PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías. Is 53, 10-11
Al entregar su vida como expiación, verá su
descendencia, prolongará sus años
EL Señor quiso triturarlo con el sufrimiento,
y entregar su vida como expiación:
verá su descendencia, prolongará sus años,
lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
Por los trabajos de su alma verá la luz,
el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos.
y entregar su vida como expiación:
verá su descendencia, prolongará sus años,
lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
Por los trabajos de su alma verá la luz,
el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos.
Palabra
de Dios.
REFLEXIÓN:
LAS
PISTAS DE DIOS
El profeta
Isaías hace una radiografía de aquella persona que acepta la invitación de ser
instrumento de Dios para establecer su reino: no es un camino fácil en el que
se mete, ni una empresa de placeres y triunfos, sino todo lo contrario: su raíz
tendrá que hundirla en terreno árido; lo que le espera no son aplausos,
homenajes y títulos, sino el rechazo, el desprecio, el cansancio y el
sufrimiento.
La única alegría y esperanza que le va a quedar, después
de una vida de aparentes fracasos, es la tranquilidad de haber respondido con
fidelidad a Dios y esperar que Dios esté contento con lo que ha hecho confiando
en su palabra de que toda su vida de aflicción y de lucha que ha llevado no
quede baldía.
El panorama no es en absoluto agradable y la visión que
aparece en la realidad invita a pensar que todo está abocado al fracaso y con
la apariencia, incluso, de estar actuando en contra de Dios, por lo que todo el
sufrimiento que lleva consigo aparece como castigo de Dios. Esto es “cargar
sobre si el pecado de los demás”.
Pero frente a este panorama desolador, aparecen, como una
bocanada de aire fresco, diciendo que ese es el camino y la forma que Dios
tiene de hacer las cosas, con lo que nos está presentando un signo indicador
que nos dirá por dónde vamos y por dónde no debemos ir cuando nos comprometemos
con el proyecto de Dios
Salmo responsorial
Sal 32, 4-5. 18-19. 20 y 22 (R/.: 22)
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre
nosotros,
como lo esperamos de ti.
como lo esperamos de ti.
V/. La
palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre
nosotros,
como lo esperamos de ti.
como lo esperamos de ti.
V/. Los ojos
del Señor están puestos en quien lo teme,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre
nosotros,
como lo esperamos de ti.
como lo esperamos de ti.
V/. Nosotros
aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.
R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre
nosotros,
como lo esperamos de ti.
como lo esperamos de ti.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta a los Hebreos. Heb 4, 14-16
Acerquémonos con seguridad al trono de la
gracia
HERMANOS:
Ya que tenemos un sumo sacerdote grande que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios, mantengamos firme la confesión de fe.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado. Por eso, comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno.
Ya que tenemos un sumo sacerdote grande que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios, mantengamos firme la confesión de fe.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado. Por eso, comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno.
Palabra
de Dios.
REFLEXIÓN
CRISTO
SALVADOR DEL HOMBRE TOTAL
El autor de la
carta a los hebreos retoma el tema tradicional del sacerdocio que ofrece a Dios
sacrificios de expiación por los pecados, para entrar de lleno en la nueva dimensión
que nace con Cristo, el Nuevo y Único sacerdote de la Nueva Alianza que realiza
la expiación de los pecados de la naturaleza humana: el que ofrece el
sacrificio es Cristo-Dios y la víctima expiatoria que se ofrece como sacrificio
es Él mismo.
No puede haber certeza mayor de que el sacrificio haya
sido agradable y haya realizado su objetivo: perdonar los pecados que ésta
pretende: pues el mismo Dios ofrece el sacrificio, lo ejecuta y lo recibe, con
lo que se han roto todas las barreras y distancias, todas las interpretaciones
y mediaciones. Cristo ha realizado todo aquello que durante siglos fue
realizando el hombre como una esperanza expresada con un rito simbólico; Él ha
roto todos los esquemas y ha realizado para siempre todo lo que la humanidad esperó
durante siglos.
Cristo, con su muerte se ha introducido en nuestra vida y
ha experimentado todas nuestras flaquezas, nuestros sentimientos, nuestros
sufrimientos y alegrías, por lo que ha asumido todo lo que tiene que ser
liberado de la sombra del pecado.
Se dice que no se salva aquello que no ha sido asumido,
por eso, Cristo asume y hace suya la realidad total del hombre.
Aleluya
Mc 10, 45
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. El Hijo del hombre ha venido a
servir
y dar su vida en rescate por muchos. R/.
y dar su vida en rescate por muchos. R/.
EVANGELIO (forma larga)
✠Lectura del santo Evangelio según san
Marcos. Mc 10, 35-45
El Hijo del hombre ha venido a dar su vida en
rescate por muchos
EN aquel tiempo, se
acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
«Maestro, queremos que nos hagas lo que te vamos a pedir».
Les preguntó:
«¿Qué queréis que haga por vosotros?».
Contestaron:
«Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda».
Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís, ¿podéis beber el cáliz que yo he de beber, o bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?».
Contestaron:
«Podemos».
Jesús les dijo:
«El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y seréis bautizados con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes está reservado».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, llamándolos, les dijo:
«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor.
«Maestro, queremos que nos hagas lo que te vamos a pedir».
Les preguntó:
«¿Qué queréis que haga por vosotros?».
Contestaron:
«Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda».
Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís, ¿podéis beber el cáliz que yo he de beber, o bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?».
Contestaron:
«Podemos».
Jesús les dijo:
«El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y seréis bautizados con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes está reservado».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, llamándolos, les dijo:
«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor.
EVANGELIO (forma breve)
✠ Lectura del santo Evangelio
según san Marcos. Mc 10, 42-45
El Hijo del hombre ha venido a dar su vida en
rescate por muchos
EN aquel tiempo, Jesús, llamando a los Doce,
les dijo:
«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor.
«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
ACTITUDES
NEFASTAS
Los comentaristas no se ponen de
acuerdo a la hora de hacer una interpretación del pasaje: hay unos que le
quitan hierro al tema considerando que se trata de un momento de intimidad de
Cristo con los hermanos Zebedeos, otros dicen que es una salida espontánea de
una madre indicando que lo que sus hijos quieren es estar siempre al lado de
Jesús y por eso pide que los tenga uno a la derecha y el otro a la izquierda,
por eso s. Lucas pasa del tema y Mateo mete por medio a la madre, pero en su
intento de quitarle importancia, se le pasa el detalle de evitar el comentario
de los demás y, sobre todo, de la respuesta aclaratoria de Jesús, que tiene que llamarles la atención y
aclararles que están equivocados, no lo han entendido, tienen una visión
demasiado humana, sus motivaciones son interesadas y tienen hecho ya el
organigrama del poder, por eso les cae tan mal que estos dos hermanos, por su
parentesco, quieran asaltar el puesto.
La idea
que el grupo tiene, no conecta con la idea que presenta Isaías y que Jesús la
hace suya, por eso les rompe los esquemas: “El
que quiera ser grande que sea vuestro servidor y el que quiera ser el primero
que sea esclavo de todos”.
La idea
que está presentando Marcos es la de una comunidad sin poder, justamente lo
contrario de lo que sueñan los apóstoles; en cambio, el proyecto que Cristo
está presentando, es un proyecto de servicio y de entrega, que es lo que obra
realmente la verdadera autoridad.
Marcos
deja bien claro que las manifestaciones de ambición, las actitudes de escalafón
no son propias de una comunidad; las búsquedas de poder, las intrigas, los
chismes dentro de una comunidad… destruyen el espíritu de fraternidad que es lo
que la deben distinguir.