DOMINGO XXXIII DEL T. O. -B-


PRIMERA LECTURA



 

Lectura de la profecía de Daniel 12, 1‑3

Por aquel tiempo se salvará tu pueblo

 

Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán

tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora.

Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro.

Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para

ignominia perpetua.

Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la

justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

EL HORIZONTE DEL HOMBRE ES DIOS  

 

            Daniel vive una situación límite en la que el horizonte ha desaparecido y la maldad llena la tierra; todo está rozando el límite y el momento está a punto de llegar; ese “tiempo” al que se refiere es el culmen de la maldad en el que se va a venir todo abajo:  cuando parezca que el mal ha triunfado y ha desaparecido el bien de la tierra, es cuando habrá llegado el momento; ya no habrá vuelta atrás, ni componendas de ningún tipo, ahí aparecerá la VERDAD con todo su esplendor y el pueblo fiel experimentará el apoyo y el consuelo del Señor.

            Lógicamente, será un momento terrorífico para aquellos que pasaron haciendo el mal, pero al mismo tiempo será un momento de alegría desbordante para aquellos que permanecieron fieles haciendo el bien, pues Dios conoce a los suyos, por su nombre y apellido y no va a dejar que el mal les haga daño: “Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad”.

       En pura lógica aflora la pregunta: ¿Cuál será el final de todos aquellos que pasaron confundiendo a la humanidad y llevándola por caminos de destrucción? ¿Qué cuentas tendrán que rendir aquellos que borraron el futuro de la esperanza a los jóvenes de generaciones enteras, conduciéndolos por el sendero de la muerte? ¿Cuál será la suerte de aquellos que, por ganar dinero, no dudan en destruir el planeta sin pensar en los que vienen detrás y están dando lugar a un caos?

       ¡Menos mal que frente a todos estos exponentes del mal, nos queda la esperanza de que no es la suya la última palabra, ni la JUSTICIA de Dios es la nuestra!

 

 

Salmo responsorial Sal 15, 5 y 8. 9‑10.11    

 



R/.  Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

 

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;

mi suerte está en tu mano.

Tengo siempre presente al Señor,

con él a mi derecha no vacilaré. R/.

R/.  Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

 

Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.

Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

R/.  Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

 

Me enseñarás el sendero de la vida,

me saciarás de gozo en tu presencia,

de alegría perpetua a tu derecha. R/.

R/.  Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

 

SEGUNDA LECTURA



 

Lectura de la carta a los Hebreos 10, 11‑14.18

Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados

 

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados.

Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.

Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.

Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Palabra de Dios.

 

 

REFLEXIÓN

 

ALIANZA DEFINITIVA   

 

            El pasaje de la carta a los hebreos de este domingo viene a completar el tema que ya dejó abierto el domingo pasado: Cristo se ha convertido en el mediador absoluto y eterno, pues Él ha destruido el pecado y la muerte y ha obtenido el perdón de Dios de una vez para siempre, por lo tanto, donde los pecados han sido perdonados, ya no se necesita estar constantemente recordándolos y ofreciendo sacrificios de expiación por ellos.

            En el antiguo sacerdocio, como el pecado seguía vivo y operante como expresión de la distancia con Dios, era necesario hacer sacrificios constantemente por cada uno de los pecados; Cristo ha roto esa dinámica con su entrega; su oblación ha sido para la eternidad.

            Cristo ha vencido al mal y ya, solo espera que llegue el momento final y definitivo, a nosotros solo nos toca unirnos a su triunfo y vivir en coherencia con el regalo que nos ha conquistado, mientras el tiempo desemboca en la eternidad.

            Mientras ese momento llega, aquellos que han sido “consagrados” lo único que han de hacer es aceptar la nueva dimensión en la que nos ha colocado y luchar para que la voluntad que sigue rebelde, no nos arrastre al pecado que sería la negación de la vida y de la felicidad y de la anulación en nosotros de la nueva realidad que Cristo nos ha conseguido.

