DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO -C-

 De andar por casa:

         “¿Y los otros?” Estoy seguro que has escuchado esta frase más de una vez cuando nos ponemos en nuestras tertulias  sobre política, cuando nos criticamos la posición que tenemos o la ideología que sostenemos. Y con esto justificamos todo el mal que se viene haciendo, como si fuera algo que es lógico y normal.

 

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43

Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino

 

En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo:

—«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».

Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo:

—«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».

Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:

—« ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

Pero el otro lo increpaba:

—« ¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibirnos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada».

Y decía:

—«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».

Jesús le respondió:

—«Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

         Creo que vale la pena detenernos en la postura del ladrón Dimas: “Nosotros estamos aquí pagando el mal que hemos hecho pero éste no ha hecho nada malo”.

        Es capaz de reconocer la verdad, aunque tenga que confesar su error y Jesús le responde: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”.

        No hay error más grande que negar la verdad y lo evidente, pues al hacerlo, justificamos la mentira y la injusticia.

        Ninguno de los que se burlaban, aceptaba que Jesús haya vivido en solidaridad y no se haya aprovechado de la posibilidad que tenía en la realidad y que realizaba con los demás. No entienden ni aceptan que se pueda vivir para los demás sin explotar las posibilidades que la vida te presenta y le piden que utilice su poder para bajarse de la cruz y se ponga al mismo nivel de todos, de esa manera creerán en Él.

        Sostienen que hacer el bien y jugarse la vida por los demás es hacer el tonto y algo inaceptable e inconcebible.

        Jesús asume el vivir en contra de la corriente. Vivir en solidaridad sin aprovecharse de las posibilidades que le ofrece la vida