DOMINGO -II- DESPUES DE NAVIDAD -A-

PRIMERA LECTURA

Lectura del Libro del Eclesiástico 24, 1 4. 12 16
La sabiduría habita en medio del pueblo elegido

La sabiduría hace su propio elogio, se gloría en medio de su pueblo.
Abre la boca en la asamblea del Altísimo y se gloría delante de sus Potestades.
En medio de su pueblo será ensalzada y admirada en la congregación plena de los santos; recibirá alabanzas de la muchedumbre de los escogidos y será bendita entre los benditos.
Entonces el Creador del Universo me ordenó, el Creador estableció mi morada: Habita en Jacob, sea Israel tu heredad.
Desde el principio, antes de los siglos, me creó, y no cesaré jamás.
En la santa morada, en su presencia ofrecí culto y en Sión me estableció; en la ciudad escogida me hizo descansar, en Jerusalén reside mi poder.
Eché raíces en un pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.
Palabra de Dios.

REFLEXIÓN

“CONFUNDIR EL BIEN CON EL MAL Y VICEVERSA”

La presencia viva de Dios se percibe cada vez que nos encontramos con una persona que su vida está en consonancia con una postura de amor, de paz, de honradez, de justicia, de lealtad, de verdad… que va construyendo fraternidad, que todo el mundo se siente apoyado por ella, que considera su amistad como un regalo… son esas personas que, solo su presencia ya es un aliento para la vida y uno se siente seguro y termina diciendo: “esta persona es un hombre o una mujer de Dios”
Pero esto que tanto valoramos y que vive a nuestro lado y la gran mayoría de veces no somos conscientes de que lo tenemos, porque lo bueno, lo grande, lo santo no hace ruido, esto es la presencia de Dios que se percibe como un bien que a veces no se sabe ni explicar.
Esta presencia del BIEN es innegable y se hace imprescindible; esa realidad no es una casualidad y desde siempre ha sido calificada como la presencia de Dios, su SABIDURÍA que habita en su pueblo, en su gente, en el universo, en toda la creación y que es reflejo de su presencia en todo lo creado.
Lo triste es cuando los hombres llegan a cegarse de tal manera que a esa realidad sagrada la llaman “atraso”, “trasnoche”, “desfase” y hasta “fascismo” –como ocurre en el momento actual- Ese momento en el que alguien pierde el norte hasta el punto de no distinguir entre el bien y el mal y lo cambia, es lo más triste que le puede ocurrir a una persona y lo más grave a donde puede llegar una sociedad.


Salmo responsorial Sal 147, 12 13. 14 15. 19 20

V/. La Palabra se hizo carne
y acampó entre nosotros.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina;
él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.
V/. Anuncia su palabra a Jacob,
Sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
R/. La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros.

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3 6. 15 18
Nos predestinó a ser hijos adoptivos suyos por Jesucristo

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales, en el cielo.
Ya que en El nos eligió, antes de la creación del mundo, para que fuésemos santos e irreprochables en su presencia, por amor.
Nos predestinó a ser hijos adoptivos suyos por Jesucristo, conforme a su agrado; para alabanza de la gloria de su gracia, de la que nos colmó en el Amado.
Por lo que también yo, que he oído hablar de vuestra fe en Cristo, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mi oración, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama y cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.
Palabra de Dios.


“EL AMOR DE DIOS NOS SOBREPASA”

Ante la realidad divina que estamos viviendo en estos días: dejar su “situación de Dios” y hacerse hombre, rebajándose al nivel de los humanos, asumiendo la condición limitada del ser humano, haciéndose uno de nosotros y entrar en nuestra orbita, metiéndose en nuestra historia y haciéndola suya, sufriendo y aceptando todos nuestros errores como si fueran suyos… es algo que excede a todos los cálculos humanos.
Por otro lado, no se trata solo de lo que Dios ha hecho, sino lo que nos ha concedido con esa acción: jamás Dios pudo llegar tan bajo, pero al mismo tiempo, jamás pudo hacer que el hombre llegara tan alto, pues lo ha hecho “Hijo adoptivo” dándole todas las garantías y derechos que se le dan a un hijo.
Ante algo tan grande, no podemos hacer otra cosa que dar gracias a Dios por el gran regalo que nos ha hecho, pues no ha sido cosa que nos hayamos ganado, sino un regalo expresión de su realidad que es AMOR.
Ser coherentes con esas fiestas que venimos celebrando, es reconocer la bondad infinita de Dios que nos ha regalado todo y al mismo tiempo reconocer esa  grandeza en todos los seres que nos rodean ya que son expresión de ese mismo regalo. Sin embargo, no queda más remedio que poner el “pero” de siempre: ante una realidad tan grande, es triste ver la otra realidad tan deplorable del ser humano que sigue sin querer reconocer su grandeza.


REFLEXIÓN

Aleluya 1 Tm 3, 16

Aleluya, aleluya.
Gloria a ti, Cristo, proclamado a los gentiles.
Gloria a ti, Cristo, creído en el mundo.
Aleluya.

EVANGELIO

El texto entre [ ] puede omitirse por razón de brevedad.

Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 1 18
La Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios,
y la Palabra era Dios.
La Palabra en el principio estaba junto a Dios.
Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho.
En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
[ Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan:
éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe.
No era él la luz, sino testigo de la luz. ]
La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre.
Al mundo vino y en el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció.Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios,
si creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y acampo entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.
[ Juan da testimonio de él y grita diciendo:
—Este es de quien dije: «el que viene detrás de mí, pasa delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia:
porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer. ]


REFLEXIÓN


“QUERER LA CUADRATURA DEL CÍRCULO”

Todos esperaban otra cosa: un orden nuevo que los pusiera en la cabeza de todos los pueblos, que no excluyera a nadie perteneciente al pueblo, aunque si dejara en la cuneta de la vida a todos los que no fueran de él y los castigara como represalia por todo lo que ellos habían sufrido, es decir que se llevara a su plenitud el “ojo por ojo y diente por diente”; se espera, sin lugar a duda una liberación económica que los sacara de la situación de miseria en la que estaban y de las grandes diferencias sociales que hacían a unos esclavos y a otros señores… pero en definitiva, lo único que se esperaba era el cambio de unas posiciones sociales en las que ahora unos se pusieran en lugar de los otros, pero no se aceptaba lo que Juan había propuesto: un cambio radical en el corazón, se trataba de “limpiar la casa” de dejar espacio libre a la luz, de dejar que la luz esclarezca todos los errores en los que estaban metidos para que se impusiera la verdad y la paz. Pero no quisieron escucharlo; nadie quiso bajarse de su pedestal de la postura en la que se había asentado: ni Herodes, ni el pueblo, ni las autoridades religiosas, prefirieron seguir en sus esquemas de poder, en su situación en la que se habían acomodado… en cambio, “a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre.” Y éstos fueron aquellos que no tenían ni voz ni voto dentro del sistema.
Hoy sigue siendo el gran reto para el mundo y para la iglesia y los cristianos, es el gran problema para reconocerlo y hacernos al mismo tiempo signos de Él, pues luchamos por hacernos construirnos un espacio dentro del esquema del mundo y ocupar nuestro puesto, cuando lo nuestro es ser luz, que desgraciadamente no tiene puesto dentro de un esquema de muerte como el que se ha optado.