PASCUA 2013


LA PASCUA 

1-VARIACIONES EN LA FECHA DE LA PASCUA
 

¿Por qué las variaciones del calendario en la celebración de la Pascua? 

Es muy frecuente encontrar a personas que preguntan ¿por qué la semana santa se adelanta unos años y otros se atrasa?
            En el centro de todo lo que existe está el deseo y la necesidad de tener vivo y presente el hecho de la muerte y la resurrección de Jesús.
            Los cristianos de los primeros tiempos, lo mismo que los de ahora y, lo mismo que a todos nosotros nos ocurre, sintieron la necesidad de dedicar un día al año para celebrar  con más solemnidad el recuerdo de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, recordar de una forma especial aquello que ocurrió y que los dejó marcados para siempre a todos.
            Estos primeros cristianos eran judíos y, el pueblo de Israel celebraba su liberación de la esclavitud de Egipto, entonces quisieron unir la celebración de la muerte y la resurrección de Jesús con la Pascua judía, pues Jesús era el nuevo Moisés que había traído la salvación y nos ha hecho hijos de Dios.
            Como la pascua judía se rige por el calendario judío, que tiene una estructura diferente a la del nuestro, es lo que hace que unos años se atrase y otros se adelante, dependiendo de las fases de la luna, que es en lo que se basa el calendario judío para los días, las semanas y los meses.
            Según la tradición cristiana, Jesús fue crucificado el viernes, haciéndolo coincidir con el viernes de la pascua judía, entonces, para evitar el tener que estar calculando  cada año cuándo es la pascua judía, en el Concilio de Nicea, el año 325, ateniéndose a los cálculos judíos, se estableció que el primer día de la Pascua: DOMINGO DE RESURRECCIÓN, sería siempre el primer domingo  después de la luna llena, inmediatamente después del equinoccio de primavera: si el equinoccio de primavera es el 21 de Marzo, el domingo de resurrección será el domingo siguiente a la luna llena, después de ese día, y la semana de pasión será, lógicamente, los días anteriores..
            Lo que hará entonces que unos años se adelante y otros se atrase, será la fase en la que se encuentre la luna, ya que domingo de resurrección será siempre el primero después de la luna llena, después del 21 de Marzo: por ejemplo, este año 2013 el día 19 de marzo la luna está en cuarto creciente; el día 27 está en luna llena, lógicamente el siguiente domingo, día 31 deberá ser Domingo de Resurrección; el resto de días se estructuran de acuerdo a este mecanismo: el domingo anterior será Domingo de Ramos y el jueves, viernes y sábado, serán los días del triduo.
 

2- LA CENA DE LA PASCUA JUDÍA 

            Seguimos  la lectura de Juan, que nos parece más ajustada a la realidad; en el evangelio  aparece que Jesús subió tres veces a celebrar la pascua judía durante su vida pública
            Esta fiesta de la Pascua era, y sigue siendo, uno de los más grandes referentes del pueblo judío, pues en ella recuerdan y celebran la salida de la esclavitud y la constitución de pueblo como hombres libres.
            La celebración de la fiesta duraba siete días, aunque el momento cumbre de ella se consideraba que era el paso del 14 al 15 de Nisán (marzo abril) que era cuando se comían el cordero pascual.
            El ritual para esta comida estaba ya establecido  en el libro del ´Éxodo (12,1-28).
            En los orígenes, esta era una fiesta de pastores en la que se comían un cordero en familia  y de agricultores, en la que comían el pan con el primer trigo recogido en la nueva cosecha; después, estas dos fiestas se unen y con ellas celebran la liberación de la esclavitud de Egipto, con lo que se le dio un sentido no solo religioso, sino patriótico.

