dios ni da otra cosa.
Este problema no es único de los tiempos de Jesús, sigue manteniéndose hasta nuestros días y, estamos viendo cómo mucha gente abandona la iglesia, o se mete en movimientos religiosos, decepcionados o en busca de “algo” que dé respuesta a sus expectativas, que no encuentra en la iglesia. Es el problema que se ha dado en muchos momentos o épocas en la iglesia: se ha presentado un sistema de verdades que hay que creer, unos ritos que hay que hacer (por ejemplo el bautizo), unas normas que hay que cumplir, (el “oír” misa”)… pero nos hemos olvidado de lo fundamental: PRESENTAR A JESÚS, pues cuando se le conoce, el resto ya se cae por su peso.
Juan derriba el tinglado y le hace ver a la gente que lo que él está haciendo, no tiene sentido si es que no se fundamenta en el Mesías, y en ese momento hace una presentación de Jesús:
“Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” Y el evangelio de Juan se encarga de dar tres afirmaciones que lo identifican totalmente:
1º- “Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” en contraposición a todos los ritos que se están haciendo en el templo, incluso lo que él mismo está haciendo en el Jordán: él está bañando con agua que limpia por fuera la suciedad del cuerpo, pero Jesús baña por dentro y limpia el pecado y devuelve la vida nueva que es la del Espíritu Santo de Dios.
2º. “El Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se posó sobre él”: Jesús ha sido llenado del Espíritu de Dios y, ese Espíritu, es el que hará la renovación del hombre que se ha bautizado en Jesús. No se trata, pues de un rito, sino de un nuevo nacimiento, de una transformación de la persona.
3º- “Es el Hijo de Dios”: Juan hace una presentación de Jesús e invita a adherirse a Él, pues esto será lo único que devolverá la paz, la alegría y la felicidad al hombre; no van a ser los ritos, las normas… ni siquiera el hecho de pertenecer a una institución concreta, como puede ser el pueblo de Israel.
La liturgia de hoy nos invita a todos los cristianos y a la iglesia entera, a volver nuestros ojos a Jesús, a su persona, a su proyecto, a su reto de amor y, cuando hemos sido enganchados por ÉL, la realidad entera empieza a cambiar a nuestro alrededor; mientras tanto, seguiremos metidos en la onda de la decepción, de la angustia y del vacío existencial, pues no encontraremos algo que pueda saciar nuestra sed de felicidad.

BAUTISMO DEL SEÑOR -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Isaías 42, 1 4. 6 7
Mirad a mi siervo, a quien prefiero

Esto dice el Señor:
Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero.
Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.
No gritará, no clamará, no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará, el pabilo vacilante no lo apagará.
Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes, que esperan las islas.
Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he tomado de la mano, te he formado y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones.
Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN


“DIOS ROMPE NUESTROS ESQUEMAS”

Después del domingo de Epifanía en el que celebramos la manifestación de Dios al mundo, el problema que se viene presentando es la dificultad que podemos encontrar en reconocer a Dios que se ha hecho carne y vive entre nosotros.
Es la eterna dificultad que ha tenido desde siempre la humanidad: aceptar que Dios se haya hecho hombre y que, por tanto, al hombre lo haya hecho partícipe de la naturaleza divina.
En toda la semana anterior la liturgia ha venido presentándonos una serie de textos de la I Carta de S. Juan en la que nos viene diciendo que Dios es amor y que quien vive en el amor vive en Dios y ha conocido a Dios y que quien no ama, no conoce a Dios. Esto es algo que sobrepasa nuestros cálculos y nos cuesta aceptar que el Amor-Dios vive en cada uno de nosotros y, por tanto, ya no podemos imaginar a Dios como lo habíamos hecho hasta ahora.
¿Y cómo se nos presenta Dios? Tal vez nos agradaría que lo hiciera de una forma espectacular, cargada de fuerza y de poderío, de forma que dejase apabullado al mundo, de modo que no quedase la menor duda… pero eso de que aparezca como un niño indefenso, perseguido, despreciado, y dependiente de una niña y de un joven con dudas…eso cuesta creerlo
Pero es peor aún: no viene gritando, amenazando, fustigando… como lo han hecho todos los profetas y como lo hace el mismo S. Juan Bautista. No, Él viene lleno del Espíritu Bueno de Dios: viene en nombre del Dios misericordioso que no va a destruir la caña que ya está rota, ni a barrer con la poca esperanza que queda…
El viene con el Espíritu de Dios a levantar a los débiles, devolverle la vista a los que andan ciegos y a darle la libertad a los que se sienten amarrados y a levantar del barro a los caídos.
Esto rompe todos nuestros esquemas, nuestra forma de hacer las cosas, nuestra forma de programar, cuando medimos todo desde la efectividad del pragmatismo: aquello que no produce se quita de en medio.
Vuelve de nuevo a estar en el candelero la pregunta: ¿Dónde pretendemos encontrar a Dios y descubrirlo?

