De andar por casa.
Si te das cuenta, más de un 90% de
nuestras preocupaciones están centradas en nuestro cuerpo: los jóvenes porque
tienen que responder al canon de belleza que hay establecido y los mayores,
porque andamos pendientes de nuestras citas médicas y de las medicinas que
tenemos que tomar para nuestros dolores.
Si el grano de trigo cae en tierra y muere,
da mucho fruto
EN aquel tiempo, entre
los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos,
acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:
«Señor, queremos ver a Jesús».
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó:
«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en
verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo;
pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se
aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que
quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor;
a quien me sirva, el Padre lo honrará.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si
por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre».
Entonces vino una voz del cielo:
«Lo he glorificado y volveré a glorificarlo».
La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían
que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo:
«Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el
mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea
elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí».
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
Palabra del Señor.
Jesús apunta al sentido fundamental
de la vida: Dios nos la ha dado para que nos la gastemos en algo que valga la
pena, algo que pueda producir fruto y se pueda convertir en signo de esperanza.
Lo peor que nos puede ocurrir es que
nuestra vida quede vana, quede como la semilla a la que le entra el gusano de
la polilla y la esteriliza.
¿Cuántas cosas están apolillando
nuestras vidas… la comodidad, el lujo, la imagen, el poder, el prestigio, el
dinero, el afán de tener cosas…?
¿Crees que estamos despertando
inquietud en alguien que desee vernos como le ocurrió a Jesús, por lo que
estamos haciendo?