DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO -C-

 De andar por casa;

         ¿Te has dado cuenta alguna vez de estos que van por la vida de “sabelotodo” y, de repente, les sale el tiro por la culata?  Pues escucha el pasaje que nos cuenta  hoy S. Lucas.

 EVANGELIO

https://servicioskoinonia.org/leccionario/imagenes/cruz.gif Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 25-37

¿Quién es mi prójimo?

 

En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:

—«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».

Él le dijo:

—«¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?».

Él contestó:

—«Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo».

Él le dijo:

—«Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida».

Pero el maestro de la Ley, queriendo justificarse, preguntó a Jesús:

—«¿Y quién es mi prójimo?».

Jesús dijo:

—«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.

Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él, y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo:

"Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta".

¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».

Él contestó:

—«El que practicó la misericordia con él».

Díjole Jesús:

—«Anda, haz tú lo mismo».

Palabra del Señor.

 REFLEXION

     ¿Qué te parece que un Dr. En leyes le pregunte a un hombre sencillo de la calle cuál es el mandamiento principal de la ley?

     Comprenderás que solo tiene dos  explicaciones: 1ª o el doctor no sabe dónde está parado o 2ª quiere poner en ridículo al pobre hombre que se lo pregunta para quedar bien ante la gente.

     Pues este doctor en leyes escuchó la respuesta que le enseñaban a todos los niños en la catequesis de la sinagoga, que era lo que esperaba y lo que le interesaba, para seguir a continuación dándole consejos e instruyendo a Jesús, demostrando así la razón de su título; pero nunca pudo imaginar que aquel  “iletrado” le completara la respuesta con una explicación que nadie esperaba: “Y a tu prójimo como a ti mismo” que es como lo aterriza el libro del Levítico 19,18.

     Viéndose cogido en su estrategia y con su argumentación por los suelos, tuvo que salir por la tangente inventándose  otra pregunta que lo puso contra las cuerdas de la forma más simple: “¿Y quién es mi prójimo?”

     Para que se sintiera retratado le contó la historia del samaritano, ese hombre despreciado y desechado por la ley judía, tratado como un pagano.

     Y termina Jesús diciéndole “Anda y haz tú lo mismo” es decir. Le pone como modelo a quien el doctor en leyes despreciaba.