Salmo responsorial Sal 28, 1a y 2. 3ac 4. 3b y 9b 10

V/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
V/. Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado.
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
V/. La voz del Señor sobre las aguas,
el Señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del Señor es magnífica.
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.
V/. El Dios de la gloria ha tronado.
El Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
El Señor se sienta por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno.
R/. El Señor bendice a su pueblo con la paz.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 10, 34 38
Dios ungió a Jesús con la fuerza del Espíritu Santo

En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:
—Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos.
Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él.
Palabra de Dios.


REFLEXIÓN


¿QUIÉN PERTENECE AL PUEBLO DE DIOS?

Pedro quiere dejar bien claro que la fuerza de Jesús no es el poder, ni el dinero ni ningún interés de otro tipo, sino el Espíritu de Dios que habita en él y que le hace ser y vivir de una forma concreta, de modo que su paso por la tierra es “haciendo el bien” porque el que está lleno del Espíritu de Dios no puede hacer otra cosa y esto es lo que nos define delante de Dios, pues el que actúa así es porque ha aceptado el Espíritu de Dios y por eso practica la justicia, en cambio el que no ha aceptado este Espíritu no es de Dios.
Ya no se trata de pertenecer o no al pueblo de Israel, a la estirpe de Abrahán, se trata de un pueblo nuevo que vive del Espíritu y ese pueblo ya no está predeterminado por imposiciones de la sangre, de la raza, de la lengua, de la cultura… sino que es de Dios aquel que ha aceptado a Jesucristo y acepta la salvación que ha traído y practica la justicia.

Aleluya Mc 9, 6

Los cielos se abrieron
y se oyó la voz del Padre:
Este es mi Hijo, el amado; escuchadle.
Aleluya.

EVANGELIO


Lectura del santo Evangelio según San Mateo 3, 13 17
Apenas se bautizó Jesús, vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él

En aquel tiempo, fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara.
Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: —Soy yo el que necesito que tu me bautices, ¿y tú acudes a mí?
Jesús le contesto: —Déjalo ahora. Esta bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.
Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía:
—Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto.
Palabra del Señor


REFLEXIÓN


“NO VINO A CONDENAR, SINO A SALVAR”

