De andar por casa:
¿Quién no ha oído la
expresión: “Dime con quién andas y te diré quién eres”?
La expresión se completa
con aquella otra: “Dios los cría y ellos se juntan”
✠ Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 1,
14-20
Convertíos y creed en el Evangelio
DESPUÉS de que Juan fue
entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en
el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón,
echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron
las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y
a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación
los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se
marcharon en pos de él.
Palabra del Señor.
El evangelio nos cuenta el momento en el que Jesús, después de su bautismo en el Jordán y su retirada al desierto, se vuelve a su tierra, a Galilea y comienza a organizar su equipo con el que va a empezar a poner en práctica lo que quiere predicar.
Es interesantísimo ver la dinámica
que establece: no han de ser tanto las palabras cuanto la vida lo que ha de
presentarse como testimonio. Y lo vimos con la respuesta que da a Andrés y
Juan: “Venid y lo veréis” es decir: constatadlo vosotros mismos, pues no hay palabra más
convincente que la vida. ¿Podría hacer yo lo mismo a alguien que anda buscando?
Esto es lo que hará que las palabras
de Jesús no sean sino la explicación de lo que hace y vive de forma que se
contrapone a la norma que tienen los maestros fariseos: “Ellos dicen, pero
luego no hacen…”
Pienso que éste es el problema que
tenemos los cristianos y la iglesia en general: nuestros hechos no responden a
las palabras.
En la iglesia primitiva es el
ejemplo de la vida de los cristianos lo que hace que mucha gente se una al
proyecto de Jesús.