DOMINGO XVII DEL T. O. -A-

PRIMERA LECTURA

Pediste para ti inteligencia

Lectura del primer libro de los Reyes. 1 Re 3, 5. 7-12
        EN aquellos días, el Señor se apareció de noche en sueños a Salomón y le dijo:
«Pídeme lo que deseas que te dé».
Salomón respondió:
            «Señor mi Dios: Tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un muchacho joven y no sé por dónde empezar o terminar. Tu siervo está en medio de tu pueblo, el que tú te elegiste, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede, pues, a tu siervo, un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal. Pues, cierto, ¿quién podrá hacer justicia a este pueblo tuyo tan inmenso?».
Agradó al Señor esta súplica de Salomón.
            Entonces le dijo Dios:
            «Por haberme pedido esto y no una vida larga o riquezas para ti, por no haberme pedido la vida de tus enemigos sino inteligencia para atender a la justicia, yo obraré según tu palabra: te concedo, pues, un corazón sabio e inteligente, como no ha habido antes de ti ni surgirá otro igual después de ti».
Palabra de Dios 

REFLEXIÓN

UNA CONFUSIÓN FATAL       

            El pasaje del libro de los reyes que nos presenta la liturgia de hoy es interesantísimo; sobre todo es una lección que debería estar en la mente y en el corazón de todos aquellos que reciben el encargo de dirigir a un pueblo, a un grupo, o a un colectivo del tipo que sea:
            Salomón tiene una cosa muy clara: ha sido elegido y está recibiendo un encargo sagrado: dirigir a un pueblo que ha sido elegido por Dios como “SU PUEBLO”, por tanto, es algo que no le pertenece; él también ha sido elegido para ejercer la función del dueño del pueblo; por tanto, ha de estar íntimamente unido al que es el dueño, para realizar lo que Él quiere y no lo que a él se le antoja; los objetivos son los del dueño, no los suyos; el triunfo estará en que el pueblo realice y consiga lo que quiere su dueño y no lo que a él le gusta o le interesa, pues el proyecto del pueblo no es el del gobernante, sino que ha de ser al contrario: el pueblo está por encima de los intereses del gobernante y el éxito o el fracaso del gobernante estará en el triunfo o en el fracaso del pueblo.
            Salomón entiende perfectamente el cuadro y solo le pide a Dios que le dé la sabiduría divina y la cercanía necesaria a su voluntad para no equivocarse y guiar al pueblo por donde Él desea; es el único interés que ha de moverle, pues otra cosa sería una usurpación que merecería el castigo...
            Dios se siente feliz de ver que salomón ha entendido la misión y en recompensa le desborda con lo que cualquier ser humano hubiera deseado: riquezas, poder…:"Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti."
            Irremediablemente no podemos evitar hacer la comparación con lo que tenemos en la actualidad, en donde los dirigentes buscan su éxito personal a costillas del pueblo, del grupo o de la institución que regentan, hasta el punto de apropiarse de la voluntad del pueblo que la hacen coincidir con la suya y llegan a proclamar: “YO SOY EL PUEBLO”. “YO SOY LA IGLESIA”. 

Salmo responsorial

Sal 118, 57 y 72. 76-77. 127-128. 129-130 (R/.: 97a)

R/.
   ¡Cuánto amo tu ley, Señor!

        V/.   Mi porción es el Señor;
                he resuelto guardar tus palabras.
                Más estimo yo la ley de tu boca
                que miles de monedas de oro y plata.   
R/.
R/.   ¡Cuánto amo tu ley, Señor!

 
        V/.   Que tu bondad me consuele,
                según la promesa hecha a tu siervo;
                cuando me alcance tu compasión,
                viviré, y tu ley será mi delicia.   
R/.

R/.   ¡Cuánto amo tu ley, Señor!

        V/.   Yo amo tus mandatos
                más que el oro purísimo;
                por eso aprecio tus decretos
                y detesto el camino de la mentira.   
R/
R/.   ¡Cuánto amo tu ley, Señor!


        V/.
   Tus preceptos son admirables,
                por eso los guarda mi alma;
                la explicación de tus palabras ilumina,
                da inteligencia a los ignorantes.   
R/.
R/.   ¡Cuánto amo tu ley, Señor!

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. Rom 8, 28-30
Nos predestinó a reproducir la imagen de su Hijo

        HERMANOS:
            Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los cuales ha llamado conforme a su designio. Porque a los que había conocido de antemano los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos.
            Y a los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.
Palabra de Dios 