Ya el profeta Isaías rompe los esquemas que tienen cuadriculada la mentalidad de la gente frente al Mesías: no va a venir haciendo como normalmente nosotros lo haríamos intentando ser efectivos, sino que va a partir desde otro ángulo completamente distinto, lo va a hacer desde el perdón, desde la acogida, desde el silencio…
Ahora S. Mateo vuelve a recalcar la idea llevando las cosas a un extremo casi escandalizante: el Mesías se confunde en medio de una masa de pecadores que entra en el río a purificarse de sus pecados; incluso lo presenta con la posibilidad de que lo confundan como inferior a Juan Bautista, pues muchos de los que entraban a bautizarse se quedaban después como discípulos de Juan; esto fue un problema en la primitiva iglesia que algunos, así lo entendieron. Aquello que había predicho Isaías del Mesías aquí queda completamente reflejado con toda su amplitud.
Sin embargo el evangelista quiere dejar bien claro que Jesús no es un pecador más, es aquel del que han hablado los profetas, ese que vendrá lleno del Espíritu del Dios Bueno, que no viene a condenar, sino a salvar. Ese Espíritu que lo llena y que le hace pasar por la tierra haciendo el bien a todos los hombres.
La iglesia está llamada a hacer lo mismo: no clamará, no condenará, no romperá lo que está ya débil, no apagará la poca luz que queda… sino que estará al lado del débil, del indefenso, del despreciado, de modo que cualquiera no pueda ver en ella otra cosa que el Espíritu del Dios Bueno que la llena y que pasa por el mundo y está en él haciendo el bien.

6 DE ENERO- EPIFANÍA DEL SEÑOR -A-

PRIMERA LECTURA


Lectura del Profeta Isaías 60, 1 6
La gloria del Señor amanece sobre ti

¡Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti!
Mira: las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor, su gloria aparecerá sobre ti; y caminarán los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu aurora.
Levanta la vista en torno, mira: todos ésos se han reunido, vienen a ti: tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos.
Entonces lo verás, radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar, y te traigan las riquezas de los pueblos.
Te inundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá.
Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro, y proclamando las alabanzas del Señor.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

"DIOS SE PRESENTA AL  MUNDO"

El profeta Isaías, después de haber vivido la experiencia del destierro, de lo que significa el vivir apartados de Dios, entiende que han de cambiar las cosas porque Dios no se ha cerrado, Él sigue esperando la vuelta y ahora vendrán con el corazón cambiado, nuevo y habrán aprendido a valorar la grandeza que significa vivir en la onda de Dios.
Esta nueva dimensión que le espera al pueblo será como una palabra que podrán dar al resto de naciones que, viendo la grandeza de Dios que ha vuelto a perdonar a su pueblo, sentirán el deseo de unirse al proyecto de felicidad que Dios tiene para ellos y ya no será el pueblo de Israel, el elegido, el único que entrará a formar parte de la gloria y el triunfo de la Paz, de la Justicia y del Amor, sino que alcanzará a todos los pueblos que también estén abiertos y la quieran admitir. Pero esto que es un hecho, porque todos los hombres ansían ser felices, no obstante siempre habrá alguien que querrá cambiar por “otra paz”, otra “felicidad” y volverá de nuevo a darse el mismo error, porque el hombre es el único animal que repite su caída y tropieza dos veces seguidas en la misma piedra.

Salmo responsorial Sal 71, 2. 7 8. 10 11. 12 13

V/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
V/. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes:
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
V/. Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
V/. Que los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributos;
que los reyes de Sabá y de Arabia
le ofrezcan sus dones,
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.
R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.
V/. Porque él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.
R/. Se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la tierra.


SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 3, 2 3a. 5 6
Ahora ha sido revelado que también los gentiles son coherederos

Hermanos:
Habéis oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha dado en favor vuestro.
Ya que se me dio a conocer por revelación el misterio que no había sido manifestado a los hombres en otros tiempos, como ha sido revelado ahora por el Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la Promesa en Jesucristo, por el Evangelio.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

"¿QUIÉN TIENE LA EXCLUSIVA DE DIOS?"
Uno de los grandes problemas que solemos tener los humanos es el de cerrarnos y creer que lo nuestro es lo mejor, lo más importante, lo más valioso y, sobre todo, pensar que solo nosotros tenemos derecho a las cosas: pensemos en los grupos de espiritualidad, congregaciones, incluso iglesia: llegamos a creer que lo nuestro es lo único que tiene la verdad y, por tanto, la salvación.
Pablo le llama la atención a los cristianos de Éfeso para que no caigan en esta tentación, pues eso cierra automáticamente a la persona y al grupo, lo empobrece y lo mata.
Hemos de tener bien claro que la PAZ, el AMOR, la VERDAD, la justicia, la FRATERNIDAD, la SOLIDARIDAD, la LIBERTAD… esto no es propiedad de nadie, ni nadie se puede levantar con la bandera de la posesión. Eso es DIOS y eso son propiedades de Dios y Dios no es propiedad de nadie, sino que cada uno tenemos un poco de Él, pues todos somos hechos a su imagen.
En esto se basa la tolerancia, el respeto, la escucha que nos debemos todos los seres humanos.