            El momento cumbre de la fiesta era la CENA del cordero, que estaba también envuelta en todo un ritual que se consideraba sagrado:
+-El cordero tenía que reunir unas características especiales, había que comprarlo o llevarlo al templo y allí, en los atrios, era presentado por los israelitas varones.
+- Los sacerdotes degollaban el cordero ante el altar y la sangre corría delante, como ofrenda a Dios;
+- Entonces le devolvían la víctima al dueño que se la llevaba a su casa, donde la asaba en el horno, o la asaba en hornos públicos que existían en las calles para el efecto, con lo que en esos días todo Jerusalén olía a carne asada por todas partes 

            Jesús, como todo buen israelita, se atuvo a todo este ritual, pues para ellos estaba cargado de significado. Para hacer todo esto tuvieron que pedir prestada una casa de algún amigo, pues sus apóstoles no eran de Jerusalén. No existe certeza del lugar exacto donde se celebró aquella “Cena”.
+-Según el ritual, el pan que se comían durante aquellos siete días, se amasaba sin levadura; después que se amasaba, estaba prescrito también en el ritual, que se barriera bien la casa por todos los rincones, para que desapareciera cualquier mota de polvo de lavadura de otros momentos, pues pensaban que el proceso de fermentación que hace la levadura, es un signo de muerte y el pan que esos días se comían, eran un signo de vida nueva.
Esos panes que comían, recordaban los que tuvieron que comerse en el momento de la salida de Egipto, que no les dio tiempo a fermentar.
+-Según marcaba el ritual, quien presidía la mesa, cogía el pan, y lo iba partiendo en trozos que repartía a todos los comensales; la misma cosa hacía con el vino, con una copa que se repartía y de la que iban bebiendo todos; estos gestos eran algo absolutamente normal que todos estaban acostumbrados a hacer y con los que entendían que al hacer esto, todos participaban de la bendición que se había pronunciado antes de repartirlos.
+-Establecieron también la costumbre de señalar las puertas donde se celebraba la pascua con la sangre del cordero sacrificado, recordando aquella noche en que Israel salió de Egipto y señalaron las puertas de los israelitas, para que Dios supiera donde había un israelita (Éx.  12,2-13)
+-El ritual también indicaba las verduras con las que debía acompañarse la cena: fundamentalmente debía ser la lechuga amarga con la que expresaban la amargura, el dolor y el sufrimiento de la esclavitud  que tuvo que soportar Israel. También podían utilizar achicoria, cardos, berros u otras hierbas amargas. En esos días se llenaba Jerusalén de puestos, donde se vendían todas estas cosas en las calles.
+-La cena se acompañaba con una salsa hecha con diferentes frutas: higos, dátiles, almendras, pasas, manzanas…acompañadas con canela y con vinagre, que le daba un sabor especial y en la que untaban el pan; el color rojizo recordaba a los ladrillos de arcilla que sus antepasados habían tenido que hacer en Egipto.
+-El ritual de esta cena ordenaba también celebrarla no recostados sobre cojines, como era costumbre de hacerlo ordinariamente, sino de pie, con las sandalias puestas y el bastón en la mano, preparados para salir corriendo, como ocurrió aquella noche en la que tuvieron que salir de Egipto. (Éxodo 12, 11).
+-Era costumbre que en esta celebración de la cena pascual, quien presidía la celebración, que solía ser el padre de la familia o, si no existía, lo hacía la madre o la persona de más edad de la familia, iba explicando todo lo que se iba haciendo y el significado de cada cosa, para que los más jóvenes fueran captando y viviendo la celebración, para esto, el más joven de la casa, al comienzo de la celebración, preguntaba al que presidía, el significado del cordero, de las oraciones…
+-El vino era un elemento de mucha importancia dentro de la cena pascual; el ritual tenía establecido unas cuatro copas, que iban marcando las diferentes partes del ritual.
+-Otro de los elementos que imponía el ritual de la cena era el recuerdo de Elías, para el que se le guardaba siempre su puesto dentro de la familia, pues existía la convicción de que volvería a la tierra en una celebración de la Pascua, como mensajero y precursor del Mesías, que también vendría en la celebración de la Pascua. En la tradición se guardaba la creencia de que todos los grandes acontecimientos habían ocurrido en este momento y lo que ocurriera debería ser también aquí.
+-Para darle más solemnidad a la celebración, se introdujo uno de los rituales de la vida ordinaria: el lavar los pies, que era la parte del cuerpo que más se ensuciaba; esto lo hacía normalmente el esclavo, donde existía o, si no había criados, lo hacía la mujer
            Todo este ritual estaba enmarcado dentro de un horario; debemos saber que para los judíos el tiempo no contaba como para nosotros: el día comenzaba a la puesta del sol, exactamente cuando aparecía la primera estrella. A esa hora se daba comienzo a la cena que debía durar hasta bien entrada la noche y se recomendaba que todos participaran, ya que era la noche más solemne de todo el año.
 

