SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA -A-

PRIMERA LECTURA 

Lectura del Libro del Génesis       12,  1‑4a
Vocación de Abrahán, padre del pueblo de Dios 

En aquellos días, el Señor dijo a Abrahán:
-Sal de tu tierra  y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré.
Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre y será una bendición.
Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan.
Con tu nombre se bendecirán  todas las familias del mundo.
Abrahán marchó, como le había dicho el Señor.
Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN. 

RESPONDER A DIOS COMO ABRAHÁN   

                  El pasaje que nos trae la liturgia de hoy contrasta con el que nos presentaba el domingo anterior: allí, frente a la propuesta de Dios de que el hombre viva en comunión con toda la creación, el hombre contesta negándose y rompiendo todo el orden establecido, como consecuencia trae la desgracia y el caos para toda la tierra.

                  Como contraste, hoy nos presenta el momento en que Abrahán recibe la propuesta de Dios para restaurar el orden roto y, Abrahán, dejándolo todo, se pone en manos de Dios: “Partió como le había dicho el Señor…”

                  Junto a la petición que Dios hace a Abrahán, le reafirma la promesa de hacer de él un gran pueblo que se convertirá en una bendición para toda la tierra, lo mismo que la ruptura de Adán, supuso una maldición.  

                  La llamada de Dios a Abrahán y su respuesta, se ha convertido en modelo de llamada de Dios a su iglesia y a todos los hombres para convertirse en bendición para la tierra.

                  Abrahán  también se ha convertido en el referente que todos tenemos de respuesta sin condiciones a Dios, fiándonos y confiando plenamente en Él.

                  La llamada de Dios a los hombres y mujeres de hoy sigue dándose  y la respuesta de Abrahán también sigue repitiéndose en muchos hombres y mujeres que se fían de Dios y ponen su vida enteramente y sin reservas, al servicio de la causa de Dios convirtiéndose como Abrahán en una bendición de Dios allí donde llegan.

                  De la misma manera, la respuesta de Adán la están dando muchos hombres e instituciones que abiertamente se han convertido en el peor de los cánceres que siguen destruyendo la humanidad. 

Salmo responsorial       Sal  32,  4‑5.  18‑19.  20  y  22 


V/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
           como lo esperamos de ti.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
           como lo esperamos de ti. 

V/.  La palabra del Señor es sincera
           y todas sus acciones son leales;
       él ama la justicia y el derecho,
           y su misericordia llena la tierra.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
           como lo esperamos de ti. 

V/.  Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
           en los que esperan en su misericordia,
       para librar sus vidas de la muerte
           y reanimarlos en tiempo de hambre.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
           como lo esperamos de ti. 

V/.  Nosotros aguardamos al Señor:
           él es nuestro auxilio y escudo;
       que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
           como lo esperamos de ti.
R/.  Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
           como lo esperamos de ti.
 

SEGUNDA LECTURA 


Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a Timoteo       1,  8b‑10
Dios nos llama y nos ilumina 

Querido hermano:
Toma parte en los duros trabajos del Evangelio,  según las fuerzas que Dios te dé.
Él nos salvó y nos llamó a una vida santa no por nuestros méritos, sino porque antes de la creación,  desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado por medio del Evangelio, al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal.
Palabra de Dios. 

REFLEXIÓN. 

RESISTIR CON CRISTO EN LA LUCHA   

                  Pablo escribe a Timoteo haciendo referencia al gran regalo que Dios nos ha hecho llamándonos a responder, de acuerdo con la santidad que nos ha dado, manifestada al mundo en  la persona de Cristo.

                  Pablo atraviesa por una situación dura y difícil que le puede llevar hasta la muerte, en cambio, está experimentando lo más duro y triste: en el momento preciso, cuando más los necesita, lo han dejado solo; pero el hecho de que se hayan dado las cosas así y haya habido gente que ha dado marcha atrás, no cambia en nada la realidad: él no se va a venir abajo ante la decepción que le puedan estar produciendo los creyentes que, en el momento crítico, han desaparecido y lo han dejado en la estacada. A pesar de todo lo que hayan fallado, Cristo sigue sin fallar y es lo que lo mantiene firme y seguro y él no va a claudicar..

