DOMINGO XXVIII DEL T.O. -A-

          De andar por casa

         ¿Cuántas veces hemos escuchado y hasta hemos dicho nosotros: “Primero la obligación antes que la devoción?”

         Pero tal vez no nos hemos detenido a pensar ni lo que es “obligación” ni lo que es la “devoción” y con frecuencia confundimos la jerarquía de valores, dejando lo principal a un lado y centrando toda la atención en lo que es secundario.

  Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 22, 1-10

A todos los que encontréis, llamadlos a la boda

            EN aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
            «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados:
            “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”.
            Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
            Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”.
            Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales».
Palabra del Señor.

 REFLEXIÓN

                 Efectivamente, antes que ser justos, ser sinceros, actuar con amor y misericordia, ser testigos de la verdad, construir la paz… esta es la invitación que nos está haciendo Dios a cada momento, sin embargo, ¿A cambio de qué estamos dejando todas estas actitudes y valores a un lado y en su lugar ponemos otra cosa?

         No hace falta pensar en cosas raras; céntrate en tu hogar ¿a cambio de qué estás dejando de sentarte un rato a dialogar con tu mujer, con tu marido, con tus hijos, hablar de temas interesantes, escuchar sus problemas…? ¿Qué es lo que te lo está impidiendo? ¿Qué es lo que te está impidiendo en tu vida que dediques un tiempo a pensar en la situación que vives y organizar tu vida de cara a algo que realmente valga la pena? ¿Qué te tiene tan ocupado?

         Es muy posible que cuando quieras acordar ya no haya posibilidad, has perdido tantas oportunidades que ya no hay vuelta atrás… cuando quieras entrar, la puerta ya esté cerrada, no hay posibilidad de desandar el camino.