3- LA CENA DE PASCUA DE JESÚS 

Jesús subió aquella pascua con sus discípulos a Jerusalén;  en el camino ocurrió el incidente del ciego Bartimeo que empezó a gritar cuando se enteró que pasaba Jesús en la comitiva, hasta que consiguió que lo escuchara Jesús, que lo llamó y lo curó.
La gente se enardeció y los apóstoles que animaban, a lo que accedió también Jesús y entraron llenos de alegría en Jerusalén, mitad en plan de fiesta y mitad en plan profético, cada uno lo pudo interpretar a su manera, de hecho así fue, lo que sí tenemos claro es que Jesús, en ningún momento pensó en un golpe de estado, ni en una manifestación política, como muchos se lo interpretaron y quedaron decepcionados cuando vieron que no siguió el montaje.
De todas formas, quedó bien claro que no gustó en Jerusalén lo que ocurrió y lo estuvieron vigilando durante los días de la semana, mientras lo veían hablar con la gente en el templo y andaban buscando la posibilidad de echarle mano. El ambiente se puso tenso y todos presagiaban lo peor, aunque no llegaran a imaginar lo que ocurriría.
Jesús pidió prestada una habitación a su amigo Marcos, para celebrar la pascua con todo su grupo: sus discípulos y las mujeres que los acompañaban.
Creo que no cometemos ningún disparate al decir que la cena de pascua de Jesús no fue solo un grupo de varones que se sentaron a la mesa con Jesús; La Virgen María, su madre, María Magdalena, Susana, María Salomé… que venían siendo el soporte del grupo, es absurdo el pensar que se quedasen fuera en un momento tan importante, aunque es lógico que, en la mentalidad de su tiempo, no se mencionaran, pero es de una probabilidad muy grande que ellas estuvieran en la cena, de la misma manera que lo estaban en toda la vida de Jesús.
Jesús no rompe el ritual, es más, le dio una fuerza enorme. Era la última pascua que celebraría con ellos; era el momento supremo en el que había soñado; era la Pascua definitiva de su pueblo y de la humanidad; quería que estuvieran todos, que sintieran que Dios Padre no había roto su fidelidad desde siempre y menos ahora en la que inauguraba una época nueva.
Jesús siguió al pie de la letra el ritual, viviendo con intensidad cada gesto de los que se hacían.
Él cogió la presidencia de la cena de esta noche y, fue explicando cada paso de los que se daban, solamente cambiaba el significado del recuerdo de la salida de Egipto, por la nueva pascua, el nuevo Paso que Dios estaba queriendo realizar con su pueblo y en el que se establecía una ley nueva que rompía todo lo que se había venido manteniendo hasta el momento y se establecía el mandato del AMOR, como signo que los haría reconocibles ante el mundo.
Ese AMOR que cambia todas las cosas, que hace que todo recupere una nueva dimensión, que hace que los hombres miren la vida y el mundo con ojos nuevos.
Llegado el momento que establecía el ritual, Jesús se levantó, con la más absoluta naturalidad y viviendo profundamente lo que estaba diciendo, rompió por completo el ritual: se quitó el manto, se ató una tolla y se arrodilló ante sus amigos para lavarles los pies, cosa que los dejó a todos atónitos. Este gesto rompía todas las reglas, los dejaba a todos descuadrados sin saber dar una respuesta… Lo que Jesús estaba planteando era una nueva forma de concebir la vida, de enfrentar las cosas, de concebir la relación con la gente.
Jesús está estableciendo una NUEVA  ALIANZA, una nueva forma de existencia.
Lo que ocurrió aquella noche, se convirtió en punto de arranque o referencia para el grupo. Aquella pascua se convierte en la Nueva Pascua, cuyo CORDERO es el PAN del que se ha hecho víctima para ser comido y cuya SANGRE será derramada por todos y, se convierte en la fuerza que va a quitar la sed y va a producir toda la energía y vitalidad, para todos aquellos que se dejan salvar y se convierten en “salvadores” en el mundo.
Con la celebración de esta PASCUA, se inaugura una Nueva Alianza, en la que quedan superados todos los sacrificios y los ritos de la antigua religión y de la relación que se venía teniendo con Dios.

