PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio. Dt 4, 1-2. 6-8
No añadáis nada a lo que yo os mando....
observaréis los preceptos del Señor
MOISÉS habló al pueblo, diciendo:
«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.
No añadáis nada a lo que yo os mando ni suprimáis nada; observaréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy.
Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán:
“Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación”.
Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?
Y ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy?».
«Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os enseño para que, cumpliéndolos, viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres, os va a dar.
No añadáis nada a lo que yo os mando ni suprimáis nada; observaréis los preceptos del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy.
Observadlos y cumplidlos, pues esa es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos, los cuales, cuando tengan noticia de todos estos mandatos, dirán:
“Ciertamente es un pueblo sabio e inteligente esta gran nación”.
Porque ¿dónde hay una nación tan grande que tenga unos dioses tan cercanos como el Señor, nuestro Dios, siempre que lo invocamos?
Y ¿dónde hay otra nación tan grande que tenga unos mandatos y decretos tan justos como toda esta ley que yo os propongo hoy?».
Palabra
de Dios.
REFLEXIÓN
LA
IMAGEN DEL PUEBLO
En uno de estos
domingos pasados, la palabra de Dios, con el texto de Prov. 9 nos ponía en la
disyuntiva de tener que optar en la vida por una actitud NECIA o SABIA; hoy
vuelve a insistirnos en la misma situación: Moisés le plantea al pueblo los dos
caminos que tiene: dejarse conducir por la ley de Dios o despreciar el camino
que Dios ha establecido y que han seguido sus padres.
En la decisión que cada uno tome se juega su futuro y su
vida.. El pueblo de Israel no es un pueblo que se distinga ante las naciones
por su riqueza, por su fuerza o por sus ejércitos… Es un pueblo pequeño y
humilde y lo único que lo va a hacer respetable ante el resto de pueblos es su
actitud de vida, su forma de comportarse, que va a hacer que donde quiera que
lleguen van a ser percibidos como un signo de bendición, de forma que la gente
diga: “Esta gran nación es un pueblo sabio y sensato”. De no ser así, donde
quiera que lleguen serán tenidos como la plaga o la maldición que ha caído y, lógicamente,
lo que les espera es luchas y muerte.
Esta actitud es lo único que va a hacer al pueblo grande
y respetables y va a permitir que sea acogido allí donde se encuentre. Lanzarse
por otro camino es suicidarse, pues no van a poder competir con ningún otro
pueblo de los que existen a su alrededor y que son mucho más fuertes y
poderosos que ellos.
Salmo responsorial
Sal 14, 2-3a. 3bc-4ab. 5 (R/.: 1b)
R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
V/. El que
procede honradamente
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R/.
y practica la justicia,
el que tiene intenciones leales
y no calumnia con su lengua. R/.
R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
V/. El que
no hace mal a su prójimo
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R/.
ni difama al vecino,
el que considera despreciable al impío
y honra a los que temen al Señor. R/.
R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
V/. El que
no presta dinero a usura
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.
ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. R/.
R/. Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol Santiago. Sant 1, 16b-18. 21b-22. 27
Poned en práctica la palabra
MIS queridos hermanos:
Todo buen regalo y todo don perfecto viene de arriba, procede del Padre de las luces, en el cual no hay ni alteración ni sombra de mutación.
Por propia iniciativa nos engendró con la palabra de la verdad, para que seamos como una primicia de sus criaturas.
Acoged con docilidad esa palabra, que ha sido injertada en vosotros y es capaz de salvar vuestras vidas.
Poned en práctica la palabra y no os contentéis con oírla, engañándoos a vosotros mismos.
La religiosidad auténtica e intachable a los ojos de Dios Padre es esta: atender a huérfanos y viudas en su aflicción y mantenerse incontaminado del mundo.
Todo buen regalo y todo don perfecto viene de arriba, procede del Padre de las luces, en el cual no hay ni alteración ni sombra de mutación.
Por propia iniciativa nos engendró con la palabra de la verdad, para que seamos como una primicia de sus criaturas.
Acoged con docilidad esa palabra, que ha sido injertada en vosotros y es capaz de salvar vuestras vidas.
Poned en práctica la palabra y no os contentéis con oírla, engañándoos a vosotros mismos.
La religiosidad auténtica e intachable a los ojos de Dios Padre es esta: atender a huérfanos y viudas en su aflicción y mantenerse incontaminado del mundo.
