De andar por casa
La madre se encuentra muy
preocupada porque su hijo con 17 años no está de acuerdo con la marcha de los
amigos de su pandilla y se siente solo.
La madre quiere llevarlo al
sicólogo porque dice que tiene ideas raras como la de querer formar una familia
cristiana en la que la fidelidad y el respeto sean la clave para amarse y vivir.
El joven no soporta el
trato que ellas y ellos se tienen, La madre cree que su hijo está loco y lucha
por reconducirlo a la corriente. Llegó a decirme que lo prefería metido en la
droga antes que ser un tipo raro. ¡De escándalo!
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
Mt 16, 21-27
Si alguno quiere venir en pos de mí que se
niegue a sí mismo
EN aquel tiempo, comenzó Jesús a manifestar
a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de
los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y
resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
«Lejos de ti tal cosa, Señor!
Eso no puede pasarte».
Jesús se volvió y dijo a
Pedro: «Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú
piensas como los hombres, no como Dios».
Entonces dijo a los discípulos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y
me siga.
Porque quien quiera salvar su
vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿Pues de qué le servirá a un
hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para
recobrarla?
Porque el Hijo del hombre
vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y entonces pagará a cada
uno según su conducta.
Palabra del Señor.
Lo que la madre del ejemplo real
cree, es lo mismo que le ocurre a los apóstoles y Pedro se adelanta para
decirle que se deje de idealismos y de
locuras, que cambie los planes que tiene y que se adapte a la realidad que
existe.
Es decir: los grandes ideales, los
grandes valores como el de la fidelidad, el de la coherencia, el de la
justicia… eso es algo que solo se apoya cuando las circunstancias lo permiten o
conviene, mientras tanto, hay que nadar según marca la corriente.
Hoy nos quejamos todos y coincidimos
que la gran enfermedad que padece nuestra sociedad es la pérdida total de
valores; sin embargo, el testimonio inicial que he puesto es real y llegó a
decirme, incluso, que no quería ni pensar que estuviera queriendo irse al
seminario, pues lo veía muy unido a mi.
A pesar de tener muy claro cuál es
la enfermedad, no aceptamos la medicina y nos comportamos como Pedro: “No te
metas en complicaciones y vive la vida gozándola como venga”