 

4- DATOS INTERESANTES  QUE ENCONTRAMOS EN LA NARRACIÓN DE LA PASIÓN:
 

El Torrente de Cedrón:
 

            Era un riachuelo que corría por un valle pequeño y estrecho que rodea Jerusalén. En verano solía estar seco y solo en invierno corría un poco de agua, pero el valle que regaba era muy fértil ya que las aguas que llevaba eran los desagües del templo en los que se vertían toda la sangre de los animales que se degollaban delante del altar de los sacrificios y esta agua envuelta en sangre era un abono excelente para las plantas.
 

Getsemaní
 

            Era uno de los huertos que existía a todo lo largo del valle del Cedrón, en las laderas del monte de los olivos, muy cerca de Jerusalén.
            Getsemaní significa en arameo “prensa de aceite”. Es probable que se le llamara así porque hubiera alguna prensa  de aceite de los olivos que había plantados en el monte. Parece que este lugar era frecuentado por Jesús en donde se retiraba para hacer oración.
            Allí, después de celebrar la Cena de Pascua con sus discípulos, se fue para encontrarse con el Padre ante la situación que estaba viviendo.
            El momento fue tremendo: significaba el enfrentarse con el “fracaso” de su vida: había predicado el Reino en su tierra y no habían querido aceptar despreciando la propuesta de Dios, ahora se venía a Jerusalén y la gente no quiere moverse de la situación en la que se encuentra. Sus apóstoles, por otro lado, no han entendido nada de lo que han venido viendo , escuchando y viviendo durante los tres años que han pasado a su lado; ahora, en el momento cumbre, cuando ha llegado la hora de la verdad, se han escandalizado de Él, lo han dejado solo y hasta lo han traicionado y vendido.
            El momento fue tremendo. Nos cuenta el evangelio que “Jesús, arrodillado oraba Dios diciendo: “Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya… y le entró un sudor  que caía hasta el suelo como si fueran gotas espesas de sangre…”  (Lc.22, 41.44) Jesús se dirige al Padre con la misma súplica del profeta Jeremías o con el clamor de Moisés pidiéndole la liberación para el pueblo.
 

El Canto del gallo
 

            Es una imagen simbólica que representa el poder de las tinieblas, pues el gallo canta de noche; Pedro se acobardó y negó as Jesús en plena noche, cuando ha perdido de vista a Jesús y el mal ha hecho presa en él.
            Para decir que una cosa se había terminado de hacer completa y definitivamente se acentuaba repitiendo algo tres veces: el gallo cantó tres veces: Pedro había completado su obra.
 

Anás. 

            Fue el sumo sacerdote nombrado por Quirino; era el que llevaba todo el negocio de la venta de los animales del templo y tenía una fortuna inmensa. Llegó a tener tanta fuerza que prácticamente la casta sacerdotal la redujo a su familia: sus cinco hijos fueron sumos sacerdotes, pero él seguía teniendo los mismos privilegios y poder que cuando ejercía el cargo. Ante él había que doblegarse o de lo contrario disponía de la vida de cualquiera. Cuando Jesús se lo presentaron y le preguntó qué era lo que andaba diciendo y Jesús le  respondió que le preguntara a la gente que lo había escuchado, el soldado le dio una bofetada y, en lugar de callarse y poner la otra mejilla como haría un esclavo; Jesús lo paró y le dijo que por qué le había pegado, que le demostrara que había dicho algo malo… A Caifás le cayó muy mal que Jesús no se doblegara ante su poder y mantuviera su dignidad  en alto.
            Su palacio era lujosísimo y en cualquiera de sus salones podía celebrar cualquier reunión del sanedrín, por eso lo reunió allí y de esa manera evitaba alborotos en el templo.
 

