De andar por casa
Estamos viendo cómo hoy se considera
una locura y una irresponsabilidad el lanzarse al matrimonio si es que antes no
tienes un trabajo, el piso, la carrera…
De la misma manera nadie se lanza a
hacer un compromiso si es que antes no tiene bien atados todos los cabos y la
seguridad en los resultados asegurándose la estabilidad económica y emocional…
✠ Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 6,
7-13
Los fue enviando
EN aquel tiempo, Jesús
llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los
espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada
más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen
sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y decía:
«Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un
lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies,
en testimonio contra ellos». Ellos salieron a predicar la conversión, echaban
muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
El evangelio de este domingo viene a dar al traste con nuestros esquemas de seguridad y al mismo tiempo viene a darnos la verdadera clave de lo que nos dará la verdadera seguridad del éxito.
Jesús envía a los apóstoles a predicar
y les pide que no lleven nada, que no pongan la seguridad y la fuerza de la
eficacia de su mensaje en el dinero, en los bienes, en nada material. Ni
siquiera en la comida.
La única seguridad que han de tener es
en el mensaje de paz, de amor, de verdad, de justicia… que llevan. Ellos han de
ser los primeros que crean en él y sus personas y sus vidas han de ser el signo
que exprese la evidencia de lo que dicen.
La libertad absoluta ha de ser el sello
de autenticidad de lo que predican, no han de estar amarrados ni condicionados
por nada.
¿Qué tal si aplicásemos esta actitud a
las estructuras de la iglesia, de la familia, de la educación, de la sociedad…?
Alguien me dirá que esto es una utopía,
puede ser, pero nadie me podrá demostrar que sea algo malo y dañino para la
sociedad o algo pernicioso y perverso. De hecho hay mucha gente que lo ha hecho
y lo sigue manteniendo y es feliz. El que sea difícil no quiere decir que sea
imposible.