DOMINGO XVI DEL T.O. -A-


De andar por casa
         De repente nos encontramos con alguien que nos sale diciendo que Dios es el culpable de que hagamos el mal, pues si no quiere que se haga, que nos lo quite de en medio; si nos lo pone delante es porque quiere que caigamos.
         Esta es la actitud más estúpida que podemos imaginar, pues reduce al hombre a un ser absolutamente esclavo de sus instintos sin posibilidad de utilizar su libertad y su inteligencia para nada.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 13, 24-30
Dejadlos crecer juntos hasta la siega

            EN aquel tiempo, aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo:
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
            “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”.
            Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”.
            Los criados le preguntan: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”.
            Pero él les respondió: “No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».
Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

            En el A.T.  (Dt. 30, 15) Dios le dice al pueblo: “Pongo ante ti el bien y el mal, la vida y la muerte… si eliges el bien, vivirás tú y todos los tuyos; si eliges el mal, te destruirás…” Toda nuestra vida nos la pasamos optando y en esas elecciones nos jugamos la vida y realizamos nuestra libertad.
            Pero lo que no se puede hacer es elegir una cosa y después culpar a Dios de lo que he hecho. Esto es justamente lo que ocurre hoy.
            A Jesús le plantean el tema y responde con una parábola diciendo lo que ha ocurrido; “Mientras dormían llegó el enemigo y sembró la cizaña”.
             Si le hiciéramos hoy la pregunta a Jesús, estoy seguro que nos respondería con la misma respuesta del AT. : “Yo os di a elegir y apostasteis por sacarme de vuestras vidas, de vuestra cultura, de vuestro hogar y le abristeis la puerta al enemigo y os pareció muy bien lo que os presentaba… Tenéis que asumir las consecuencias de vuestra opción.”
            La suerte nuestra es que Él está siempre en el mismo sitio y nos tiene tendida su mano, por si reconocemos en algún momento nuestro error y decidimos volvernos a Él. Y esa es la gran alegría: que está siempre esperándome.