PRIMERA LECTURA
«Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios habita en una
tienda».
Natán dijo al rey:
«Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo».
Aquella noche vino esta palabra del Señor a Natán:
«Ve y habla a mi siervo David: “Así dice el Señor: ¿Tú me vas a construir una
casa para morada mía?
Yo te tomé del pastizal, de andar tras el rebaño, para que fueras jefe de mi
pueblo Israel. He estado a tu lado por donde quiera que has ido, he suprimido a
todos tus enemigos ante ti y te he hecho tan famoso como los grandes de la
tierra. Dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que resida
en él sin que lo inquieten, ni le hagan más daño los malvados, como antaño,
cuando nombraba jueces sobre mi pueblo Israel. A ti te he dado reposo de todos
tus enemigos. Pues bien, el Señor te anuncia que te va a edificar una casa.
En efecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré
descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su
reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo.
Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí, tu trono durará para
siempre”».
CADA UNO EN SU SITIO
anunciaré tu fidelidad
por todas las edades.
Porque dijiste: «Tu
misericordia es un edificio eterno»,
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
V/. «Sellé una alianza con mí elegido,
jurando a David, mi
siervo:
Te fundaré un linaje
perpetuo,
edificaré tu trono para
todas las edades». R/.
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
mi Dios, mi Roca
salvadora”.
Le mantendré
eternamente mi favor,
y mi alianza con él
será estable. R/.
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san
Pablo a los Romanos. Rom 16, 25-27
HERMANOS:
Al que puede consolidaros según mi Evangelio y el mensaje de Jesucristo que
proclamo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante
siglos eternos y manifestado ahora mediante las Escrituras proféticas, dado a
conocer según disposición del Dios eterno para que todas las gentes llegaran a
la obediencia de la fe; a Dios, único Sabio, por Jesucristo, la gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
Palabra de Dios.
V/. He aquí la
esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra. R/.
EVANGELIO
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era
aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu
vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se
llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu
pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la
que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Palabra del Señor.
DOMINGO IV DE ADVIENTO -B-
Lectura del
segundo libro de Samuel. 2 Sam 7, 1-5. 8b-12. 14a.16
El reino de David se mantendrá siempre firme
ante el Señor
CUANDO el rey David se asentó en su casa y
el Señor le hubo dado reposo de todos sus enemigos de alrededor, dijo al
profeta Natán:
Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN
El pasaje es una especie de presentación
del Mesías esperado en el que declara su procedencia y su acción en el reinado
de David: es Él quien le ha dado a David el trono y quien va a afianzar su casa
(su descendencia) y en ella se va a extender su proyecto en el tiempo y en el
espacio hasta la eternidad y a todo el universo.
Dios no se deja atrapar ni manipular
por David; él no es quién para reducir a Dios entre cuatro paredes y disponer
de lo que ha de hacer en su casa y en su nombre.
En un primer momento el profeta cae
en la trampa: le parece muy bien la idea de David de construir un templo para
Yahvé, pero después se da cuenta que lo que David pretende es dejar una obra suntuosa
que lo recuerden por los siglos, que es el gran sueño de su vida, pero de lo
que se trata no es de realizar el sueño de David, sino el de Dios y, por otro
lado, se trata de dejar bien claro que el que va a dar estabilidad y seguridad
al trono no es David, sino Dios y David será grande en tanto en cuanto siga el
camino que Dios le ha trazado y no en cuanto se sigan las normas que David ha
establecido.
Salmo
responsorial
Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 (R/.: Cf. 2a))
R/.
Cantaré
eternamente tus misericordias, Señor.
V/. Cantaré eternamente
las misericordias del Señor,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R/.
V/. «Él me invocará: “Tú
eres mi padre,
El
misterio mantenido en secreto durante siglos eternos ha sido manifestado ahora
REFLEXIÓN
CRISTO HA ABIERTO EL
HORIZONTE
El pasaje de la carta a
los romanos es la conclusión con la que S. Pablo intenta cerrar la carta que le escribe a la
comunidad de Roma, indicando que lo que les ha dicho, lo que les ha marcado y
corregido, no ha tenido otra justificación y otra razón más que buscar la
gloria y la alabanza de Dios que es el único que da sentido a todo y es la
única fuerza que sostiene la iglesia: “el
que puede fortalecernos”.
