Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre.
Del evangelio según san Marcos.
El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
«¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?».
Él envió a dos discípulos diciéndoles:
«Id a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa adonde entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?”.
Os enseñará una habitación grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí».
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.
Mientras comían, Jesús tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:
«Tomad, esto es mi cuerpo».
Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron.
Y les dijo:
«Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios».
Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos. Palabra del Señor.
«¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?».
Él envió a dos discípulos diciéndoles:
«Id a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa adonde entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?”.
Os enseñará una habitación grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí».
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.
Mientras comían, Jesús tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:
«Tomad, esto es mi cuerpo».
Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron.
Y les dijo:
«Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios».
Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos. Palabra del Señor.
Celebramos la solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Celebramos a Cristo en su totalidad. Celebramos el Misterio de nuestra fe, solo desde la misma fe podemos proclamar la muerte y resurrección del Señor hasta que vuelva.
Celebrar este día es hacer realidad el mandato de Cristo, haced esto en memoria mía. Desde este mandato la Iglesia viene celebrando el misterio de nuestra redención continuamente. En ella, en la Eucaristía, contemplamos el Cuerpo, la Sangre, el Alma, Divinidad de Jesús real y verdaderamente. La Eucaristía es la fuente y culmen de la vida cristiana.
El Maestro ha querido quedarse para siempre con nosotros en las especies del pan y del vino, de esta forma podemos encontrarnos con Él plenamente en cada celebración eucarística. La Eucaristía es profecía como lo hemos escuchado en la primera lectura, todo el Antiguo Testamento nos hablan del Pan de vida, el maná que se les dio al Pueblo de Israel durante su peregrinación por el desierto, es sacrificio de la nueva alianza, la sangre de Cristo rubrica esta alianza y es memorial, "hacedlo hasta que el vuelva".