REFLEXIÓN

EL PROYECTO DEL HOMBRE     

            S. Pablo aborda un problema que existe a nivel humano: hay mucha gente que se da cuenta que no llega a realizar todo lo que hubiera deseado en la vida, incluso todo lo que hubiera sido capaz y, a la hora de dar una explicación satisfactoria, culpa a Dios de su fracaso: “Ya estaba predestinado”, “tenía que pasar así”… y para mucha gente es, incluso, la excusa perfecta para escurrir el bulto y deshacerse de la responsabilidad que tiene frente a la vida.
            Pablo enfrenta el tema y deja bien claro algo que de suma importancia: efectivamente, cada uno de nosotros somos sujeto de un “plan” que Dios tiene pensado para cada uno y cada uno venimos a este mundo con una misión: ser felices, realizando aquello para lo que Dios nos ha pensado y nos ha preparado; pero ese plan no es algo que se nos impone como un determinismo por el que tenemos que pasar como impuesto por la misma naturaleza, como el que nace de un color u otro; no, es el plan que Dios ha pensado para cada uno para que se sienta feliz, realizado y lleno en este mundo; ante ese proyecto de felicidad, Dios                                LLAMA, pero yo puedo responder o hacerme el loco y no contestar;    
                        ESCOGE a cada uno para que realice su función, pero yo puedo realizar lo que Dios había pensado para mí o, yo puedo hacerme mi plan personal a espaldas de Dios:
                        PREDESTINA: la finalidad, el destino va a ser reflejar la gloria y la grandeza de Dios que se va a expresar en la grandeza y felicidad del hombre; pero yo puedo seguir “mi plan” y ser un desgraciado reflejando la miseria humana y no la gloria y grandeza de Dios;                        

                        JUSTIFICA: a cada uno que llama y le invita a realizar su plan le da todo lo que necesita para realizarlo y hasta los desborda, pero en mis manos está utilizar la fuerza, los dones que Dios me ha dado o despreciarlos y hasta utilizarlos para destruirme. El final será:
                        GLORIFICAR a Dios expresando la grandeza del hombre; pero, como hemos dicho anteriormente, también el hombre puede llegar a mostrar la maldad, la miseria y la degradación del hombre cuando se aparta de su proyecto original utilizando su libertad para oponerse a Dios y a sí mismo
            Esta realidad la estamos viendo a cada momento reflejada de forma extraordinaria en un montón de personas que rompen todos los planes de amor, de justicia, de verdad y se convierten en la vergüenza humana y en una “plaga” mortífera.

Aleluya

Cf. Mt 11, 25

R/.   Aleluya, aleluya, aleluya.

V/.   Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra,
        porque has revelado los secretos del reino a la gente sencilla. .   
R/.

EVANGELIO (forma larga)

Vende todo lo que tiene y compra el campo
Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 13, 44-52

EN aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra.
El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a \los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Habéis entendido todo esto?».
Ellos le responden:
«Sí».
Él les dijo:
«Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».
Palabra del Señor.

EVANGELIO (forma breve)
Vende todo lo que tiene y compra el campo

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 13, 44-46
EN aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra».

Palabra del Señor

REFLEXIÓN 

UN TESORO DESPRECIADO    

            Jesús intenta despertar la inquietud y la necesidad de algo completamente nuevo entre la gente que le rodea. Está constatando por experiencia propia y ajena que están todos cansados de aguantar una situación insostenible y están llegando a aceptar que todo es así y que a cada uno le ha tocado vivir su vida.
            Jesús intenta decirles que es posible otra cosa, que Dios no está de acuerdo con esta situación, non esa actitud y que está dispuesto a ponerse del lado del pueblo para cambiar y hacer que vivan todos felices y de otra forma completamente distinta., que todo es posible siguiendo las pautas que Dios da.

            Utiliza un ejemplo sencillísimo que cualquiera puede entender: un hombre que va a trabajar en un campo ajeno y mientras cava en la tierra se da cuenta que hay enterrada una vasija con dinero; sabe que aquello le puede cambiar su vida y entonces se va y busca todos los posibles para comprar aquel terreno donde se encuentra el tesoro; sabe que lo que deja y entrega no tiene comparación con lo que va a adquirir.
            Deja la inquietud en la gente, el deseo de saber en qué consiste el tesoro, incluso el ansia de ver cómo será la nueva realidad que puede surgir… pero sobre todo deja la inquietud con la que indica que, unidos a Dios las cosas pueden ser mejores y distintas. El tesoro al que se refiere Jesús es EL REINO DE DIOS, en donde el hombre puede encontrar su plena felicidad
            La situación la podríamos trasplantar al momento actual que vivimos: todos estamos cansados, aburridos, decepcionados del sistema injusto que hemos montado, de los políticos que lo gestionan, pues han decidido vivir a costillas del pueblo y saquearlo en lugar de servirlo y, por si no tuvieran bastante, están queriendo convencer al pueblo que los valores del amor, de la paz, de la justicia, de la dignidad, del respeto, de la honradez… son cosas trasnochadas y caducas pertenecientes a ideas religiosas obsoletas… Estamos trabajando un campo ajeno donde vemos que nos esclavizan y nos van quitando la libertad y el sentido de la vida
            Y lo triste de todo esto es que lo estamos viendo, el pueblo está ya cansado y asqueado, pero ha llegado a hacer suya la idea de que el tesoro que Cristo presentó y que hasta ahora no ha habido nadie que lo pueda desmentir, es considerado como algo obsoleto, caduco y dañino, algo que no merece la pena… y estamos viendo al hombre actual que se muere de tristeza y soledad mientras desprecia su propia felicidad