DOMINGO CUARTO DE PASCUA -B-


PRIMERA LECTURA
 
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 8‑12
Ningún otro puede salvar
 En aquellos días, Pedro, lleno de Espíritu Santo, dijo:
-“Jefes del pueblo y ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; pues, quede bien claro a todos vosotros y a todo Israel que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros.
Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos.”
Palabra de Dios.
 
REFLEXIÓN
 
CRISTO, PIEDRA ANGULAR  
 
            Ya en el pasaje anterior, veíamos a Pedro que tranquilizaba a la población indicándoles que el fallo que habían cometido fue un grave error producido por la ignorancia y mataron a Jesús que había sido aprobado por Dios y ellos lo cambiaron por un terrorista.
            Ahora están viendo lo que sigue ocurriendo: no son ellos los que están haciendo estos signos que ven, sino el mismo Cristo a quien ellos pidieron que se crucificase; Ese a quien ellos desecharon, Dios lo ha puesto como piedra angular en la que se sostiene todo el edificio (el plan de salvación de Dios) y nadie más puede sustituirlo.
            Ante esta realidad que todos están viendo, ante la que los mismos apóstoles se sienten atónitos, ellos no son sino meros instrumentos y testigos de lo que ocurre; las autoridades del templo se sienten de nuevo agredidas, pues se les mueve el piso y mandan arrestar a los apóstoles e interrogarles ante el tribunal para que den razón de lo que está ocurriendo, a lo que Pedro responde lleno del Espíritu Santo, dando testimonio de lo que él ha vivido, cosa que nadie puede refutar:
                        1º-Lo que han hecho ha sido en el nombre de Jesús, no es cosa de ellos, pues ellos mismos están asombrados
                        2º-El NAZARENO que ellos han condenado y han crucificado, Dios lo ha resucitado, dejando al descubierto su equivocación: la curación del enfermo que acaba de darse es la prueba evidente de que sigue vivo y operante
                        3º-Cristo resucitado se ha convertido en piedra angular de todo y en único salvador, tal como atestiguan las escrituras y vosotros, los constructores (poderes judíos y romanos) habéis cometido el error de desechar la verdadera piedra angular, sin la cual no se puede sostener el edificio; esa piedra que vosotros habéis despreciado, considerándola un peligro para el pueblo, Dios la ha establecido como el único salvador, por encima de todas las leyes, el templo y las tradiciones
 
 
Salmo responsorial  Sal 117, 1 y 8‑9. 21‑23. 26 y 28‑29       (R/.: 22)
 
R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
 
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes. R/.
R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
 


Te doy gracias porque me escuchaste

y fuiste mi salvación.

La piedra que desecharon los arquitectos

es ahora la piedra angular.

Es el Señor quien lo la hecho,

ha sido un milagro patente. R/.

R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.

 

Bendito el que viene en nombre del Señor,

os bendecimos desde la casa del Señor.

Tu eres mi Dios, te doy gracias;

Dios mío, yo te ensalzo.

Dad gracias al Señor porque es bueno,

porque es eterna su misericordia. R/.

R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.

 

 

SEGUNDA LECTURA 

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3, 1‑2

Veremos a Dios tal cual es 

            Queridos hermanos:

            Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no le conoció a él.

            Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

EL GRAN REGALO DE DIOS 

 

            Juan quiere dejar bien claro algo que ha sido la obra suprema resultante de todo lo que ha hecho Cristo: nos ha conseguido un cambio radical de situación: de estar alejados como enemigos de Dios, hemos pasado a estar en la cercanía por ser HIJOS DE DIOS, con todos los derechos y deberes de un hijo y todo, por pura iniciativa y deseo de Dios.

            Nuestra vida, nuestra realidad, han cambiado radicalmente: de tener el horizonte cerrado y estar todo abocado al caos y a la muerte, hemos pasado a tener un horizonte abierto al triunfo y a la plenitud  del amor, de la justicia, de la verdad, de la paz y de la libertad; esto ha sido conseguido a través de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.         El hombre ha sido elevado a la dignidad de HIJO de Dios.

