ASCENSIÓN DEL SEÑOR



DOMINGO 7º DE PASCUA
                                                                                 
De andar por casa…

“Yo creo que tiene que haber algo, pero no creo en la iglesia y menos en los curas ni en nada de lo que traen entre manos de misas y cosas de esas… si es que hay Dios, que Él vea lo que hace conmigo”
         Esta postura es la de mucha gente, pero luego en la vida práctica, bautiza, va a los entierros, es cofrade y va a las procesiones, incluso se llama cristiano creyente, pero no practicante, pues todo tiene que pasarlo por su filtro y ha de ser él quien dé su aprobación

EVANGELIO

Conclusión del santo Evangelio según san Mateo. Mt 28, 16-20 
Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra

            EN aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
            Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
            Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
    «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
            Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

            Nos cuenta el evangelio que los discípulos se fueron al monte que les había indicado Jesús en Galilea y allí se encontraron con Él; unos se arrodillaron ante Él pero otros andaban mosqueados, sin creer que fuera Él; iban como suele ocurrir aquí cuando van a Garabandal, a Lourdes, a Fátima… van a ver de lo que va la cosa, pero sin estar dispuestos a complicarse la vida encastillados en su postura racionalista.
            Jesús se hace presente, les dice que ahora les toca a ellos continuar lo que Él ha comenzado (Ya se empiezan a complicar las cosas) y les da autoridad, basada en la misma experiencia que han vivido; además les deja su Espíritu para que hagan lo mismo que ha hecho Él… Se trata de asumir el encargo y dar testimonio de todo lo que han visto, han oído y han vivido todo el tiempo que han estado a su lado.
            Pero cuando Jesús desaparece de la vista y han de ser ellos los que tomen las riendas, se bajen del monte (de las nubes) y se enfrenten a la realidad, ahí habrá muchos que prefieran quedarse en lo alto del monte mirando al cielo con la boca abierta en contemplación o diciendo que la propuesta no es para ellos, o que lo que han vivido no es real, sino un rollo montado por los que llevan el cotarro… y cada uno se busca sus excusas para vivir a su manera haciéndose una religión a medida de sus conveniencias y de ahí  viene la respuesta: “Yo soy cristiano creyente, pero no practicante”.