El Sanedrín
 

            Era la autoridad principal política y religiosa del país, algo así como nuestro Tribunal Supremo; era la máxima instancia para resolver todos los asuntos financieros, políticos y sociales. Estaba compuesto por 70 miembros con el Sumo Sacerdote en la cabeza.
            Esta asamblea, constaba de tres niveles o catequorías:1ª los sumos sacerdotes 2ª los escribas y 3ª los ancianos (no son gente de edad, sino la nobleza)
            En la 1ª categoría estaban los que habían ejercido el cargo de sumo sacerdote y una representación de los miembros más destacados de las 4 grandes familias de Jerusalén; estos venían a ser como la comisión permanente que eran los que decidían todos los asuntos ordinarios.
            En la 2ª categoría estaban los teólogos y juristas importantes del grupo de los fariseos
            N la 3ª categoría estaban los jefes de las familias más poderosos económicamente e influyentes  de Jerusalén.
            El Sanedrín, pues, era la asamblea de todos los poderosos económica, social, política y religiosamente de Jerusalén. Su lugar de reunión era el templo en la sala de “las piedras talladas”.
            Como el templo estaba cerrado de noche y a Jesús lo prendieron por la noche y todo el juicio se lo hicieron en las tinieblas, para que el pueblo no se percatara de nada, entonces utilizaron para el juicio uno de los salones del palacio de Caifás.
 

El Juicio de Jesús
 

            Ya el evangelio está dando el calificativo al indicar que todo se lo hicieron de noche, indicando que no es la luz de la verdad ni de la justicia la que está iluminando, sino el poder de las tinieblas que es la mentira, el engaño, el chantaje… el poder del mal.
            El juicio a Jesús estaba hecho y la sentencia dictada antes de que lo juzgaran e incluso lo cogieran preso. Lo único que querían era buscar una apariencia de legitimidad para tener una excusa ante el pueblo, pues dentro del Sanedrín había algunos que no estaban de acuerdo con lo que se estaba haciendo, como era el caso de José de Arimatea, que era amigo de Jesús quien hizo lo posible porque se hiciera un juicio justo y, de hecho, al final, para lavarse las manos, lo mandaron para que los romanos lo condenaran a muerte y quitarse ellos el problema de encima.
 

La blasfemia:
 

            Leemos en el evangelio que el sumo sacerdote cuando el Sanedrín le preguntó si era hijo de Dios Jesús les contestó: “Vosotros lo decís, yo lo soy” entonces se rasgó las vestiduras diciendo: “¿Qué necesidad tenemos ya de más testimonios? Vosotros lo habéis oído…”
            Según las leyes judías la “blasfemia” no era lo que nosotros entendemos hoy: decir algo insultante a Dios; para ellos “blasfemar” era menospreciar a Dios o a alguien de sus representantes, el usurpar derechos divinos como el perdonar pecados, el tratar con pecadores a los que la ley consideraba malditos de Dios… incluso se llegaba a considerar blasfemia el pronunciar el nombre de “Yahvé”. Y la blasfemia tenía pena de muerte.
            A Jesús lo sentenció Caifás, pues se sintió despreciado al entender que Jesús no se dignó dirigirle la palabra ante el sanedrín, sintiendo su autoridad menospreciada y, entonces echó mano a lo que sentencia la ley en Dt.17,12 donde se dice: “El que por arrogancia no escuche al sacerdote, puesto allí para servir al Señor, tu Dios, o al juez, ese hombre morirá…” Pero sobre esto no estaban de acuerdo entre los miembros del Sanedrín, no había unidad de criterios, por tanto, era muy difícil condenar a una persona por “apostasía”, por aparecer como “seudo-maestro” o por no escuchar al juez o al sacerdote. Esto hizo que muchos del tribunal se marcharan de Jerusalén antes de entrar en conflictos internos.
 

Poncio Pilato
 

            El recuerdo que deja la historia de él es muy triste: un hombre cruel, ambicioso, arbitrario, inflexible y despiadado.
            Filón lo retrata como un hombre ladrón, banal, amenazador, ejecutor de muertes sin previo juicio, de una crueldad salvaje.
            Parece que era un tipo que despreciaba y aborrecía al pueblo israelita. Estuvo de gobernador en Judea desde el año 26 al 36 en el que fue destituido por la masacre que ordenó contra los samaritanos a quienes degolló y vertió su sangre junto con la de los animales que se degollaban para el sacrificio en el altar. Parece que terminó su vida suicidándose.
 