            Si era difícil y costoso aceptar y asumir el hecho de la resurrección, no menos difícil es aceptar esta otra realidad, cuando estamos mediatizados por tantos obstáculos y realidades que pretenden y luchan por suplantar a Dios y es por lo que nos encontramos con tanta frecuencia a gente que no valora este  regalo y hasta la desprecia; para la gente tiene más fuerza ver que con el dinero puedes adquirirlo todo, desde el poder hasta la fama y entonces le es más fácil asignarle al dinero el poder de darle también al hombre la dignidad, aunque vea que el dinero es excluyente, pues a quien no tiene nada lo deja siempre en la miseria. Por eso, Juan hace una llamada urgente a la comunidad  para recuperar el “conocimiento de la fe” que consiste en mirar la vida desde la dimensión nueva que nos ha traído Jesús.

  

 

Aleluya Jn 10, 14

Yo soy el buen Pastor

-dice el Señor-,

conozco a mis ovejas, y las mías me conocen.

 

 

EVANGELIO

 

Lectura del santo evangelio según san Juan 10, 11‑18

El buen pastor da la vida por las ovejas

 En aquel tiempo, dijo Jesús:

-“Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.

Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.

Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.

Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre.”

Palabra del Señor.

 

 

REFLEXIÓN

 

JESÚS, MODELO DE PASTOR   

 

La imagen que presenta S. Juan acoplándosela a Jesús tiene unas resonancias ancladas en la cultura oriental: en el antiguo Egipto se representaban a los reyes como pastores, con los atributos del cayado y el espantamoscas y, en todo el arte de Mesopotamia  se representa al rey como el pastor llevando el cordero sobre sus espaldas; también en el A.T se encuentra la imagen con una actualidad impresionante: David se le identifica con la figura del pastor, a los príncipes del pueblo se les compara con los pastores del rebaño y la imagen es utilizada por los profetas, basta recordar a Ezequiel cuando denuncia que se están engordando con las ovejas en lugar de cuidarlas (Ez.34,1-10.12)

            Haciendo uso de estas imágenes, Juan presenta a Jesús como el Buen Pastor, aunque para ser más exactos, lo presenta como el modelo de Pastor que ama a sus ovejas y da la vida por ellas, poniéndolo en contraste con los pastores que se presentan, dispuestos a vivir a costa de las ovejas siendo capaces de abandonarlas y dejarlas a la deriva con tal de defender sus intereses y no los del rebaño.

            Juan presenta a Jesús con una relación directa e íntima con cada una de las ovejas de su rebaño, pues las considera suyas, las conoce y las ama, de ahí que las ovejas también  lo conocen y escuchan su voz,  porque las ovejas también tienen una relación constante con él, pues experimentan a diario el cariño que les tiene, su apoyo, su acogida, su comprensión… y esto es vital para sus ovejas; el asalariado  no hace nada de esto, no las siente suyas, el vive y actúa por el dinero, defiende sus intereses y vive al margen de las ovejas.

            Jesús denuncia la realidad que está viviendo su pueblo, al que han entrado otros pastores y se han arrogado el título de pastor, cuando lo que están haciendo es explotando las ovejas, robándolas y utilizando la violencia para coger puestos de poder para someter al pueblo y llevarlo a la miseria; Jesús se remite a las denuncias que constantemente se han venido hasciendo a través de los siglos por parte de todos los profetas cf. Jr 2,8; 23,1-4; Ez 34,2-10; Zac 11,4-17). Estos pastores son los que han convertido el templo en cueva de ladrones (Jn 2,16).         

            Jesús habla también de otras ovejas que no son el pueblo de Israel y que están llamadas a gozar del amor y el consuelo del PASTOR, su Padre del cielo lleno de misericordia; estas ovejas están llamadas a gozar también de esa nueva realidad que él ha traído