15 De Agosto
2.011
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Apocalipsis 11,19a; 12,1. 3-6a. 10ab
Se abrió en el cielo el santuario de Dios y en su santuario apareció el arca de su alianza. Después apareció una figura portentosa en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.
Apareció otra señal en el cielo: un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo un tercio de las estrellas, arrojándolas a la tierra.
El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse al niño en cuanto naciera.
Dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios. La mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar reservado por Dios.
Se oyó una gran voz en el cielo: - Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo.
Palabra de Dios
Palabra de Dios
Salmo Responsorial Sal 44, 10bc. 11-12ab. 16
R. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir.
R. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu Señor.
R. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
R. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir.
R. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu Señor.
R. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
R. De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15,20-27a
Hermanos:
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.
Hermanos:
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies. El último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 1,39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito:
- ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
María dijo:
- ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
María dijo:
- Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
REFLEXIÓN
VIVIR AMANDO
En medio de esta época de vacaciones, nos trae la iglesia la imagen de la Virgen María, que por un lado nos recuerda cuál es nuestro final: fuimos insertados en Cristo y viviendo con Él, resucitaremos con Él, pero vivir con Cristo significa vivir muriendo, es decir: vivir amando y, en este sentido, María se nos presenta como un modelo que en el momento actual cobra una actualidad enorme
Isabel es mayor, la situación que se encuentra: embarazada de Juan, es crítica, necesita ayuda y María se entera y, dice el evangelio que inmediatamente “se puso en camino y fue aprisa” para ponerse a disposición incondicional de Isabel, durante el tiempo que la necesitase; termina el pasaje diciendo: “María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa”, es decir, hasta que Isabel dio a luz.
Esta actitud hoy, es desconcertante e inmediatamente decimos que es imposible llevarla adelante, pues no cabe dentro de la estructura social que hemos montado, pero en el fondo, es lo que más anhelamos, pues es lo que más necesitamos: estamos viendo cómo cada vez se nos va reduciendo el cerco y nos vamos quedando más solos, nadie tiene tiempo para nada y menos para nadie y cada día nos vamos quedando solos con nuestra enfermedad, con nuestra depresión, con nuestros problemas, con nuestra vida, que cada vez interesa menos a los demás.
Hemos montado una sociedad en la que solo caben los fuertes, los guapos, los jóvenes, los sanos, los inteligentes, los que son capaces de gozar y disfrutar de la vida y en ella sobran o estorban los enfermos, los feos, los débiles, los niños, los ancianos… y a cada uno los vamos encerrando en su parcela para que no molesten: los niños en las guarderías, los ancianos en los asilos, los enfermos en los hospitales y los que molestan en las cárceles... y de esta manera, todo da la sensación de funcionar en orden y con tranquilidad, pero no nos damos cuenta que esto es como una rueda que nos va recogiendo a todos y a cada uno nos va retirando de la escena cuando le toca, sin posibilidad de escape.
La vida así no tiene sentido, pues vivimos con la eterna sensación de miedo y la única agarradera que tenemos es el dinero con el que puedes comprar la compañía, las sonrisas, la atención, la escucha... y si no tienes para comprarlo, vives angustiado por el futuro, cosa que ya otros aprovechan para montar sus negocios.
Es probable que todo esto suene a un pesimismo exagerado, pero es cuestión de acercarse a cualquiera de los que viven esta situación, que son muchísimos, y que ellos/as opinen. No hay tristeza mayor que sentirte en medio de un mundo donde ves que estorbas, que no puedes hacer nada y que te ignoran. Ciertamente, este no es el camino que lleva a la resurrección, sino a convertir la vida en un infierno.