 

Aleluya Lc 21, 36

Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para manteneros en pie ante el Hijo del hambre.

 

 

EVANGELIO



 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 13, 24‑32

Reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-“En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearan.

Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.

Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.”

Palabra del Señor.

 

 

REFLEXIÓN

 

 

SEGURIDAD EN LA FIDELIDAD DE DIOS  

 

Nos acecha siempre un gran peligro y es el tomar las cosas al pie de la letra y creer que Marcos está haciendo una descripción del final del mundo, ofreciendo el guión para una película o una serie de terror. NO, el evangelista simplemente está recogiendo un sentimiento que existe y un deseo de cambio de situación y de realidad; algo muy parecido a lo que hoy nos está ocurriendo a todos con la vida y el sistema que hemos montado: a nadie nos gusta esto, deseamos que haya un cambio cuanto antes, pero vemos que nadie tiene la solución y que cada vez se ponen las condiciones para el cambio más difíciles.

            S. Marcos quiere dar una respuesta a la situación que viven basado en las palabras de Jesús: el reino de los cielos ya está aquí, convertíos, cambiad… ese reino llegará cuando menos lo esperen y todo será nuevo.  

Marcos deja claro que los esquemas en los que se mueven se acabarán por que habrá una realidad nueva para el hombre nuevo, una realidad que no está sometida a los esquemas de espacio y tiempo: el sol que regula el curso de los años y la luna que regula el curso de los meses… eso dejará de tener vigencia; este mundo y este sistema que aparecen tan fuertes, tan estables, tan monolíticos que no parece haber posibilidad de que se destruyas, el reino de Dios los aniquilará: se caerán las estrellas, los astros del cielo se conmoverán… es decir: ante la JUSTICIA, LA VERDAD Y EL AMOR los grandes ídolos que ha montado el mundo caerán y no tendrán fuerza ni relevancia alguna… es la caída de todo este montaje basado en la injusticia, en el odio y el atropello; todo esto  está llamada a destruirse; Cristo lo ha vencido ya y todo camina a su destrucción.

En medio de ese caos al que está llamado el “mundo” que hemos montado, aparecerá Cristo, el hombre nuevo, el verdaderamente humano, y ya no habrá vuelta atrás, porque ese proceso que empezó el momento en que Él vino a la tierra y resucitó, ya es irreversible y la VERDAD se impondrá por encima de la mentira y el engaño que hemos venido manteniendo.

Lógicamente, todos aquellos que pusieron sus vidas al servicio de una cosa u otra quedarán al descubierto como fracasados o como triunfadores.

Ese momento será el “Momento de la Justicia” en el que cada cosa será puesta en su sitio y todos los torturados y atropellados por el sistema se levantarán como testigos contra él proclamando su fracaso; será el juicio más tremendo que alguien pueda imaginar.

Estas verdades que S. Marcos expresa aquí con símbolos, responden a la mentalidad y a la creencia que la comunidad tiene y que se convierte en base de su esperanza y en sentido de toda su lucha.

¿Cuándo ocurrirá todo esto? Es el deseo que gravita en todos los creyentes y que poco a poco va perdiendo fuerza al ver que la gente sigue muriendo y todo sigue igual, por eso Marcos quiere reavivar esta esperanza dentro de la comunidad, acentuando las palabras de Jesús: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mc.13,32)

Esto que ocurre a la comunidad, sumida en fuertes contradicciones y atosigada por problemas de todo tipo, es exactamente lo mismo que nos ocurre hoy, donde muchas veces no vemos salida ni encontramos la respuesta que se está necesitando para una realidad completamente nueva; las palabras del evangelio vienen a ser una luz de esperanza que nos indican que Jesús no se ha ido y que, aunque todos se empeñen en quitarlo de en medio, el mundo no tiene más salida que la que Él trajo y que sigue pujando por salir a flote.