Dios ha manifestado a
través de Jesús todo el misterio de su ser y su proyecto de felicidad para el
hombre; esto ha hecho que nosotros podamos participar de su plan y no andemos
ya en tinieblas.
Pablo siente que su
vida entera tiene que ser un canto de acción de gracias a Dios por todo lo que
ha hecho con nosotros; la acción de Cristo está en haber colmado de sentido el
momento actual que vivimos, todo ha cambiado radicalmente, algo así como salir
de la más profunda oscuridad a la luz resplandeciente del sol; ahora es el
tiempo decisivo de salvación, ahora es
el tiempo de la gracia; se ha adelantado el futuro y se nos ha dado la
posibilidad de cambiarlo y de empezar a
vivir lo que en el futuro será decisivo y eterno.
La realidad que Pablo
vive y quiere transmitir a la comunidad de Roma es algo que hoy estamos
necesitando con urgencia pues vivimos encerrados en un pragmatismo inmediatista
que nos reduce al aquí y ahora sin más transcendencia de nada dejándonos vacíos
y angustiados.
Aleluya
Lc 1, 38
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
✠ Lectura del santo Evangelio
según san Lucas. Lc 1, 26-38
Concebirás en tu vientre y darás a luz un
hijo
EN aquel tiempo, el ángel Gabriel fue
enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen
desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la
virgen era María.
REFLEXIÓN
ALÉGRATE…
Al leer este pasaje
del evangelio hay algo que choca frontalmente pues no sabes cómo encajarlo, en dónde
ubicarlo, pues sientes que es algo que está fuera de la realidad: la primera
palabra que Dios pronuncia en su primera incursión en la humanidad, para
inaugurar su proyecto definitivo para el hombre, es una invitación a la
alegría: “Alégrate, llena de gracia, el
Señor está contigo”.
Frente a esta invitación y este apoyo a
la alegría, cada mañana, cuando nos levantamos y abrimos la televisión o el
periódico para ver por dónde andamos, lo único que nos encontramos es robos,
guerras, muertes, peleas… violencia y muerte. Uno se pregunta: ¿De qué me voy a
alegrar viendo los millones de personas que están teniendo que abandonar su
tierra y lanzarse al vacío sin otro horizonte que la muerte, pues no les dejan
vivir en paz? ¿Dónde está el Señor que no pone su mano y para esta locura en la
que nos hemos establecido?
Porque la alegría con mayúscula es algo
que nace de lo más profundo del corazón, cuando la persona está llena de
esperanza y seguridad, lo demás puede ser risas de burla, de cumplido, de
escaparate… mientras el corazón está lleno de tristeza y decepción.
La alegría que Dios trae para el mundo no
es la “risa” que nosotros hemos montado para contemporizar; es la que nace de
un orden nuevo que Él nos trae, en el que es posible la alegría profunda que
nace de la esperanza y la seguridad que nos da Él y que trasciende la realidad
en la que nos hemos instalado.
Estas palabras de invitación a la alegría
contrastan con las últimas que dirige a los discípulos en el momento en que
está despidiéndose y ellos se encuentran aterrados: “Paz a vosotros” y les
invita a perder el miedo y a tener confianza, pues Él va a estar a su lado (Lc.
24,36) en este nuevo camino marcado por el perdón, la confianza y la
misericordia.
Esta ruptura de
esquemas actuales suena a locura, pues nos han convencido que es una utopía
imposible, pero eso deja de serlo el momento en que hay gente que, como María,
confía en Dios, se pone en sus manos, sigue el camino marcado y el resultado es
infalible… ¡Y así hay mucha gente de la que, lógicamente, no se quiere hablar
porque interesa tenerla en el silencio y se lucha por acallarla! Pero ellos son
los portadores de la verdadera alegría.