De andar por casa:
Estoy seguro que has oído alguna vez esta expresión referida
a alguien que no tiene experiencia en la vida: · “A éste le falta todavía un
agua”; esto lo decimos cuando se encuentra indeciso y comienza titubeando en
todo y cometiendo fallos a cada momento…
La vida, los golpes, el camino va enseñándonos y de los
fallos vamos aprendiendo. Cada caída es una lección que vamos aprendiendo, de
tal forma que llegamos a decir que la mejor manera de no equivocarse es
quedarse con los brazos cruzados, pero esa es precisamente la única forma de
vivir como muertos en vida.
✠ Conclusión del santo Evangelio según san Marcos. Mc 16,
15-20
Fue llevado al cielo y se sentó a la derecha
de Dios
«Id al mundo entero y
proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se
salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les
acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas
nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les
hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar por
todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que
los acompañaban.
Palabra del Señor.
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”
Es importante enmarcar el
acontecimiento: Jesús ha muerto fruto de una traición y de una incomprensión y
de un desprecio de su mensaje. Los apóstoles no han entendido nada y se
encuentran desconcertados; el proyecto que el Padre le ha encomendado que es lo
más grande que el hombre ha podido imaginar lo deja en manos de inexpertos, de
indecisos y de inseguros… la única exigencia que pide es: ¿Pedro, me quieres?. Jesús
no exige otra cosa ni otro tipo de preparación: solo le pide que lo quiera;
tampoco Pedro tiene otra fuerza que presentar.
Jesús ha hecho todo lo que
el Padre le ha pedido: ha presentado el proyecto del reino, les ha dicho todo
lo que el Padre le ha ordenado y ha llegado a quererlos hasta el punto de estar
dispuesto a dar la vida por ellos… El resto queda en manos del Espíritu Santo
que será el que retome el proyecto y abra el camino en la historia.
Después de exponerles la
situación, Jesús desapareció y todo se quedó en manos de los apóstoles expuesto
a su inexperiencia, a su ineptitud, a sus miedos y a sus limitaciones… y con
todo esto ellos se fueron a predicar por todas partes. Ante esto, pienso que la
iglesia actual debería tomar lecciones y aprender a confiar más en los laicos
y, sobre todo, en el Espíritu Santo.