Natividad de Nuestro Señor Jesucristo

 

Hoy os ha nacido un Salvador

Hoy grande gozo en el cielo todos tienen, porque en un barrio del suelo nace Dios. 
¡Qué gran gozo y alegría tengo yo!
Mas no nace solamente en Belén,
nace donde hay un caliente corazón.
¡Qué gran gozo y alegría tengo yo!
Nace en mí, nace en cualquiera
si hay amor;
nace donde hay verdadera comprensión.
¡Qué gran gozo y alegría  tiene Dios! Amén.


Lectura del evangelio de san Lucas

    Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio.
    Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad.
    También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.
    En aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.
    De repente un ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor.
    El ángel les dijo:
    «No temáis, os anuncio una buena noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».
    De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo:
    «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad». Palabra del Señor.

    Esta noche en que el orbe entero celebra el nacimiento, la natividad de nuestro Señor, a nosotros los cristianos se nos invita a descubrirlo en un pesebre. En el lugar más pobre de un establo, desde ahí podemos encontrar al Mesías.
   Que contradicción que el Dios encarnado lo haga en la pobreza más absoluta. Nuestro mundo que vive sumergido en el consumismo y en el egocentrismo, que está atento a todo lo que sucede en él rápidamente, no logre a descubrir en el recién nacido a Jesucristo.
     Las claves de está búsqueda y su sentido no la da la ciencia ni la técnica, sino el anuncio gozoso de los ángeles a los pastores, "Os anuncio una gran alegría, hoy os ha nacido un salvador, el Mesías el Señor". Este Mesías y Señor nace hoy en lo más profundo de nuestro interior, en nuestro corazón, para que seamos siempre buena noticia de Dios en el mundo actual. 
    Que las oscuridades de este mundo no apague la luz que nos trae Jesucristo, pues esa luz brilla en las tinieblas, sino que nos haga portadores y mensajeros de su Palabra e iluminemos con luz a todo aquel que se encuentre en tinieblas. Feliz Navidad.