El Enlosado
 

            Era un patio que existía  dentro de la Torre Antonia, donde estaba el cuartel de la policía romana que custodiaba el orden de la ciudad de Jerusalén. Tenía unos 2500 m. cuadrados y su nombre se debe a las grandes losas que cubrían la superficie del suelo. Allí le hizo Pilato el juicio públicamente a Jesús, donde los sacerdotes y los asistentes presentaban a voces las acusaciones contra Jesús.
            Allí pidieron a voces la libertad para Barrabás y la muerte en cruz para Jesús instigados por los sacerdotes.
 

Herodes Antipas
 

Era el hijo menor de Herodes el Grande quien tuvo 10 mujeres y murió 4 años antes de nacer Jesús.
Herodes Antipas nació de una de estas 10 mujeres que era judía y, esto le sirvió como una buena excusa para presentarse siempre como un verdadero judío cumplidor fiel de la ley religiosa, por eso, cada año se trasladaba a Jerusalén para celebrar la pascua con sus compatriotas galileos.
Poncio Pilato, en su desprecio por los judíos, hizo desfilar en Jerusalén estandartes romanos con la imagen del Cesar y colocó en el palacio de Herodes el Grande, el padre de Herodes Antipas, los escudos del emperador; eso indignó a los israelitas que no toleraban al emperador que los romanos veneraban como a un dios.
Esto hizo que mucha gente se levantara y protestara al Cesar, entre los que lo hicieron, uno fue Herodes Antipas, cosa que a Pilato le cayó muy mal y desde entonces se enemistó con él.
Otra cosa que cayó muy mal en Jerusalén y a Herodes fue el que Pilato levantara un acueducto con dinero del templo, cosa que consideraron un sacrilegio.
Sin embargo, a pesar de estar con problemas, los dos coincidían en una cosa: mantener a Jesús con vida los ponía a los dos en peligro frente al pueblo, esto hizo que olvidaran las diferencias y se pusieran de acuerdo para quitárselo de en medio.
 

“Bajó a los infiernos”
 

Cuando rezamos el credo decimos que Jesús descendió a los infiernos y mucha gente cree que Jesús fu al infierno, tal como lo imaginamos.
“Bajar a los infiernos” es una forma de decir que Jesús murió real y completamente, pues hubo gente que empezaron a decir al comienzo de la iglesia que Jesús no murió, sino que lo desclavaron y se rehízo y se lo llevaron para decir que había resucitado… algo en lo que muchos siguen montando fantasías para crear morbo y ganar dinero.
Es una manera de decir que como todo ser humano sufrió hasta lo último que sufrimos todos: la muerte, que es el límite de la limitación. En la mentalidad judía era el lugar del silencio y de la nada, donde ya no existe esperanza de nada. Jesús llegó hasta esa situación: la muerte absoluta y total.
 

La flagelación
 

Era una pena o castigo durísimo que se ponía por la violación, por la calumnia o por la transgresión de algunas leyes; este castigo estaban autorizados para ponerlo los legisladores y los magistrados; pero los romanos lo utilizaban también a cada momento para castigar a los esclavos y a los soldados por cualquier falta que cometían, también lo hacían para obligarles a hablar a los presos. Era un castigo muy corriente en tiempos de Jesús; en un principio se hacía con una vara y luego se sustituyó la vara por un látigo con tres correas; no se podía dar más de 40 golpes, normalmente se daban 39: 13 sobre el pecho desnudo y otros 13 a cada lado de la espalda
            El látigo romano solía tener tres cuerdas, una de ellas terminada con un trozo de hueso en la punta y las otras dos, hechas nudos y terminadas con bolas pequeñitas de plomo.
            Esta tortura era durísima y en muchos casos no aguantaban los 39 golpes y morían antes.
            Al prisionero se le amarraba a una columna gruesa de piedra negra y baja con unas argollas a las que se amarraba el cuerpo desnuco del prisionero.
 

Barrabás
 

            Era un asesino zelote que había participado en algunas revueltas y lo habían cogido preso los romanos; estaba condenado a ser crucificado. En el evangelio aparece con toda claridad cómo los sacerdotes y todos los dirigentes judíos pidieron a Pilato que soltara a Barrabás y en su puesto crucificara a Jesús; el pueblo se dejó llevar por lo que pedían las autoridades. (Marcos 15, 11; Juan 19, 6).
 

El Patíbulo
 

            Era normal que a los reos que crucificaban antes los flagelaban con lo que los que aguantaban iban ensangrentados y no podían llevar la cruz entera, por eso les amarraban sobre los hombros en forma de yugo el palo transversal que solía ser de madera de olivo  que pesa mucho; a este palo se le llamaba “patibulum”; esa postura resultaba muy dolorosa después de haber sido torturado; esto hizo que Jesús estuviera a punto de la extenuación y por eso tuvieron que obligar a Simón de Cirene a que le echara una mano.
 

La Tablilla
 

            Era costumbre de escribir en una tablilla el motivo por el que se les crucificaba, por eso a la tablilla se le llamaba “titulum”. Solía llevarla un pregonero y otras veces se la colgaban al reo en el cuello para que todo el mundo supiera lo que había hecho y así sirviera de humillación y escarmiento para todos los que pensaran hacer algo. La tablilla que le colgaron a Jesús, escrita por Pilatos en latín, griego y hebreo decía:  “Iesus Nazarenus Rex Iudeorum” (INRI) (Jesús Nazareno Rey de los Judíos)
            Los que lo leían entendían que se había querido hacer rey o, dicho en nuestro lenguaje: había querido dar un golpe de estado contra el Cesar y, eso debía quedar bien claro que, quien lo intentara, ya sabía lo que le esperaba.
 

Las mujeres que lloraban
 

            Había en Jerusalén una especie de cofradía compuesta por mujeres que Ayudaban a los pobres y rezaban por la conversión de los que condenaban a muerte, incluso ayudaban a llevar el patibulum y consolarlos dándoles vino mezclado con incienso que actuaba como un narcótico que les ayudaba a soportar el dolor.

 

El camino de la cruz (vía crucis)
 

            Es el camino que recorrió Jesús, con el patíbulo cargado sobre sus hombros, desde la torre Antonia, por la parte norte de la ciudad hasta la Puerta de Efraín que salía de las murallas y daba al camino que llevaba al Gólgota, (monte Calvario)
            Este monte calvario (calavera) se le daba este nombre porque allí se hacían las crucifixiones de los reos condenados a muerte y los alrededores se dedicaban a cementerio, donde era fácil ver alguna que otra calavera de fosas comunes que se abrían. En los alrededores, había también algunas tumbas particulares, concretamente José de Arimatea tenía una que la prestó para que enterraran a Jesús.
            En esa subida fue cayendo varias veces Jesús y en ella aparecen las escenas que contemplamos, aunque en la actualidad aquello no se parece en nada a lo que fue hace 2000 años.
            Desde Jerusalén se veía la cumbre del Gólgota con los crucificados colgando de la cruz para que sirvieran de escarmiento a la gente.

 

La crucifixión
 

            La CRUZ era el peor de los suplicios que se le podían dar a una persona, fue utilizada por los romanos y era el castigo que aplicaban a los esclavos y a los extranjeros o, también a ciudadanos romanos cuando cometían un homicidio, un robo, una traición y, sobre todo, si cometían una subversión política. Roma se ensañó con los judíos rebeldes y crucificó una gran cantidad de insurgentes. La crucifixión también la usaron los persas y los cartagineses.
            Para aumentar la humillación de los condenados los desnudaban y los dejaban para que se los comieran las aves de rapiña, pues se consideraba que no merecían ni siquiera que la tierra los cubriera. A los crucificados se los consideraba “maldecidos por Dios”; la muerte en cruz significaba el desprecio y la exclusión de la comunidad tanto judía como romana, por eso se le echaba fuera de la ciudad… Jesús murió como un maldito de la ley, despreciado de los judíos y de los romanos, expulsado del sistema del imperio y de su pueblo; no fue aceptado por la política, la religión, la economía… de su tiempo. Dios se reveló en Jesús y fue un escándalo tremendo para el mundo de su tiempo. Pensemos por qué hoy tampoco lo quiere ningún sistema político en la tierra.