Aleluya Mt 2, 2

Si no se canta, puede omitirse
Aleluya, aleluya.
Hemos visto salir su estrella,
y venimos a adorarlo.
Aleluya.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 2, 1-12
Venimos de Oriente para adorar al Rey

Jesús nació en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes.
Entonces, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: —¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos pontífices y a los letrados del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron: —En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el Profeta:
«Y tú, Belén, tierra de Judá,
no eres ni mucho menos la última
de las ciudades de Judá;
pues de ti saldrá un jefe
que será el pastor de mi pueblo Israel.»
Entonces Herodes llamó en secreto a los Magos, para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles:
—Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño, y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño.
Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro; incienso y mirra.
Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
Palabra del Señor

REFLEXIÓN


“POSTURAS FRENTE A DIOS QUE SE PRESENTA”

La celebración de hoy es de las más importantes dentro del ciclo de Navidad, pues celebramos fundamentalmente el gran acontecimiento de la ENCARNACIÓN de Dios en el mundo, pero este hecho se hace visible al mundo –fiesta de la epifanía- y en torno él se dan muy distintas posturas:
1ª- La postura de los Magos de Oriente:
Son personas que no pertenecen al pueblo de las promesas, que no saben nada de la tradición de los profetas y reconocen a Dios en aquel niño envuelto en pañales y en la pobreza del establo. El gesto que hacen es conmovedor:
-le ofrecen oro como signo de su reconocimiento por encima de la riqueza, del poder que da el dinero, de la seguridad y la felicidad que propone el dinero.
-Le ofrecen Incienso, como signo de reconocimiento de su persona como la más grande y que se merece toda alabanza por encima de todos los poderosos que se imponen y manejan el pensamiento y las formas de vivir; Él los supera a todos y su mensaje es un mensaje que no tiene discusión.
-Le ofrecen Mirra: la mirra es el ungüento con lo que se embalsama a los muertos, indicando que Él es uno de nosotros, sometido al dolor y a la muerte, no es un Dios extraño, alejado, inaccesible, sino que participa de todo el dolor y la lucha del mundo.
Hay otro detalle muy interesante que debemos tener en cuenta: dice el evangelio que los “magos” cuando se encontraron con Jesús “se marcharon a su tierra por otro camino.” Es decir: cambiaron sus vidas, cambiaron su camino; ellos llegaron a Jerusalén y se dirigieron a Herodes para orientarse, cuando se encontraron con Jesús, ya no necesitaron la información del poder para caminar, sus vidas se encaminaron por otro sendero.
2ª- Es la postura de Herodes:
Un hombre creyente, religioso, pero con una postura muy distinta: su único horizonte es el puesto que tiene en la política y que ha de custodiar a costa de lo que cueste y por eso, cuando intuye que algo o alguien puede poner en peligro su situación, se lo quita de en medio. No acepta a nadie que le pueda hacer sombra y no duda, incluso en matar.
3ª- Es la postura del pueblo:
Dios va llamando a la puerta de cada uno y no le abren, tampoco lo reconocen, pues no responde a los esquemas que hay creados, es algo inaudito y duro de creer que le Mesías pueda estar en una joven venida de Galilea, sin casa, sin trabajo, sin poder, sin demostraciones de grandeza.
Y Dios es reconocido por gente que no está amarrada a nada, que no tiene puesto en la sociedad: unos pastores que pasan la noche a la intemperie, mirando las estrellas y unos extranjeros venidos de oriente, que pasan mucho tiempo mirando las estrellas, el cielo, como espacio de Dios, muy distinto al horizonte del mundo.
La trama sigue desarrollándose hoy con distintos escenarios pero con el mismo argumento: Dios se encarnó en Jesús y solo un grupillo lo siguieron; el siguiente paso de encarnación lo hacen en la iglesia, que es el sacramento visible para el mundo de Cristo resucitado, pero: ¿cómo creer en esta iglesia pecadora, humana, metida en la trama de este mundo? ¿Cómo reconocer en ella la luz que nos guía a Jesús? ¿Cómo podrán los hombres que miran al cielo reconocer en ella la estrella que anuncia que Cristo ha venido, murió por todos nosotros y ha resucitado quedándose con nosotros?
Esta es la trama de la celebración del día de hoy, pero al contemplar lo que se ha montado, que está tan lejos de lo que ocurrió y se conmemora, la interrogante se hace aún más fuerte: ¿A dónde orienta la luz que proyecta la iglesia y los cristianos? ¿Qué postura es la que nos distingue ante el mundo?

