PRIMERA LECTURA
Lectura de la
profecía de Malaquías. Mal 3, 19-20a
A vosotros os iluminará un sol de justicia
HE aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz.
Pero a vosotros, los que teméis mi nombre, os iluminará un sol de justicia y hallaréis salud a su sombra.
Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
LA
VIDA HA VENCIDO A LA MUERTE
Malaquías
anuncia con certeza lo que tendrá su plenitud en Cristo: el triunfo del bien
sobre el mal. Cristo será el testigo autorizado y con Él resucitado, se
proclamará el fracaso “de los arrogantes
y los malvados que serán puestos al descubierto y sus planes serán como paja
que alienta el fuego y de ellos no quedará ni rama ni raíz”. Al mismo
tiempo se proclama el triunfo del bien y de la vida con el que serán honrados
todos los que luchan por él.
Esta
es la promesa que proclama Malaquías, pero también es la realidad consumada por
Jesús; ahora solo queda la fe que nos alienta a seguir luchando y le da sentido
a todo lo que hacemos y la esperanza de que nada de lo que hacemos queda en el
vacío, sino que su triunfo es el nuestro y nuestro apoyo irá destruyendo la
fuerza del mal, cosa que irá ocurriendo en la medida en que los ignorantes
vayan aceptando que están equivocados y que los creyentes actúen convencidos y
seguros de lo que hacen. Mientras
tanto, tenemos que sufrir el acoso de los malvados que luchan por convencernos
y hasta lo legalizan, que la muerte es un derecho y la vida es una desgracia.
De
todas formas, surge inevitablemente la pregunta que es fruto del deseo
ardiente: ¿cuándo ocurrirá esto? ¡Que
sea pronto, Señor!
Salmo
responsorial
Sal 97, 5-6. 7-8. 9ab. 9cd (R/.: cf. 9)
R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
V/. Tañed la cítara
para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.
R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
V/. Retumbe el mar y
cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes. R/.
R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
V/. Al Señor, que
llega
para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R/.
para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R/.
R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses. 2 Tes 3, 7-12
Si alguno no quiere trabajar, que no coma
HERMANOS:
Ya sabéis vosotros cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre vosotros sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros.
No porque no tuviéramos derecho, sino para daros en nosotros un modelo que imitar.
Además, cuando estábamos entre vosotros, os mandábamos que si alguno no quiere trabajar, que no coma.
Porque nos hemos enterado de que algunos viven desordenadamente, sin trabajar, antes bien metiéndose en todo.
A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con sosiego para comer su propio pan.
Palabra de
Dios.
REFLEXIÓN
LA
VIDA NO SE DETIENE
Pablo
tiene muy claro que vivir en Cristo es ser signo de su persona y de su fuerza
transformadora, porque Cristo resucitado lo transforma todo, no es un Cristo
estático que se cruza de brazos y nos invita a ser meros espectadores pasivos…
¡Ni mucho menos! Nuestra fe en Jesús nos lleva a hacer nuestro su proyecto de
forma que hagamos lo que hagamos se convertirá en su fuerza transformadora que
hará que vayan cambiando todas las estructuras.
La
fuerza de la resurrección lleva a perder todos los miedos y a implicarse a
fondo en la transformación del mundo, con la certeza de que la vida y el bien
han vencido al mal y a la muerte; estamos llamados a activar el reino.
Los
parásitos son signos de muerte y no de resurrección: la vida no se detiene
Aleluya
Lc 21, 28
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Levantaos, alzad la cabeza:
se acerca vuestra liberación. R/.
se acerca vuestra liberación. R/.
EVANGELIO
✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 21, 5-19
Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras
almas
EN aquel tiempo, como algunos hablaban del
templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos,
Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN
LLEGÓ EL FINAL DEL
TIEMPO
Para los judíos, la
gran obra de Dios es el templo que él se ha hecho construir para vivir en medio
de su pueblo. En él queda expresada toda la grandeza de Dios y del pueblo,
contra lo que chocarán todas las grandes potencias.
Cuando en el año 70 es
destruido por el ejército romano, los judíos quedan desconcertados, pues se les
viene abajo todas sus creencias y los apóstoles caen en la cuenta de las
palabras de Jesús: “De todo esto no
quedará piedra sobre piedra”.
Es que lo que Dios ha
traído: el nuevo orden que se ha inaugurado con Jesús, no se sostiene ya en las
piedras de un edificio, ni en las riquezas y el poder, sino en el corazón de
cada persona.
El final del templo no
coincide con el final del tiempo, sino más bien con el final de un sistema
político-religioso que no tiene nada que ver con lo que Dios quiere.
El desbarajuste
político puede crear confusión en la mente y en el corazón de los creyentes
cuando tienen puesta su fe en las piedras, en las joyas, en los exvotos… en las
imágenes
Pero ese hundimiento de
todo lo material, ha acontecido con la venida de Jesucristo. El final del tiempo ha ocurrido ya, aunque el
templo y las estructuras humanas sigan en pie.
Cristo-Dios ha venido,
ha superado ya el orden establecido, ha vencido la esclavitud y la muerte, ya
está todo decidido, se ha establecido un camino que es irreversible; todos los
que vengan, a partir de este momento, elaborando fantasías religiosas o
políticas, no son más que parlanchines embusteros que no hacen sino buscar sus
intereses y, para eso, irán engañando y asustando a la gente.
A partir de Jesucristo
no queda otra alternativa de salvación y de eternidad: Se trata de apostar por
la justicia, por la Verdad, por la Paz, por El Amor y la Libertad… ese es el
futuro del hombre y del mundo. Todo lo que no sea esto, está llamado a la
destrucción, sus días están contados y de eso, no quedarán rastros sobre la
tierra. Esto, además, es compromiso de Dios.