De andar por casa
Querido amigo: estás viendo cómo lo estamos perdiendo todo:
recuerda cómo tus padres te llevaban a misa, te enseñaban a rezar el rosario,
te decían que había que respetar a las personas mayores… ¡Y cuántas cosas más
que hoy suenan a la edad de piedra! Pues no son de la edad de piedra, que las
has vivido tú y estás viendo cómo hoy tus hijos y nietos ya no quieren saber
nada de eso y todo lo que nuestros padres nos dijeron, hoy no tiene
consistencia.
No te has preguntado,
¿Qué está pasando? ¿A dónde va a parar esto? Estamos quitando cosas, pero en su
lugar ¿Qué estamos poniendo?
✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
Lc 24, 35-48
Así está escrito: el Mesías padecerá y
resucitará de entre los muertos al tercer día
Estaban hablando de estas
cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y
llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo:
« ¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis
manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu
no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las
manos y los pies. Pero como no acababan de creer por la alegría, y seguían
atónitos, les dijo:
« ¿Tenéis ahí algo de comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo
de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije
mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo
escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo:
«Así está escrito: el Mesías
padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se
proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos,
comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
Palabra del Señor.
Cuando matan a Jesús, la primera
reacción es decepcionarse: ha sido todo un sueño, una ilusión, pero la realidad
sigue siendo la misma que atropella y destruye cualquier ilusión o sueño que se
tenga de cambio, a los pobres les está prohibido soñar… ¡Y no hay cosa peor que
levantarse de las cenizas!
La realidad te aplasta y te obliga a
que te olvides de ideales, no hay más realidad que la que te rodea cada día que
te levantas y es lo que te ha tocado vivir:” “Así está escrito: el Mesías
padecerá…” pero la siguiente expresión: “Resucitará al tercer día” se la quiere
borrar, que es tanto como quitar la esperanza y aceptar ciegamente que no hay
remedio, las cosas son como son y no es posible cambiarlas.