DOMINGO -II- DESPUES DE NAVIDAD -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro del Eclesiástico 24, 1 4. 12 16
La sabiduría habita en medio del pueblo elegido

La sabiduría hace su propio elogio, se gloría en medio de su pueblo.
Abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades.
En medio de su pueblo será ensalzada y admirada en la congregación plena de los santos; recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los benditos.
Entonces el Creador del Universo me ordenó, el Creador estableció mi morada: Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.
Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás.
En la santa morada, en su presencia ofrecí culto y en Sión me estableció; en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder.
Eché raíces en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“CONFUNDIR EL BIEN CON EL MAL Y VICEVERSA”

La presencia viva de Dios se percibe cada vez que nos encontramos con una persona que su vida está en consonancia con una postura de amor, de paz, de honradez, de justicia, de lealtad, de verdad… que va construyendo fraternidad, que todo el mundo se siente apoyado por ella, que considera su amistad como un regalo… son esas personas que, solo su presencia ya es un aliento para la vida y uno se siente seguro y termina diciendo: “esta persona es un hombre o una mujer de Dios”
Pero esto que tanto valoramos y que vive a nuestro lado y la gran mayoría de veces no somos conscientes de que lo tenemos, porque lo bueno, lo grande, lo santo no hace ruido, esto es la presencia de Dios que se percibe como un bien que a veces no se sabe ni explicar.
Esta presencia del BIEN es innegable y se hace imprescindible; esa realidad no es una casualidad y desde siempre ha sido calificada como la presencia de Dios, su SABIDURÍA que habita en su pueblo, en su gente, en el universo, en toda la creación y que es reflejo de su presencia en todo lo creado.
Lo triste es cuando los hombres llegan a cegarse de tal manera que a esa realidad sagrada la llaman “atraso”, “trasnoche”, “desfase” y hasta “fascismo” –como ocurre en el momento actual- Ese momento en el que alguien pierde el norte hasta el punto de no distinguir entre el bien y el mal y lo cambia, es lo más triste que le puede ocurrir a una persona y lo más grave a donde puede llegar una sociedad.


Salmo responsorial Sal 147, 12 13. 14 15. 19 20

V/. La Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina;
él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Anuncia su palabra a Jacob,
Sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3 6. 15 18
Nos predestinó a ser hijos adoptivos suyos por Jesucristo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales, en el cielo.
Ya que en El nos eligió, antes de la creación del mundo, para que fuésemos santos e irreprochables en su presencia, por amor.
Nos predestinó a ser hijos adoptivos suyos por Jesucristo, conforme a su agrado; para alabanza de la gloria de su gracia, de la que nos colmó en el Amado.
Por lo que también yo, que he oído hablar de vuestra fe en Cristo, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama y cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.
Palabra de Dios.


