De andar por casa
Todos estamos a la expectativa, nadie
estamos de acuerdo con lo que está pasando, todos pensamos que no es posible
que se den los disparates que se vienen planteando… pero vamos dejando
alegremente que pase todo, sin darnos cuenta que a la hora de la verdad. se nos
va imponiendo lo que veníamos diciendo que es un disparate imposible, pero no
solo se hace posible, sino real, ¡Y no hay vuelta atrás!
✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
Mt 4, 12-17
Se estableció en Cafarnaún, para que se
cumpliera lo dicho por Isaías
AL enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaúm, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Cuando Jesús se enteró
que habían arrestado a Juan rompió el silencio de Nazaret y salió a coger el
testigo que había dejado Juan. Y es que todas las cosas tienen un límite que
roza en el colmo, cuando ya el vaso está lleno y eso es cuando se traspasa los
humanamente razonable o lo divinamente aceptable, como es el sentido común o la
dignidad de la persona.
Con tristeza y con asombro estamos
asistiendo a ambos atropellos:
1º- “No tendrás otro dios fuera de
mi” y vemos cómo tranquilamente se proclaman dueños absolutos hasta de la vida
humana, que disponen incluso, a qué edad se puede matar siendo legal, o en qué
momento se es persona o en qué otro no se es.
Y 2º-La persona no es tal, sino un
conjunto de factores que pueden ser cambiados a gusto del que tiene el poder de
turno y la ley le ampara para que disponga.
Esto no es tolerable y Jesús se
levanta e invita al cambio que Juan venía proponiendo. Lo que no es aceptable
es la complicidad del silencio y la sumisión.