DOMINGO V DE CUARESMA -B-

 De andar por casa.

         Si te das cuenta, más de un 90% de nuestras preocupaciones están centradas en nuestro cuerpo: los jóvenes porque tienen que responder al canon de belleza que hay establecido y los mayores, porque andamos pendientes de nuestras citas médicas y de las medicinas que tenemos que tomar para nuestros dolores.

 Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 12, 20-33

Si el grano de trigo cae en tierra y muere, da mucho fruto

EN aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:
«Señor, queremos ver a Jesús».
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó:
«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre».
Entonces vino una voz del cielo:
«Lo he glorificado y volveré a glorificarlo».
La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo:
«Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí».
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

            Jesús apunta al sentido fundamental de la vida: Dios nos la ha dado para que nos la gastemos en algo que valga la pena, algo que pueda producir fruto y se pueda convertir en signo de esperanza.

            Lo peor que nos puede ocurrir es que nuestra vida quede vana, quede como la semilla a la que le entra el gusano de la polilla y la esteriliza.

            ¿Cuántas cosas están apolillando nuestras vidas… la comodidad, el lujo, la imagen, el poder, el prestigio, el dinero, el afán de tener cosas…?

            ¿Crees que estamos despertando inquietud en alguien que desee vernos como le ocurrió a Jesús, por lo que estamos haciendo?