“EL AMOR DE DIOS NOS SOBREPASA”

Ante la realidad divina que estamos viviendo en estos días: dejar su “situación de Dios” y hacerse hombre, rebajándose al nivel de los humanos, asumiendo la condición limitada del ser humano, haciéndose uno de nosotros y entrar en nuestra orbita, metiéndose en nuestra historia y haciéndola suya, sufriendo y aceptando todos nuestros errores como si fueran suyos… es algo que excede a todos los cálculos humanos.
Por otro lado, no se trata solo de lo que Dios ha hecho, sino lo que nos ha concedido con esa acción: jamás Dios pudo llegar tan bajo, pero al mismo tiempo, jamás pudo hacer que el hombre llegara tan alto, pues lo ha hecho “Hijo adoptivo” dándole todas las garantías y derechos que se le dan a un hijo.
Ante algo tan grande, no podemos hacer otra cosa que dar gracias a Dios por el gran regalo que nos ha hecho, pues no ha sido cosa que nos hayamos ganado, sino un regalo expresión de su realidad que es AMOR.
Ser coherentes con esas fiestas que venimos celebrando, es reconocer la bondad infinita de Dios que nos ha regalado todo y al mismo tiempo reconocer esa  grandeza en todos los seres que nos rodean ya que son expresión de ese mismo regalo. Sin embargo, no queda más remedio que poner el “pero” de siempre: ante una realidad tan grande, es triste ver la otra realidad tan deplorable del ser humano que sigue sin querer reconocer su grandeza.


REFLEXIÓN

Aleluya 1 Tm 3, 16

Aleluya, aleluya.
Gloria a ti, Cristo, proclamado a los gentiles.
Gloria a ti, Cristo, creído en el mundo.
Aleluya.

EVANGELIO

El texto entre [ ] puede omitirse por razón de brevedad.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 1 18
La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
[ Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz, sino testigo de la luz. ]
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y acampo entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
[ Juan da testimonio de él y grita diciendo:
—Este es de quien dije: «el que viene detrás de mí, pasa delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia:
porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. ]


REFLEXIÓN


“QUERER LA CUADRATURA DEL CÍRCULO”

Todos esperaban otra cosa: un orden nuevo que los pusiera en la cabeza de todos los pueblos, que no excluyera a nadie perteneciente al pueblo, aunque si dejara en la cuneta de la vida a todos los que no fueran de él y los castigara como represalia por todo lo que ellos habían sufrido, es decir que se llevara a su plenitud el “ojo por ojo y diente por diente”; se espera, sin lugar a duda una liberación económica que los sacara de la situación de miseria en la que estaban y de las grandes diferencias sociales que hacían a unos esclavos y a otros señores… pero en definitiva, lo único que se esperaba era el cambio de unas posiciones sociales en las que ahora unos se pusieran en lugar de los otros, pero no se aceptaba lo que Juan había propuesto: un cambio radical en el corazón, se trataba de “limpiar la casa” de dejar espacio libre a la luz, de dejar que la luz esclarezca todos los errores en los que estaban metidos para que se impusiera la verdad y la paz. Pero no quisieron escucharlo; nadie quiso bajarse de su pedestal de la postura en la que se había asentado: ni Herodes, ni el pueblo, ni las autoridades religiosas, prefirieron seguir en sus esquemas de poder, en su situación en la que se habían acomodado… en cambio, “a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.” Y éstos fueron aquellos que no tenían ni voz ni voto dentro del sistema.
Hoy sigue siendo el gran reto para el mundo y para la iglesia y los cristianos, es el gran problema para reconocerlo y hacernos al mismo tiempo signos de Él, pues luchamos por hacernos construirnos un espacio dentro del esquema del mundo y ocupar nuestro puesto, cuando lo nuestro es ser luz, que desgraciadamente no tiene puesto dentro de un esquema de muerte como el que se ha optado.