                  Es la experiencia triste de miles de personas que reviven a diario el trance de Cristo y del mismo Pablo; esta es la realidad humana, con la que debemos contar siempre a la hora de embarcarnos en una respuesta a Dios: saber que no podemos poner nuestra confianza en los hombres, en las instituciones… llevamos siempre un gran porcentaje de posibilidades de “traición”; no hay otro apoyo que Jesucristo, lo mismo que Él no encontró otro apoyo que el Padre.

                  Este ha de ser un componente necesario de nuestra fe que, además, será como el sello de autenticidad y el que marque la calidad y la autenticidad de ella.
 

Versículo antes del Evangelio 

En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre:
Este es mi Hijo, el amado; escuchadle. 

EVANGELIO 


Lectura del santo Evangelio según San Mateo      17,  1‑9
Su rostro resplandeció como el sol

En aquel tiempo, Jesús tomo consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta.
Se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces tomó la palabra y dijo a Jesús:
-Señor, ¡qué hermoso es estar aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:
-Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadle.
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y tocándolos les dijo:
-Levantaos, no temáis.
Al alzar los ojos no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
-No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos.
Palabra del Señor
 

REFLEXIÓN

JESÚS ES ÚNICO  

            El pasaje nos trae al recuerdo el momento del bautismo de Jesús en el que se abre el cielo y se escucha la misma voz presentando a Jesús; también nos recuerda la imagen que en Mt. 4,1-11 presenta el momento en que Jesús es llevado por el demonio a lo alto de la montaña, no para transfigurarse, sino para tentarle y hacerle ver todos los reinos del mundo, ofreciéndole la posibilidad de ser el dueño de todo, dándole la gloria y el poder sobre todos los reinos del mundo.

            Aquí, Jesús, se lleva a sus amigos y les hace ver el camino de la gloria suprema y definitiva que han de gozar en el reino de los cielos. La resurrección, que es la gloria definitiva, no es algo que se conquista con los poderes del mundo, sino poniéndose en las manos del Padre, amando, sirviendo, entregándose hasta la muerte, hasta la cruz. El triunfo final es la transfiguración.

            En el pasaje aparecen Moisés y Elías mirando  a Jesús y conversando con Él; Jesús es el único que tiene el rostro iluminado, es que todo el AT. Representado por la ley y los profetas (Moisés y Elías) miraba y se dirigía a Jesús, que es el centro de la historia y a partir de ahora, nada tiene sentido si no está en referencia a Él.

            Pero Pedro no entiende esto y pone a Jesús en el mismo plano que a los otros: “Hagamos tres chozas, una para ti otra para Moisés y otra para Elías…” Entonces suena la voz que viene del cielo aclarándole el tema: “Este es mi Hijo amado, escuchadlo”.

            Ya no se trata de andar escuchando a Moisés, a los profetas, a la tradición… Jesús es la única voz autorizada y no se le puede confundir con nada ni con nadie.

Cuando los discípulos oyen esto, caen por tierra, pues no hay otro camino que el que ha marcado Jesús, no hay otra palabra más que la suya, no hay para el hombre otros intereses que los que Él establece. Jesús es la única posibilidad de salvación.

            El reto que se nos presenta hoy está precisamente en esto: cuando nos encontramos hoy con un montón de ofertas y posibilidades de felicidad y de “salvación”… no se trata de acomodarse  en tres chozas, sino de seguir a Jesús.

Es el mismo problema que se le presenta hoy a la “Iglesia”: se ofertan muchos caminos, muchas fórmulas, muchos medios, muchas posiciones… incluso se nos dice que hay que ser “tolerantes” respetando y dando por buenos y válidos todos los caminos y  todas las propuestas… El miedo está en que no hay alternativa a Jesús, no se puede apostar por varias cosas y contemporizar.  JESÚS ES ÚNICO