IV DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO A

  Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David

Lectura del evangelio según san Mateo.
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
Palabra del Señor.
    En este domingo de Adviento, encontramos las cuatro velas de la corona encendidas, ya nos esta manifestando que la venida del Señor esta muy cerca. Por eso, la figura central de este día no podía ser de otra manera que la Virgen María.
    Ella mejor que nadie preparo la venida de su hijo, y lo hace desde la alegría de la maternidad y como signo que Dios nos da a todos los que esperamos en Él. 
    Contemplar a María durante esta semana es vivir la experiencia con los mismos sentimientos de Ella. Mujer de esperanza, pronto será cumplida en ella cuando tenga al recién nacido en sus brazos. Mujer de fe, las palabras del Arcángel Gabriel por parte de Dios se harán manifiesto en Ella, Dios ha cumplido sus promesas. Mujer de fidelidad, el Sí que ha posibilitado en este momento será eterno. pues llegando a nuestros días nos señala el camino a seguir. Mujer orante, nos enseña a guardar todas estas cosas meditándolas en nuestro corazón. Mujer-Madre, con ella la Maternidad toma un sentido nuevo, la vida como don de Dios.
    Con esto no podemos olvidar a José, el esposo de María. También nos podemos fijar en él. Nos enseña a acoger desde el interior la Palabra, a confiar  y a estar abierto a lo que Dios nos diga, sin temor, sino con confianza y esperanza.
    Miremos por lo tanto a la Virgen que concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros.