De andar por casa.
Hay algo que me sorprende: conozco mucha gente que ido a Lourdes, a
Fátima, a Medjugorge… que han sentido una acción benéfica de Dios en sus vidas
y volvieron transformados, pero no he visto a nadie que se ponga al servicio de
la comunidad como respuesta al bien recibido… Lo máximo que he visto es
repartir estampas.
Curó a muchos enfermos de diversos males
EN aquel tiempo, al salir
Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés. La
suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de
ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se
puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y
endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos
enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo
conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se marchó a un lugar
solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y,
al encontrarlo, le dijeron:
«Todo el mundo te busca».
Él les responde:
«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que
para eso he salido».
Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los
demonios.
Palabra del Señor.
El evangelio de estos domingos nos
viene contando los momentos en que Jesús se encuentra con enfermos y cuando se
sienten curados, se incorporan y se convierten en seguidores suyos.
En el pasaje de este domingo nos
encontramos con la suegra de Pedro; está enferma, Jesús la sana e
inmediatamente se incorpora y se pone a servirlos, que es la respuesta del amor
que se expresa sirviendo ante el favor que ha recibido.
¡Cuánto nos queda por aprender! A
Dios y a los hermanos no se les responde con ritos, con palabras, o con regalos
efímeros; al amor que Dios nos tiene se le responde con hechos, con actitudes,
con las que demostramos que hemos reconocido el bien que se nos ha hecho y el
amor que se nos ha tenido, respondiendo así con la misma moneda.