Palabra
de Dios.
REFLEXIÓN
NUESTRO
SIGNO DE IDENTIDAD
Santiago viene
a reforzar esta invitación que nos ha hecho el libro del Deuteronomio: o nos
decidimos por el camino del bien y entendemos que la iglesia, como pueblo de
Dios, no está llamada a identificarse con el resto de pueblos, de culturas y de
religiones, sino que ha de aparecer clara su identidad: es un pueblo que se deja
guiar por la palabra de Dios y que lo mueve el Espíritu Santo y no otro
espíritu y, por eso, su culto, sus ritos y su práctica religiosa es: “Socorrer a huérfanos y viudas en sus
tribulaciones…” (es decir: la práctica del amor y la solidaridad) “y no mancharse con la corrupción del mundo”.
Este es nuestro culto agradable a Dios, esta es nuestra
señal de identidad. Es por esto por lo que nos deben conocer y no por otra
cosa.
Éste debe ser siempre el referente que debemos tener.
¡Cuánto bien nos haría el que nos planteemos una fuerte revisión en la que
examinemos por qué se nos reconoce, a qué nos asimila el mundo como iglesia;
qué estamos haciendo y cultivando, qué imagen es la que estamos fomentando…?
Aleluya
Sant 1, 18
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Por propia iniciativa el Padre
nos engendró con la palabra de la verdad,
para que seamos como una primicia de sus criaturas. R/.
para que seamos como una primicia de sus criaturas. R/.
EVANGELIO
✠ Lectura del santo Evangelio según san Marcos. Mc 7, 1-8. 14-15.
21-23
Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para
aferraros a la tradición de los hombres
EN aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús
los fariseos y algunos escribas venidos de Jerusalén; y vieron que algunos
discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Pues los
fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos,
restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al volver de la
plaza no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de
lavar vasos, jarras y ollas).
Y los fariseos y los escribas le preguntaron:
«¿Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con manos impuras?».
Él les contestó:
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
“Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me dan está vacío,
porque la doctrina que enseñan
son preceptos humanos”.
Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
«Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».
Palabra del Señor.
Y los fariseos y los escribas le preguntaron:
«¿Por qué no caminan tus discípulos según las tradiciones de los mayores y comen el pan con manos impuras?».
Él les contestó:
«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:
“Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me dan está vacío,
porque la doctrina que enseñan
son preceptos humanos”.
Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres».
Llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo:
«Escuchad y entended todos: nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre.
Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro».
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
LA ACTITUD
FRENTE A LA PALABRA DE DIOS
La palabra de Dios nos pone hoy entre las cuerdas y nos obliga a que nos
definamos: en la primera lectura nos ha invitado a “escuchar” lo que el Señor
nos manda; pero esa escucha se queda en algo vacío y sin sentido el momento que
no se intenta llevar a la práctica lo que se oye, como quien oye llover:
resbala lo que se dice.
Santiago
insiste en lo mismo y llama la atención a la comunidad pues advierte que se
estarían engañando, si es que se quedan en un mero oir sin dejar que eso entre
en el corazón y haga que cambie la forma de actuar y de sentir; se estarían
quedando en un puro formalismo de una religión vacía y sin sentido.
Esta
misma actitud la denuncia Jesús al ver que el mensaje de la palabra no ha
traspasado la superficie y se queda en las palabras, pero el corazón sigue
lejos de Dios convirtiendo el culto en
un teatro ridículo y sin sentido, porque se están centrando en un formalismo y
en normas humanas que no llevan a ningún sitio, mientras que el corazón
sigue en la osuridad del pecado.
Sería
algo así como arreglar muy bien la fachada de las casa mientras el interior
permanece deordenado y hecho un caos. Cuando hay rotura entre lo que se vive
interiormete y lo que se manifiesta exteriormente, ahí se da la hipocresía y la
doblez de vida y a la larga todo queda
manifiesto.
Es
una llamada muy fuerte a la iglesia y a todas las comunidades cristianas y, a
cada uno en particular, a revisar nuestra postura y nuestra actitud de cara a
la escucha de la palabra de Dios y a las consecuencias que nos ha de llevar,
pues de lo contrario, nos quedamos en un formulismo hipócrita que confunde y jamás nos identifica
con el proyecto de Dios.