De andar por casa
Muchas veces me preguntan,
sobre todo cuando estamos en campaña política: ¿Y usted a quién va a votar?
-¿Yo? A nadie, pues no
estoy de acuerdo con ninguno. ¿Y usted?
-Tendremos que votar a
quien nos está dando de comer
EVANGELIO
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
Mt 14, 22-33
Mándame ir a ti sobre el agua
DESPUÉS de que la gente
se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se
le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y después de despedir a la
gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo.
Mientras tanto la barca iba ya
muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A
la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los
discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo,
diciendo que era un fantasma.
Jesús les dijo enseguida:
«Ánimo, soy yo, no tengáis
miedo!».
Pedro le contestó: «Señor, si
eres tú, mándame ir a ti sobre el agua».
Él le dijo:
«Ven».
Pedro bajó de la barca y echó
a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del
viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame».
Enseguida Jesús extendió la
mano, lo agarró y le dijo: «Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?».
En cuanto subieron a la barca
amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: «Realmente
eres Hijo de Dios».
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Jesús no hizo la pregunta
que yo he indicado antes, pero sí vio que la gente apuesta siempre por lo
fácil: “Por aquel que nos dé de comer”.
Jesús
les llenó el estómago y quisieron hacerlo rey; era el que necesitaban, alguien
que les llenara el estómago sin complicarles la vida y sin comprometerse a un
cambio de la realidad.
A
Jesús le sentó mal que no entendieran lo que quiso decirles demostrándoselo con
un hecho; pero si nos detenemos a observar un poco, nos daremos cuenta que
seguimos haciendo exactamente lo mismo y la multiplicación de los panes y los
peces preferimos mirarla como al mago que saca palomas (en este caso, panes) de
su chistera, pero no queremos reconocer el acontecimientos que ocurrió: cuando
compartieron hubo para todos, se saciaron y sobró. La solidaridad es respuesta
a la injusticia y al egoísmo. Eso fue válido en aquel momento y sigue siéndolo
en el momento actual; sin embargo, seguimos celebrando la Eucaristía, pero no queremos
asumir que Dios se nos entrega y nosotros debemos hacer lo mismo: debemos
compartir como respuesta. La EUCARISTÍA ES COMUNIÓN.