Yo doy la vida eterna a mis ovejas.
Del evangelio según san Juan.
En aquel tiempo, dijo Jesús:
«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos uno». Palabra del Señor.
«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.
Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre somos uno». Palabra del Señor.
En este cuarto domingo de Pascua, celebramos el domingo del Buen Pastor. Hoy contemplamos con mirada agradecida a Roma, con la alegría y el gozo que nos ha dado el Espíritu Santo, un nuevo Papa, León XIV. Y como nos dice la primera lectura de este domingo "Yo te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra"».
Jesús se presenta como el único pastor que nos conoce y nos llama por nuestro nombre a cada uno. Esta grandeza nos manifiesta que para Dios somos únicos, cada uno de nosotros, y nos invita a descubrirlo en nuestras vidas escuchando su voz.
El Pastor que ha dado su vida por nosotros y que el Padre lo ha resucitado, nos da la vida eterna y nos llama a su seguimiento para tener vida en Él.
Caminemos en post de Jesucristo, Buen Pastor, para que tengamos vida y vida en abundancia, y dando gracias a Dios por el nuevo Papa que nos ha dado, León XIV, que Dios lo bendiga y lo ilumine siempre con su Espíritu Santo.